IV

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Al despertar lo primero que vi fue el fuego, el mismo fuego que vi antes de dormir, el mismo que me saludaba al despertar.

—La comida ya está lista

—¿Cuánto tiempo dormí?

Estaba recostada sobre el sofá en oficina de Eunwoo. Él me había cubierto con una manta y se había ido de nuevo a su escritorio.

—Menos de lo que parece, una hora nada más

Dijo que la comida estaba lista, pero, aun así, no parecía tener intenciones de acompañarme al comedor.

—¿Oye?

Me miró.

—No has pensado ¿En trabajar menos? Pasas todo el tiempo encerrado aquí que ni siquiera parece que estuviéramos en una luna de miel

—¿L-Luna de miel? ¿Nosotros?

—¿No somos recién casados? Esto es una luna de miel ¿No?

—Claro que sí

—Entonces deja de trabajar un poco y disfrutemos de nuestra luna de miel ¿Quieres?

—Lo siento -sonrió -es solo que... he tenido algunas cosas que hacer, pero prometo que en cuanto terminé esto, seré todo tuyo

—Entonces -sonreí -¿También podemos ir a otro lado?

—¿Otro... lado?

—Es linda la casa, me encanta, pero el clima frío y la misma rutina de todos los días no es lo que había pensado en mis años de soltera como mi perfecta luna de miel

Negó con la cabeza al mismo tiempo que sonreía y recargaba su mejilla en la mano.

—Está bien... en cuanto termine mis pendientes, iremos a dónde tú quieras y seré todo tuyo, nada más

—¿Lo prometes?

—Lo prometo

No es que me desagrade estar aquí, me gusta, es tranquilo, nada caluroso, es un lugar realmente encantador, simplemente... me gustaría tomar un poco de sol, un poco de aire cálido, nada más y terminar con mi rutina aburrida de no sé hacer nada en todo el día más que cocinar un poco (mal, por cierto).

—Dios, Helen dijo que amaba cocinar -arrojé una cuchara de madera al fregadero

—No te presiones

Entre los dos comenzamos a limpiar la cocina. Había intentado preparar un pay de fresas de una receta que encontré en uno de los libros de la biblioteca, pero si comparaban la foto del libro con mi postre... el mío parecía vomitada de perro.

—Tal vez con el accidente... perdiste tu memoria de cocina, pero no te preocupes -me hizo un ligero masaje en los hombros mientras yo miraba decepcionada mi pay sobre la mesa -poco a poco tus recuerdos volverán, solo relájate

—Está bien -corte un pedazo y lo serví en un plato -dejaré la cocina para Helen y dejaré de desperdiciar comida -lo probé un poco -por lo menos no sabe tan mal

Intenté cocinar, realmente lo intenté, pero no pude, es más que claro que antes del accidente yo no cocinaba para nada, incluso odié el proceso.

Aunque puede que Eunwoo tenga razón, tal vez simplemente olvidé cómo cocinar y lo bueno que es. Así que solo tengo que recuperar mis recuerdos para averiguarlo.

Mientras todos hacían sus cosas y para yo hacer algo productivo fui a la habitación a intentar acelerar este proceso de recuperación de memoria. Tal vez si veía mis cosas lo lograrías, así que eso hice. El armario estaba dividido en dos, de un lado las cosas de Eunwoo y del otro las mías. Era un armario grande.

Me acerqué a mi ropa y comencé a mirarla, había prendas que recordaba, pero otras que no, incluso me confundían porque no eran para nada algo que usaría. En los perfumes, había solo pocos, dos en realidad y de esos dos, no recordaba haberlos comprado, pero sí los sentía familiares.

En la esquina del armario había un baúl negro.

¿Raro? Sí, no me gustan los baúles porque son innecesarios y estorbosos, o por lo menos yo nunca he sabido acomodarlos de un modo que se vean lindos y no estorben. Así que no suelo usarlos.

Me senté en el suelo cruzando las piernas justo enfrente de él. Levanté la tapa y lo primero que vi fue ropa, ropa mía. Doblada cuidadosamente y acomodada dentro. Saqué algunas prendas y encontré algunas joyas. Collares sencillos y aretes igual de sencillos, nada ostentoso ni caro a diferencia de las joyas que había en mis joyeros. Pero al llegar al fondo del baúl, mientras tomaba algunas de las prendas para sacarlas y volverlas a acomodar dentro, escuche como algo goleaba al levantar una blusa.

Dentro había caído un broche dorado, una placa. Lo tomé con cuidado y le di la vuelta.

Lilian

El nombre tallado en el broche no lo conocía. Era como uno de esos que poner en la solapa de tu saco cuando eres empleado de algún lugar.

¿Lilian?

¿Por qué un broche de este estilo y con ese nombre estaría entre mis cosas? No conozco a nadie con ese nombre. No que yo recuerde. Aunque mientras más tiempo mantenía el objeto entre mis dedos, más familiar se me hacia la sensación del metal sobre mi piel.

Dejé mis cosas y salí de la habitación en busca de Helen o de Eunwoo.

—Callahan

Él caminaba por el pasillo dirigiéndose a quién sabe dónde. Era alguien bastante callado e introvertido que normalmente se la pasaba solo en su habitación o en alguna habitación de la casa, incluso pocas veces nos acompañaba a comer en el comedor. No lo culpo, probablemente está en la edad en la que prefiere estar solo porque siente que nosotros los adultos no podemos comprender por lo que pasa o lo que piensa.

—¿Sabes dónde está Helen o Eunwoo? -pregunté 

—No

Aunque no le gustará pasar tiempo con nosotros, siempre que me lo encontraba respondía de buena manera o me sonreía.

—Creo que Eunwoo salió un momento y Helen debe andar por ahí, probablemente en la biblioteca o en su habitación

—Gracias

Callahan se despidió de mi con una sonrisa amable y continuó con su camino mientras yo me ponía a buscar a Helen en alguno de los sitios que él me dijo.

Terminé encontrándola en la biblioteca. Sentada en uno de los sofás mientras leía un libro y tomaba un poco de té. Bastante refinada.

—Hola -saludé

Ella me miró con una sonrisa y bajó su libro.

—Estaba buscándote

—¿Algo en especial?

Me senté a un lado de ella.

—¿Sabes... sabes quién es Lilian?

Cuando dije ese nombre, la sonrisa en sus labios amenazó con desaparecer, pero ella fue más fuerte y logró mantenerla. Le dio un trago a su taza de té con una actitud tan despreocupada.

—¿Por qué preguntas?

—Encontré esto entre mis cosas -abrí la palma de mi mano con el broche en ella

Sus ojos lo miraron fijamente por segundos, pero aun así fue bastante tiempo para ser algo sin significancia.

—No lo sé, probablemente tu lo trajiste por error cuando guardaste tus cosas

—¿Eso crees? No recuerdo a ninguna Lilian, ni amigas con ese nombre o simples conocidas

—Probablemente en alguno de tus eventos lo guardaste entre tus cosas por error

¿Lo guardé por error?

—No le des muchas vueltas -sonrió -solo es un broche, tal vez luego recuerdes de quién es

Eris (ChaEunWoo)Where stories live. Discover now