I

732 31 7
                                    

El ultimo recuerdo que tengo es borroso, prácticamente no hay nada. Solo recuerdo la sensación de la tierra mojada bajo mi cuerpo, el olor a bosque, las gotas de la lluvia chocando contra mi rostro y mi cuerpo. Era un recuerdo frío, pero el silencio de mi alrededor compensaba con paz esa frialdad. Era doloroso, eso sí recuerdo bien, me dolía todo el cuerpo. Ahora todo era diferente. Había paz a mi alrededor, silencio, sí, pero ya no hacía frío, ni tampoco sentía la lluvia sobre mi o la tierra debajo de mí.

—¿Carolin?

¿Quién es Carolin?

Lo primero que vi al abrir los ojos fue un techo oscuro, además, la luz del lugar no ayudaba mucho.

—Despertaste

Junto a mí, mirándome con una sonrisa de oreja a oreja había una mujer joven muy hermosa. Su cabello era de un negro tan oscuro que hacía bastante contraste con su piel pálida. No dijo nada, simplemente salió corriendo.

No movía mi cabeza para nada, mis ojos lo hacían. Estaba en una habitación, con paredes cubiertas de un tapiz floreado. Era una enorme habitación, con incluso una pequeña sala frente a mí, una enorme chimenea, una enorme cama, en la que yo estaba recostada, armarios y más muebles.

¿Dónde estoy? No reconozco nada de esto.

—¡Carolin!

La mujer regresó con un hombre y un niño. El niño sonreía un poco pero el más emocionado era el hombre.

—¿Cómo te sientes? –tomó mi mano al mismo tiempo que se sentaba a un lado de mi en la cama

—Me siento... bien

Mis ojos miraron la mano que él sostenía. Estaba llena de rasguños y moretones. Miré mi otra mano y mi brazo, era lo mismo, estaba llena de heridas y moretones.

¿Por qué estoy tan herida?

A mi memoria solo vinieron imágenes muy borrosas de una carretera a oscuras y un auto, nada más. 

—¿Qué... fue lo que pasó? –levanté un poco mi mano haciendo referencia a mis heridas

—Tuviste un accidente de auto –sonrió un poco la mujer –chocaste

—N-No puedo recordarlo –miré mis manos

—No te preocupes –dijo él –ya estás bien, es lo único que importa

Los miré a todos por un momento, pero ni siquiera a ellos podía recordarlos.

—Ustedes... ¿Quiénes son?

Los tres se dieron una rápida mirada en silencio, pero estaban bastante relajados.

—Soy Helen –dijo la mujer –somos amigas ¿No recuerdas eso? –sonrió pero yo negué con la cabeza 

—Yo soy Callahan –dijo el niño –soy tu favorito de todos aquí 

Más que un niño, era un chico de unos 15 años. bastante alto para su edad, diría yo. 

Sonreí un poco.

—Yo soy Eunwoo, querida

—¿Querida?

La mano que sostenía entre la suya, con delicadeza la giró para que yo pudiera ver mi dorso. Para que pudiera ver el anillo que brillaba en mi dedo.

—Soy tu esposo

Wow

No sé cuál de las dos noticias me sorprendían más, si el hecho de que hubiera tenido un accidente y ahora no recordara nada, o el hecho de enterarme que el hombre apuesto frente a mi era mi esposo.

Aun así, la manera en la que sostenía mi mano me incomodó un poco, digo, es mi esposo, según él, pero para mí es un simple desconocido. Deslice mi mano lejos de las suyas y a pesar de ver la decepción en sus ojos, sonrió de nuevo.

—¿Cuánto tiempo llevo inconsciente?

—Dos semanas -dijo él 

—No te presiones tanto –dijo Helen –tomate las cosas con calma, tienes mucho tiempo aún, llamaré al médico para que venga a revisarte –Eunwoo se levantó de la cama –por lo pronto, duerme un poco más ¿De acuerdo?

Solo pude aceptar con la cabeza mientras me acomodaba en la cama al mismo tiempo que Dante acomodaba las cobijas para cubrirme bien. Era raro recibir tal atención por un hombre desconocido para mí. Pero no me molestaba.

—Vendré más tarde –susurró él con una sonrisa –duerme –y besó mi frente antes de irse

Dios, no sabía cómo reaccionar, había tantas cosas en mi cabeza, tantas sensaciones pasando al mismo tiempo que mi cara estaba pausada en una expresión neutral. Si me vieran, dirían que mi cabeza estaba en blanco, pero en realidad era un total caos.

El caos terminó por hacerme dormir. Dormí no sé cuánto tiempo hasta que Eunwoo regresó y suavemente me despertó para que el médico que lo acompañaba pudiera revisarme.

—Estará bien –dijo al final del chequeo, de hacerme muchas preguntas y revisar mis heridas –estará un poco adolorida aún –me miró –así que le sugiero que descase un par de días más, no hagas esfuerzos 

—Bien

El hombre se despidió, Helen lo acompañó a la salida mientras Eunwoo se quedaba conmigo.

—Me siento... muy feliz de que hayas despertado –sonrió

—Sería tenebroso que no fuera así

Sonrió aún más.

—Podrás perder tu memoria, pero no tu humor

Perdí más de lo que imaginaba. No recordaba mi infancia, ni a mis padres o mi escuela, no recordaba casi nada, solo algunos fragmentos de mi vida que eran insignificantes.

—Oye –se sentó en la cama y creo que nosotros éramos una pareja cariñosa porque tuvo la intención de llevar su mano a mi rostro, pero se detuvo a la mitad del camino

Me dolía causarle esto, que yo no recuerde nada, no quiere decir que él este igual. No lo hice tocar mi rostro, pero intenté compensarlo tomando su mano entre las mías y sonreír un poco.

—No te preocupes por tus memorias –dijo –tarde o temprano regresaran, con ellos o sin ellos, eres mi esposa y yo te amo igual ¿Entiendes?

Acepté con la cabeza.

—Lamento haberte olvidado –susurré

—No importa –sonrió –con que te quedes a mi lado me basta

—¿A dónde iría de todos modos si no recuerdo nada?

—¿Eso es un comentario alentador?

—Intento de

—Buen intento –se levantó –te traeré algunos libros para que leas en lo que esta lista la comida

—Bien, gracias

Algo en lo que puedo confiar ahora, es que él sea mi esposo. Es guapo, claro que fue elección mía casarme con él... o eso espero.

Eris (ChaEunWoo)Where stories live. Discover now