XLIV

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La tarde ya se estaba terminando así que bajé a la cocina para ayudar a Helen a preparar la cena, por lo menos mi cena.

—Preparé tu cena, linda -dijo sonriente

—Sabes que no deberías hacerlo -sonreí -por lo menos de eso debería hacerme cargo yo

—Sabes que me encanta cocinar, es una lástima, porque no puedo comer lo que cocino, es una de las razones por las que me gusta que estes aquí

—¿Por qué por mi trabajas más?

—No -sonrió -porque por ti, puedo volver a cocinar -tomó un abrigo que había en una de las sillas y se lo puso

—¿Saldrás?

—Eunwoo va a ir al pueblo a recoger unos papeles y yo quiero comprar unas cosas ¿Quieres algo?

—Un poco de chocolate será bueno

—Anotado

—Aquí estas

Eunwoo entró a la cocina con un abrigo negro.

—Creo que Helen ya te dijo que saldremos ¿No?

—Sí -sonreí -le pedí un poco de chocolate, por favor

—Todo el chocolate que quieras -me dio un beso en los labios

—Uuu -sonrió Helen -el romance, tan encantador

Los dos sonreímos un poco apenados.

—No tardaremos

—Tengan cuidado -dije

—Eso no funciona con nosotros

—Funciona para todos

Y los dos se fueron dejándonos solo a Callahan y a mi, solos en la casa, aunque, en realidad parecía que solo estaba yo sola porque él era difícil verlo, prefería su soledad.

Puse un video en mi teléfono y tomé la comida que Helen me había preparado y me senté a la isla de la cocina para comerla, pero solo fueron unos minutos de paz antes de que toda la casa se quedara a oscuras.

Maldita sea

Afuera estaba lloviendo, así que probablemente la lluvia había hecho un corto y por eso se fue la luz.

Dejé mi comida a un lado y quité el video que estaba viendo en mi celular para encender la linterna, sería bueno encontrar a Callahan para que me guíe a la caja de fusibles y ver si puedo arreglar esto.

—Callahan

Al parecer él pensó antes que yo, porque apareció en la cocina con una linterna en las manos.

—¿Sabes dónde está la caja de lo fusibles?

—Esta abajo, en el sótano

Genial

No era tanta la oscuridad aquí arriba, los relámpagos que entraban por las ventanas iluminaban la casa de vez en cuando, pero allá abajo.

—¿Tienes miedo de bajar? -preguntó Callahan

—Un poco, sí -suspiré

—Que lastima -sonrió de una manera tan tenebrosa que me hizo borrar la sonrisa de mis labios

—¿Lastima? ¿Por qué?

—Porque los muertos solo pueden estar en la oscuridad

—¿Los que...?

Eris (ChaEunWoo)Where stories live. Discover now