15 - COLMILLO FILOSO

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La amena conversación les impidió estar atentos a sus alrededores, esto los puso en ese aprieto. Los cuatro animales daban pequeños pasos rodeando a los incautos y mostrando sus colmillos. Los lobos son conscientes de que la superioridad numérica proporciona ventaja, aún así mantenían la distancia analizando los movimientos de las presas.

Diadema se posicionó a las espaldas de Jol, cubriendo la retaguardia y Azalea en el medio de ambos. Los tres estaban asustados, aunque los mayores no tuvieron tiempo para dejarse llevar por el miedo. No es que hicieron un esfuerzo mental heroico y conveniente, sino que no tuvieron tiempo para concentrarse en esa emoción, era más importante proteger a la niña.

Uno de los lobos se lanzó contra la bruja, y luego retrocedió. Solo fue un amague para comprobar la reacción de ella. Hicieron lo mismo durante unos instantes, pero Jol también respondió con el mismo tipo de amenazas, sabía que si no era así los animales entenderían que pueden atacar sin que ellos reaccionen.

La inteligencia de las bestias les permitía reconocer debilidades y riesgos. Por eso se tomaban todas esas precauciones para analizar la situación, supieron entonces que el más peligroso era el muchacho, no solo por ser el más grande en tamaño, sino que además sabían que debían tener cuidado con el Colmillo de Obsidiana. Con la bruja tenían dudas pero no les producía inseguridad, y estaban seguros que la presa más fácil era la niña.

Tenían un aspecto intimidante, los grandes colmillos, los ojos furiosos, los gruñidos feroces; todo era un conjunto que indicaba gran hostilidad.

—Diadema... —el cazador podía percibir la tensión, el ataque era casi inminente. Fue un mal día para salir sin su armadura— ¿Puedes sacarnos de esta?

—Es una situación complicada...

—Entiendo... toma a Azalea y huyan...

—¡No, hermano! —la pequeña se aferró a las ropas de Jol.

—Tranquila, hermanita. Estaré bien, siempre te protegeré, ¿recuerdas? —el chico mostró una sonrisa tan cálida como un rayo de sol.

De inmediato inició la ofensiva. Uno de los lobos saltó directo al cuello del cazador con los colmillos predispuestos, el muchacho ya estaba esperando eso por lo que su reacción fue inmediata también, lanzó un ataque cargado desde atrás y en pleno aire acertó sobre el animal, en ese momento pudo comprobar el auténtico filo en la hoja de Colmillo de Obsidiana, el cráneo de la fiera se abrió al medio y el cuerpo cayó esparciendo sangre por todo el lugar.

Al mismo tiempo, Diadema giró rápidamente y puso a la niña bajo sus brazos para salir corriendo. Uno de los atacantes mordió el mango de la lanza del cazador, que se había puesto en medio para protegerlas, el tercero intentó socorrer a su compañero incrustando los dientes en la pierna de Jol y zamarreando violentamente para quitarle el equilibrio. Pero, a pesar del evidente dolor, no hubo ni una pizca de flaqueza en la postura del muchacho. Con un fuerte empujón se quitó de encima al segundo para liberar su arma y estaba por matar al otro para hacer lo mismo con su pierna, pero...

UN SECRETO EN EL BOSQUEWhere stories live. Discover now