HOPE ━ j. hoseok

Autorstwa Pandepipas2

20.4K 1.4K 642

«Un error puede cambiarlo todo en menos de segundo. Un error puede deshacerse de todo aquello que jamás pensa... Więcej

hopeless
prólogo
playlist hope I
1 · error
2 · mimoso
3 · buen humor
4 · control
5 · alegría
6 · hogar
7 · pasión
8 · salvación I
9 · salvación II
10 · ¿amigos o hermanos?
11 · el drama de Jimin
12 · destino: desconexión I
13 · destino: desconexión II
14 · trabajo
15 · distracción
16 · ¿fallo de memoria?
17 · cotilleo
18 · bicho
19 · realidad
20 · la verdad no contada
21 · ¿vida perfecta?
22 · pertenencia
23 · descubrimiento
24 · examen
25 · lleno
26 · familia
27 · confianza
28 · repetir
29 · humillación
30 · bandera blanca
31 · cambio
32 · juntos
33 · desaparición
35 · igual
36 · miedo
37 · busan
38 · confesión
39 · nada y todo
40 · dolor
41 · apoyo
42 · pasado y verdad
43 · ¿perdón?
44 · perdón
45 · esperanza
46 · bienvenida
¡nota importante!
hope
playlist hope II
interlude
47 · vacío y completo
48 · novedad
49 · distancia
50 · dificultad
51 · incomodidad y miedo
52 · nostalgia
53 · pasado
54 · hacia delante
55 · aceptar y olvidar
56 · fin
57 · hermano
58 · mi lugar
59 · romperse y arreglarse
60 · hawai
61 · tranquilidad
62 · cicatrices
63 · normalidad
64 · color
65 · vida
66 · felicidad
epílogo
agradecimientos
curiosidades
extra 1
notita

34 · desmorone

124 9 0
Autorstwa Pandepipas2

—Estás embarazada —dije, confirmándolo para mi cerebro, como si estuviera procesando sus palabras después de envolverme en un bucle de preocupación e inseguridad.

—Sí —asintió y, creía que su cara esbozaba una gran preocupación en ese momento. Pero no estaba muy seguro, puesto que no era capaz de procesar nada, solo mis propias emociones desmoronándose por segundos—. Según la prueba que me hice el domingo, desde hace cuatro semanas.

Soojin estaba embarazada.

Estaba jodidamente embarazada.

Todas esas teorías que sabía sobre la genética se estaban cumpliendo.

Uno de mis jodidos espermatozoides se había colado en el cuerpo de mi novia y se había fecundado con uno de sus óvulos. Y un feto se estaba formando en su interior desde hacía casi cuatro semanas.

Joder, un bebé. Nuestro bebé estaba en su interior.

Dios mío, ¿en qué momento me había levantado siendo un padre adolescente y había dejado de ser ese gilipollas que no le importaba nada una mierda más que hacer feliz la vida a su jodida novia?

Claro, a esa novia a la que acababa de destrozarle la vida que quería hacerle feliz. Totalmente irónico.

Maravilloso.

Putamente maravilloso.

Me pellizqué el brazo intentando comprobar que solo era un sueño, una ilusión absurda de mi cabeza llena de locas teorías y que despertaría en mi cama, sudando de los nervios como estaba en ese preciso instante, mostrándome que todo era mentira.

Soojin miró mis acciones y sus ojos se llenaron de lágrimas. No creía que estuviera siendo fácil para ella verme de esa manera.

—Ojalá fuera mentira, cariño... Lo siento tanto yo... —pero apenas podía hablar bañada en sus propias lágrimas. Y yo no sabía qué hacer.

Estaba completamente en shock.

De todas las cosas del mundo lo que menos me esperaba es que mi novia de dieciséis años me dijera que estaba embarazada. Pensé... pensé que me diría que quizás había cogido una pequeña enfermedad sin ninguna importancia o que finalmente su médico había encontrado el por qué de todo, de su extraño mutismo, de los síntomas de estos días...

Le había destrozado la vida.

Siempre le destrozaba la vida a los demás, ¿por qué me esforzaba a pensar que no era así? ¿Por qué me esforzaba en pensar que había cambiado, que podía hacerlo? Era el mismo niño de seis años al que le habían humillado frente a todos, al que le habían destrozado y ahora se había viciado a hacérselo a los demás.

—... es por eso que no te he hablado en toda la semana, ni a ti ni a nadie. Cuando vi que me había dado positiva la prueba se me cayó el mundo encima y necesitaba asimilarlo. He sido una egoísta, Hoseok, perdón, lo siento de verdad yo...

Mi cuerpo había puesto el piloto automático.

Escuchaba sus sollozos pero mi cerebro no podía coordinar la información que recibía. En mi mente solo se repetían tres palabras: Soojin-embarazo-bebé, entrando en un absurdo bucle del que necesitaba que me despertaran urgentemente. Estaba empezando a faltarme el aire y no dudaba que acabara teniendo un ataque de ansiedad...

—¡Hoseok! —Exclamó, despertándome del trance. Me abrazó con fuerza haciéndome abrir los ojos de par en par.

No me merecía ese abrazo. Me merecía que me diera una paliza, que me pisara la cara y me echara en cara que por mi puta culpa iba a ser una madre adolescente cuando lo único que se merecía era ser feliz. Me merecía que se alejara de mí, que diera a ese bebé en adopción y se olvidara de mí para siempre. Porque joder, la había dejado embarazada, le había jodido la vida para siempre. Y nunca me merecería su perdón.

—Soojin, suéltame —dije o más bien supliqué, sorprendiéndome de mi tono de voz. Estaba totalmente ido—, suéltame por favor...

—¡No pienso hacerlo! —Exclamó—. Si no te tengo a mi lado...

—¡Joder, Soojin, ¿para qué me quieres tener a tu lado?! ¡¿Para que te deje embarazada?! —Exclamé, alejándola de mí con algo de más fuerza de lo que pretendía—. Dios, ¿no te das cuenta de que nunca tenías que haberte acercado a mí?

Empecé a respirar con dificultad, ella me miraba con los ojos rojos y las lágrimas recorriendo sus mejillas. Se veía tan indefensa.

Me dolía el corazón.

—¡Estás embarazada por mi culpa! —Empecé a marearme y tambaleé al ponerme de pie. Soojin se levantó obligándome a sentarme de nuevo.

—No —se abrazó de nuevo a mí—, no es tu culpa, mi amor. No lo es —lloró de nuevo y yo no sé cómo, pero empecé a llorar con ella—. Si yo no hubiera decidido acostarme contigo, no hubiera pasado, es culpa mía. Tú no te mereces esto Hoseok, después de todo lo que has pasado...

Negué con la cabeza.

—¿Yo? —Solté una pequeña carcajada desganada—. Tú sí que lo has pasado mal desde que eras pequeña, tú eres la que no se merece esto Soojin. Tú eres la que vas a tener a ese bebé en tu interior, ¿no te das cuenta? De los dos eres , ¡tú eres la que va a salir perdiendo en todo esto! —Exclamé, no enfadado con ella, claramente, sino conmigo mismo por haberle jodido la vida absolutamente—. Nunca deberías de haberte acostado conmigo, nunca deberías haber salido conmigo...

Pero no pude seguir hablando.

—Y lo he pensado, y fue lo primero que pensé al ver que estaba embarazada. Pero, ¿cambiaría la felicidad de estos casi dos años contigo por haberme quedado sola en mi oscuridad? Nunca, Hoseok, nunca. Eres mi luz, mi todo, te quiero con locura y jamás, aunque esto sea una locura lo cambiaría por no haber estado contigo y no haber podido descubrir a mi primer amor —se separó para mirarme a los ojos. Acunó mi cara—. Yo soy la que quiero pedirte perdón porque tú realmente eres quien no debería de haberse relacionado conmigo. Tenías que haber sido feliz sin mí... —pero no pudo seguir hablando.

—Yo tampoco cambiaría esto por todo lo que tú me has dado, joder...

Y yo tampoco pude seguir hablando.

Lloramos juntos en silencio, yo intentando asimilar la información y ella, probablemente, sufriendo como yo porque, después de todo, aunque hubiera tenido unos días para asimilarlo, no era fácil aceptar la situación de que íbamos a ser padres, padres adolescentes.

"Dime destino, qué te he hecho para que me juntes con un ser de luz como ella para destrozarla, ¡dime!" Exclamé dentro de mí mirando hacia el techo. Sentí como Soojin me miraba mientras nos abrazábamos

—Joder... —solté sin más, percatándome de todo lo que iba a cambiar, de las promesas que no cumplí...

Agaché la cabeza encontrándome con sus ojos rojos de llorar.

—Solo hubo una cosa que me prometí a mí mismo cuando te conocí y supe por todo lo que estabas pasando, Soojin, solo una —empecé a decir, mirándola a los ojos—: alejarte del dolor y hacerte feliz. Pensé que podría hacerlo. Pensé que serías la primera persona a la que podría hacer feliz, a la que no oscurecería pero, al final, termino siempre destrozando a los demás.

Ella negó con la cabeza.

La miré mientras ella limpiaba las lágrimas que aún recorrían mis mejillas.

—Te acabo de decir que eres todo para mí, que has cumplido esa promesa... Me has hecho feliz Hoseok, muy feliz. Eres mi hogar. Eres todo lo que necesitaba para sentir ganas de vivir y me duele que pienses que no hayas podido conseguir lo que te propusiste.

—Pero te dejé embarazada.

—Pero eso no quita lo demás, Hoseok.

Observé sus ojeras y su mala cara.

—Pero es que... Me duele el corazón de pensar que, después de todo lo que has pasado, encima, por mi culpa, tengas que pasar por un embarazo de nueve meses lleno de dolor, náuseas, vómitos, malestar... Una explosión de hormonas sumadas a las que ya tienes por la adolescencia. Un parto que va a cambiar tu cuerpo completo. Cuidar de un bebé... Tú no necesitas esto, Soojin. Tenías tu vida jodidamente planeada, estos meses no dejabas de hablar de que el próximo año nos graduamos del instituto, joder, incluso imaginaste que ahora con la ayuda de tu madre quizás podrías estudiar arte... pero, ¿ahora qué vas a hacer con el bebé? ¿No podrás graduarte?

Mi vista se nubló.

—Estos días brillabas. Estos día imaginé que seguíamos juntos, que después de otro año insufrible en el colegio de pijos nos graduábamos y nos íbamos a vivir al centro, a estudiar ambos la carrera que queríamos, que viviríamos una vida de locura, que experimentaríamos, que quizás acabaríamos la carrera, trabajaríamos y finalmente formaríamos una familia. Pero no pensé que llegaríamos a empezar por el punto final.

Las lágrimas recorrieron mis mejillas como un río que no parecía querer parar nunca.

—A medida que hablo, más me duele el corazón de pensar que, cuando por fin había encontrado mi hogar contigo como tú lo llamas, parece ser que lo he destrozado. Tú única preocupación aparte de tus padres deberías de ser tú y tus estudios, no otra persona, no un bebé. Y no dejo de pensar en que no me veo ni de coña capacitado para educarlo y cuidar de él, ¿cómo voy a hacerlo cuando no dejo de tener ataques de pánico por las noches? ¿Cómo con mi inmadurez voy a poder ser capaz de concienciarme de que voy a ser padre?...

Y millones de preguntas que aún habitaban mi mente pero, que, no podría pronunciar porque ya no tenía fuerzas para hacerlo.

Ella lloró conmigo.

—No te mereces esto, Soojin y entiendo y respeto el hecho de que a pesar de que es algo que me concierne, hayas intentado asimilarlo porque dar una noticia así no es fácil, debes de haber pasado muchísimo miedo estos días —asintió.

—Aunque sabía que no me dejarías sola, tenía mis dudas. No todo el mundo puede aceptar el hecho de que va a ser padre con dieciséis años y, tal como tú has dicho, yo soy quien va a sufrir por toda esta situación. Ser hombre después de todo, en situaciones como estas es más fácil y siempre se puede escapar con rapidez. Siendo una mujer, debes de asumir sí o sí que vas a tener un bebé —dijo con la voz entrecortada—. Temía que me abandonaras.

—Joder, nunca lo haría —tomé sus manos—. Ese bebé es tanto tuyo como mío y si no hubiera sido por mí, no te hubieras quedado embarazada. Es mi culpa.

—Hoseok, también es la mía, deja de repetirme que no me merezco esto cuando tú también vas a ser padre adolescente y tampoco te lo mereces. Yo decidí mantener relaciones sexuales contigo a riesgo de que podía quedarme embarazada, no solo por ti lo estoy, también por mí. Está claro que si nunca lo hubiéramos hecho, ninguno hubiera tenido que pasar por esto —zanjó antes de respirar hondo—. Me alivia tantísimo el hecho de saber que estoy contigo en esto... Estoy segura de que si me hubieras apartado me hubiera derrumbado completamente.

Sonrió de lado.

—Joder, no te mereces esto —repetí como por enésima vez.

—Ni tú, Hoseok —afirmó.

Juntamos nuestras frentes.

—¿Solo lo sé yo? —Asintió ante mi pregunta.

—Bueno, Yeonji fue quien me dijo que quizás estuviera embarazada hace unos días por mensaje y, cuando vino a casa... No se lo dije pero sé que lo sabe.

—Por eso quería hablar a solas contigo, ¿verdad?

—Sí, supongo que era para quedarse tranquila...

—¿Y tú no pensaste en la posibilidad?

—Claro que lo hice, siempre lo he hecho cuando he tenido algún retraso de periodo —aseguró—. Pero Yeonji siempre me ha dicho que soy una obsesionada con el tema y pensé que quizás me estaba precipitando.

—¿No te había venido la regla? Tú me lo dijiste hace unos días —Asintió.

—Eso fue lo que me descolocó. Al parecer, el hecho de que te baje no significa que no estés embarazada, puede que te baje en menor cantidad y aún así, estarlo, a veces en los embarazos se mancha.

—No tenía ni idea.

—Ni yo, lo descubrí al investigar después de darme el test positivo. Y bueno, las náuseas por la mañana, los dolores abdominales, mareos... Son muy habituales en los embarazos.

La observé y no pude evitar sentirme fatal de escucharla hablar sobre eso. Se veía como una conversación que no tendría con ella en mucho tiempo pero, sin embargo, la estábamos teniendo. Volví a sentir una fuerte punzada en el pecho, como si me recorriera el alma y me la estuviera apretando con intención de hacerme sumo dolor por mis actos.

Y me lo merecía, me merecía ese dolor después de todo.

—Y, ¿según el test hace cuatro semanas? —Asintió—. Entonces...

—Fue el día que nos quedamos en casa de los abuelos de Yeonji o eso creo, hice más o menos los cálculos y fue la única vez que lo hicimos esa semana.

—Pero yo... yo usé protección, tú lo sabes y si lo hubiéramos hecho sin nada, lo hubiéramos notado.

—Lo sé, es algo que me inquieta —dijo—. ¿Cabe la posibilidad de que se haya roto?

—Podría caber perfectamente, el tema es que no recuerdo nada de ese momento Soojin. Solo me centré en nosotros, en que hacía muchísimo tiempo que no estábamos juntos, solos... Joder si se rompió no me di cuenta.

—Ni yo —aseguró—. Y desde luego solo puede haber sido ese día, sabes perfectamente que no me he acostado con nadie que no seas tú.

—Tampoco lo dudaba, aunque cualquiera mataría por liarse contigo —sonrió de lado—. Pero no pensaría que me hubieras sido infiel, no te veo así.

Negó con la cabeza.

—Estoy enamorada de ti, creo que es obvio —sonreí por primera vez después de unos minutos—. Bueno, después de pensar las cien maneras distintas en las que pudo haber pasado, decidí que daba igual cómo, lo estoy, en algún momento pasó.

—Tienes razón...

Me quedé pensativo por un rato.

—¿Y ahora qué vamos a hacer? —Pregunté con un fuerte dolor instaurado en la cabeza. A pesar de que al principio había sido una locura para mí la noticia, ahora parecía estar más tranquilo que antes—. ¿Quieres tenerlo? Quiero que sepas que cual sea tu decisión la aceptaré. Si quieres tenerlo, seré su padre, te ayudaré y apoyaré en todo lo que necesites. Si no quieres tenerlo, te apoyaré en la decisión y te acompañaré al hospital para llevarlo a cabo. Eres tú quien manda aquí.

—¿No vas a decidir? —Negué con la cabeza—. ¿Por qué?

—Porque tú eres quien va a sufrir todo el proceso y yo no voy a obligarte a pasar por algo que no tienes que pasar, Soojin. Yo voy a aceptar tu decisión.

Sonrió.

—Contigo me ha tocado la lotería —aseguró sonriendo de lado—. Lo he pensado, estos días le he dado vueltas a todo... Pero creo que aún debo meditarlo un poco más.

—De acuerdo, estás en tu derecho de darte un poco más de tiempo. No tengas prisa. Pero sé que podrás, tomes la decisión que tomes. Eres más fuerte de lo que crees, Soojin —le sonreí de lado—. Venir aquí a contarle a tu novio de diecisiete años que estás embarazada y que el bebé es suyo es algo muy valiente.

Llevé mi mano a su mejilla y la acaricié.

—Sé que podrás, podremos.

Aunque en el fondo, estaba temblando de miedo. Porque al final, no sabía a ciencia cierta si podríamos de verdad.

Me dolía horrores la cabeza.

—Dejemos esto aparte, ¿vale? Será mejor que retomemos la conversación cuando sepas exactamente lo que quieres hacer. Quédate esta noche aquí —le ofrecí—, no quiero que te vayas.

—Me encantaría Hoseok pero, después de todo esto, no sé con qué cara voy a mirar a tus padres sabiendo que estoy embarazada. He estado apunto de llorar cientos de veces delante de mi madre y sé que con tus padres va a ser peor.

—Lo entiendo, yo tampoco sé cómo voy a hacerlo.

—Creo que lo que deberíamos de hacer es relajarnos aquí y pasar un rato el tiempo juntos hasta que sea tarde y tenga que volver a casa —asentí ante sus palabras—. Deberías de avisar a Namjoon para eso, sé que necesitas hablar con alguien que no sea yo.

Sonreí antes de levantarme de la cama, completamente mareado. Era increíble como me conocía.

—Voy a ducharme, necesito despejarme antes de esa manera.

—Te esperaré aquí.

Y eso hice.

Lloré. Lloré como un desquiciado porque a pesar de que intenté mantener la calma, no estaba tranquilo y no lo estaría a partir de ese día. Joder, la había cagado pero bien. Y en ninguna ocasión pensaba en mí, sino en ella. Pensaba continuamente que al final, después de todo la más que sufriría sería ella y que yo solo sería un espectador de toda la situación.

Le había destrozado la vida y no podía dejar de repetírmelo continuamente.

Soojin cambiaría. Todo su cuerpo cambiaría. Pasaría por muchísimas fases distintas, por cambios hormonales sumados a los que ya tenía de por sí por su adolesencia. Pasaría nueve meses llenos de cambios y sufrimientos, con una vida aparte de la suya en su interior, corriendo un riesgo por ser tan joven. Daría a luz. Y no solo cambiaría físicamente, todo su estado emocional cambiaría.

Y ella ya estaba suficientemente mal como para eso.

Joder, me sentía tan culpable.

Me miré al espejo, limpiando el vaho del agua caliente y quise acabar conmigo allí mismo porque no me merecía a Soojin. No me merecía a alguien como ella que sonreía, que era alegre, que a pesar de la vida que tenía llenaba de luz por allí donde pasaba, que me había hecho amar y cambiar, ser otra persona completamente distinta. Y yo simplemente, la había destrozado, había roto mi propia promesa de intentar ser el único que no le haría daño, que la haría feliz.

Quería encerrarme en la cama y dormir por años hasta que todo pasara y ver que era un simple sueño.

Pero no lo era.

Me puse el pijama saliendo del baño, sabiendo que me costaría días procesar todo y daba gracias que estuviéramos de vacaciones para poder darme un tiempo de descanso.

Me la encontré con sus manos juntas mirando al frente, pensativa.

—Mi madre dejó sobras de la cena de anoche, ¿te apetece? —Asintió, levantándose de la cama.

Cogí mi móvil entonces para mandarle un mensaje a Namjoon.

Yo. 19:05.

Hola tío, ¿estás ocupado?

Me sorprendió su respuesta instantánea.

Namjoon. 19:05.

¡Solo jugaba!

¿Al final quieres verme?

Sabía que no podías pasar tiempo sin mí.

Yo. 19:05.

Idiota...

Voy a tu casa en una hora, ¿vale?

Namjoon. 19:05.

De acuerdo, máquina, seguiré

jugando entonces.

Suspiré, pensé en que yo ya no me podría dar el lujo de perder el tiempo de esa manera.

Bajé las escaleras encontrándome a Soojin pasando la comida a unos boles para ambos. Me acerqué a ella dispuesto a abrazarla por la espalda pero paré al instante. Aún no estaba preparado para rozar su barriga. Ahí estaba nuestro bebé. Me costaba asimilarlo, la verdad. Pero entendía que era normal.

Aún seguía un poco en shock.

Me senté en la mesa y comimos en silencio hasta que ella decidió hablar.

—Hoseok, tómate el tiempo que necesites para procesarlo todo, lo entenderé. Puedes alejarte si quieres, puedes desaparecer por días para pensar y entender la situación, te esperaré hasta ese momento para que podamos decidir todo con tranquilidad. Yo también le daré vueltas a todo, y tomaremos una decisión. Juntos...

Y asentí, observando su pequeña sonrisa antes de alargar su mano para apoyarla sobre la mía.

No sabía cómo iba a procesarlo todo pero no parecía algo de lo que pudiera escapar por mucho que quisiera. No era algo de lo que pudiéramos alejarnos y hacer como que no existía. Y daría lo mejor de mí para afrontarlo.



Soojin.

Apoyé mi cabeza en el cristal de la parada del autobús cerrando los ojos en el proceso.

En parte me sentía aliviada, después de todo, decirlo, había quitado un gran peso de encima de mí y ahora sentía que podía respirar con menor dificultad, que después de todo, mis preocupaciones se habían compartido de manera que ya no solo tenía el foco en el miedo de cómo él podía reaccionar, sino que, sabía, que le tenía de mi lado.

Aún así, no pude evitar sentir cómo las lágrimas se deslizaban por mis mejillas sin tener reparo en intentar ocultarlas por si alguien me veía. Ya me daba igual ese hecho, porque aunque todos pudieran pensar que era una exagerada por llorar en la calle, porque pudiera llamar la atención haciéndolo... estaba en todo mi derecho de hacerlo. Nadie podría imaginar que estaba embarazada, ni lo mucho que estaba sufriendo por ello y en parte, ya me había acostumbrado a llorar continuamente durante esos días.

Parecía que era lo necesario a pesar de que no fuera la solución de todos mis problemas, puesto que en ese instante, no podía arrepentirme de algo como eso. No podía arrepentirme del increíble fin de semana que pasé junto a Hoseok y que terminó en un desafortunado error que ninguno de los dos esperábamos pasar.

Suspiré, recordando su expresión de horror, sus lágrimas, sus palabras, la manera en la que todo había cambiado desde que pronuncié aquellas palabras...

Y supe que necesitaría tiempo para procesar también la reacción de Hoseok.

Miré mi teléfono móvil al ver cómo la pantalla se encendía y me sorprendió ver que no había sido un mensaje por parte de Hoseok.

Jaehyuk 20:00.

Hola, Soojin, soy yo Choi Jaehyuk, tu madre me dio

tu número de teléfono hace unos días pero lo cierto

es que no me sentía totalmente confiado de hablarte

y que me estaba metiendo donde no me llaman

pero... aquí estoy, haciéndolo.

Sé que no nos conocemos de mucho y que parece

que estoy detrás de ti (que no es así), realmente

aceptaré tu rechazo si es necesario. Pero me quedé muy

asustado al ver que te llevabas el test de embarazo el

otro día. No se lo diré a tu madre, si es lo que realmente

te preocupa pero, quería que supieras que, si necesitas

un amigo, aquí estoy para ti. Gracias por acompañarme

el otro día, Soojin, eres una gran persona.

Y no dudé en sonreír de lado.

Quizás en otra ocasión pudiera haber pensado que realmente se estaba metiendo donde no le llamaban pero... se había preocupado por mí y no podía evitar aceptar su ayuda.

Yo. 20:30.

Hola, Jaehyuk. No te preocupes, ahora mismo

creo que necesito cualquier apoyo para seguir

adelante y, te agradezco de todo corazón tu

amabilidad.

Soy yo la que debe darte

gracias a ti.

Paré no muy lejos de mi casa, pero lo suficiente para estar cerca del lugar que borraba mis preocupaciones por unos minutos. Fruncí los labios intentando sonreír pero no parecía que pudiera hacerlo ese día. Ni quizás, en un tiempo. Guardé mi móvil después de responder y avancé por los escalones que llevaban al mirador mágico.

No me sorprendió ver la cabellera corta de mi mejor amiga una vez pisé el último escalón y, como si me hubiera escuchado y supiera que estaba ahí, se giró para mirarme, sonriendo de lado. Me acerqué a ella y, en cuanto estuve a su lado, me abrazó con una fuerza inmensa. No dudé en apoyar la cabeza sobre su pecho y llorar como si no hubiera un mañana porque nada era fácil.

Y nada iba a serlo a partir de ahí.

—Se lo has dicho a Hoseok, ¿verdad? —No dije nada pero ella acarició mi cabeza con cuidado y plantó un pequeño beso sobre ella—. Llora, desahógate, saca el dolor de dentro Soojin, es todo lo que siempre has necesitado.

Y tenía razón, en parte el embarazo me había traído algo bueno: un poco de alivio sentimental.

Después de llorar por un rato, levanté la cabeza para mirarla a los ojos. Tenía que decírselo, aunque ella lo supiera sin palabras, tenía que decirle la verdad, pronunciar de nuevo esas palabras hasta cerciorarme de que eran ciertas y de que tenía que aceptar la maldita realidad.

—Yeonji, estoy embarazada —asintió acariciando mi cabeza—, sé que lo sabes, pero quería decírtelo.

—Soojin, cariño, gracias por hacerlo, realmente, necesitas sacar esas palabras de tu mente.

Y me abrazó de nuevo con fuerza mientras parecía que llorábamos juntas, desahogándonos en esa oscura noche de la inminente primavera que amenazaba por llegar en la que todo iba a cambiar a partir de ese día.

En el que nada volvería a ser fácil cuando creíamos que podría haber una oportunidad para serlo.

......

¡Hola! ¿Qué tal están? Hace bastante tiempo que no publicaba, perdón de nuevo, enero ha sido mes de estudio y de exámenes y, ¡quería aprovechar al máximo la última semana que tenía libre antes de empezar de nuevo la rutina!

Ayer empecé las clases, pero no se preocupen porque tengo contenido suficiente (he aprovechado el tiempo libre para avanzar) para no faltar en las publicaciones. ¡Casi estoy en el final de esta parte y realmente estoy muy feliz!

Bueno, ¿les ha gustado esto? Sé que quizás era algo que no esperaban o quizás sí, realmente creo que no hice suficientes insinuaciones para que pensaran que ella estuviera en esas circunstancias, así que no sé cómo se lo tomarán. Pero, ¡espero que les haya gustado por lo menos la reacción tanto de Hoseok como de Yeonji...!

¡Adiós!♡

Czytaj Dalej

To Też Polubisz

53.6K 3.7K 17
El verdadero amor nunca se olvida, así como el amor entre Taehyung y ___ que a pesar de estar separados aun se aman incondicionalmente.
198K 11.2K 18
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suce...
29.2K 1.1K 22
Taehyung, un profesor que se enamora de su alumna. 𖤓~ no sexualizo, ni tampoco es mi intención dañar la imagen de ningún Idol que será nombrado en...
225K 15.4K 46
Jeon Jungkook es un joven Idol con un gran fanatismo por la cantante IU, tanto que cegado por la belleza de dicha mujer solía ignorar a las demas ido...