— ¿En dónde está Drácula?—pregunte a James, Owen nos había ofrecido su oficina para que lográramos hablar, él hablaría con su hija.
— busca a su hermano.
— ¿y Carlo?
— él ya no existe.
— ¿a qué vino?
— a pedir perdón y a enmendar mis errores, quiere que vengas conmigo y Eliza, quiero que estés a mi lado, hija.
— ¿hija? ¿Qué espera de mí con esas palabras? ¿Que corra a sus brazos y llore? No lo quiero cerca, no quiero saber nada de usted, lárguese y no vuelva, olvídese de la niña que usted mismo alejo, porque yo e olvidado a la farsa de padre que me toco.
No necesitaba hablar mucho con él, no necesitaba nada de la persona que ahora quería ser llamado padre, lo que haces se regresa, él me rechazo y me negó como su hija, yo lo negare como mi padre.
Me mantuve todo lo que transcurría del día en el jardín. ¿Por qué Drácula aún no volvía? mi cabeza formulaba la idea de que rompió su promesa, pero sabía que eso no pasaría, él me buscaría y toda esta pesadilla acabaría.
— Jade—levante la mirada y sonreí al ver a Owen, en sus manos traía dos copas — está empezando a anochecer, te traje esto para que tu cuerpo tome un poco de calor.
Owen me entrego la copa.
— el vino no es mi bebida favorita, tendré que rechazar-
— bébela y luego saboréala, no me gusta tomar solo.
No quería tomar vino pero no quería hacerlo sentir rechazado.
Tome el vino sintiendo como raspaba mi garganta, este tenía un sabor diferente a comparación de otro que había probado.
Hice una mueca al acabar.
— ¿qué tal supo?—preguntó.
— bien...—mentí.
— sé que te parecerá fastidioso que saque el tema pero... Créeme cuando te digo que te amo y que desde que mis ojos te vieron no dejaron de pensar en ti. Quiero protegerte Jade...
Lo mire, no importaba cuantas veces lo dijera yo no podría corresponder a sus sentimientos, ya me había cansado de decir lo mismo, así que preferí quedarme callada.
Su mano tomo mi mentón con suavidad para que lo viera, tome su mano y la parte con delicadeza.
— no me gusta que me toquen, espero no sonar agresiva pero prefiero guardar distancia.
— está bien...—Owen sonrió, me aparte y me levante, al hacerlo sentí un ligero dolor de cabeza.
— ¿Estás bien?—preguntó Owen levantándose preocupado.
— no... Creo que el vino me afecto...— Owen volvió a tomar mi mentón, quise apartarlo pero me sentí débil, sus labios tomaron los míos a la fuerza, reaccione de lo que estaba haciendo y lo aparte.
— ¿¡PERO QUE PRETENDE...!?—grite molesta, comencé a caminar para apartarme de él pero al tercer paso me sentí mareada, cuando estaba por caer Owen me atrapo.
Mi vista se empezó a nublar y lo último que escuche fue un:
—Lo siento...— de Owen.
Al volver a abrir los ojos todo se encontraba oscuro, la luz entraba por la ventana, Owen se encontraba recargado en ella mientras seguía bebiendo.
— esto... todo lo hago por ayudarte y para que no sufras—dijo mirando a los ojos.
Esa mirada fue la misma que cuando intento...
Quise levantarme pero una de mis manos estaba atada a la cama.
—Owen... suélteme—pedí.
— tu parecido es tanto al de mi esposa...
Jale mi mano intentando zafarme pero estaba bien atado a la cama, volví a sentir miedo, mis ojos picaban por las lágrimas y mi corazón golpeaba mi pecho desenfrenadamente.
— ella era una mujer bella igual que tú...
— no comprendo a que quiere llegar comparándome con su esposa, pero por favor suélteme... Señor Owen suélteme.
— no te soltare.
Owen camino hasta mí y tomo mi rostro entre sus manos.
— lo hago por amor mi querida Jade, es por amor, quiero protegerte, cuidarte y amar-
Con la otra mano rasgue su rostro y empecé a patalear y a gritar.
— ¡le dije que me suelte! ¡Estas mal Owen! —grite llorando.
— eso dijo ella... — Chanel, la madre de Arthur...pobre mujer.
— ella tenía razón... estas mal... suéltame y olvidare lo que ha pasado, déjame...
— lo lamento Jade, pero si sales por esa puerta será siendo mía.
— ¡AYUDA!—grite con fuerzas, grite y seguí gritando.
Y sabía que escuchaban mis gritos, no importaba cuanto intentaba zafarme y huir, sus manos rasgaron mis prendas y tocaron mi cuerpo.
Las lágrimas dolían, quería vomitar y limpiar mi cuerpo, mis gritos cesaron tras recibir un golpe y las lágrimas empezaban a ahogarme, sentí mi cuerpo frío y mi alma querer huir del monstruo que estaba ante mis ojos.
Cuando todo acabo me quede en silencio, cubriendo mi cuerpo con las sabanas.
— Te amo...—dijo al terminar de vestirse, se acercó a mí con intención de tocarme pero me aparte temblando del miedo.
Owen sonreía mientras salía de la habitación.
Cuando su fue llore, rasgue mis piernas hasta que me sentí sangrar, cubrí mi cuerpo con vergüenza, cada chillido que salía de mi boca era más fuerte, esta vez sí estaba dispuesta a morir...
Drácula
Lowell seguía viniendo a la mansión, esta era la casa de mis padres después de todo.
Camine hasta mi oficina y lo vi sentado.
— quiero que desmientas a Hada, todo lo que dijo fue veneno, desmiéntela.
— como desmentir a alguien que dice la verdad, Hada no miente, Lowell, tu padre es Carlo.
— ¡MIENTEN!— Lowell me tomo del cuello empujándome a la pared— DI QUE MIENTES.
— Jamás... Jamás lo haría...—dije, Lowell me soltó y camino hasta el escritorio, con sus manos arrojo todo y grito.
— ¡no es verdad! ¡Yo no soy hijo de Carlo!
— ¿entonces por qué lo ayudaste? ¿La sangre no llama a la sangre? fuiste igual que él... igual que tu padre.
— ¡NO!—grito exasperado—mi padre es Peter Collins, no Carlo...
— mi padre es Peter Collins... tú y Sofia son hijos de Carlo, son producto del engaño de mi madre.
— estas destrozando mi vida...
— estoy diciéndote la verdad, no miento, Lowell.
— vete...
— no hasta que jures no hacerle daño a Jade...
— ¿por qué lastimaría a la hija de la bestia?
— porque la odias.
— todo esto destrozo a nuestra familia, era mejor acabar con toda la familia de James.
— Jade no te hizo nada... déjala y todo acabara, no quiero matarte.
— me harías un favor... Antes de buscar a Jade, ve por Sofia y dile que me perdone— Lowell camino hacia la salida y se detuvo— antes que ella está tu familia.
— ¿volverás a irte?
— no te importa... Espero verte pronto, hermano.