It Will Rain (Camren)

By SinnersPrayeer

28.4K 1.8K 731

"Una mentira no tendría ningún sentido a menos que sintiéramos la verdad como algo peligroso" Lauren intenta... More

Prólogo
Capítulo I
Capítulo II
Capítulo III
Capítulo IV
Capítulo V
Capítulo VI
Capítulo VII
Capítulo VIII
Capítulo IX
Capítulo X
Capítulo XI
Capítulo XII
Capítulo XIII
Capítulo XIV
Capítulo XV
Capítulo XVI
Capítulo XVIII
Capítulo XIX
Capítulo XX
Capítulo XXI
Capítulo XXII
Capítulo XXIII
Capítulo XXIV
Capítulo XXV
Capítulo XXVI
Capítulo XXVII
Capítulo XXVIII
Capítulo XXIX
Capítulo XXX "The Lost Valentine" parte 1
Capítulo XXX "The Lost Valentine" parte 2
Capítulo XXX parte 3 "Say You Won't Let Go"
Capítulo XXXI
Capítulo XXXII
Capítulo XXXIII
Capítulo XXXIV
Capítulo XXXV
Capítulo XXXVI
Capítulo XXXVII
Capítulo XXXVIII
Capítulo XXXIX
Capítulo XL
Capítulo XLI
Capítulo XLII
Capítulo XLIII
Capítulo XLIV
Capítulo XLV
Capítulo XLVI
Capítulo XLVII - Without Me
Capítulo XLVIII -The Hanging Tree
Capítulo XLIX
Capítulo L
Broken Silence.
Magia.
Capítulo LI
Capítulo LII
Capítulo LIII
Capítulo LIV
Capítulo LV
Capítulo LVI
Capítulo LVII
Capítulo LVIII
Capítulo LIX parte 1
Capítulo LIX parte 2
Capítulo LX
Capítulo LXI
Capítulo LXII
Capítulo LXIII pt1
Capítulo LXIII pt 2
Capítulo LXIV
Capítulo LXV
Capítulo LXV pt2
Capítulo LXVI
Capítulo LXVII
Capítulo LXVIII
Capítulo LXVIII pt 2
Capítulo LXIX "Something's gotta give" pt 1
Capítulo LXIX "Something's gotta give" pt 2
Something's gotta give pt 3
"El Comienzo del Fin"
"Azul"
It Will Rain
Untitled part
Shameless
1000 hands
Consequences (FINAL)
PSA
Logro Desbloqueado.

Capítulo XVII

286 21 1
By SinnersPrayeer

Decir que Lauren durmió poco era una ironía cuando ni siquiera había conseguido cerrar los ojos. La marea de pensamientos en su cabeza la estuvieron atormentando toda la noche y algunas horas de la mañana, pero justo cuando creía que podía tomarse un descanso de la perseverante lucha que se llevaba a cabo en su cabeza Nicolette despertó tan fresca y respuesta como cada día y empezó a hacer su rutina habitual sin preocuparse por ella y su incipiente sueño. En otras circunstancias habría comenzado una discusión con la castaña hasta asegurarse que había entendido el punto, pero ese día se sentía tan agotada que apenas logró poner una almohada sobre su rostro y cubrirse con las sábanas en un desesperado intento por olvidarse de todo.

—Despierta dormilona, que hoy tenemos un largo día por delante. — fingió la voz cantarina igual a la de una madre preocupada por el bienestar de su hija, un papel que le quedaba demasiado grande pero que aun así se esforzaría por mantener hasta las últimas consecuencias. — Toma tus cosas, tenemos una hora antes de que el equipo de lacrosse y rugby se peleen por las duchas. —Lauren gruñó desde su escondite bajo la almohada y Nicolette rió o con auténtica felicidad. No había nada como un poco de sano y puro hostigamiento fraternal por la mañana. —Si yo fuera tú me apuraría, no querrás ducharte después de esos gigantes, los vestuarios quedan igual que si un tornado hubiese pasado por ahí, sin mencionar los fluidos extraños que corren por los azulejos y ni hablar del potente olor de axila sudada.

—No quiero ir. — rezongó cual niña pequeña. —Solo quiero dormir un poco más.

—Tus problemas no se van a ir a ningún lado Lauren, estarán aquí cuando volvamos, lo único que te pido es un receso de toda esta mierda de autocompasión. Necesitas un poco de aire fresco y algo de contacto humano. Verdadero contacto humano.

—Tengo contacto humano.

— Escuchar a Niall Horan por horas no es contacto humano.

—Niall es mejor que muchas personas que conozco; él es lindo, honesto y tiene a Hailee Steinfeld ¿que tienen tú y tu mundo real que sea más entretenido que Flickr?

—Si, esa es una pregunta muy difícil por lo que voy a decir que... que yo tengo una maldita vida y una carrera que afortunadamente va en ascenso. No se cantar, pero poseo demasiados conocimientos tanto físicos como intelectuales que me salvarían de un muy posible apocalipsis zombie. Poseo una excelente vida privada que estoy segura, el ansiaría tener, y lo más importante... soy normal, cohabito diariamente con personas normales que no me adulan ante cada palabra que sale de mi boca y que me dan mi espacio vital a riesgo de salir dañados. Créeme Jauregui, no tengo nada que envidiarle a ese rubio de dientes falsos.

—Son reales.

—Díselo a su dentista y a los miles de dólares que pagó por obtener esa maravilla en tan poco tiempo.

—¿En serio estamos discutiendo por los dientes de un desconocido? —razonó Lauren abandonando por fin su escondite seguro. Nicolette rió satisfecha y luego de recoger su propio kit de aseo personal se encaminó a las escaleras desapareciendo de la vista de la profesora demasiado rápido.

—Yo pienso exactamente lo mismo. Así que, andando, espabílate y vayamos a ducharnos. En mi maleta hay toallas limpias y un cepillo de dientes nuevo, no tienes excusas Jauregui. —gritó desde algún lugar tras bambalinas y Lauren resopló dejándose caer en la cama. — Voy a darte diez minutos de plazo y si al cabo de ese tiempo todavía no estás ahí, volveré y te arrastraré sin piedad por cada pasillo de la escuela. —Lauren soltó un jadeo incrédulo. —Si lo hice con mi estúpido instructor de yoga cuyo peso superaba los ochenta kilos, bien puedo hacerlo contigo. Estás advertida Jauregui.

Sin duda, aquel iba a ser un largo día.

...

—Me encanta venir al supermercado.

—Yo odio venir al supermercado.

—¡Vamos Jauregui! Busca el lado bueno de la situación, vamos a tener el refrigerador repleto y te compraré una botella de ese vino espumoso que tanto te gusta.

—No tenemos refrigerador Nicolette, y mucho menos una estufa donde cocinar toda esa comida que planeas comprar.

—Cuando te invité a venir la única condición fue que dejaras tu mal humor en casa, pero ya veo que no fue así. —gruñó decepcionada. —Compra lo que quieras, yo me voy a perder por un rato.

—Daddario espera. No quise decirlo de esa manera. — intentó ceder un poco pero ya era tarde. Nicolette había echado a andar por el pasillo de higiene personal sin hacerle caso a sus palabras. — Bien, supongo que te veré más tarde.

Al cabo de unos minutos y cuando se dio cuenta que Nicolette no iba a volver, la profesora negó desilusionada y empujó el carrito hacia el área de refrigeradores, necesitaba un paquete de verduras congeladas que pudiera ponerse en la cabeza mientras lograba completar las compras, o empezarlas al menos. El primer punto en la larga lista de Nicolette era la leche de almendras, un par de galones, los suficientes para sobrevivir el invierno (según decía en el arrugado papel que llevaba en la mano) un litro de claras y dos docenas de huevos enteros. Realmente no tenía una idea clara de cómo podrían usar dichos alimentos que venían especificados en elevadas cantidades, pero no tenía ánimos de discutir por lo tanto iba a meter cada cosa que tuviera señalada en la lista a excepción de aquellas que sobrepasaran su presupuesto y la coherencia de su existencia en la lista.

Lista del supermercado.

Escrita y editada por Nicolette Daddario.

Azúcar.

Mezcla para pancakes.

Crutones.

Atún.

Sal, pimienta y ajo en polvo.

Pasta: (Spaghetti, tagliatelle, f, linguine capelli d' angelo, gnocchi, penne, fusilli, ravioli y tortellini.

Cereal: (Reese's Puffs, Lucky Charms y Cap'n Crunch)

Verduras: Lechuga, pepino, papas, tomates y tomates cherry, zanahorias baby (paquete), pimientos (rojos y amarillos) brócoli y espárragos.

Frutas: Bananas, manzanas, frutos del bosque y mango (congelados) peras, aguacate (12 pzs), naranjas, kiwi y granada.

Salsas y aderezos.

Aceite de oliva y de almendras.

Mantequilla de maní y mermelada de durazno.

Miel, mayonesa y mostaza.

Sirope de maple.

Dip.

Bebidas.

Agua (2 paquetes de 24 botellas)

Agua mineral.

Café (tarro jumbo)

Jugo de naranja.

Té.

2 botellas de vino blanco y 2 de tinto.

Aseo personal.

Jabón antibacterial.

Dentífrico y enjuague bucal.

Shampoo.

Papel higiénico.

Servilletas.

Bolsas de basura.

Detergente.

Blanqueador.

Pan

Baguete.

Pita.

Blanco e integral.

Carnes

Pollo.

Res.

Pescado.

Jamón de pavo.

Tocino.

Poco a poco fue recorriendo todos los pasillos al mismo tiempo que señalaba con un rotulador negro los productos que ya tuviera en el carrito. Hasta el momento lo único que no conseguía encontrar era el capelli d' angelo, los ravioli y el tortellini rellenos. Tampoco encontraba la granada y el pan de pita por ningún sitio, su último recurso eran los refrigeradores, pero le quedaban demasiado lejos y sus fuerzas a este punto de la mañana y con la ardua tarea que estaba realizando eran muy pocas, por lo que con auténtico cansancio se recargó en uno de los estantes que separaban el pasillo de juguetes con el departamento de bebés. Decidió cerrar los ojos y respirar tranquilamente por un par de segundos consiguiéndolo hasta que escuchó la voz grave y entonada que venía del pasillo continuo y que tarareaba una canción demasiado explícita para lo que seguramente estaba sintiendo.

Is there anybody real out here?

Got my middle middle up

While I'm singing

Fuck fake friends, we don't need 'em

Only thing they're good for is leaving

Fuck fake friends, we don't need 'em

I've had it up to the ceiling

Lauren sonrió reconociendo a Nicolette y su falso odio por ella. No podía evitarlo, la chica era tan predeciblemente infantil que siempre conseguía divertirla con sus precipitadas acciones. De un momento a otro ella misma se encontraba susurrando la canción sin que la sonrisa abandonara sus labios y finalmente ambas terminaron con un suspiro.

Fuck fake friends, we don't need 'em

Only thing they're good for is leaving

And I ain't got the time, money on my mind

I'll say it to your face, fuck fake friends.

—¿Profesora Daddario? —inquirió una voz desconocida para ambas, Lauren se alejó de la escena no queriendo interrumpir ni ser partícipe de la conversación que pretendía ser privada. Nicolette se irguió en su sitio mirando a una señora de edad madura y algo pasada de kilos que iba a en su dirección. No imaginaba que podría querer alguien con ella, pero intuía que se debía a alguno de sus estudiantes por lo que se olvidó de su falso enojo y guardó sus auriculares en el bolsillo de su chaqueta para fingir al menos un poco de interés hacia la señora que le sonreía con amabilidad.

—¿Sí?

—Mi nombre es Sarah y soy la madre de Noah. —Nicolette asintió como si verdaderamente supiera con quién estaba hablando, sin embargo, no lograba recordar a cuál de todos los Noah que había en el instituto se refería la señora.

—¿Noah Pratters?—adivinó.

—El mismo. —la profesora suspiró aliviada de no haberse equivocado. Recordaba a Noah, lo había mencionado a Dinah la pasada noche y el chico verdaderamente tenía serios problemas, pero no había tenido la oportunidad de comunicarse con sus padres por lo que aquel desafortunado encuentro le convenía y le evitaba una llamada. —Con su padre nos preguntábamos sobre el avance que está teniendo Noah. Hace un tiempo que él no menciona sus clases y nos parece raro puesto que química era su favorita.

—Sobre eso señora Pratters...—empezó vacilante deteniéndose cuando vio la mirada preocupada de la señora. —Yo me pregunto lo mismo. Hace días que Noah no se presenta a mi clase ni a las clases de regularización que doy los sábados. Estoy preocupada por él y realmente quisiera reunirme con usted y con su esposo para hablar sobre Noah y el cómo podríamos ayudarnos mutuamente para que él vuelva a ser el mismo de antes.

—¿Cuánto hace que no...?

—Tres semanas. Y me parece muy raro ya que él, a riesgo de parecer una mala docente, me atrevo a decir que Pratters era el mejor de su grado, sino es que de toda la escuela.

—Hablaremos con Noah y tenga por seguro que también lo haremos con usted cuando lo crea conveniente.

—La llamaré el lunes y haremos una cita con la orientadora de la escuela, es posible que Noah también deba estar presente, pero haremos lo mejor para él, se lo aseguro. Todo mejorará.

—Esperare su llamada. —finalizó mirándola fijamente, ya sin la sonrisa que llevaba puesta cuando se encontraron. — Y profesora...Gracias por todo, es un apoyo enorme para nosotros.

—Siempre es un placer ayudar a chicos con talento, y para su buena suerte, Noah es uno de ellos. Hable con él e intente convencerlo de ir a la asesoría de esta tarde, le ayudaría mucho.

La señora Pratters asintió con la cabeza y luego de despedirse con un firme apretón de manos volvió junto a su esposo quien veía la escena desde una distancia prudente, luciendo un semblante preocupado que solamente aumentó cuando su esposa le relató la conversación con la profesora.

Aquello era lo peor de su profesión, dar esa clase de noticias a los padres orgullosos que creían tenían a un posible Einstein en sus casas, sin saber que al salir de ellas, los chicos eran auténticos zombies que iban por la vida dejándose guiar por teléfonos que poseían inteligencia innecesaria y que los hacían más inútiles de lo que ya eran. Pero en chicos como Noah, aquello le resultaba verdaderamente lamentable e indignante incluso, debido a que Pratters si tenía la materia para ser un genio y la estaba desperdiciando consumiendo tonterías que terminarían agotando la genialidad que había en su ser.

—Pobres niños estúpidos — susurró con desagrado mientras empujaba el carrito repleto de golosinas y comida basura que había elegido específicamente para molestar a Lauren.

(...)

La búsqueda del pan de pita le había llevado más de lo imaginado, tres vueltas al supermercado y ya podría considerar ingresar al Grand Prix de Nueva Jersey postulándose como una de las favoritas.

Otra de las paradas obligatorias para terminar con la perfecta lista hecha por la química eran los refrigeradores de carnes frías. No necesitaba más que un plan de charolas de carne de res y otras tantas de pollo según la lista indicaba, pero había algo que hacía mucho deseaba y no había tenido el valor de tomarlo, toda la mañana estuvo girando en círculos, aplazandolo cuanto más podía, pero ahora tenía que afrontarlo y superarlo.

Con extrema lentitud se acercó una vez más a los congelados y con parsimonia tomó una charola de nuggets, los examinó por un par de segundos hasta que estuvo segura que no iba a irse y que no producían sino desagrado en sus congeladas manos. Se sintió a salvo cuando ningún recuerdo vino a su mente y justo cuando iba a lanzarlo al carrito una canción empezó a sonar por los altavoces haciendo que un destello fugaz atravesara su mente. No era un mal recuerdo, pero ahora no podía sentirlo con algo que no fuese rencor.

Su mirada estaba fija en una realidad alterna que se mostraba en uno de los paquetes de nuggets que aún llevaba en la mano.

Brown eyes, black jeans

Lighters and candy, I've been a fool

But strawberries and cigarettes always taste like you

—Entonces... ¿pasta o lasaña? — preguntaba Camila con la mirada alegre mientras esperaba la respuesta de la pelinegra que no hacia más que admirarla como si fuese la octava maravilla del mundo— Y bien...

—No me importa.

—Vamos Lauren, tienes que decidir. Es nuestro primer día en Princeton y quiero hacerlo especial.

"Es especial con el simple hecho de que estés aquí. —quiso decir, pero lo único que sus labios atinaron a decir fue:

—¿Qué te parece Netflix and chill?

—Eres una pervertida Jauregui— masculló la morena viendo a ambos lados del pasillo, cuidando que nadie más a su alrededor hubiese escuchado a la profesora—Por supuesto que lo eres.

La pelinegra sonrió divertida mirando las caderas de la chica que tanto amaba alejarse por el pasillo de frutas y verduras. Su táctica de seducción había fallado épicamente por lo tanto su manera de solucionar las cosas debía ser colosal. Aun si poder creer su suerte abrió el refrigerador, tomó lo primero que vio y se apresuró a alcanzarla.

—Tengo una idea.

—No pienso acostarme contigo.

—Ambas sabemos que va a suceder. —soltó sin pensar. Camila alejó su mirada del estante de especias solamente para verla con incredulidad. No podía creer hasta qué punto la desfachatez de profesora podría llegar. —Bien, no nos vamos a acostar. —gruñó resignada para luego sonreír— Solamente quería decir que he tomado una decisión.

—¿Netflix and chill? —intento adivinar Camila ganándose una carcajada de la profesora que terminó con un puñetazo en su hombro izquierdo.

—Me encantaría, pero es nuestra primera cena en el departamento y tiene que ser especial.

—Fue lo que dije, pero tu solo piensas en...

—¿Nuggets y Sauvignon Blanc?

—Dime por favor que estas jugando. —suplicó Camila mirándola con incredulidad. Lauren negó y sonrió como si su idea hubiera sido la ganadora del premio nobel, sonrisa que fue desapareciendo poco a poco a medida que el silencio se alargaba y la mirada de la morena se volvía más y más oscura.

—Bueno... tienes que admitir que es mejor que Netflix and chill.

—No, no y no. Me niego rotundamente. No voy a estrenar nuestro departamento comiendo Nuggets rancios y grasientos pudiendo utilizar ese vino perfecto con algo mucho más sustancioso.

—Oh vamos cariño, es solo comida.

La mirada que la morena le lanzó dolió como si mil cuchillos hubiesen sido lanzados directamente a su pecho. Nunca debió haber dicho eso frente a alguien que conocía y disfrutaba de cada alimento que se llevaba a la boca.

—No es solo comida es...

—Es especial. —término Lauren por ella mientras se acercaba y entrelazaba sus manos.

La mirada de Camila se unió con la de la profesora durante segundos eternos que terminaron con el suspiro cansado de ambas. Ninguna quería pelear, no en un día como ese, en el que uno de los más grandes sueños de Lauren por fin se estaba cumpliendo.

—Por eso mismo es que deberías entenderlo, Lo. Hoy es un gran día y quiero celebrarlo contigo, quiero cocinar para ti y hacer que esa sonrisa ...—musitó dibujando su sonrisa con su índice lentamente sellándolo con un beso pequeño pero significativo. —jamás desaparezca. Quiero celebrar que al fin vamos a despertar juntas cada mañana.

—También despertabamos juntas en Chicago.

—Sabes que no me refiero a eso tonta. Es un gran paso para nosotras como pareja Lauren y no me parece correcto que sea tan simple. Nos merecemos más y yo me voy a encargar de que así sea, sin importar que no te guste.

—Me gusta que seas dedicada pero no quiero que te pierdas en la cocina por horas haciendo algo sumamente rebuscado que no necesitamos, ya habrá tiempo para eso. Quiero que cocinemos juntas estos deliciosos nuggets y que bebamos vino mientras hablamos de cosas tontas, quiero que nos burlemos de Dinah y su rostro de abuela, quiero que hagamos una videollamada con Ally para enseñarle la casa y después nos olvidemos por completo de ella.

—Eso es grosero—replicó la morena conteniendo una sonrisa que amenazaba con iluminar todo su rostro. Lauren besó su cabeza y la apretó más en sus brazos. —¿Qué hay de Normani?

—Oh, estoy segura que querrá saber los detalles de todo, pero esperará pacientemente a que la llame, no quiere pasar por un evento traumático como la última vez.

—No fue tan traumático. Solo un par de pechos y gritos saludables.

—Para ella fue mucho más que eso cariño, te lo aseguro. Tuvo que ir a terapia dos veces.

—Creo que exagera.

—Yo también— afirmó besando sus labios sin intención de parar. —Pero en serio quiero esto, a nosotras siendo un par de adolescentes felices por tener su primer hogar juntas y sin padres a quienes rendirle cuentas.

—¿Prometes que haremos algo rebuscado y sofisticado el próximo fin de semana? — inquirió Camila besando nuevamente sus labios lentamente y con intención de hacer que la más alta sucumbiera a sus exigencias.

—Invitaremos a las chicas y a nuestros padres si eso quieres, pero ahora solo quiero nuggets, Sauvignon Blanc y a mi chica sentada en mis piernas mientras escuchamos a The Script. —exclamó robándole un beso mientras correteaba por el pasillo con un molinillo para la pimienta entre sus manos como si fuera un micrófono. — When you've been fighting for it all your life.

You've been struggling to make things right. Vamos Camzi, canta conmigo.

That's how a superhero learns to fly. Every day, every hour, turn the pain into power. —Lauren sonreía y su mirada brillaba haciendo que el color de sus ojos luciera como un verde radiactivo que explotaría de amor en cualquier momento.—Eres una idiota pero te amo mucho. Gracias por estar conmigo Lau.

—Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde, te amo directamente sin problemas ni orgullo: así te amo porque no sé amar de otra manera.

Resultaba increíble para cualquiera reconocer e inclusive aceptar que aquello que esas dos locas que cantaban en medio de un supermercado era real, podría ser un enamoramiento estúpido o sino una ilusión pasajera ¿por que quien puede amar con tanta pureza e intensidad en un mundo plagado de odio e incomprensión?

Long nights, daydreams

Camila y Lauren podían hacerlo, ellas iban a ser la excepción a la estúpida regla implantada por la sociedad, pero la estela de mentiras que ambas acarreaban nubló el amor de sus corazones dejándose consumir por ese odio e incomprensión que las personas tanto comentaban.

Aquella noche que fue planeada perfectamente por la profesora, resulto tan espontánea que la botella de vino quedó a medias y el paquete de nuggets crudos se regó por toda la cocina.

Sugar and smoke rings, I've been a fool

Sobra decir que nadie comió esa noche, sus cuerpos cansados se alimentaron de sueños y esperanzas que por la mañana y el resto de su vida planeaban cumplirse.

Lástima que los sueños tienen fecha de caducidad y las esperanzas se agotan.

But strawberries and cigarettes... always taste like you

Continue Reading

You'll Also Like

4.3K 115 7
aviso:si no te gusta el Ship te invito a salirte de la historia amablemente el Ship no se Ara canon o no se talves es si disfruten :]
3.4K 1.2K 43
«Hay quien arroja un vidrio roto sobre la playa. Pero hay quien se agacha a recogerlo.» José Narosky. Dejando atrás las transitadas calles de Irlanda...
2.2K 82 18
Muchas personas dicen que tener una vida resuelta es tener el dinero suficiente,pero ¿Que pasa cuando la mala suerte corre por tus venas?,Lauren,ha t...
511K 52.2K 131
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...