It Will Rain (Camren)

By SinnersPrayeer

28.6K 1.8K 731

"Una mentira no tendría ningún sentido a menos que sintiéramos la verdad como algo peligroso" Lauren intenta... More

Prólogo
Capítulo I
Capítulo II
Capítulo III
Capítulo IV
Capítulo V
Capítulo VI
Capítulo VII
Capítulo VIII
Capítulo IX
Capítulo X
Capítulo XI
Capítulo XII
Capítulo XIV
Capítulo XV
Capítulo XVI
Capítulo XVII
Capítulo XVIII
Capítulo XIX
Capítulo XX
Capítulo XXI
Capítulo XXII
Capítulo XXIII
Capítulo XXIV
Capítulo XXV
Capítulo XXVI
Capítulo XXVII
Capítulo XXVIII
Capítulo XXIX
Capítulo XXX "The Lost Valentine" parte 1
Capítulo XXX "The Lost Valentine" parte 2
Capítulo XXX parte 3 "Say You Won't Let Go"
Capítulo XXXI
Capítulo XXXII
Capítulo XXXIII
Capítulo XXXIV
Capítulo XXXV
Capítulo XXXVI
Capítulo XXXVII
Capítulo XXXVIII
Capítulo XXXIX
Capítulo XL
Capítulo XLI
Capítulo XLII
Capítulo XLIII
Capítulo XLIV
Capítulo XLV
Capítulo XLVI
Capítulo XLVII - Without Me
Capítulo XLVIII -The Hanging Tree
Capítulo XLIX
Capítulo L
Broken Silence.
Magia.
Capítulo LI
Capítulo LII
Capítulo LIII
Capítulo LIV
Capítulo LV
Capítulo LVI
Capítulo LVII
Capítulo LVIII
Capítulo LIX parte 1
Capítulo LIX parte 2
Capítulo LX
Capítulo LXI
Capítulo LXII
Capítulo LXIII pt1
Capítulo LXIII pt 2
Capítulo LXIV
Capítulo LXV
Capítulo LXV pt2
Capítulo LXVI
Capítulo LXVII
Capítulo LXVIII
Capítulo LXVIII pt 2
Capítulo LXIX "Something's gotta give" pt 1
Capítulo LXIX "Something's gotta give" pt 2
Something's gotta give pt 3
"El Comienzo del Fin"
"Azul"
It Will Rain
Untitled part
Shameless
1000 hands
Consequences (FINAL)
PSA
Logro Desbloqueado.

Capítulo XIII

325 21 1
By SinnersPrayeer

La mirada criptica de Lauren no abandonaba a Timothy que se había convertido en un absoluto misterio durante los últimos días.
Había algo que seguía sin parecerle correcto. Timothy era un escritor dedicado y siempre dispuesto a aprender, pero ¿cómo creerlo cuando nunca había demostrado ninguna aptitud durante su clase? Sabia por Nicolette que Timothy prestaba atención y realizaba las prácticas al pie de la letra, pero a la hora de la teoría el cerebro de Higgins automáticamente se bloqueaba sin permitirle avanzar. Tenía un grave estancamiento que Nicolette duramente trabaja en eliminar, pero sin que nadie se enterara. Lauren quería hacer lo mismo, pero seguía creyendo que los detalles pequeños importaban demasiado, esos detalles que se volvían gigantescos cuando se alejaban de su comprensión y de los cuales no podría estar tranquila hasta resolverlos.

—¡Profesora, terminé! ¿Puedo salir un segundo? tengo que hacer una llamada importante.

—Por supuesto señorita Evans pero antes necesito que exprese ante toda la clase su opinión sobre lo que leyó el día de hoy.

—¡Pero profesora! —intentó rebatir, pero Lauren se mantuvo firme.

—Si quiere ir a jugar con su teléfono entonces deberá hacer lo que le digo.

Emily se dio por vencida y asintió. No iba a ganar a menos que le diera lo que quería.


—Realmente creo que están siendo muy injustos con Bella, ella solamente quería tocar a su bebé ¿Que daño podría causar?

—Es un neófito señorita Evans, la experiencia de todos los vampiros Cullen me parece un buen motivo para desconfiar.

—Si, pero Bella siempre ha mostrado ser diferente. Cuando Edward le dijo que era un vampiro y que ansiaba su sangre ella no salió huyendo, al contrario, se sintió atraída. O cuando Jacob la ayudó a superar la ruptura y separación de Edward, Bella tenía todo para ser feliz y aun así no lo pensó dos veces cuando Alice fue a buscarla para llevarla a Italia. Aro tampoco pudo leer su mente. Puedo darle un ejemplo tras otro de circunstancias que prueban que es diferente.

—Tiene un buen punto señorita, pero todavía sigo creyendo Isabella Swan es un neófito sediento de sangre que puede atacar a todos ante la menor provocación.

—¿Que me dice del humano al que olió en el bosque? Lo más lógico dada su condición de vampiro neófito hubiera sido que corriera en su búsqueda y lo matara pero no fue así, decidió ir en sentido contrario. Huyó de la confrontación y los puso a salvo, tanto a ella como al hombre del bosque. Ella fue preparada por todos los Cullen, profesora, le contaron sus historias y le enseñaron como iba a ser el mundo cuando ella dejara de respirar. Estaba lista para afrontar esa clase de pruebas. —Lauren asintió invitándola a continuar.— ¡Y su embarazo! Carlisle dijo que era diferente en todo sentido, ni siquiera sabían que algo así podía pasar, estaban a ciegas por el camino, pero la persistencia de Bella por el bebé debió darles la claridad que necesitaban. Puedo estar equivocada pero personalmente no concibo la idea de que alguien que sufrió e incluso murió por traer a un niño al mundo, le haga daño por meros instintos. No tiene sentido.

Lauren observó a Emily impresionada, sus palabras sonaban convencidas y estaba segura de que si le planteaba una nueva situación a la adolescente esta se mantendría fiel a su opinión.

No podía negar que estaba sorprendida, otro de sus estudiantes mostraba aptitudes por la lectura, sin mencionar la capacidad de comprensión e interpretación que tenía.

Aquello la llevo a otro nivel de pensamiento en el que temía estar equivocada. Tal vez había puesto sus esperanzas y empeño en las personas equivocadas, tal vez, solo tal vez era demasiado pronto para decidir a quienes debía dedicarse. Carter y Lafleur eran listos, pero ¿realmente lo disfrutaban? No quería inundar su mente de conceptos que no eran sino obstáculos que les impedirían encontrar su verdadera pasión.

Lauren suspiró cansada y en un arranque de ansiedad se levantó de la silla y se quitó los lentes. Caminó hasta la hilera de ventanas y mientras observaba el exterior cuyo cielo estaba repleto de nubes a la espera de un aguacero que pronto caería sin piedad sobre la ciudad, presionó el puente de su nariz y respiró un par de veces.
Necesitaba tranquilizarse antes de cometer una locura.

Las cosas no estaban siendo como las había planeado y su mente dispersa en conjunto con su juicio nublado ya comenzaban a darle problemas.

—Señorita Jauregui ¿se encuentra bien? —Emily preguntó desde su lugar en la parte trasera del aula junto a las ventanas. Lauren volvió a colocarse las gafas y con una sonrisa tranquilizadora asintió. — ¿Puedo irme ahora? De verdad necesito hacer esa llamada.

Lauren iba a negarse, pero luego recordó la promesa que había hecho antes y asintió acompañándola hasta la puerta. Emily tomó su mochila y arrojó en su mochila y sin ningún cuidado el resto de los útiles escolares que quedaban en el pupitre y sin más salió apresuradamente por la puerta.

—Gracias profesora, volveré pronto. —gritó Emily a medida que corría por el pasillo.

—Ella no va a volver. —murmuró para sí misma y regresó a su sitio frente a la clase. Nadie prestaba atención, estaban demasiado ocupados interpretando un libro que hace unos años había sido un Best Seller alrededor del mundo. Algunos podían considerarlo como literatura barata, pero Lauren Jauregui podía encontrar oro en la mierda más sucia de todas, y lo mejor era que ni siquiera había sido ella quien propuso esa lectura para la clase. Entre sus estudiantes se escondía uno que mantenía un gusto culposo por la ciencia ficción y la profesora ya imaginaba quien podía ser.

Kiana Benson.

Al término del horario escolar Lauren se apresuraba a abandonar el instituto por la puerta trasera, siempre evitando encontrarse con Kelsey. Desde la noche en la que discutieron la rubia intento hablar con ella un par de veces mas hasta que simplemente se volvió una acosadora igual o peor que Camila. Kelsey la seguía a todas partes y en el periodo libre que los profesores designaban como el almuerzo se sentaba en su mesa junto a Nicolette que simplemente la ignoraba y entonces ella tenía que ser cortes por las dos y fingir que la escuchaba. En un inicio las tres habían implantado una regla de cero tolerancia a temas personales en el trabajo, pero esa regla poco a poco se fue rompiendo, hasta ahora. En uno de sus arranques de sinceridad recién descubiertos Lauren le exigió respetar la regla como concesión por haber sido una mala amiga en el pasado. Desde entonces Lauren admiraba sutilmente cuan arduamente luchaba Kelsey para guardar silencio, en sus ojos podía ver cuánto le costaba hacerlo y ella solamente podía regocijarse en las conversaciones banales de la profesora que siempre incluían a Blake y a la señorita Holt como actores principales.

En el trabajo la regla seguía en pie, pero al pisar el estacionamiento Kelsey activaba su estado de halcón máximo y la esperaba junto a su auto. Algunas veces la espera duraba horas y horas, mientras que otras, desistía simplemente de la enmienda y se iba a casa donde encontraba a Lauren comiendo en su mesa o mirando la televisión tranquilamente junto a Blake y su madre. Quería gritar y obligarla a hablar con ella pero no podía hacerlo, su madre tenia especial aprecio en la pelinegra de ojos encantadores y no quería que existiera una división en casa, Lauren era ya parte de la familia y no quería enfrentar a Blake a elegir un bando porque estaba segura de que el pequeño elegiría a su tía favorita. La señora Holt aceptaría las decisiones de su hija sabiendo que hacia lo mejor para todos y la tendría de su lado, pero al final siempre seria cuestionada por su manera de actuar. Cerrándose por completo a las confrontaciones asumía su derrota una vez más y tragándose su orgullo se sentaba a la mesa o se unía a la familia en el sofá y aparentaba estar bien.

Horas más tarde su enmienda volvía a empezar y el ciclo como reloj suizo se repetía. Kelsey estaba cansándose de obtener siempre el mismo resultado, pero nada podía hacer cuando Lauren la ignoraba. La diferencia de los días anteriores y este era que su plan ya estaba en marcha y con Nicolette de su parte nada podía salir mal. Ella iba a hablar con Lauren y al fin explicarle todo lo que la profesora se había negado a preguntar. Porque en toda historia siempre hay tres versiones; la que te cuentan, la que escuchaste y la verdad.

Si el día había sido malo hasta el momento la presencia de la rubia sentada sobre el bordillo de alto, automáticamente lo convirtió en el peor día de la semana. intentó esquivarla y subir cuando antes al jeep, pero en cuestión de segundos Kelsey estaba felizmente sentada a su lado.

—¿Qué quieres Kelsey? Ahora no tengo tiempo así que baja ya del auto y ve a casa.

—Lo haría, pero mi auto esta con Nicolette. Ella y Blake han ido a ver el partido de bienvenida en la universidad. Volverán antes de la cena.

—Dile a Paolo que te lleve. Estoy segura de que estará encantado de hacerlo.

—No quiero molestar a nadie y dado que tu tambien vas a casa, podríamos ir juntas.

—La cuestión es que yo no voy a ir a casa. Tengo un par de tutorías que dar a los alumnos menos receptores de mis clases.

—No tengo nada más que hacer así que creo que puedo acompañarte y no sé, tal vez pueda darte una mano con esos alumnos dispersos. Soy buena enseñando.

—Lo sé Kelsey, se que eres muy buena enseñando por eso eres profesora, pero da la casualidad de que yo tambien lo soy —dijo Lauren con una falsa sonrisa. — Y lo cierto es que no necesito tu ayuda. Puedo arreglármelas bastante bien yo sola.

—Por supuesto justo como lo hiciste con Camila y esa probeta rota. Gran trabajo Jauregui. —replicó con ironía. —Intenta dejarme atrás todo lo que quieras pero no voy a irme. Quiero hablar contigo y voy a hablar contigo así sea lo ultimo que haga.

—Dos no hablan si uno no quiere. —resumió y enseguida echó a andar el auto. — Se cuan persistente puedes llegar a ser Kelsey Holt pero yo tambien puedo serlo. Así que anda y empieza con tu monologo porque te aseguro que es todo lo que vas a obtener.

Si durante los dos primeros kilómetros Kelsey pensaba que era una broma, al cabo de media hora comprobó que no era así. El silencio en el auto era denso y ni siquiera había música con lo que pudiera mezclarse, Kelsey intentó encender la radio, pero tan rápido como había parado en una estación de música country que bien podía servir de bálsamo contra la ansiedad, Lauren la apagó y devolvió sus manos al volante. Una clara señal de no volver a tocar sus cosas.

—Esa era una buena canción. —comentó Kelsey mientras giraba su rostro a la ventana. De verdad estaba convencida que con una canción las cosas mejorarían por lo que empezó a tararear la última canción que había escuchado antes de que Lauren la cortara, la conocía a la perfección ya que la estación de radio no había parado de tocarla en todo el día. sus labios se unieron y de ellos escapó una ligera y suave melodía que radio acompaño con la letra. —Get along, on down the road,

We've got a long long way to go

Scared to live, scared to die

We ain't perfect but we try

El bufido de Lauren que pretendía ser sutil rompió la pacifica tonada de la rubia quien asustada llevo las manos a su pecho.

—¿Qué te pasa? Estaba en medio de algo.

—Si, de arruinar mis oídos y mi paz mental.

—Ahora si quieres hablar ¿no? justo cuando me di por vencida tu vuelves al ruedo. ¿Porque estas en contra de la comunicación Lauren?

—Querías hablar ¿no es así? Entonces hazlo.

—Cuando dijiste que las abandone a Nicolette y a ti...—Lauren negó de inmediato, sabia a donde quería llegar Kelsey y ese tema estaba fuera, no iba a discutir con alguien tan ajeno a la situación.

—Ya no importa Kelsey. Lo hiciste y no hay nada que puedas hacer para cambiarlo.

—Se que no va a cambiarlo, pero hay algo mas que no sabes sobre ello, se lo dije a Nicolette hace un tiempo y lo entendió, ahora quiero decírtelo a ti. Tal vez eso podría cambiar las cosas con Camila. Ella está mal, ella te necesita, Lauren.

—Nada cambiara mi situación, yo no quiero que nada cambie. Soy feliz sin toda esa mierda que ella traía consigo. Lo que tengas que decir no me importa.

—A mi si me importa. Es a mi lealtad la que se está juzgando y realmente creo que merezco un derecho de réplica.

—Se como pasaron las cosas Kelsey, se la verdad, y nada de lo que digas va a hacerme cambiar lo que creo. Inténtalo si quieres, pero no servirá de nada.

—Fue una mentira ¿bien? —Kelsey explotó — Nunca fuimos al caribe, nos hospedamos en un hotel de nueva jersey por unos días para investigar y luego volamos hasta chicago para reunirnos con...

—No me importa. Nada que tenga que ver con ella o con "las maravillas" que te convenció de haber hecho me importan. Porque todo es una maldita mentira, ella es una estúpida mentira. Nos engañó a todos. —lágrimas de coraje llenaron los ojos de Lauren y luego se deslizaron por sus mejillas mientras escupía cada palabra con todo el odio y rencor que había en su corazón — Ella es una maldita perra que supo jugar bien su juego... es una asquerosa basura que estaría mejor muerta.

La mano de Kelsey impactó fuertemente con el rostro de Lauren que rápidamente llevó su mano a su mejilla intentado calmar el dolor, pero este no se iba, su dolor interno, el de su corazón roto superaba por mucho el umbral físico del dolor. Las manos no le respondían y sus músculos estaban congelados, las lágrimas le nublaban la vista y como era previsto el auto resbaló por la carretera un par de minutos hasta que la profesora logro retomar su control pisando el freno con demasiada fuerza, unos instantes más y el muro de contención las habría hecho dormir por un par de horas.

—Lauren ¿estás bien?

—¡Baja de mi auto ahora mismo! —le gritó furiosa sin alejar la vista del frente.

—Lo siento—se disculpó con la voz temblorosa— no quería golpearte pero estabas histérica y tenía que controlarte antes de que todo se saliera de control.

—Solo lárgate ¿sí? no quiero verte más.

—¡Por dios! deja ya de ser tan infantil y habla conmigo.

—¡Quiero que te bajes de mi maldito auto! —escupió con rabia bajándose del vehículo y luego de rodearlo abrió la puerta del copiloto y sacó a Kelsey a la fuerza. No soportaba compartir su aire con alguien que claramente no confiaba en ella. Tan rápido como pudo volvió a subir y aseguró las puertas.

—Lauren abre por favor. —suplicaba forcejeando con la puerta que se mantenía cerrada pese a todos sus intentos. — Estamos en medio de la nada. — añadió —No puedes dejarme aquí.

La voz de Kelsey dejo de escucharse cuando Lauren encendió el auto y lo echo a andar tan rápido como los señalamientos se lo permitían. Codujo por lo que parecieron horas entre los caminos buscando el camino mas largo que la llevara a casa. No quería enfrentarse de nuevo con Kelsey pero sabia que si se demoraba mas muy posiblemente la encontraría en el camino. Entonces decidido hacer lo mas coherente que podía hacer en el momento, pisar el acelerador y apresurarse a llegar. Tendría el tiempo suficiente para comer algo tranquilamente y después podría encerrarse en su habitación antes de que Kelsey cosiguiera llegar a casa.

Sus razonamientos eran infantiles pero la situación con la profesora era insostenible o al menos así lo sentía ella.

...

Para cuando Kelsey llego la oscuridad había ocupado el cielo por completo, el reloj en su muñeca señalaba que hacía mucho había pasado la hora de la cena y tanto los coches de Lauren como el suyo estaban estacionados uno tras otro en el sendero frente a la propiedad. Aquello le hizo respirar con tranquilidad, al menos Lauren había decidido volver a casa en lugar de perderse por el pueblo, a pesar de todo la su amiga había decidido quedarse con ellas y eso era un gran paso.

En el interior de la casa el teléfono fijo sonaba sin descanso. En otras circunstancias y si su cabeza no estuviera llena de cansancio y frustración Lauren hubiera corrido y tomaría la llamada, pero hoy no era un día normal y la profesora cometido el terrible error de dejarlo pasar. Eran más de las ocho y la llamada era predecible, pero a ella no podía importarle menos, ni siquiera recordaba porque siempre estaba tan pendiente del aparato hasta que la señora Holt la llamó.

—¡Lauren, cariño! Tienes una llamada. —fingir demencia era su mayor plan hasta que escuchó su nombre. —Es Camila, quiere hablar contigo.

Sus pies tomaron vida propia y apresurados abandonaron la habitación que se había convertido en su escondite desde hace horas. Nicolette estaba en la habitación de Blake jugando videojuegos cuando la vio cruzar el pasillo, había escuchado el teléfono y después el grito de la señora Holt pero no podía pensar en algo tan importante que hiciera a Lauren correr de aquella forma. Sutilmente dejo al pequeño jugando en solitario y siguió los pasaos de Lauren que ahora sostenía fuertemente la bocina contra su oído. Desde su posición no era capaz de escuchar a quien estuviese del otro lado del teléfono, pero si pudo admirar el rostro irritado y las lágrimas contenidas en sus ojos. Quiso abrazarla, pero su cuerpo estaba entumecido e incapaz de moverse por lo que permaneció oculta tras los barrotes de la escalera.

¿Por qué no lo entiendes?susurró Lauren con la voz rota mirando a ambos lados de la habitación —¿cómo tengo que decirte que te odio y que no quiero verte para que lo entiendas? Si no dejas de llamarme y acosarme voy a llamar a la policía y esta vez no van a tener consideración contigo. Después de todo la prisión es donde deberías estar desde hace mucho. Nadie esta seguro contigo a su alrededor Camila, eres dañina, eres sumamente toxica. Eres una hipócrita maldita que no es capaz de hablar sin que antes un montón de mentiras salgan de su boca. Seria increíble si murieras o al menos me dejaras en paz o lo que sea que pase primero. Solo déjame ser feliz.

Camila había dañado profundamente a Lauren y Nicolette recién se daba cuenta de ello. Sus conversaciones con Kelsey sobre la profesora le parecían aburridas e insustanciales, pero ahora que veía el odio y rencor con que Lauren era capaz de hablar, se dio cuenta cuan perdida estaba su mejor amiga. Algo había ocurrido, algo que iba mucho más allá de un corazón roto. Porque nadie que ama a otra persona como lo hacían ellas, se destruye mutuamente. Con un fuerte suspiro Nicolette iba a intervenir, pero la voz de Lauren susurrando con dolor un nombre demasiado conocido para ellas la hizo retroceder.

¿Kelsey? ¿Esa era la voz de Kelsey,Camila? ¿Dónde estas?

La pregunta se respondió cuando Kelsey entró a toda prisa y corrió hasta el pequeño espacio donde mantenían el teléfono fijo. Su mirada y la de Lauren se encontraron y el caos empezó. Sus mejores amigas se peleaban frente a sus ojos y ella no podía hacer nada salvo mirar cómo se iba por el retrete lo mejor de su vida.

—¡Mamá, mamá! — gritaba Blake felizmente mientras corría por las escaleras. —La tía Camila esta allá afuera. Vamos a encontrarla por favor. Lo, tienes que venir con nosotros. Seguramente te extrañaba mucho y por eso es por lo que cancelo su viaje de trabajo.

Lauren compartió una mirada dolida con Kelsey antes de subir las escaleras y encerrarse el la habitación. El ruido de las puertas de armarios y cajones abriéndose y cerrándose junto a objetos cayéndose en el piso le hicieron saber a la rubia que aquella era tal vez la última vez que la vería de nuevo.

¡Vamos mamá, date prisa!

Nicolette salió de su ensimismamiento cuando vio las lagrimas de Kelsey resbalando por sus mejillas y entonces supo que debía intervenir. La visita de Camila no era cordial y Blake no debía estar en medio de sus problemas, era solo un niño que no tenía la culpa de nada.

—¡Blake! —lo detuvo un segundo antes de que saliera por la puerta y el niño volteo a verla.— ¿por qué no buscamos los dibujos que le hiciste a Camila en tu clase de arte? estoy segura que le encantaran. Mientras tanto tu madre la atenderá ¿cierto Kelsey— la rubia se limpió las lágrimas antes de que Blake las notara y asintió fingiendo una sonrisa. El pequeño no era tonto y advirtió el rostro dolido de su madre. Iba a protestar cuando su abuela se unió a Nicolette y añadió.

—Lauren ha ido a vestirse porque no quería que su novia la viera en pijama. Sabes como de quisquillosa es esa mujer. Tardara un buen rato. Te prometo que mientras ustedes buscan esos dibujos mantendré a Camila entretenida por ti ¿está bien?

Blake compartió una mirada con su madre y al ver la sonrisa tranquilizaría que le regalaba asintió y junto a Nicolette corrieron a su habitación.

—¿Que está sucediendo aquí Kelsey? ¿A que se debe todo este circo?

—Prometo explicártelo más tarde pero ahora tengo que evitar un asesinato. Por favor no dejes que Blake salga de casa y evita que Lauren se valla ¿está bien? Volveré pronto.

La señora Holt asintió y justo cuando iba a sentarse a descansar por un segundo, Lauren salió hecha una furia con una maleta en la mano y su bolsa en la otra.

—¡Lauren espera! No puedes manejar en ese estado. Por favor detente.

Sus palabras llegaron demasiado tarde.

Continue Reading

You'll Also Like

15.5K 1.4K 18
Camila Cabello, tiene 17 años y es la princesa del pueblo del sol. Lauren Jauregui, tiene 18 años y es la princesa del pueblo del hielo. Ambas chic...
1.1K 125 66
Es una adaptación de una novela de Jorge Isaacs llamada María, espero que le gusten.
195K 24.1K 48
Por un caso que esta investigando la aurora Hermione Granger llega a la mansión Malfoy en busca de su ex compañero, llevándose la sorpresa de que el...
58.8K 4.1K 10
Por: TomHRichardson Cuatro días después de que Dumbledore informara a Hogwarts que la escuela organizaría el Torneo de los Tres Magos este año, Harr...