POKÉMON - LOS PRIMEROS PASOS DE UN MAESTRO
EPISODIO 110: OASIS METROPOLIS, DONDE BATALLAS Y ARTE CONVIVEN
—¿Y ya lograste arreglar tus enredos, Willy? —le pregunta de manera algo picante Wikstrom a Will, a cuyo grupo ha encontrado tras la llegada de nuestros héroes a Oasis Metropolis.
—¡No es tu problema, Wikstrom! —le replica muy irritado el ex-Elite—. Y no vengas a importunarme, que no vengo con ánimos para que tú, que eres parte de quienes aprobaron mi expulsión de la Elite, venga a hacer fiesta de mí. ¡Demonios, precisamente si a alguien no quería encontrarme era a ti!
—Ya, no te lo tomes tan a pecho —intenta conciliar el Elite de la armadura—. Y créeme cuando te digo que todo esto en el fondo tiene un propósito.
—¿Un propósito? ¿De qué rayos estás hablando? —exige saber Will.
—Ups, creo que solté más la sopa de lo que debía —finge haber cometido un error Wikstrom—. Lo siento, Will, pero todo se sabrá a su debido tiempo. Te dejo porque debo ir a ver qué hora es en el reloj de Guadalajara— y abandona apurado la escena, tomando rumbo a la plaza central de la metrópolis.
—Alakazam, ¿por qué la vida no me da al menos un momento de respiro ante tanta vicisitud? —se encorva y lamenta con voz quejumbrosa y algo teatral Will.
—Si no te tomaras las cosas tan a pecho serías más feliz, muchacho —le responde en tono filosófico su Pokémon—. Yo creo que dramatizas más de la cuenta tu situación.
—Si fueras tú al que separaron de su puesto en la Elite y también de su esposa amada no dirías eso mismo —le recrimina Will—. Presiento que estos días van a ser un calvario para mí, teniendo que convivir con ese payaso con aires medievales.
—No lo entiendo, ¿por qué le tiene tanta aversión al Maestro Wikstrom, Maestro Will? —consulta Serena extrañada—. Es amigo de mi familia y para mí siempre ha sido alguien realmente honorable.
—Mi querida amiga, si superas las que me ha tocado vivir con él durante mi estancia en las Elites —le comenta con tono fatigado su tutor.
—Y él que todo lo sobredimensiona —subraya con seriedad Alakazam.
—Algún día de estos te mando de vuelta a nuestro hogar para que veas más o menos lo que siento yo hacia la Elite, Analista Sesgón —le señala en tono poco amistoso Will.
—Eso significa que concluiré el viaje por Orre sin complicaciones —se cruza de brazos Alakazam y empieza a columpiarse en el aire en una especie de cuerda invisible.
—No me tientes —le advierte Will, mas Alakazam ni le da bola—. Ah, te aprovechas de mi nobleza.
—Pero en fin, me alegra que llegáramos —manifiesta Serena—. Me preocupaba que la ropa se me llenara mucho de la arena del desierto. Pese a que el trayecto es algo corto desde donde Mewtwo nos dejó, la verdad el viento desértico ha sido muy fuerte.
—¡Serena, querida, ven! —la llama Ash, que está junto a Thatcher y otro joven—. Te quiero presentar a mis amigos Thatcher y Nicholai.
—¿Entonces esa chica es tu novia, Ash? —le consulta Nicholai, el famoso joven taxidermista que usa knickerboxers oriundo de la región Hoenn.
—Así es, amigo —le responde muy orgulloso nuestro héroe.
—Eres afortunado de tener como novia a una reina regional, amigo —comenta Thatcher.
—¡Chicos! ¿Por qué no me dijeron que iban a estar por aquí? —llega jadeando una chica de cabello café claro, blusa amarilla de manga larga y enagua roja.
—¿Eh? ¡Ay, pero si es Macy! —observa atónito Ash a la chica que conoció durante su paso por la Conferencia de Mt. Silver cuando viajó por la región Johto, a la cual enfrentó en las preliminares—. Tanto tiempo sin verte, Macy.
—¿Ash? ¿Ash Ketchum? —lo mira con gesto de extrañeza Macy—. ¡Cielos! ¡No... no puedo creerlo!
—Ash, querido, disculpa —llega con nuestro héroe Serena y se dirige a los otros chicos—. Encantada de conocerlos, chicos. Soy Serena Zay.
—¿Que... querido? —piensa anonadada Macy—. Entonces... A... Ash... ¿ya tiene... novia?
—¿Macy? ¡Macy! —intenta bajarla a tierra Thatcher—. Oye, parece que un Hypno te puso en trance, amiga.
—¿Eh? —reacciona la chica de Johto—. ¡Ay, qué pena! ¡Lo siento! Mucho gusto... So... soy Macy.
—¿Qué es lo que te pasa, Macy? —le pregunta intrigado Nicholai—. Durante todo este viaje has sido casi que la más entusiasta del grupo y ahora que nos encontramos con Ash, de quien no has parado de hablar desde que te conocimos, te pones como si te hubiera paralizado el veneno de un Beedrill.
—Parece que no le gustó saber que nuestro amigo encontró pareja —menciona con malicia Thatcher.
—¿Quéee? —se pone toda colorada Macy—. ¡No... no sé de qué... de qué hablas, Thatcher! Si bien yo... yoo tuve algo de sentimientos po... por Ash... cuando lo conocí hace... hace 4 años... e... eso ya quedó... ¡ya quedó en el pasado!
—Ahora que lo recuerdo, sí es cierto —menciona Ash haciendo un tanto de memoria—. Tú habías mostrado algo de interés por mí. Pero en ese tiempo no sabía a qué hacías referencia.
—Pues según he conocido de ti parece que no fue la única a la que no le entendiste eso, Ash —afirma con picardía Hilda llegando con ellos acompañada de N.
—Ay, Hilda, lo que pasa es que Ash es alguien demasiado inocente, aun para ser un chico de 14 años para ciertas cosas no pareciera tener esa edad —declara sonriente la reina de Kalos.
—Por cierto, Serena —toma la palabra el rubio—. Me enteré de que mañana tendrá lugar un festival artístico donde podrán inscribirse todas las reinas regionales para aspirar por una llave de la princesa.
—¿De verdad? ¡Eso suena formidable! —celebra Serena la noticia.
—Es cierto —hace referencia a ello Nicholai—. Macy ya está inscrita. Por cierto, mi nombre es Nicholai, taxidermista profesional y campeón de la Liga Pokémon de la región Welkk.
—Y yo soy Thatcher, instructor de porrismo y coreografía —manifiesta con orgullo el joven de la región Hoenn—. Y ella es nuestra compañera de viaje, Macy Rainmaker, reina de la región Xarda.
—Ahora que lo mencionas —dice Serena—, creo que he escuchado de ti, Macy. ¿Estuviste en la convención de reinas regionales de hace 1 año y medio?
—Pues sí, pero la verdad eran tantas invitadas que no te recuerdo —se sincera Macy.
—Entonces vas a participar también en ese concurso, ¿no es así? —pregunta Ash—. Será genial ver lo que has aprendido en estos años, Macy.
—Pues... —se ruboriza Macy—, será... será grandioso si... tú también estás... presente... Ash —y luego piensa— ¡Ay, no sé si pueda actuar bien con Ash estando en el público!
—Vamos, imagino que si estás en Orre, es porque tienes nivel —la motiva Serena—. Yo también quiero ver de qué eres capaz. ¿Te parece?
—Bueno... Claro... ¡claro que sí, Serena! ¡Trato hecho! —manifiesta de forma indulgente Macy, aunque ya viendo como potencial rival de qué preocuparse a la pelimiel.
Mientras eso ocurre, en un puesto de venta de Conos Castelia, un trío muy particular escucha esa conversación a la distancia.
—Oh, con que ese par de bobas van a ser parte de mis contrincantes en ese festival artístico —contempla el panorama Jessie—. No creo que vayan a poder contra la magnífica Jessileia en esta ocasión, menos sabiendo que el jefe ha decidido patrocinar mis próximas presentaciones.
—Ya solamente con eso tienes muchos puntos en la bolsa, chiquita —añade entusiasmado Jamemes, quien lleva consigo un cargamento importante de cosas—. Además de todas estas compras que has hecho, que te harán lucir "di-vi-na" (léase esta última palabra en un tono exageradamente elegante).
—Oh, cielos, solo el hecho de ver cómo se revolcaba en su propio veneno la horrible cara de Muk esa de Cassidy al oír al jefe diciendo que patrocinaría mis siguientes presentaciones es algo que para mí es invaluable, y me da la suficiente motivación para triunfar mañana. ¡Jajajajaja! —afirma muy confiada Jessie.
—¡Wobbu!
—Y ni siquiera alguna torpeza tuya podrá evitar que mi triunfo sea realidad, querido —determina Jessie dando cariño en la cabeza a Wobbuffet.
—Pero igual siento que deberías afinar tu estrategia, Jessie —sugiere Meowth—. Ya ha pasado algo de tiempo desde que participaste por última vez, y me preocupa si hubiera llegado a dejar algo de trauma en ti la derrota que tuviste contra esa chica Marcia.
—Meowth, cariño —camina con aires de nobleza Jessie—. Esa derrota solamente ha servido para darme motivación de cara a lo que viene en mi exitosa carrera como artista Pokémon. Y te garantizo que la grandiosa Jessileia va a triunfar inclusive sobre ella para que su estrella brille en nombre del Equipo Rocket.
—Le cayó mejor que todos los cursos de motivación del mundo el hecho de que nuestro jefazo la respalde, Chaparro —opina James—. Pero a poprósito, ¿crees que debamos tú y yo enfocarnos en la otra parte de la misión?
—Oh, te refieres al tesoro de los Azure —le capta la idea Meowth—. Creo que podemos valernos de ciertas coyunturas algo evidentes alrededor para sacar partido y forzarlos a soltar la prenda.
—Pues pon a maquinar esas neuronas perversas, que entre más rápido le demos ese cofre del tesoro al jefecito, más rápido ascenderemos en el Equipo Rocket —sugiere en tono maldoso su colega peliazul.
—Chicos, por ahora enfoquémonos en lo nuestro —les recomienda Jessie de forma amistosa—. Ya habrá tiempo para ocuparnos de otros tópicos. No creo que esos bobos se vayan a ir de esta hermosa ciudad antes de que el bobo del Pikachu participe en el Coliseo.
—Qué bueno saber que mi influencia es tan poderosa como para que tú también desarrolles mejor tus ideas, Jessie —aprueba con orgullo Meowth.
—¡Wobbu-Wobbu!
—Aunque quizás siento que debemos trabajar horas extra en ti, amigo —lo palmea en la espalda de manera comprensiva el Chimuelo a Wobbuffet.
------------------------------------
—Entonces ahí estuviste este tiempo —comprende Wes al escuchar el relato que Looker, vía llamada por el Xtransceiver, le está enviando.
—Así es, muchacho —afirma el agente de la Policía Internacional—. Fueron días de mucho estrés para mí, pese a que es un lugar realmente asombroso. Una pena, porque no daba para que me sintiera así en ese sitio.
—Es comprensible, sabiendo lo que ocurrió con la agente Essentia —aduce el mercenario—. Pero ahora que lo dices, ¿crees que en realidad esa tal Virama sea ella?
—No solamente lo creo, sino que yo vi que es ella, chico —manifiesta con total convencimiento Looker—. Sin embargo creo que el averiguar si esa corazonada es realidad deberá aguardar un tanto más para mí. Debo enviar un par de datos más que he recolectado gracias a Mimi. Ha sido algo muy grato encontrar que todo está bien aquí, y que tras esa batalla ningún equipo fue dañado.
—¿Pero no crees que deberías partir de ahí? —le consulta en tono de duda Wes—. Si ya esos bastardos saben dónde está tu base...
—Mewtwo me dijo que habrán aldeanos Azure protegiendo la zona —le solventa la duda Looker.
—Pues en ese caso siento que no habría de qué preocuparse —considera Wes, cuando entra otra llamada—. Disculpa, Looker. Debo contestar otra llamada importante que tenía en espera.
—De acuerdo, amigo. Gracias por preocuparte por mí. Espero irte a visitar pronto allá, si no es que vas a partir de ahí.
—Le prometí al señor Eagun que me quedaría un par de días, aunque ya tengo 3 días acá —se sincera Wes—. Nos hablamos después, Looker —y abre la otra llamada—. Michael, ¿cómo sigue todo, hermano?
—Pues debo decir que afortunadamente conseguimos el remedio para el señor Eagun, "hermano" —le manifiesta en tono entusiasta Michael—. Mi madre como es costumbre hizo gala de su gran habilidad para confeccionar las mejores medicinas.
—Excelente noticia, amigo —sonríe aliviado Wes al escuchar eso—. Le contaré a la señora Beluh.
—Enviaré a uno de los Taillow para que lleven lo más pronto posible las muestras —promete Michael—. Iría en persona, pero estoy ayudando al profesor Krane con un muestreo de las células que extraímos del Entei que rescatamos de Dakim el día de la invasión.
—Comprendemos, hermano. Salúdame a tu familia.
—¡Esperen! —interviene en la llamada Jovi—. Wes, si no te molesta yo iré de inmediato. Debo ir también a arreglar un par de cosas a la mansión del doc, y como Agate Town está de paso entonces creo que puedo echarles una mano.
—Te lo agradecería, Jovi —menciona el joven de cabellera plateada—. Y considero que entre más pronto mejor, puesto que el señor Eagun la verdad sí lo veo más desmejorado de lo usual.
—En ese caso no perderé más tiempo —concluye Jovi saliendo de la escena de la llamada.
—Nada más ten cuidado si por alguna casualidad saliera alguno de esos gañanes del Team Doom, hermanita —le pide Michael.
—Tranquilo, Michael. Tengo aun el Pokémon que me diste el otro día —afirma Jovi saliendo del laboratorio.
------------------------------------
—Entonces el líder del Coliseo regresa hasta mañana —está averiguando Ash junto a Serena y Nicholai en el puesto de información del enorme hotel de la metrópolis.
—En efecto, joven —le informa la joven encargada del departamento—. El señor Vander está en estos momentos en una reunión con los personeros que están dando forma a la Battle Frontier de la región.
—¿Tendrán Battle Frontier en Orre? —se impresiona Nicholai—. ¡Válgame! Si ya los líderes de Coliseo son tremendamente poderosos, y lo sé puesto que los he enfrentado a los 5 anteriores, no me imagino lo que sería una Battle Frontier en este lugar. Tal vez algo al nivel de grandes maestros como Lance, Steven, o Cynthia.
—Los que se encargarán de darle forma a la Battle Frontier de Orre son entrenadores altamente experimentados que tuvieron a su cargo durante varios años el antiguo desafío de la escalada de 100 paradas que se efectuaba en Mt. Battle antes del advenimiento de la actual Liga Pokémon exclusiva para Maestros titulados por la Confederación Internacional de Ligas Pokémon, jóvenes —se oye atrás de ellos la voz de Darach, quien acompañaba a Lucian en aquella competencia de talentos que se llevó a cabo en el distrito Psíquico del Under.
—Oye... —lo vuelve a ver con mucha curiosidad Ash—. Tú... tú eres el que acompañaba el otro día al Maestro Lucian, ¿verdad?
—En efecto, jovencito —le resuelve la inquietud el elegante joven—. Mi nombre es Darach, y soy integrante de la Battle Frontier de la región Sinnoh, más exactamente soy el Valet del Castillo de Batallas. Y estoy de regreso en Orre, más exactamente en esta ciudad puesto que seré parte del jurado encargado del festival artístico de mañana.
—¿Usted será parte del jurado? —le consulta Serena—. Por lo visto ha de tener conocimientos de eso.
—Crea que soy alguien tan instruido en ese terruño como para saber quién es usted, señorita Zay —declara en tono elegante Darach.
—Pues sí, con eso me basta —asume con sonrisa algo nerviosa la pelimiel.
—Siendo usted de la región Kalos no puedo esperar menos que un gran show —afirma Darach—. Los dejo, puesto que debo retirarme a mis estancias.
—¡Un momento! —lo detiene Ash—. Usted se me hace familiar. ¿No lo crees, Pikachu?
—Pikachu... Pika-Pika.
—¿A qué te refieres, joven? —se interesa Darach en lo que Ash quiera averiguar.
—Pues verá... ¿Usted conoce a una chica llamada Jessie?
—¿Te refieres a la odiosa y egocéntrica de mi prima? —se echa para atrás en tono muy irritado Darach—. ¡Fuchi! No vine acá a que alguien notara el desafortunado parecido que tengo con esa chica que es más gruñona que una manada de Ursaring salvajes acabados de despertar. Si no fuera porque amo mi hermosa cabellera —y la presume con mucho donaire Darach— ya me la hubiera recortado para evitar que me la traigan a la memoria a esa muchachita tan desubicada.
—Ay, lo siento —se disculpa algo apenado Ash.
—No te preocupes, joven —lo tranquiliza Darach—. Pese a todo también sé comprender cuando esas cosas pasan. Lo que no entiendo es cómo y de dónde la conoces.
—Pues a veces quisiera no haberla conocido sinceramente —afirma en tono algo inconforme Ash.
------------------------------------
—¡Achoo! —estornuda ruidosamente Jessie, quien está en una sala de ensayos practicando sus rutinas con sus Pokémon.
—¡Ay, no, Manix! —se angustia James—. No me digas que te van a caer los calos fríos antes de tu gran día.
—No, no lo creo —expresa la pelirroja—. Siento que alguien estuviera hablando de mí, y aparte uno de ellos es cierta persona que me resulta disgustante.
—¿Te refieres al primo ricachón del que nos contaste el otro día? —le pregunta Meowth—. ¿Ese que es parte de la Battle Frontier de Sinnoh?
—Lamento afirmar que es ese mismo, Meowth —le declara Jessie—. Acabo de enterarme que él será uno de los jueces del festival de mañana. ¡Si llegara a saber que yo participaré, posiblemente hallaría la forma de anular mi eventual triunfo!
—Vamos, no te nos pongas achicopalada, Jes —la anima Jamemes—. No has venido a esta urbe de edificiotes nada más para que participes. Si algo llegara a pasar, ten por seguro que entre el Chimuelo y yo haremos lo que sea necesario para que tu triunfo sea contundente.
—James... —lo mira conmovida Jessie—. Qué sería del mundo si una chica tan grandiosa como yo no tuviera amigos tan comprensivos como tú y Meowth.
—¡Wobbuffet!
—Nada más espero que tú seas nuevamente clave en la victoria, pequeño entrometido —jalonea del cachete Jessie a Wobbuffet.
—Oye, ¿y qué tal si metemos algo de nuestro billullo para que no haya forma de que tu gane sea impedido? —sugiere maliciosamente Meowth.
—Meowth, pese a que amo la trampa y el juego sucio, sinceramente prefiero ganar con honradez mi siguiente llave de la Princesa —manifiesta Jessie—. Y créeme que si al final lo logro con todo y el repugnante de Darach metido en eso, sabrá aun más gloriosa la victoria.
------------------------------------
—Vamos, Macy, me cuesta creer que estés tan baja de ánimo nada más por saber que Ash encontró el amor con otra chica —intenta subirle la moral Thatcher, ayudado por sus amigos Plusle y Minun—. ¿No eres tú lo suficientemente valiosa como para permitir que eso te baje la autoestima?
—Thatcher, es que yo... —lo vuelve a ver Macy con el rostro acongojado—. Tú sabes cómo... durante estos años... viví ilusionada... de volver a encontrarlo...
—Amiga, no puedes pretender que las cosas sean totalmente iguales a como fueron hace 4 años, máxime sabiendo que nuestro amigo en común ha recorrido tanto del mundo —expresa Thatcher.
—¡Plus!
—¡Minun-Mi!
—Además recuerda que nada más te falta una llave más, y serás parte de la competencia final de Mt. Battle.
—Thatcher, de veras, créeme —le menciona en tono aun más apenado Macy—. No quisiera sentirme así, pero... saber que esta ilusión...
—Amiga, hay más chicos en este mundo que nada más Ash. La vida no se acaba. Además deberías comprender desde hace ya bastante tiempo que nunca le interesaste a él como para iniciar una relación o algo similar. No puedes pasar tu vida manejándote en razón de otro. Además, sé consciente que mañana mis amigos Plusle y Minun junto a mí te estaremos apoyando con todo. Siempre has dicho que disfrutas más tus presentaciones cuando estamos ahí para apoyarte. ¿O acaso me equivoco?
—Pues... ¿Para qué negarlo? —admite calmándose un poco Macy—. Es un detalle muy... muy lindo de tu parte... Thatcher...
—Pues créeme que mañana si es necesario haremos que retumbe el anfiteatro de esta ciudad para que todos sientan lo que vales para nosotros —la toma de los hombros Thatcher regalándole su mejor sonrisa.
—Gracias, Thatcher —se levanta más animada Macy—. Tienes razón. No debo dejar que esas cosas me aflijan. ¡Vamos a ganar esa llave mañana!
—¡Esa es la Macy que conozco! —celebra el joven porrista—. Vamos, te invito a un Cono Castelia. Dicen que son geniales.
—Pues no hacen mal en decirlo, ya que cuando viajé por Unova los probé al llegar a Castelia City, y son exquisitos —afirma Macy mientras salen del hotel.
------------------------------------
La noche cae en Oasis Metropolis, y ya los chicos de ambos grupos están dormidos. Will aprovecha esa noche para subir a la azotea del hotel, algo que acostumbra hacer las noches que no puede dormir.
—Cada vez que observo las estrellas, me acuerdo de esa frase que ella me dijo... —piensa Will mientras resuena en su mente una frase que Karen le dedicó en un día de los Enamorados:
"Querido, las estrellas siempre están ahí como perennes testigos de aquellos que guardan sentimientos mutuos. En torno a cada una de ellas puede resplandecer el fulgor de muchas vidas que no conocemos. Pero ninguna de ellas brilla tanto para mí como cuando veo en tus ojos su reflejo. En el reflejo de tus ojos la vida cobra aun más vida..."
—Karen... ¿Qué debo hacer... para volver a estar contigo...? —cae sentado Will llevándose una de sus manos a la frente, notablemente acongojado.
—Will, ¿aun sigues llorándola? —sube Wikstrom a la azotea—. No es mentira lo que decía Lucian.
—¿Ahora qué quieres? —le pregunta en tono desdeñoso Will—. No me siento de humor para escucharte. Bueno, nunca lo he estado.
—Vamos, Will —suena en tono comprensivo el Elite en armadura—. Nunca imaginé que esto te fuera a afectar tanto.
—¿Y no ves cómo estoy en este momento? —le recrimina muy irritado Will poniéndose en pie de un salto—. Llevo varias semanas alejado de la mujer que amo con todo mi corazón gracias a ti y a toda la panda de mentecatos que le dieron alas a la calumnia que Caitlin levantó en mi contra, y que Lucian respaldó en forma tan vil.
—Aun no comprendes lo que hay detrás de todo esto —intenta calmarlo Wikstrom—. Y créeme que me gustaría decírtelo, pero no puedo.
—¿Y si te obligo con una batalla Pokémon a que lo hagas? —lo reta Will.
—¿Una batalla a estas horas? —entra Alakazam en escena—. Willy, deberías ir a descansar.
—Precisamente a ti te estaba esperando, Alakazam —manifiesta complacido su entrenador—. Vamos a darle una lección a este gran cursi.
—Will, si quieres una batalla, no puedo rechazar, mis principios me lo prohíben —señala el Elite de Kalos—. Pero aun así no te la pondré sencillo.
NOTA DEL AUTOR: para un Elite de Kalos necesitaremos esta música ;)
—Cierra el pico y ¡en guardia! —lo confronta decidido Will—. ¡Hora de batallar, Alakazam!
—Y yo que ya había mullido bien mi almohada —se queja su Pokémon.
—Después de esto te dejo dormir hasta las 12 si quieres, Amigo de Morfeo. Por ahora hay que poner las cosas en su lugar.
—Como quieras, Will —se resigna Wikstrom—. ¡Sal, Registeel!
—Nada más espero que Alakazam pueda contra él... —piensa Will, al observar al coloso de Hierro aparecer ante ellos—. ¡Alakazam, Puño Trueno!
—¡Va que va! —declara Alakazam, que por un momento siente el pavor que lo paraliza al enfrentar un Pokémon legendario, mas logra sobreponerse a ello e impacta a Registeel sin problemas.
—Buen golpe —nota Wikstrom—. ¡Ahora usa Cañón Resplandor, Registeel!
—Contrólalo con tu Fuerza Psíquica —ordena Will entrando en confianza al ver que Alakazam responde bien al luchar contra Registeel.
—Es asombroso... —evidencia para sí mismo con agrado el Pokémon Psíquico Estrella su desempeño contra Registeel—. Voy superando poco a poco ese trauma.
—¡Devuélvele su ataque ahora, Alakazam!
—¡No tan pronto, Will! —interviene directo Wikstrom tomando la Piedra Llave que está en el mango de su espada—. ¡REGISTEEL, SOLIDIFICA TUS PODEROSAS DEFENSAS CON LA MEGA EVOLUCIÓN!
—Rayos, ahora sí costará hacerle daño —se preocupa Alakazam viendo cómo se alza ante él un Registeel ahora más robusto, que será más complicado de dañar.
—No te dejes impresionar, amigo —le pide Will—. ¡Ataca ahora devolviéndole su Cañón Resplandor!
—¡Trata de bloquearlo, Registeel!
El envío de energía tipo Acero por parte de Alakazam es tomado por Registeel con las 2 manos, no obstante...
—¡Excelente! ¡Así lo queríamos! ¡Rómpelo con Psico Rayo!
—¿Qué? —retrocede angustiado Wikstrom, nada más ver cómo el rayo de Alakazam fragmenta el ataque con el que pretendía atacar a Alakazam, mismo que se dispersa manipulado por el Pokémon de Will, causando gran daño sobre Registeel.
—¡Sabía que esa estrategia iba a dar resultado! —se regocija Will.
—¡Esto aun no termina, Will! —determina muy convencido en ello Wikstrom—. ¡Garra de Metal, amigo!
—Mantente esquivándolo y espera el momento, Alakazam —ordena Will, con lo cual Alakazam hace gala de su agilidad, poniendo nervioso a Registeel, al cual la situación se le empieza a salir de las manos.
—¡Más rápido con esos ataques, Registeel, sé que puedes! —lo anima Wikstrom, cuando...
—¡Puño de Fuego en su punto débil!
—Lo siento, gigantón, pero ¡hoy gano yo! —concluye en tono decidido Alakazam, dándole en el puro centro de la zona donde se ubican los puntos que marcan la faz de Registeel, ocasionándole un daño realmente considerable, mismo que alcanza para hacerlo caer pesadamente.
—¡Cielos! Y yo que confiaba que aun tendría esa debilidad... —lamenta Wikstrom.
NOTA DEL AUTOR: acá se detiene la música :)
—Te gané, Wikstrom —se le acerca Will—. Ahora quiero que me digas a qué te refieres con lo que hay detrás de todo esto.
—En ningún momento accedí a que te diría algo, Will —le deja en claro Wikstrom—. Te di una batalla y eso es suficiente.
—¡Exijo una...!
—Will, siento que lo mejor es hacerle caso —sugiere Alakazam.
—¿Te estás poniendo de su parte, Alakazam? —monta en rabia el ex-Elite.
—Simplemente te diré que he examinado su mente y debo darte mi mejor consejo, y ése es que mejor le des tiempo a que este asunto se desvele en forma natural —le habla mentalmente su Pokémon—. Si me haces caso saldrás más ganancioso de lo esperado. Te lo prometo.
—No sé de dónde logras ser tan dominante —expresa mentalmente también con tono malicioso su entrenador y vuelve a ver a Wikstrom—. Lo dejaremos así, fanfarrón. Pero prométeme que no seguirás con tus tonterías. ¿Entendido?
—Como quieras, Willy. No me meteré más contigo. Te doy mi palabra de caballero.
------------------------------------
Mientras, en una de las habitaciones del hotel, se observa a Caitlin, la Elite de Unova, que está junto a Darach.
—Oh, pero qué cerca estuvo ese bobalicón de Wikstrom en echar a perder todo —expresa en tono preocupado Caitlin, quien parece estar al tanto de la situación entre él y el tutor de nuestros héroes—. Si Will se llega a enterar de todo, el plan se habría echado a perder.
—Fue más perjudicial de lo esperado que ellos se encontraran tan pronto —reflexiona Darach—. Pero como sea, me da gusto estar en esta ciudad, ¿a ti no, querida?
—Mi niño adorado, donde sea que esté, mientras esté contigo, me sentiré como en el paraíso —se le echa encima con un abrazo Caitlin—. Y estoy emocionada por ver a esa chica Serena Zay en acción. He visto todas sus presentaciones subidas en Poké Visión. Nada más me falta observar su arte en vivo y en directo.
—Mañana tendrás la oportunidad junto a mí —une Darach su frente a la de Caitlin.
La llegada de nuestros héroes a Oasis Metropolis los ha llevado a encontrarse con el grupo del Maestro Wikstrom, quien resulta ser alguien que no es para nada de la confianza de Will. Ahora nos aguarda un festival artístico, durante el cual tendremos la participación de Serena, Macy, y Jessie, digo, Jessileia, entre otras chicas que buscarán seguir su sueño de convertirse en la Reina de Reinas. ¿Cuál de todas ganará la Llave de la Princesa que éste concurso otorga? Nos veremos en el siguiente episodio para averiguarlo.
—Ay... ¿Para qué salí en ese momento...? —suspira algo triste Macy en su cama, mientras recuerda una escena en la que, al volver al hotel, vio a Ash y Serena juntos a la orilla de la fuente del jardín del hotel, dándose un muy amoroso beso—. Quiero superar a Ash... pero no puedo...
TO BE CONTINUED...