POKÉMON - LOS PRIMEROS PASOS DE UN MAESTRO
EPISODIO 103: EL DRAGÓN CRECIENTE
—Más te vale llegar a Mt. Battle tú también, tonto —le dice Paul a Ash, mientras se observa que el grupo de Bruno ya está a punto de partir del Under.
—Descuida, Paul —le garantiza su amigo y rival—. Esa competición no se quedará sin Ash Ketchum, ya lo verás.
—Pues más te vale, porque aun estoy molesto contigo por no haber usado contra mí a ese Greninja tan formidable —le refiere Paul.
—Nada más ver cómo ayudó a darle forma artística al agujero que quedó en el techo de roca tras la invasión del Equipo Rocket dejó perplejos a todos —relata Cilan.
—Y le dio batalla en gran forma a los Pokémon de esos payasos del Equipo Rocket —les cuenta Paul—. Además el poder que mostraba al estar Mega Evolucionado hasta se podía sentir en las células. Jamás he presenciado algo similar.
—Nada raro si se trata de un Pokémon que une 2 poderes tan grandes que lo vuelven más fuerte —expresa Brock.
—Si hasta el mismo Steven nos cuenta que mandó a volar a su Metagross de un solo ataque, algo que no cualquier Pokémon es capaz de lograr —menciona Bruno.
—No fue el único coloso que hizo volar, amigo —afirma Alakazam aun resintiendo el recuerdo de semejante ataque que la "rana mutante" le lanzó durante esa batalla de Ash contra Steven—. Hasta me hizo atravesar las piedras.
—Lo bueno es que no te pasó nada grave ni te diste en el coco —bromea Will—, eso último sí me hubiera preocupado. Si sano mentalmente me sacas de quicio, no me imagino de otra forma cómo sería convivir contigo.
—No te respondo como debería puesto que sé que te estás vengando de mí, pillo —lo mira maliciosamente su Pokémon.
—Lo bueno es que por ahora se puede decir que hay paz en este lugar —expresa Lucy—. Y la gente de los distritos tiene más claro lo que se debe hacer ante un eventual nuevo ataque.
—Y al menos ese boquete le permite a la gente tener una idea más clara de lo que es el cielo abierto —señala N—. Cielos, a veces me cuesta creer que hay muchos quienes viven aquí que no conocen la vida plena al aire libre. No podría vivir encerrado en un lugar así, menos después de haber conocido gracias a mis niñeras de la infancia Anthea y Concordia lo que es la libertad tras años de encierro en el palacio en el que viví mi infancia.
—Oye, N, hablando de eso —le consulta Ash—, ¿qué fue de ellas? Cuando nos separamos allá en Unova hace 4 años recuerdo que partiste con ellas de viaje.
—Pues ellas decidieron ir por todo el mundo esparciendo mensaje de buena voluntad hacia los Pokémon entre la gente, mientras yo tomé la decisión de volverme Ranger en Unova, amigo —le relata el joven rubio.
—Y después de eso conociste a Hilda —intuye Serena.
—Por eso es que siempre digo que fue la mejor idea quedarme en Unova, Serena —expresa sonriente N abrazando a Hilda.
—Sí, pero creo que en ocasiones llevas tu vocación a ciertos límites que me llegan a preocupar, niño melenudo —le jala con cariño la larga cabellera su novia.
—¡Aw! Pero bien que suspiras cuando me has visto haciendo esas cosas, ¿o no? —la vuelve a ver con perspicacia su novio, e Hilda sonrojada, no puede más que asentir.
—Pero bueno, nos estamos retrasando en partir, chicos —sugiere Bruno—. Will, muchachos, les deseamos lo mejor en su viaje cuando partan del Under. Y ya sabes, amigo —vuelve a ver al ex-Elite—, sé paciente, que todo va a aclararse pronto en tu caso.
—Me ha costado, pero debo hacerlo, Bruno —manifiesta Will mientras se dan un apretón de manos—. ¡Aaagh! Había olvidado que no por nada te llaman "el hombre que pulveriza rocas con sus manos".
—Jeje, lo siento, amigo —se disculpa con sonrisa penosa el robusto Elite.
—Ash, querido hermano, espero que nos veamos pronto —le dice Brock a su gran amigo—. Y anhelo que cuando ese momento llegue, sigan tú y Serena así de felices como los veo estando unidos.
—Gracias, amigo —le responde feliz nuestro héroe—. Espero que sigas mejorando en pro de tu carrera como doctor Pokémon.
—Así es —agrega su novia—. No dejo de agradecerte lo que hiciste por Delphox aquella vez.
—Es parte de mi diario vivir en esta profesión, amiga —comenta el doctor Pokémon—, pero tiene el agregado de que ustedes son mis amigos.
—Así es —afirma Lucy—. Serena, Ash, por favor no permitan que cosa alguna llegue a intentar desunir esa relación tan hermosa que tienen.
—Créeme que tras lo que vivimos durante aquellos días nuestro amor se ha fortalecido, Lucy —expresa con mucha firmeza Ash—. Y nos dejó lecciones muy valiosas.
—No lo dudo —se aferra la reina de Kalos a él—. Y debo agradecerte a ti tus palabras referentes a eso, Lucy.
—Vamos, nada más dije lo que sentía que debía basada en mis experiencias de vida —manifiesta Lucy.
—Y esperamos tanto Lucy como yo que sigas haciendo música tan genial, Raoul —le dice Brock al joven artista de Arr'asah.
—No sabes lo valioso que es para nosotros cuando nos dicen algo así, amigo —afirma con humildad Raoul—. Nos motiva e inspira a seguir mejorando día con día.
—Nada más espero que el origen de tu talento no llegue jamás a drenarse, amigo, sino estaremos en graves problemas artísticos, ¡jaja! —bromea Cantor con picardía.
—Por cierto, Paul —se dirige Raoul al rival de Ash—, una pena que no pudimos tener una batalla Pokémon antes de que llegara este momento. Tus Pokémon que usaste contra Ash me dejaron sin aliento.
—Descuida, amigo —le sonríe con nobleza Paul—. Luchar contra campeones es algo que quiero. Te prometo que si nos vemos pronto tú serás mi próxima víctima, así que prepárate muy fuerte.
—Jaja, tienes un estilo muy particular indudablemente para tratar con quienes tomas como adversarios en batalla —le comprende Raoul sonriendo.
—Pues déjame decirte que te ganaste su simpatía con mucha facilidad, Raoul —le comenta maliciosamente Ash—. A mí me tomó prácticamente todo el viaje por Sinnoh ganarme su respeto.
—Es que Raoul a diferencia de ti no luce patético en ciertas cosas —le declara con mucha sinceridad de su parte Paul.
—¡Pues seré patético pero soy el patético que te ha ganado 2 veces! —le presume vehemente Ash.
—Trata de que haya una tercera, tonto —le dice de manera mordaz Paul.
—¡Sigues buscándole la quinta pata pero ahora a las bestias legendarias! —ruge gesticulando mucho su amigo y rival.
—Por favor, trata de derrotarme sin Infernape la próxima vez que tengamos una batalla y luego profundizaremos en eso, amigo —se da la vuelta Paul y hace la seña de despedida con la mano para empezar a dirigirse hacia la salida.
—No sé por qué sigo cayendo redondito a sus provocaciones —con disconformidad en su rostro admite Ash.
—Jaja, me queda claro que si lo hace es porque te ve como un verdadero oponente, Ash —aduce Bruno—. Bien, chicos, nos vamos.
—Mis mejores deseos para ustedes, amigos —les hace una reverencia Cilan con gran humildad—. Especialmente para ustedes, Ash y Serena.
—Gracias, amigo —le responde muy alegre la pelimiel—. Y sobre todo gracias por esos consejos de cocina tan maravillosos que me compartiste. Ahora sé con qué más complacer a Ash cuando sea la hora de la comida.
—Pues si se trata de Cilan no dudo que habrás aprendido de un buen chef, querida —la toma del hombro su novio y esta le regala su mejor sonrisa.
Los días pasan y tras reabrirse el paso al exterior del Under desde el distrito Dragón, los grupos de Maestros Pokémon que viajan por la región Orre finalmente van partiendo poco a poco tomando veredas distintas dependiendo del trayecto que tengan programado. En el caso del grupo de Ash, estos han decidido permanecer unos cuantos días más, sobre todo porque al día siguiente se ha de llevar a cabo una importante competencia de Pokémon tipo Dragón.
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—Augustine, ¿de veras quieres seguir ahí? —le pregunta fingiendo resentimiento la profesora Juniper al profesor Sycamore en una vídeo llamada—. Y yo que creía que íbamos a pasar esta temporada juntos...
—Aurea, debo decirte que sí...
—¡Augustine! —enrojece la investigadora de Unova—. ¡Eres... eres...!
—...sí regresaré pronto a Kalos —concluye la sentencia Sycamore al estilo del padre de la profesora Juniper.
—¿De verdad? —se emociona muy ilusionada la profesora—. Vaya, ya iba a empacar para ir a la jungla y agarrarte de ese hermoso cuello tuyo, bribón.
—La verdad es que creo que el Profesor Oak está bien respaldado aquí por su equipo de investigadores, y mi presencia no es tan necesaria en realidad —admite Sycamore—. Además Alain quiere competir en la Liga Pokémon de Orre, para poder estar nuevamente con Mairin y también porque quiere combatir contra Ash.
—Es cierto —recuerda Juniper—. Hilda me contó que Ash está de viaje también por ahí. Es lo más evidente con un chico que ha avanzado a un ritmo tan prometedor en sus viajes por cada región. Recuerdo lo movida que fue la batalla que tuvo en la primera gran final de la Liga Pokémon de la región Alola. Y lo mejor es que nos tocó verlo juntos, Augustine.
—Sí, un muy grato momento —expresa con nostalgia Sycamore—. A propósito, me dijiste que querías pasar conmigo esta temporada, ¿verdad? Pues en ese caso, ¿por qué no vienes a Kalos? Creo que tu papá bien puede encargarse de recibir a los nuevos entrenadores, ahora que ha terminado su trabajo de campo investigando sobre Reshiram y Zekrom.
—Es cierto, lo había olvidado —sonríe la profesora—. Cielos, de no ser por Hilda y N quizás aun estaría buscando indicios de ellos. Esos 2 chicos me sorprendieron cuando me dieron esa noticia relativa a ello.
—De Hilda esperaría algo así, mas no de N, quien dice que jamas capturaría a un Pokémon —comenta Sycamore—. Pero en fin, Aurea. Voy a terminar de empacar para volver cuanto antes a Kalos.
—Y yo también alistaré todo para viajar allá —promete la profesora Juniper—. Y no vuelvas a irte sin pasar a despedirte de mí, ¿entendido? — y lo mira con malicia.
—Es que me gusta provocar esa mirada hacia mí, "señorita genio" —bromea el profesor.
—¡Augustine! Sabes que me sonrojo cuando me dices así —se lleva las manos al rostro la profesora cuando...
—Disculpe, ¿usted es la profesora Sycamore? —llega un jovencito al laboratorio de la profesora Juniper.
—Oh, claro que sí, pequeño —lo recibe con amabilidad la profesora—. De acuerdo, "niño ciencia", nos vemos en Lumiose City.
—Palabra —se despide con un guiño y una seña de hasta luego con la mano el profesor Sycamore, finalizando la vídeo llamada.
—Y dime, pequeño, ¿cuál es tu nombre?
—Me llamo Albán, y vengo de la región Orre...
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—¡Cielos, Serena! ¡Es una sorpresa grandiosa! —celebra una joven de cabello oscuro, boina rojiza con detalles celestes y amarillos, blusa amarilla y short verde oscuro—. Bueno, quizás no tanto, pero de veras me alegra saber que tú y Ash se volvieron novios.
—Ay, y creer que nuestra relación hace un tiempo estuvo cercana a irse por el precipicio —se sincera la reina de Kalos—, pero después de eso nos hemos fortalecido más en nuestros sentimientos. Y dime, Mairin, ¿al final tú y Alain...?
—Bueno, Alain siguió ayudando al profesor Sycamore mientras yo he viajado por el mundo buscando nuevos retos junto a Chespie —le relata Mairin, que resulta ser la chica descrita en el trasanterior párrafo—. Y aunque nos han tocado momentos algo duros en ocasiones, no me olvido de que si quiero ser la chica que Alain desea en su vida, debo ser fuerte. Y eso nos ha ayudado a mí y a Chespie a ser mejores cada día. ¿Verdad, pequeñín?
—¡Chespin-Ches! —afirma el pequeño Chespie.
—¡Oh, pero mira! —llega Ash con las chicas—. Si Chespie sigue siendo el mismo Chespin que conocimos hace 4 años.
—Y debo decir que es muy poderoso, Ash —le menciona Suzy, la criadora Pokémon amiga de Brock, quien la admira grandemente—. Un gusto verte de nuevo.
—Lo mismo digo, Suzy —expresa nuestro héroe—. Y veo que también Solidad está con ustedes.
—Así es, Ash —expresa gentilmente la ganadora del Gran Festival de Kanto hace 4 años—. Mira a dónde nos ha hecho reencontrarnos la vida.
—Lo sé, amiga —afirma Serena—. Y me alegra saber que has seguido en tu recorrido como coordinadora y en tan grandiosa manera.
—Bueno, he tenido mis altos y mis bajos, pero mi reputación y mi hambre y sed de triunfo me invitan a no bajar nunca los brazos —declara con mucha convicción Solidad.
—Es algo que me agrada de mis niñas viajeras —llega con ellos Bertha, la Maestra Elite de la región Sinnoh—. Ash, Serena, es un gusto para mí volver a verlos, y sobre todo tener la grata noticia de su noviazgo.
—Gracias, Maestra Bertha —le responde con humildad Ash—. Si hay algo que no olvido de usted son los valiosos consejos que me dio tras nuestra batalla.
—Te dije que debías mejorar tu capacidad de observación, y veo que con éxito has conseguido mejorar mucho —le halaga Bertha—. He visto tus batallas en televisión y me sorprende el poder de tus Pokémon. En especial cómo Pikachu se ha fortalecido más allá de sus límites.
—Pikachu es como yo, rompemos las barreras que nos quiera poner la vida —declara Ash alzando en brazos a sus Pokémon favorito.
—¡Pikaa!
—Por cierto, ¿también vas a participar en la Cruzada del Dragón? —le consulta Mairin—. Imagino que tu Goodra hará un gran desempeño en esa competencia, Ash.
—Pues en esta ocasión inscribí a otro de mis Pokémon, a mi amigo Gabite —le solventa la duda Ash.
—¿Un Gabite, Ash? —admira Bertha—. Cielos, brillante elección si me permites decirlo. Y no lo digo porque sea un Pokémon oriundo de mi región. Los Gabite son especialistas en ese tipo de pruebas como las de hoy.
—Yo la verdad le había recomendado que usara a su Goodra, pero está tan resuelto en usar a Gabite que no quiero matarle la ilusión —expresa Will llegando donde están reunidos todos—. Maestra Bertha, me honra verla de nuevo.
—Hola, Will —le devuelve el saludo mirándolo seriamente Bertha—. Por lo visto has sobrevivido a la región.
—De no ser por mi grupo quizás no habría aguantado ni un día, Maestra —se sincera Will—. Estos chicos son especialistas en darle ánimos a cualquiera en una forma realmente notable.
—Es lo que yo te digo y me lo vives rebatiendo día a día, muchacho —aparece reclamándoselo Alakazam.
—Lo hago porque luego no te quiero ver jactándote del Super Sabelotodo —le deja en claro su entrenador.
—Cielos, hay cosas que no cambian, como esa relación tan particular que tienen ustedes 2 —nota con sonrisa indulgente Bertha.
—Y yo debo decir que sin dudas ojalá esa relación no cambie —comenta Serena muy sonriente.
—Lo dices porque con nuestros diferendos sacas gran disfrute, jovencita —manifiesta con perspicacia Alakazam—, y bueno, quizás es algo que me haga tener más razones de no cambiar eso con Will, aunque probablemente él sería el primero en pedirme que no cambie si algún día lo decidiera.
—Con que seas mi comodín de la suerte me doy por satisfecho —señala Will y observa a Mairin—. Oye, jovencita, si no me equivoco te conocimos allá en Kalos cuando estuve de viaje con mi esposa Karen.
—Sí, usted debe ser el Maestro Will, ¿verdad? —le interroga la gran amiga de Alain (¿o más que amiga? Saquen conclusiones :P ).
—Pues me sorprende verte aquí, más después de la forma en que tuvimos que salvarte Alakazam y yo —menciona con sonrisa nerviosa Will.
—¡Ay, ni lo recuerde, que fue algo verdaderamente vergonzoso! —le pide muy apenada Mairin—. Caer de esa forma tan inesperada de mi Scizor no es lo ideal para alguien que quería comprobar la habilidad de vuelo en uno de sus Pokémon.
—Si te contara cómo este chico casi pierde la vida tras caer de un Fearo...
—¡NO SIGAS! —ruge repentinamente Will muy nervioso—. Por favor... —termina diciendo entre dientes.
Todos vuelven a ver a Will extrañados, mas Ash y Serena saben de cómo va la cosa entre ellos 2 (al igual que Bertha) y no pueden más que reír de manera cómplice, contagiando esa risa a todos.
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En el área del distrito Dragón donde ocurrió la batalla entre Ash y Serena contra el Equipo Rocket se han apostado un multitudinario grupo de gente, puesto que es ante ese acantilado que se ha de desarrollar la competencia conocida como la Cruzada del Dragón.
—Hace muchos muchos años, tantos que se ha perdido la memoria de cuántos eran, se relata que antes de que esta cueva se conociera como el Under, un joven aventurero montaba en un Druddigon, como el que lleva el jovencito de la larga cabellera rubia —señala el anunciador a N, quien evidentemente es acompañado por un Druddigon variocolor—, y por error fue a parar a esta zona. De no ser por la repentina reacción de su Druddigon, que lo llevó a sacar fuerzas sobrenaturales de sus alas, no hubiera atravesado con la pericia que lo logró esta zona, hasta llegar al otro lado. Este lugar se volvió famoso para los primeros pobladores de estos alrededores, quienes usaron a partir de entonces este lugar para entrenar a sus Pokémon tipo Dragón, mayoritariamente sus jóvenes Bagon, que veían en este acantilado un sitio propicio para intentar volar, e imagino que ya saben cómo habrán terminado muchos...
—No sé por qué cuenta esas cosas este señor —manifiesta algo inquieta Serena, pensando sobre cómo habrían terminado esos pequeños, y recordando que ella estuvo hace varios días a punto de arrojar al fondo de ese barranco el cofre musical que Ash le regaló.
—...pero bueno, no quiero cansarlos más con historias —declara el anunciador—. Sin más preámbulos, les daré cuenta de lo que trata la Cruzada del Dragón a los nuevos en esto: montados en un globo, deben guiar a su Pokémon electo para la competencia a través de las honduras del barranco con la misión de encontrar los orbes brillantes que le corresponden, y que ayer fueron depositados en el fondo del mismo en distintos lugares por el Salamence del Alcalde Ragen. El primero que logre hallar 3 orbes, cada uno de distinto color, que en este caso son rojo, azul y amarillo, en alusión al Druddigon de la historia narrada hace un rato, se lleva la competencia. Claro, no crean que será sencillo navegar en medio de estas profundidades.
—Que lo diga —comenta Ash con la mano en su barbilla—. Greninja y Delphox casi pagan con algo más que un buen dolor de espalda el viaje por ese precipicio.
—Hola, chicos —los saluda Mairin, acompañada de un bellísimo ejemplar de Dragonair—. ¿Listos para la competencia?
—Pues yo sí lo estoy —le expresa Ash—. ¿Y tú qué dices, Gabite?
—¡Gabite-Bite! —declara con total convencimiento su Pokémon tipo Dragón.
—¿Y las chicas, Mairin? —le consulta Serena a su amiga.
—No, ellas siempre han dicho que no se llevan con los Pokémon tipo Dragón —le responde su coterránea—. Yo es que amo a mi Dragonair y demasiado —y se aferra con cariño a él—. Fue un regalo muy dulce de parte de Alain.
—Vaya, ¿por qué no se me ha ocurrido regalarle algo así a Serena? —reflexiona en sus adentros Ash—. Tanto que nos gustan los Pokémon y seguramente a ella le gustaría uno que luzca con su vocación.
—Imagino que nosotros 3 seremos los únicos que participaremos por nuestro grupo —va junto con ellos N, en compañía de Druddigon—. Parece que hubo un pequeño desperfecto en la comunicación y Raoul e Hilda no pudieron traer a sus Pokémon tipo Dragón.
—Es una fortuna que nosotros anduviéramos los nuestros —declara sonriente Ash—. Nada más miren el pleito que se tiene ese chico de allá.
Y vuelven a ver en la recepción del concurso y hay un muchacho como de 12 años discutiendo acaloradamente con la recepcionista.
—¡Le digo que mi Charizard es tan dragón como esos!
—Lo siento, pero como ha de saber, Charizard no tiene el tipo Dragón, jovencito —expresa algo apenada la recepcionista—. Y aparte, aun si pudiera Mega Evolucionarlo, no está permitido el uso de Mega Piedras en el concurso, máxime porque los Pokémon concursantes serán premiados con la Mega Piedra respectiva para ellos.
—Cielos, ¡a dónde llegan las injusticias en este universo! —reclama a viva voz el muchacho, dirigiéndose luego a su Charizard—. Lo siento, Billy, pero no importa, para mí seguirás siendo mi gran dragón ganador.
—Groar... —expresa algo acongojado Billy el Charizard.
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NOTA DEL AUTOR: con el inicio de la competencia, también recomiendo darle Play a esta excelente música proveniente de la mejor región: Johto :3 (Pokémon Anime - Bug-Catching Contest)
La competencia da inicio, en la cual Ash como ya sabemos ha decidido usar a Gabite, mientras Serena participa con su Altaria, N hace lo propio con su amigo Druddigon y Mairin se ayuda de su Dragonair.
Los globos en los que los jóvenes van tienen la ventaja de que poseen una cámara que apunta hacia el barranco y tienen visor infrarrojo y un zoom de alta potencia, con lo cual pueden tener mayor detalle posible de cómo avanzan sus Pokémon a lo largo de la competencia.
Como es de esperarse, gracias a su facultad de volar, Altaria y Dragonair tienen cierta ventaja respecto a Druddigon y Gabite en cuanto a desplazarse con rapidez se refiere, mas los Pokémon elegidos por Ash y N poseen la particularidad de que sus sentidos más agudos les permiten detectar con mayor facilidad dónde podrían estar potencialmente ubicados los orbes.
—No sé, se me hace sencilla la competencia, Pikachu —observa Ash en el monitor—. Parece que es nada más buscar los orbes y ya... No se ve tan compli... —pero de repente nota algo en el monitor—. ¡GABITE, CUIDADO! —le previene a su Pokémon a través de un intercomunicador que le permite tener contacto con su Pokémon, el cual escucha y presencia ante él un grupo de Hakamo-o que avanzan decididos a confrontarlo, mas él es valiente y decide hacerles frente, apelando a su ya muy conocido Meteoro Dragón, con el cual logra hacerlos retroceder, mas aparte de ello...
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—Me alegra que te haya gustado este baño, Piplup —está dando los últimos retoques de su baño en una tina Dawn a su Pokémon consentido—. Dame un momento, iré por la toalla —y la joven de Twinleaf Town sale del baño por un momento a buscar la toalla.
—Piplup-Pi-Piplup —juguetea un tanto el pequeño Pokémon pingüino con el agua, cuando...— ¡PIPLUUUUUP!
¡Un estallido producto de un residual del Meteoro Dragón de Gabite que sabrá Judas cómo, se fue sigilosamente hasta reventar en la mera torre del pobre Piplup, su presa favorita!
—¿Qué fue eso? —entra asustada Dawn al baño de nuevo y ve la deplorable escena, con Piplup chamuscado en la tina.
—Pi... pluuup...
—¡Ay, no! —se angustia Dawn y lo alza en brazos a Piplup—. ¡Piplup, es como si hubieras sido víctima nuevamente del Meteo...! Un momento... Ash había dicho que participaría en...
Y a las afueras del hotel del distrito Dragón se escucha el retumbar del rugido furibundo de Dawn:
—¡ASH KETCHUUUUUUM!
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Ahora es Altaria quien, llevando en su pico uno de los orbes, es perseguida por un nada amistoso Haxorus, que es acompañado por varios Fraxure.
—¡Oigan, no se vale ser tan montoneros, partida de tramposos! —reclama Serena desde arriba—. Amiga, intenta alzar vuelo. Creo que ya vi otro orbe hacia el norte.
Su Pokémon obedece y se prepara para volar, no obstante el Haxorus le lanza su amenazante Pulso Dragón, el cual está a punto de estrellarse contra Altaria, pero...
—¡Gaaa... BIIIITE!
De un solo garrazo, Gabite logra bloquear el ataque de Haxorus, aunque termina algo lastimado también.
—¡Taria! —no puede creer Altaria tal demostración de valor que ha demostrado Gabite.
—Bite-Gabite —le hace ver Gabite mirándola con seriedad, como si le pidiera que siguiera adelante, a lo cual Altaria comprende y toma rumbo como su entrenadora le dijo.
—Bien, eso estuvo cerca —felicita Ash a Gabite—. Demuéstrale a esos embusteros de qué estás hecho, amigo.
—¡Gabite-Gaa! —se prepara para luchar Gabite contra Haxorus y sus compinches.
—Pero Ash —se comunica Serena con su amado—, ¿no es esto una competencia? Más bien saldrías ganando si no hubieras hecho eso.
—Vamos, querida, estoy matando 2 pájaros de un solo tiro —presume con algo de garbo Ash—. Primero te doy una mano y aparte limpio mi camino hacia nuestro siguiente orbe.
—Ay, Ash, no sé por qué me extrañan esas cosas de ti —señala risueña la reina de Kalos.
—Oye, ¿por qué me ayudas, amigo? —le pregunta un joven a N, cuyo Druddigon ha rescatado a un pequeño Bagon del riesgo que le esperaba al confrontar a un enorme Salamence.
—Una competencia no es noble si no demostramos algo de lealtad, y créeme que como Ranger me preocupo mucho por los Pokémon —señala con tranquilidad N.
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—Bien, ya nos falta nada más un orbe —ve con mucha felicidad Mairin a su Dragonite a través de la pantalla en su globo—. ¡Vamos pronto hacia el este, amiga! Si no fallo los otros contrincantes están enfrascados en luchas contra otros Pokémon. Es nuestra oportunidad.
Y diciendo y haciendo, Dragonite se enrumba hacia donde le señala Mairin, mas no contaban con que Ash también avanza a paso firme.
—Oye, vaya casualidades de la vida —manifiesta Ash al ver el globo de Mairin—. Por lo visto nos tocará enfrentarnos aquí por ese orbe.
—Pues ya verás de lo que está hecho mi Dragonair, Ash —le advierte muy decidida Mairin—. ¿Verdad, Chespie?
—¡Ches! —manifiesta con igual convicción Chespie.
—Entonces muéstrame cuánto has crecido como entrenadora, amiga —le pide Ash a manera de desafío—. Quiero ver si eres digna de viajar por la región Orre.
—Si ganar la Liga Pokémon de la región Ritzen no te parece lo suficiente como para darme el crédito de estar aquí —le menciona cruzándose de brazos con dejo de presunción Mairin.
—De acuerdo, pero no lo sabremos hasta batallar.
—Como digas, Ash —acepta el reto Mairin—. ¡Dragonair, Rayo de Hielo!
—No te guardas nada, ¿verdad, amiga? —observa complacido Ash el nivel de Dragonair—. ¡Elúdelo y déjale caer tu Meteoro Dragón!
Cargando poder mientras sortea la peligrosa técnica heladora de Dragonite, Gabite se desplaza con firmeza a lo largo de la áspera y nada sencilla de transitar superficie con sus 4 garras, para finalmente dar un brinco y soltar su masivo poder aprendido tras haber sido capturado por Ash, y dominado con el tiempo, el cual sorprende tanto a Mairin como a Dragonair.
—Impresionante... —pero de repente Mairin se acuerda de lo peligroso que es para su Pokémon que esos meteoros la impacten—. ¡Pronto, Dragonair, Agilidad!
—Tal y como esperaba —contempla con frialdad Ash la situación—. ¡Gabite, calcula el momento para el siguiente ataque!
Con mucha atención, Gabite contempla la situación, y en un determinado momento...
—¡Ahora, Garra Dragón!
Con la tenacidad en sus venas, Gabite avanza firme y sin dejar dudas de que su ataque ha de ser muy letal para su contrincante, mas...
—Te agarré desprevenido, Ash —le dice de manera sorpresiva Mairin—. ¡Envuélvelo, Dragonair!
Antes de que Gabite pudiera dañarlo, Dragonair usa su ataque de Envoltura en él, mas no contaba con algo...
—¡Craso error, amiga! Mi Gabite tiene como habilidad oculta Piel Dura, y con eso todo ataque de contacto que le hagan producirá daño en su oponente.
Y así sucede, puesto que Dragonair debe soltar a Gabite, producto del daño que la piel del Pokémon de Ash le produce al envolverlo.
—¡Ay, no puede ser! —se lleva las manos a la cabeza decepcionada Mairin.
—¡Lanzallamas ahora, Gabite!
Tras el comando de Ash, su Gabite lanza una llamarada intensa que logra quemar a su oponente.
—¡Dragonair, no!
—Hora de terminar esto —declara Ash—. ¡Garra Dragón nuevamente!
Y esta ocasión Gabite logra impactar a Dragonair, mas el daño no es tanto como se esperaba.
—¡Espera un momento! ¡Rayos! Lo había olvidado —se lleva la mano a la frente Ash.
—Así es, amigo —le menciona sonriente Mairin—. Me alegra que se te fuera que la habilidad oculta de Dragonair es Escama Especial, la cual le incrementa la defensa si llega a tener un estatus dañino, como una quemadura en este caso.
—Esto se empieza a dificultar —manifiesta con preocupación Ash.
—Y como estamos muy veloces gracias a la Agilidad, es hora de ponerle algo de emoción a esto —señala muy animada Mairin—. ¡Doble Equipo, Dragonair!
La mañosa e incómoda técnica que incrementa el nivel de Evasión del Pokémon usuario, lleva a Dragonite a crear múltiples imágenes de sí mismo.
—Te dije que mi muchacha iba a ser digna oponente, Will —subraya con solemnidad Bertha—. Su crecimiento ha sido increíble en este viaje.
—A veces pienso que es producto de la suerte —sopesa Suzy—, pero luego me acuerdo de que ella es muy allegada a Alain, el que ganó la Liga Pokémon de Kalos hace 4 años, y justifico su descomunal avance.
—Yo no creo que sea tanto por eso, ¿sabes? —afirma Solidad—. Si bien Alain es un entrenador sorprendente, él es más famoso por la gran fuerza de sus Pokémon, en especial de su Charizard, que por un crecimiento fuera de lo normal como entrenador, lo cual es algo que ha caracterizado a Mairin en este viaje.
—Eso sigue dejando claro que hay talentos que pueden llegar a crecer a pasos agigantados —juzga la situación el ex-Elite, mientras se admira en la pantalla gigante ante ellos cómo Gabite va fallando ataques ante las imágenes falsas de Dragonair.
—Creí que ibas a acertar más pronto, Ash, pero en fin, nos toca volcar la balanza a nuestro favor —declara Mairin—. ¡Rayo de Hielo nuevamente, Dragonair!
Con un poder aun mayor que la vez anterior, Dragonair lanza su poderoso ataque congelante, esta vez impactando muy negativamente a Gabite e inclusive congelando sus extremidades.
—Y ahora me está jugando en contra otra habilidad especial —lamenta cabizbajo y con gesto de desilusión Ash.
—Así es, amiguito —sonríe Mairin de oreja a oreja—. Ahora se trata de Mudar, con la cual Dragonair ha quedado curado de su quemadura antes de que esta le infrinja algo de daño.
—Sea como sea, no nos vamos a rendir —proclama Ash muy decidido.
—¡Pi-Pikachu!
—Lo siento, Ash, pero todo está en tu contra en este momento. ¡Carga Dragón, Dragonair!
—¡Intenta moverte, Gabite! —le pide angustiado Ash.
Gabite forcejea con todo lo que puede, mas no es capaz de hacer movimiento alguno con sus extremidades, mas sí es capaz de mover su cabeza.
—Bien, ¡es mi turno de vencerte como Alain ya lo hizo, Ash!
—¡No tan pronto! ¡Ya lo tengo! —declara con mucha emoción Ash—. ¡Gabite, Lanzallamas hacia el piso!
Tras obedecer la voz de su entrenador, Gabite logra crear un efecto con su Lanzallamas que le permite, además de causar nuevamente daño sobre Dragonair (que ya se aprestaba a embestirlo con Carga Dragón) lo alza de manera que esquiva el ataque y le descongela las extremidades.
—¡Ay no, y tan cerca que estuvimos! —se lamenta gesticulando mucho y nerviosamente Mairin.
—Aun te falta recorrido para alcanzarnos, amiga —expresa Ash—. ¡Gabite, Meteoro Dragón nuevamente!
—¡Gabite! ¡GAAA-BIIIIIIIIIIITE!
Si el primer Meteoro Dragón había sido poderoso, este segundo en definitiva muestra ser aun más avasallador, impactando inclusive a varios de los Pokémon que están en disputa cercanos a donde se desarrolla esa lucha entre Gabite y Dragonair.
—¡No, por allá, cuidado, viene hacia ti, a la derecha, no, digo, a la izquierda! —intenta dirigir Mairin a Dragonite para que evite ser dañada por los meteoros, mas conforme pasa el tiempo esto se le dificulta y termina siendo víctima del daño descomunal, cayendo derrotado.
—¡Síiii, lo hicimos! —celebra Ash en su globo junto a Pikachu, cuando...
—¿Gabite...?
—Oh, no lo puedo creer...
Su amigo emite un resplandor que es familiar para él, un resplandor que representa romper las barreras, avanzar al siguiente nivel, crecer y lograr dejar atrás el pasado de Gabite, para convertirse en un valioso y poderoso...
—Garchomp... —lo contempla Ash con ojos brillosos.
—Pika...
—¿Gabu? —se mira las garras extrañado Garchomp, para luego pegar un rugido triunfal—: ¡GABURIAAAAAASU!
Al ver eso todos los Pokémon que estaban en disputa se deciden a ir en contra de él, pero éste hace un brinco muy ágil y carga ese ataque que tan buenos réditos le acaba de dar...
—¡GAAABUUUU... RIAAAAAAASU!
Un aun más devastador Meteoro Dragón cubre con gran poder toda la zona donde se desarrolla el evento, mas antes de que los meteoros hagan impacto, se ve a Garchomp desplazarse a toda máquina y alejar a Altaria del peligro, llevándola consigo a un lugar seguro.
—¿Taria? —vuelve a ver Altaria a Garchomp, aun extrañada de su actitud.
—Riasu... Gabu... —le expresa un tanto sonrojado el Pokémon de Ash.
—Oye, amigo, no me digas que te está chiflando Altaria —le pregunta con ironía Ash a Garchomp, el cual simplemente lo vuelve a ver y se lleva una de sus garras atrás de la cabeza, mientras Altaria lo mira emocionada, comprendiendo todo.
—Altaria... Alta...
Finalmente el ataque ha dejado el terreno devastado, tras levantarse la intensa nube de humo se comprueba que todos los Pokémon han sido derrotados. Así Garchomp y Altaria aprovechan el momento y logran conseguir los orbes que les hacían falta.
—Ay, si mi amigo Druddigon fuera chica —lamenta con algo de jocosidad N, comprendiendo lo ocurrido.
—¡No me parece justo que ese Garchomp actúe así nada más por amor! —reclama muy agitada Mairin—. Se ven lindos, ¡pero no me parece!
—Quién lo diría, cariño —observa risueña Serena lo que ocurre—. Tu Garchomp se ha enamorado de mi Altaria.
—Y por lo visto a tu Altaria no le molesta —agrega Ash mirando la escena—. Parece que empatamos, cielo.
—Vaya, no esperaba esto —observa incrédulo el anunciador del evento—. ¡Tenemos un empate entre el Altaria de Serena Zay, y el Garchomp de Ash Ketchum!
—¡Objeción! —reclama Bertha—. ¿Es legal que un Pokémon evolucione en medio de la contienda?
—Pues, según el reglamento son imprevistos que no contravienen el reglamento, Maestra Bertha —le responde el anunciador.
—Qué suerte tienen los que no se bañan —se cruza de brazos algo decepcionada Bertha, viendo hacia otro lado.
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—Increíble. Una Garchompita para mí, y una Altarianita para ti, Serena, aunque tú ya tenías una —le menciona Ash.
—Pero sé lo que haré con esta, Ash —le comenta Serena yendo hacia Mairin, que aun está algo frustrada por las eventualidades ocurridas—. Mairin, me habías dicho que tú tienes un Altaria, ¿verdad?
—Pues, sí, amiga, pero ¿a qué viene tu pregunta? —le consulta extrañada Mairin.
—Es que quería obsequiarte la Altarianita que gané en el concurso, siento que te la mereces por tu gran esfuerzo. Estuviste a punto de poner en aprietos a Ash y a su Gabite antes de que evolucionara, y eso es digno de admirar —le comenta a modo de ánimo la reina de Kalos.
—Wow, es increíble, Serena —la toma de las manos Mairin con mirada muy emocionada—. Gracias, amiga. Eres la mejor —y la abraza muy afectivamente.
—Creció a un ritmo muy acelerado tu Gible, Ash, te felicito —le expresa Will muy orgulloso a su pupilo.
—Gracias, Maestro. Sin dudas me sorprendió cuánto fue a mejorar en estos días mi amigo —admite Ash—. Y creo que posiblemente me será de gran ayuda cuando lleguemos a Mt. Battle.
—Y ahí quiero mi revancha contra ti, Ash —le declara Mairin—. Promete que llegarás, y ahí tendremos una nueva batalla, ¿de acuerdo? —y le extiende su mano.
—Pues no te lo prometo, sino que te lo garantizo —le dice con sinceridad el campeón de Alola, dándole un apretón de manos.
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Al día siguiente...
—Bien, casi no nos vamos tras despedirnos de todo mundo —opina Will mientras ya van avanzando a las afueras del Under.
—Pero me hizo realmente feliz ver a tantos de mis amigos que hecho a lo largo de mis viajes por el mundo, Maestro —se sincera Ash—. Ahora no puedo esperar a que lleguemos a Oasis Metro...
NOTA DEL AUTOR: al aproximarse un suceso algo imprevisto, empezará a sonar este OST para ambientar la escena final del episodio... (Pokémon XD - Shadow Lugia's Theme)
En ese momento el viento empieza a soplar con fuerza.
—Es raro... —observa Alakazam a las nubes—. No pareciera como que el clima se fuera a mostrar tan impetuoso hoy.
—¿Sabes algo sobre esto, Rotom? —le pregunta Ash a Rotom-Dex.
—Lamento decirte que no tengo información sobre esto, Ash, es algo realmente inusitado —expresa apenado Rotom.
—Y el viento está soplando más fuerte cada momento —agrega Cantor con preocupación mientras se aferra con sus patas al hombro de Raoul.
—Sí, pero no me aprietes tanto el hombro, amigo —le pide su entrenador llevándolo a sus brazos.
—¡Oh no, miren eso! —señala con pánico en su mirada Hilda algo.
—¡Rayos, jamás había visto uno así! —contempla con mala impresión en su rostro N.
—¡Ash, estamos en peligro! —se aferra Serena a su novio.
—No si los saco de esta. Sujétense de mí —les pide Alakazam, a lo cual todos le hacen caso y él hace el ademán de teletransportarse, pero...
—¿Y? No te pongas a jugar, Alakazam —le pide alterado Will.
—No estoy jugando, amigo —lo vuelve a ver disgustado Alakazam—. No sé por qué, pero no me está funcionando la Teletransportación.
—¿No será que este tornado es producto de... algún Pokémon... legendario? —se pregunta Raoul.
—No lo creo, sino ya estaría paralizado del pánico mental —se sincera el Pokémon de Will.
—¡Pero el viento se intensifica más! —exclama Ash resintiendo aun más la fuerza eólica.
—¡Ese tornado viene hacia nosotros! —grita con pavor Hilda.
—¡No queda otra más que correr! —ordena Will, y todos emprenden huida en dirección opuesta a la del tornado, mas éste intensifica su velocidad y se los traga en su vórtice, arrastrándolos en medio de sus furiosos y devastadores vientos, que a su paso arrasan con árboles y peñascos inclusive.
—¡SUJÉTENSE, CHICOOOOOS! —a viva voz le pide Will a su grupo mientras el tornado empieza a levantarlos a todos en la furia de su ráfaga.
—¡AAAASHHH, DÓNDE ESTÁAAAAS! —Serena se ha soltado de nuestro héroe y es arrastrada por los vientos huracanados.
—¡SERENAAAA, ESPERAAAAA! —intenta asirse de ella Ash, pero no lo logra.
—¡PIIIIKA-PIIIIIIII! —no puede seguir sujetándose Pikachu de Ash y también sale volando.
—¡PIKACHUUUUUUU, NOOOOOOOOOO!
—¡ESTE ES EL FIIIIIIIIIIIIIN! —se desespera Hilda dando vueltas inconscientemente en medio del voraz viento.
Cuando ya se aprestaban a abandonar el Under, nuestros amigos caen víctimas de un suceso terrible e impactante, como lo ha sido ser atrapados en medio de un inesperado tornado, el cual los arrastra sin un rumbo definido, a su suerte, poniendo inclusive en grave riesgo sus vidas. ¿Qué ha de ocurrir con nuestros héroes? Eso se sabrá hasta el siguiente episodio, el cual demandará de nuestra presencia para saber lo que ha de acontecerles.
TO BE CONTINUED...