POKÉMON - LOS PRIMEROS PASOS DE UN MAESTRO
EPISODIO 84: SOLTANDO AMARRAS DE UN PASADO
—...No... no logro recordar nada... —aduce Alpha-06 llevándose las manos a la cabeza.
—Ah no, es un alivio, todo está bajo control —suspira dentro de sí más confortado A01 al escuchar esto—. Descuida, amiga. Nada más déjame aplicarte este medicamento —y va por una jeringa al mueble donde están depositadas y toma un pequeño frasco con una sustancia.
—De acuerdo, pero... ¿qué es esto, señor? —quiere saber Alpha-06—. No entiendo qué hago aquí. Estoy... muy confundida.
—No debes preocuparte —le refiere con voz amistosa A01—. Hay respuestas para todo. Por mientras debes reposar y dejar que este medicamento haga efecto en ti. Con esto te sentirás mejor. Te lo prometo —y procede a inyectar la sustancia a Alpha-06, quien cae profundamente dormida nuevamente—. Diablos, por un momento pensé que habría un conflicto de recuerdos. Por lo visto tuvo un reinicio a nivel cerebral. Deberé...
—¡Pronto, es una emergencia, señor! ¡Traemos a A14 muy malherido! —entran 2 agentes llevando presurosamente en una cama médica al susodicho agente, que está en muy mal estado.
—Pero, ¿qué le pasó a A14? —vuelve a ver impresionado A01 el cómo quedó su colega.
—¿Recuerda que fue a cumplir la misión de limpieza en el sector XDD8817? —le informa uno de los 2 agentes que trajo al herido.
—Sí, no parecía una misión que se fuera a complicar tanto, máxime sabiendo el objetivo tan sencillo —menciona A01.
—Parece que ese ser misterioso volvió a atacar...
—¿Estás bromeando? —queda atónito A01.
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—¿Entonces basarás en eso tu siguiente presentación, querida? —le pregunta Ash a Serena mientras observan mostradores en una avenida.
—Sí, Ash. El fuego es algo que me ha faltado enfatizar más en mi arte, pese a que tengo a Delphox. ¿No te parece curioso? —le expresa sonriente su novia.
—Pues la verdad, si la memoria no me falla, tu Delphox cuando todavía era Braixen lograba hacer impresionantes efectos con sus habilidades, sobre todo en la competencia final de la Clase Maestra —rememora nuestro héroe.
—El asunto es que he variado más en cuanto a tipos durante los últimos años —le relata la chica de Vaniville Town—. Por ejemplo, el tipo Oscuro tuvo algo de preponderancia durante mis primeras 2 contiendas antes de la Clase Maestra, en la cual decidí basarme en un estilo más influenciado por los tipos Agua y Hada. La gente no podía creer lo bien que ambos tipos combinaron al final. ¡Hasta la misma Aria llegó a felicitarme por ello!
—Pues eso ya son palabras mayores, cariño —manifiesta Ash—. Lo que sí noto es que en tus competencias no hay tanto rigor de hacer algo equilibrado en cuanto a variedad de tipos como sucede en mi caso, sino que bien puedes basarte en uno o 2 para mostrar una verdadera obra visual.
—Claro, no creas que todo lo que son mis presentaciones nada más entran por los ojos, corazón —agrega la pelimiel—. La parte auditiva también juega un papel importante.
—Hablas de la música, ¿no es así?
—Es correcto, amor. Y es una fortuna que Raoul viaje con nosotros, pues él me ha proporcionado en los últimos días muy buenas creaciones de su parte con las cuales considero bastará para dar un espectáculo completo.
—Pues no puedo menos que esperar con ansias a verlo, Serena —le declara con entusiasmo su amado—. Me has apoyado tanto, y de forma tan especial. No sé cómo podría compensarte por ello.
—Nada más disfruta de lo que mostraré en el distrito Hada, y será más que suficiente para mí observar tu sonrisa al terminar el acto —lo rodea con sus brazos Serena y une su frente a la de Ash, lo cual éste disfruta con mucha complacencia.
—¡Pika-Pi! —le jala el ruedo del pantalón Pikachu a Ash, como para avisarle de algo.
—¿Qué ocurre, compañero? —le pregunta Ash, a lo cual Pikachu le señala que ahí vienen en una carroza tirada por 3 elegantes Rapidash sus amigos N e Hilda—. ¡Oh, vaya, chicos! Los veo muy bien.
—Sí, es una de las cosas que más me ha gustado de este distrito —le cuenta Hilda—. Estas carrozas hacen un recorrido muy bello por una floresta que tienen un tanto lejos de aquí.
—¿Una floresta? —pregunta con curiosidad Serena—. Es algo curioso. No creí que se pudiera hacer algo así en un ambiente como éste.
—Bueno, recuerda aquel jardín subterráneo al que caímos, Serena —le dice Ash trayendo a la memoria aquel momento en el que tras ser invadidos por el Equipo Rocket cayeron por una grieta creada por Landorus.
—¡Cómo olvidarlo! —manifiesta con nostalgia su chica—. Pero creo que ayudaba el hecho de que ahí habita Landorus. Recuerda que él está muy vinculado con la fertilidad de nuestro mundo.
—Pues la verdad ni sabía de eso, solamente sé que es una de las 3 Fuerzas de la Naturaleza —se sincera con una sonrisa algo nerviosa Ash.
—Pika... —mueve la cabeza hacia los lados Pikachu resignado a la simpleza de su amigo y entrenador.
—Bueno, chicos, nos vemos en el hotel —les avisa N—. Recuerden que a las 12 es el almuerzo.
—Por Ash no te preocupes, N —expresa la reina de Kalos sonriendo con picardía—. Su estómago nos recordará esa hora sin falta.
—¡Ay, querida, no hace falta que lo menciones de esa forma! —le pide algo apenado Ash.
—De acuerdo, nos vemos entonces —se despiden los de Unova mientras N ordena a los Rapidash seguir su cabalgata.
El día de hoy ha traído a nuestro grupo favorito rumbo al distrito Fuego en el estrato intermedio, donde Serena ha decidido ir de compras para preparar terreno rumbo a lo que ha de ser su presentación en 2 días, la cual se llevará a cabo en el distrito Hada, específicamente en el Anfiteatro Princesa Diancie.
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—¿Qué tal se ve este listón escarlata, querido? —le pregunta Serena a Ash mientras están en una de tantas tiendas.
—Hmm, hace juego con el brillo de tu cabello —opina su novio llevándose la mano a la barbilla—. La verdad te luce.
—¡Ay, gracias!
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—¿Qué dices, zapatillas o botas altas? —trae la pelimiel ante su amado un par de cada uno ahora visitando una tienda de calzado para mujeres.
—Pues yo diría que depende de si vas a bailar mucho o bien permanecerás sin moverte demasiado en la tarima —le da su punto de vista el campeón de Alola.
—Pues... ¡creo que llevaré ambas! —manifiesta sonriente Serena.
—Creo que ocuparé a Tyranitar para llevar el cargamento —piensa ya con un dejo de preocupación Ash.
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—¿Que predomine el rojo o el amarillo? —ahora le muestra Serena 2 trajes distintos.
—Difícil de elegir la verdad, corazón —admite algo enredado Ash contemplando los vestidos—. Si quieres que tú y Delphox calcen pues mejor que haya más rojo, caso inverso si quieres hacer contraste —y piensa—: "¡Vaya! No sé de dónde he sacado tanta intuición para estas cosas que en mi vida han sido mi fuerte".
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Y tras visitar más tiendas (y muchas consultas más de Serena a un Ash que luce ya fundido de tanto barajar posibilidades ante los planteamientos que su chica le hace para lo que ha de vestir en la presentación, aun más de lo que los exámenes que debió llevar durante 4 años lo dejaron a nivel mental) finalmente ambos jóvenes descansan en un asiento del parque central del distrito.
—¡Juro que la cabeza me está reclamando el por qué la uso para estas cosas! —reflexiona callado el joven de Pallet Town mirando hacia arriba.
—¿En qué piensas, Ash? —le pregunta Serena—. Vaya, espero no haberte cansado con mis preguntas, pero es que tu opinión para mí es demasiado importante. Si quiero lucir espléndida para alguien en especial es para ti, querido —y le acomoda el cabello de la frente con cariño.
—Me halaga que pienses así, cariño —le responde un tanto ruborizado Ash—. Cielos, hay un dicho que se dice en las redes sociales el cual dice "venía por cobre y hallé oro". Al volver a viajar contigo me di cuenta del verdadero significado de ese dicho.
—¿En serio? ¡Oh, Ash, qué dulce eres! —se arrecuesta con ternura Serena en su hombro—. Yo debo decir que en mi caso es prácticamente lo mismo, pues no contaba con que volvería a verte tan pronto. Yo tenía planeado dar una visita a Kanto después de viajar por esta región, aunque luego me enteré de que viajarías por Orre y me llené realmente de entusiasmo.
—Yo dejé en un buscador especial analizando por si tus datos ingresaban a la lista de viajeros por la región —le cuenta Ash—. Ya estando en el aeropuerto de Viridian City me llegó la notificación positiva y fue para mí aun mejor que si me trajeran todos mis regalos anhelados de todas las navidades anteriores, ¡jaja!
—¿Tanto así? —queda impresionada la pelimiel—. Cielos, entonces de verdad que no debí acongojarme tanto después de que no volvimos a comunicarnos durante todo ese año. Si supieras todo lo que maquinó mi mente durante ese tiempo. Que si ya no me querías, que si ya habías encontrado el amor con otra chica, que si te había pasado algo malo. Hasta pensé en ir a Kanto, pero lamentablemente me encontraba en una fase de preparación para un contrato de publicidad para la región Fiore.
—De eso me enteré después —le relata Ash—, que tras ganar la Clase Maestra de Kalos te llovieron ofertas de ese tipo, y no pude menos que sentirme feliz por ti, aunque muy triste por no poder verte lograr ese sueño tuyo.
—Lo mismo me pasó cuando vi por tele que derrotaste a Gary en la final de la Liga Pokémon de Alola —revela su novia—. Lástima que no conocía en ese momento al Alakazam del Maestro Will, ¡jaja! Seguramente le hubiera pedido que me hiciera el aventón al estadio ese día, solamente para poder verte logrando tu sueño.
—Es curioso, ¿no? Que lográramos nuestros sueños estando tan distantes el uno del otro —toma Ash a Serena de la mano y empiezan ambos a juguetear con los dedos—. Mas míranos ahora. Viajamos en esta región tan increíble y buscando alcanzar anhelos aun mayores, contra rivales de mayor calibre que a quienes hayamos enfrentado en el pasado. Porque debo decirte, comparado a 48 gimnasios, 4 pruebas especiales que tuve en Alola y 7 Ligas Pokémon, el desafío que han presentado en cada uno de los Coliseos sinceramente hace 4 años me hubiera dejado apabullado por completo. Es una suerte que mi equipo de Pokémon sea tan poderoso y bien preparado para la batalla.
—Sé a lo que te refieres —le comenta su novia—. La presentación en la que logré convertirme en reina de la región Kalos fue ardua y demandante, pero la que tuve en el anfiteatro de Gateon Port demandó de mí y de mis Pokémon mucho esfuerzo y concentración, quizá más de lo esperado. Las otras participantes realmente demuestran por qué están ahí. Si quieres ahora que volvamos al hotel te muestro un poco de lo que te estoy contando y me darás la razón.
—Seguramente, aunque a lo mejor me dé una mejor idea en la Competencia de Bellas Artes de pasado mañana, mi deslumbrante reina —afirma regalándole su mejor sonrisa Ash.
—¡Ay, Ash, me encanta cuando me miras así! —expresa emocionada Serena.
—Y a mí me fascina esa reacción tuya —se sincera nuestro héroe—. Por cierto, querida, quisiera preguntarte sobre algo, pero no sé si será algo inoportuno o indiscreto.
—¿Y de qué se trataría? —se extraña su amada—. Tú descuida, que para ti seré un libro abierto.
—Bueno, espero que no te moleste —prosigue Ash—. ¿Recuerdas que he notado cómo te pones cuando alguien menciona el nombre de Paul?
—¡Oh! —la angustia intenta adueñarse de Serena pero ésta trata de dominar ese sentir—. P... pues, A-Ash, la verdad... —se acomoda el pelo algo inquieta.
—Vamos, cuéntame sin ninguna pena —la toma de las 2 manos Ash—. Confía en mí, querida.
—Ay, Ash, es que yo... —la pelimiel se da cuenta de que está acorralada y se resigna ante ello—. De acuerdo, querido. Sólo espero que no causarte molestias con ello.
—No veo por qué haya de molestarme —expresa nuestro héroe.
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—Vaya —suspira Will mientras está en la terraza del hotel del distrito Fuego observando sentado en una mecedora la Flauta del Tiempo—. No sé si quizás trayendo a mi Delphox para que le prenda fuego a esta cosa.
—¿Estás bromeando, tontín? —le saca de una vez Alakazam ese pensamiento de la mente—. Si lo haces no quisiera verte luego llorando al verla hecha astillas de ceniza. Recuerda que éstas no las hacen con el método de producción en cadena.
—Ay, amigo —sigue hablando con voz lastimera su entrenador—. Ni sé para qué leí la carta que me entregó Solana ayer. Por un lado me entristece saber que ella está tan lejos, y todo este tiempo que hemos estado sin vernos. Pero por otro lado tener al menos esas líneas escritas por ella —y se contempla el brillo de sus ojos a través de su antifaz—. Esa manera de expresarse es única, es una de las razones por las cuales me enamoré de ella. Nada más esa frase de "ninguna oscuridad, por más extensa o duradera que sea, puede detener que el titilar de una estrella traspase las barreras del tiempo y el espacio, como lo hace mi amor por ti", me deja en claro que soy el hombre más afortunado del mundo al ser su esposo, a la vez que el mártir más desdichado de esta existencia teniendo que vivir esta penitencia en parte.
—¿Penitencia en parte? —le consulta con curiosidad Alakazam.
—De no ser por los chicos esto no lo podría soportar del todo, Alakazam —abre el ex-Elite su corazón ante su Pokémon—. Sabes bien lo contagioso que resulta el entusiasmo, y verlos cómo se despiertan siempre llenos de energía, de ánimos para enfrentar la vida y cada situación que enfrentan a diario, cómo siempre están dispuestos a enfrentar las pruebas a las que los he sometido a lo largo del viaje, las conversaciones tan amenas a las horas de la comida, la música tan conmovedora que Raoul compone, lo especial que resulta para mí ver lo felices que son tanto Ash y Serena como N e Hilda. Amigo, a veces siento que vivo una realidad algo paradójica. Como si me sintiera mal pero a la vez me siento bien. Felicidad y tristeza que luchan por embargar mi ser y parecen convivir en equilibrio dentro de mí.
—Pruebas de pruebas tiene esta vida, amiguito —manifiesta con sabiduría Alakazam—. Siempre he sido del considerar algo: esta vida nos puede traer dificultades, pero ninguna ha de ser tan dura como para dejarnos caídos y sin posibilidad de levantarnos. Willy, si alguien en esta vida queda tumbado ante el infortunio es porque quiere. Tú has tenido que soportar este trago amargo, pero he visto que no te has rendido, y más allá de lo que me dices sobre el ánimo que te trae ver a los muchachos, tú eres al final quien toma la decisión de ser o no ser, y tú has elegido ser. Solo te pido algo: sigue en pie, que sabio es Dialga en traer consigo soluciones a todos los males, inclusive ha de saber traer su respuesta a la problemática tan grave que afronta esta región.
—Estás en lo cierto, amigo —admite Will observando el movimiento que hay en el distrito—. Y cada día que pasa debe hacerme sentir que esta carga es más llevadera. Vamos, te invito a unos poffins de bayas Colbur.
—Las ideales para resistir ataques Oscuros, aunque haya que agregarles una pizca de sal, sino el resultado será imposible de degustar —aprecia su Pokémon.
—Tú descuida, mi Maestro Gourmet —sonríe Will—. Conozco muy bien tus gustos culinarios que tengo medida esa parte. Me importa que pese a tu edad sigas siendo así de fortachón.
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—Fue hace 2 años que lo conocí, Ash, cuando tuve que viajar a una pasantía por la región Sinnoh —empieza a relatarle Serena—. De primera impresión me pareció una persona difícil de tratar.
—Ja, eso mismo me ocurrió cuando lo conocí —le confía Ash—. Él siempre ha tenido esa manera tan particular de tratar a los demás-
—Lo curioso es que cuando nos conocimos fue como si él tuviera un trato aparte para mí...
Y pasamos a observar un recuerdo del viaje de Serena por Sinnoh...
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—Oh... —Paul está absorto contemplando a Serena—. Mi... mi nombre es... Paul...
—¡Qué tal! Soy Serena —lo saluda sonriente nuestra heroína—. Vengo de Vaniville Town.
—Yo... yo vengo de la... de Veilstone City —tartamudea un poco Paul—. Oye, ¿tienes tiempo, digo... para tomar un café? Me siento algo agotado después de... de entrenar a mis Pokémon... y la verdad... quisiera charlar un momento con alguien antes de...
—¡No hay problema, Paul! —lo detiene la pelimiel—. Yo estoy esperando a un grupo con el que me reuniré para mi viaje.
—Vaya... Gracias... —se sonroja un tanto Paul, aunque intenta disimularlo y ambos se dirigen a una cafetería que está cercana a ese lugar, que resulta ser Jubilife City.
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—...y luego resultó que viajamos juntos por un tiempo, puesto que parte del trayecto que cada uno de nosotros tenía coincidía —sigue en su narración Serena—. Él iba rumbo a Solaceon Town para luego llegar a su natal Veilstone City mientras nosotras tomaríamos rumbo a Pastoria City, donde nos esperaban unas entrevistas.
—Bueno, hasta ahora no veo nada de raro en eso, querida —declara alzando los hombros Ash—. Más bien me parece extraño que Paul, siendo lo gruñón que siempre ha sido, fuera tan gentil contigo. Aun recuerdo que con la misma Dawn también mostraba su frialdad, no tanto como conmigo, pero sí la mostraba.
—Es que ahí es donde viene lo que me apena un tanto contarte, querido —subraya con pena Serena—. Fue mientras cruzábamos el río que atraviesa Mt. Coronet, que nos tomó por sorpresa algo inesperado...
Y una vez más pasamos a las memorias de Serena...
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—¡No puede ser! —se aterra Serena viendo cómo Delphox ha sido derrotada ante la furia de un Darkrai salvaje, en una batalla que se desarrolla en un ambiente muy ventoso.
—¡Espera, Serena! —llega de imprevisto Paul—. No voy a dejar que ese monstruo te haga daño. ¡Sal, Torterra!
—¡TERRAAAAAAA!
—¡Chicos, aguanten, ya vamos a ayudarles! —les avisa Zoey, quien viaja con ellos.
—No gastes energías —le pide secamente Paul—. Le daré una lección a este bribón yo solo.
—¡Uy, hombres! —se frustra Zoey mientras aun así corre para buscar quién pueda ayudarlos.
—¡TORTERRA, MEGA EVOLUCIONA!
En ese momento su poderoso Pokémon tipo Hierba/Tierra alcanza la Mega Evolución, mas Darkrai aprovecha el momento y ataca con un devastador Pulso Oscuro, el cual logra bloquear Torterra con algo de dificultad mientras completa su Mega Evolución.
—¡Ese Torterra es increíble! —exclama sorprendida Serena.
—Y espera a que veas cómo hace que este Darkrai se arrepienta de sus fechorías —le expresa sonriente Paul, como pocas veces suele vérsele—. ¡Torterra, Planta Feroz!
La imponente técnica más poderosa de Torterra logra dañar notablemente a Darkrai, mas éste logra salir del enredo y lanza un descomunal Hiper Rayo, el cual rompe el terreno sobre el cual están Paul y Serena, cayendo ambos de manera desafortunada, cuando en eso llega Zoey acompañada de Grace (quien va junto a ellos en ese viaje) y Dawn.
—¡HIJA, NO! —se lleva las manos a la cara angustiada Grace—. ¡Yo sabía que ese chico no le iba a traer nada bueno!
—Señora Zay, por favor —trata de calmarla Dawn—. No es momento para pensar en eso. Debemos rescatarlos.
—Oh, tienes razón, querida —reconoce la madre de Serena.
—Debemos actuar pronto —declara Zoey—. ¡Florges, surge!
—¡Floor!
—¡Usa Látigo Cepa y ayúdanos a bajar para rescatar a Serena y a Paul!
—¡Florges!
Mas afortunadamente y de manera inesperada, Serena y Paul caen de manera suave sobre la superficie de la cueva que se ha abierto producto del ataque de Darkrai.
—¿Pero qué ha pasado? —la pelimiel muestra desconcierto.
—No lo sé —dice Paul para luego...— ¡Pero mira eso!
—¡! ¡Es Cresselia!
Con su vívido pero sutil resplandor rodeándola, los chicos pueden observar a la Pokémon Lunar Cresselia, quien por lo visto los ha rescatado de una caída que podría haber sido fatal para ambos, mientras sale volando para confrontar a Darkrai.
—¡Espera! —intenta en vano detenerla Serena—. Oh, se ha ido.
—Y ahora debemos buscar cómo salir de aquí —expresa preocupado Paul.
—Espera, puedo oír voces desde arriba —escucha Serena—. ¡Parece que las chicas y mamá vienen por nosotros!
—No deberían arriesgarse —opina pensativo Paul—. Oye, Serena, por cierto... aprovechando el momento... ha... hay algo que quisiera... quisiera decirte.
—¿Y qué es? —pregunta su amiga.
—Pues, la verdad... ¡rayos!, no sé ni cómo explicarlo —señala algo nervioso Paul, un sentimiento poco común en el rival de Ash—. Pero creo que es mejor que te lo diga antes de que llegue el momento de que tomemos rumbos distintos.
—No lo entiendo, Paul —le dice confusa Serena—. Pero anda, somos amigos. Puedes contarme.
—Está bien... —toma ánimos el chico de Veilstone City—. ¿Sabes? Yo no soy alguien de ser de muchos amigos, o de andar con mucha gente, pero desde... desde el momento que te conocí, pues yo...
—¿Pues qué?
—Yo... siento que me has... me has cautivado.
—¿Qué? ¿De verdad? —Serena ha entrado en un claro estado de perplejidad.
—E... es curioso, pero jamás había sentido algo así por alguna persona en la vida —toma a la pelimiel de la mano—. Y... la verdad, es mejor que lo sepas ahora.
—Paul —queda conmovida y atónita Serena—. Yo... yo no sé qué decir... Es algo... tan repentino...
—Créeme que respetaré tu decisión —le expresa seriamente Paul soltándola—. Pero definitivamente insisto, no podía guardarme más esto. Nunca creí que yo...
—¡Serena! ¡Paul! —ya descienden las chicas y Grace, ante lo cual la madre de Serena reacciona algo negativamente al ver a su hija tan cercana a Paul—. Gracias al cielo están bien.
—Te dije que no debías preocuparte por nosotros, pero eres demasiado infantil —señala con algo de desdén Paul.
—¡Pero qué tipo tan irritante! —declara molesta Zoey—. No por nada sigues de Zigzagoon solitario.
—Ja, lo dice "la que le llueven las citas" —expresa sarcásticamente el rival de Ash.
—¡Ay, ahora sí le retuerzo el pescuezo! —monta en rabia Zoey y se dirige hacia Paul pero entre Grace y Dawn la detienen—. ¡Suéltenme, Dawn, señora Zay!
—No le hagas tanta mente a lo que Paul diga, Zoey —le pide con sonrisa nerviosa Dawn—. Ya sabes que es solamente su forma de ser por fuera, pero dentro de sí es totalmente diferente.
—¡Bah, se comporta tan patética! —se cruza de brazos molesto Paul y mira hacia otro lado.
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NOTA DEL AUTOR: prosigue la lectura cuando la primera nota de piano en esta MARAVILLOSA canción inicie :)
—¿De manera que Paul se te declaró? —queda asombrado Ash—. ¡Jaja! Me cuesta imaginarme a ese bribón casi como ido ante ti.
—Pues así pasó, querido —continúa Serena algo cabizbaja—. Lo malo es que no le respondí nunca a su declaratoria, y es por lo que temo un tanto si nos volviéramos a encontrar y...
—Pero amor —la toma de la barbilla Ash para verla a los ojos—. Él debe entender que la vida prosigue, y que hoy día entre tú y yo hay un lazo muy fuerte que nos une.
—Lo sé, pero sea como sea, Ash —le manifiesta algo angustiada Serena—, me dolería si le rompiera el corazón a alguien, sea quien sea.
—Vamos, no vi que te pusieras así cuando Tierno se ponía todo meloso contigo —le recuerda risueño Ash.
—Ay, pero Tierno es otra cosa, Ash —señala la reina de Kalos.
—Entonces, ¿querrás decir que tú... sentiste en ese momento... algo... por él? —le pregunta Ash mostrando mucha curiosidad.
—¿Te soy sincera? —le dice aun más penosa su novia—. Sentí por un momento algo dentro de mí, como una lucha muy fuerte. Y no entendía por qué. Puesto que Paul nada más era para mí un amigo, un buen amigo. Notaba que él era diferente conmigo respecto a las demás personas. Pero de igual forma siempre en mi corazón te tenía a ti muy presente. No por nada sigo llevando el listón que me regalaste en Coumarine City, el cual cuido con todo esmero, además de llevarlo cerca de mi corazón.
—¿Podrás creer que no fue sino hasta como 3 meses después de que nos separamos, que me di cuenta de lo que significaba eso? —le relata con pena Ash—. ¡Dios, tú me mostrabas de esa manera tan sutil lo que representaba para ti y nunca lo noté!
—Y créeme que entiendo que así fuera, Ash —le declara Serena—. Como te dije el día que nos reencontramos aquí en Orre, apenas éramos niños de 10 años en ese entonces. No es algo raro que un niño de tu edad aun no comprenda las cosas del amor, más si se es alguien tan dedicado a sus sueños como siempre lo has sido tú.
—Eso es cierto —advierte sonriente Ash—. Pero bien, yo considero que no deberías preocuparte. ¡Qué sabrás si nuestro amiguito Paul no habrá encontrado ya el amor también! Parecerá un imposible —se le escapa una carcajada algo ahogada—, pero si él logró ser conmovido por tu forma de ser, amor, no dudo que puede haber una estrella en este mundo que alumbrará también su senda. Paul será lo que uno quiera pensar que es, pero en el fondo sé que no es mala persona. Simplemente que estuvo mucho tiempo resentido por la forma en que su hermano Reggie abandonó su carrera de Entrenador Pokémon sin más. Para él fue algo doloroso, casi como si le hubiera pasado a él en carne propia.
—Vaya, no conocía esa parte de su historia —comprende Serena—. Eso dice mucho sobre él. Pero Ash, por lo visto no te molesta que hayamos convivido él y yo un tiempo, y que él haya mostrado interés en mí.
—¿Por qué habría de molestarme, querida? —la toma con cariño del rostro y une su frente a la de ella—. El pasado no tiene por qué determinar nuestro porvenir en ninguna manera. Imagínate si yo hubiera llegado a Alola arrastrando los fantasmas de 6 Ligas Pokémon en donde no logré mi objetivo final. ¡No, Serena, ese no sería yo! Mirar al pasado nunca ha sido mi especialidad y por eso es que logré avanzar hasta llegar a este momento y este lugar. Y ahora estando acá, en este hermoso parque, con esta brisa tan deliciosa que nos llega gracias a esos sistemas de ventilación de allá —y señala los mismos— y habiendo aclarado gracias a la decisión que tomé allá junto al río artificial en aquel hermoso atardecer, de confesarte lo que siento por ti, no me queda más claro otra cosa que contemplar junto a ti el deslumbrante futuro que de seguir juntos nos espera a ambos. Siempre he pensado en algo así, amor: la vida nos espera, y nos toca a nosotros ir por ella. ¿No lo crees?
—¡Jajajaja! ¡Ay, Ash! —se ríe tapándose la boca Serena.
—¿Qué? ¿Sonó a chiste del programa de radio de la mañana? —le pregunta confuso Ash.
—No, querido —le responde su amada—. Es que eso que acabas de decirme ha sonado tan profundo. No parece ser Ash Ketchum de Pallet Town quien me lo ha dicho.
—¡Ay, vamos, Serena! —baja la cabeza Ash algo acongojado—. No me digas que te uniste al clan de los que piensan que soy un bobo.
—No, no es eso, mi bello Maestro Pokémon —le quita la gorra y le desordena el pelo con cariño—. Es que siempre has sido alguien sencillo en tu manera de expresarse y ahora me has dejado casi que sin habla al escucharte. Y a la vez me ha dado gracia que seas tú quien se exprese así.
—Oh, bueno, la verdad sí, creo que hasta yo debería reírme de mí mismo por un momento de iluminación tan inusual, ¡jajaja! —advierte sonriente Ash abrazándola.
—Me haces tan feliz...
—Y tú a mí...
Las campanas de la torre principal del distrito empiezan a sonar en ese momento, mientras la gente sigue movilizándose por las calles del distrito, y se aprecia a niños correteando acompañados de Pokémon como Meowth, Purrloin, Rockruff mayormente, y otros con Slurpuffs y Aipoms, mientras Serena y Ash se levantan para contemplar su reflejo en la fuente del parque, donde reposan en su agua varios Swanna, y ambos jóvenes se acarician mutuamente el cabello para fundirse en un muy enternecedor beso al alzarse los Pokémon cisne en vuelo, dejando tras sí un rastro de plumas que lentamente van cayendo.
—Ya veo, gracias, Pikachu —le dice Alakazam al ratón eléctrico mientras llega con Ash y Serena—. Chicos, su tutor me mandó a ver qué se habían hecho.
—¿Ya es hora? —lo mira extrañado Ash para luego fijarse en el reloj de su Xtransceiver y...—. ¡Cielos, faltan 5 minutos para las 12!
—Creo que nos falló tu reloj biológico hoy, mi niño comelón —le dice Serena jalándole con ternura la mejilla izquierda.
—Es que tú haces que hasta eso se me detenga —expresa sonrojado Ash.
—Ah, lo bello de los romances —alza los hombros Alakazam—. Sujétense de mí, mis Wingull enamorados. Llegaremos más pronto de lo que Bolt llega a la línea de meta.
—¡Espera, Alakazam! —lo detiene Serena—. Hay que llevarnos mis compras.
—Me vas a obligar a sacar el furgón que tu maestro tiene en mi zona interdimensional, muchachita —se cruza de brazos resignado Alakazam viendo el tamaño de la compra mientras echan a reír ambos novios.
Una mañana de compras y con revelaciones de Serena hacia Ash sobre el por qué ella se incomoda de cierta manera cuando oye hablar sobre Paul, han sido parte de lo que les ha traído el día de hoy a nuestros héroes, quienes siguen su travesía a lo largo del Under, mientras la reina de Kalos ya avista su presentación en el distrito Hada, la cual ella añora sea inolvidable, sobre todo para su amado Ash. ¿Tendrá éxito en ello Serena? Solamente dinos, que te podemos guardar butaca en primera fila para cuando el momento llegue en este recorrido por la gran región Orre.
TO BE CONTINUED...