POKÉMON - LOS PRIMEROS PASOS DE UN MAESTRO
EPISODIO 39: PERR, EL MAESTRO DE LAS MÁQUINAS
Nuestros amigos finalmente han llegado a Gateon Port, donde han conocido a Miror B, el famoso bailarín que fue parte en el pasado del siniestro sindicato Cipher, y que ahora trabaja en colaboración con el Team Plasma, del cual no hay muchos datos sobre su resurgimiento. Miror B ahora maneja Realgam Tower, misma que recuperó de manos del Team Doom, y además es el líder del Coliseo final de la región Orre.
Ash y Serena tuvieron un momento muy romántico en el muelle del puerto, para luego enfrentar un nuevo ataque de Jessie, James y Meowth, mismos que fueron repelidos por Perr, el joven que ayudó unos días antes a ONBS en el Under, y luego a Chobin cuando se dirigía a Campus Town.
Esa noche en el hotel de Gateon Port...
—¿Entonces no está el Profesor Oak, Tracey? —Ash conversa a través del videófono con su gran amigo investigador con el cual viajó por las Orange Islands.
—No, amigo. En estos momentos ha emprendido el viaje a Almia, donde supuestamente han ocurrido avistamientos de Mew. Esta totalmente decidido a darle captura. Gary lo está acompañando, pero dice que solamente podrá hacerlo por unos días, y espera que sea suficiente como para poder hallarlo, pues tiene otros pendientes en Unova —le comenta Tracey.
—Es cierto, cuando partí para Orre él me dijo que no pudo viajar a Castelia City porque al parecer hubo un problema con el Royal Unova, que al parecer fue invadido por una mafia de O... —Ash piensa en eso—. ¡Cielos! ¿Será que el Team Doom atacó el Royal Unova entonces? Espero que no hayan prevalecido allá en esa región —concluye con suma preocupación.
—Amigo, según me he enterado, Miror B, el famoso bailarín de Orre, ayudó hace unos días a recuperar además de Realgam Tower, el Royal Unova —manifiesta Tracey—. Han sucedido cosas muy llamativas últimamente.
—Lo sé —declara Ash con algo de desdén recordando cómo Miror B y sus compañeros se burlaron de Pikachu—. Igual no creo que deberíamos confiarnos con ese tipo.
—Ahora cuéntame, Ash —le dice Tracey—, ¿cómo ha estado tu viaje por la región Orre? Pude ver hace unos días por ONBS que ganaste en el Coliseo de Pyrite Town, fue una grandiosa batalla. Tu mamá casi lloró con el dramático final que tuvo.
—Jaja, es cierto —manifiesta sonriente el campeón de Alola—. Fue un gran combate el que sostuvimos Silva y yo con ayuda de nuestros Pokémon. Él es un increíble entrenador, sus Pokémon son muy poderosos, en especial su Skarmory.
—Hablando de otras cosas —prosigue Tracey—, me enteré de que un viejo amigo nuestro también está recorriendo Orre.
—¿A quién te refieres, Tracey?
—Bueno, te daré una pista: es un gran cocinero.
—¡No me digas que Brock está...!
—¿Con quién hablas, amor? —llega Serena.
—Oh, cielo, llegas en buen momento —la recibe feliz su novio mientras Tracey observa intrigado a través de la pantalla—. Tracey, amigo, te quiero presentar a mi novia Serena Zay. Serena, él es Tracey Sketchit, un gran dibujante e investigador Pokémon. Él me acompañó durante todo el viaje por las Orange Islands.
—Mucho gusto, Tracey —lo saluda Serena.
—Igualmente, Serena. Vaya, me alegro mucho por ti, amigo Ash —manifiesta sonriente Tracey.
—Gracias, amigo —le dice sonrojado y feliz nuestro héroe.
—¡Scizor! —se ve a un Scizor aparecer en pantalla saludando.
—Oye, amigo, ¿ese no es tu Scyther? —le consulta Ash.
—Sí, ayer pude evolucionarlo en Scizor, y me siento muy feliz por eso —le comenta con una gran sonrisa el investigador.
—Siempre ha sabido que tienes un gran potencial como entrenador Pokémon, pero entiendo que has decidido tomar el camino más acorde a ti, Tracey —le manifiesta orgulloso Ash—. Por cierto, mañana espero ganar mi tercera insignia.
—Y sé que la ganarás, corazón —lo toma Serena del rostro con cariño.
—Gracias, querida —le recibe el cariñito Ash—. A propósito, Tracey, ¿entonces Brock está en Orre también?
—Adivinaste, compañero —lo felicita Tracey—. Está viajando con el grupo del Maestro Bruno. Parece que quiere consolidar sus credenciales como doctor Pokémon en Campus Town.
—Entonces posiblemente lo vea pronto —comenta Ash entusiasmado.
—Chicos, quiero que tengamos ahora una sesión de regeneración en el spa todos —les avisa Will.
—¡Genial idea, Maestro! —manifiesta Serena—. Casi que siento que se me ha acumulado mucha fatiga con todo lo que llevamos de viaje.
—Yo igual, Serena —añade Ash—. Es bueno viajar y seguir con nuestras metas, pero también hay que cuidar la parte física. Y creo que nuestros Pokémon también lo necesitan.
—En especial los tuyos, que les espera una fuerte batalla mañana —le dice Serena apretándole los hombros con cariño.
—Bueno, Ash, me alegra volver a hablar contigo —le dice Tracey— y me hace feliz verte con una pareja tan linda. Espero que no te moleste que te diga eso, pero así es.
—Para nada, Tracey —le responde Ash con una gran sonrisa—. Por favor saluda al Profesor Oak y a Gary cuando regresen.
—Lo haré, amigo. Por favor cuídense mucho y gana esa Liga por el honor de la región Kanto, Ash.
—¡No dudes que lo lograremos, Tracey! ¡Nos estamos hablando!
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Y al día siguiente, con el revoloteo de los Wingull y Pelipper en el océano, el asomo de una escuela de Wailmers guiados por un imponente Wailord y el canto de un Dodrio a la distancia, nuestros amigos inician un nuevo día.
—Muchachos, ¿qué tal si vamos un rato a la playa antes de desayunar? —les propone Will que está con su traje de playa.
—¡Sería genial, Maestro! —declara entusiasmado Ash.
—¡Voto por eso! —añade Serena.
—Igual yo —proclama Hilda.
—No puede uno visitar una playa si no disfruta el estar en ella con un chapuzón en el mar —añade N.
—Y luego disfrutar de unas deliciosas bayas Watmel a la sombra de una palmera —menciona Raoul.
—Yo quiero volar al lado de los Wingull como lo hacía en nuestra tierra, amigo —le dice Cantor.
—Habrá tiempo para todo eso, chicos —les manifiesta Will.
—Pero no perdamos más tiempo y vayan a cambiarse, niños —los invita Alakazam, a lo cual todos acceden y corren a sus alcobas para cambiarse.
Tras un rato...
—¡Oh, Se-Serena! —Ash está boquiabierto, Pikachu igual. La reina de Kalos hace aparición con un elegante vestido de baño de una pieza que resalta la belleza que ha adquirido con los años.
—Te dije el día que partí a Hoenn que te encantaría la chica hermosa en la que me convertiría cuando nos volviéramos a ver, Ash —declara sonriente y orgullosa Serena.
—Sabía... que-que te verías aun más linda... pero... pero nunca imaginé que... ¡TANTO! —y cae al piso con los ojos en forma de corazón, a lo cual su amada ríe tiernamente y lo ayuda a reincorporarse.
—¿Listos, chicos? —reaparecen Hilda y N tomados de la mano.
—¡Vaya, Serena, te ves espectacular! —manifiesta Hilda.
—Jeje, gracias, amiga —responde sonrojada la pelimiel.
—Vamos, Raoul, démonos prisa —lo apresura Cantor.
—Tranquilo, compañero —sale Raoul con unas gafas de sol—. Estoy listo, amigos.
—Bien —aparece con su teletransportación Will junto a Alakazam—. ¡El último en llegar se gana el premio al Slugma del año!
Y todos corren animosos y felices rumbo a la playa.
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Luego del buen rato en el mar, nuestros amigos han regresado al hotel y se han vestido nuevamente. Ash y Serena van a visitar a Perr en la tienda de maquinarias de su abuelo.
—Ash, Serena, me alegra mucho verlos por acá hoy —los recibe Perr.
—Gracias, amigo. Te prometimos venir y acá estamos —le responde Ash.
—¿Así que aquí trabajas, Perr? —menciona Serena—. Vaya que es una tienda interesante para estar en un lugar así.
—Pika-pi —agrega Pikachu mientras se pone en frente de él un Klinklang.
—¡Klinklang!
—¡PIKAA! —Pikachu cae de espaldas sorprendido por el recibimiento de Klinklang.
—¿Klin? —Klinklang está algo apenado.
—Oh, creo que lo tomaste por sorpresa, Klinklang —declara sonriente Perr.
—¿Ese Klinklang también es tuyo, Perr? —le consulta Ash.
—Así es, amigo —le contesta con orgullo Perr—. He viajado mucho por el mundo este último año y gracias a eso pude conseguir a mi Magnezone y a mi Klinklang, que por cierto esperan darte una buena batalla mañana en el Coliseo de Citadark Isle.
—¿En el Coliseo? —observa extrañada la pelimiel.
—¿No me digas que...? —pregunta Ash.
—¿Pikachu-Pika?
—En efecto, jovencitos —entra a la tienda un anciano de porte gentil, sombrero verde lima y playera anaranjada—. Mi nieto Perr desde que volvió a la ciudad y pudo arreglar ciertos problemitas que tuvo con las autoridades ha tomado el liderato del Coliseo, misión que tuve durante 1 año mientras él anduvo vagabundeando por el mundo. Un gusto conocerlos, muchachos, mi nombre es Makan, y como ya les dije, soy el abuelo de Perr y administrador de la tienda de maquinarias más popular de Orre.
—¡No andaba vagabundeando, abuelo! —le dice con vehemencia Perr—. Sabes que anduve viajando junto a Rangers en búsqueda de limpiar mi buen nombre, que injustamente fue manchado.
—¿A qué te refieres, Perr, si se puede saber? —le pregunta Serena.
—Bueno, es que tuve un enredo legal gracias a esos farsantes de Cipher. Afortunadamente tras 1 año de investigaciones y después de demostrar que no tuve implicaciones en eso y que soy una persona de total confianza, pude limpiar mi prestigio —declara con orgullo Perr.
—Vamos, nieto querido, no te tomes tan a pecho los juegos de palabras de tu viejo abuelo —manifiesta risueño Makan—. Nosotros los viejos solemos decir "vagabundear" a salir por el mundo en un viaje muy largo.
—Eso es cierto —comenta Serena—. Mi abuelita cuando volví a Kalos hace 2 años después de mi viaje por Hoenn me dijo —imita las gesticulaciones de su abuela—: "oye, hijita, ¿cómo te fue en tu vagar por esas exóticas playas de Hoenn?". Me sentí tan apenada en ese entonces, ¡jaja!
—Los abuelos pueden ser algo de bromas pesadas —agrega Perr—, pero sin dudas son personas que merecen todo nuestro afecto, y al mío lo quiero como si fuera mi padre —cambia a una expresión algo triste—, que en paz descanse.
—Oh, lo lamento mucho, amigo —le dice con total empatía Ash.
—Pika...
—Bueno, pero por fortuna tengo a mi abuelo, que gracias a él sé todo lo que tengo de conocimiento en maquinarias, chicos —les comenta con garbo Perr—. Si algún día tienen problemas con máquinas, no duden en llegar conmigo. No hay nadie en Orre que repare desde armatostes viejos hasta maquinarias sumamente complicadas como mi abuelo y yo.
—Es cierto —añade Makan—. Ayer andaba nuevamente en la mansión de mi gran amigo el Dr. Kaminko ayudándolo con una de sus más recientes invenciones.
—¿El Dr. Kaminko? —pregunta Serena—. A su mansión era donde se dirigía el grupo de la Maestra Prima. Ella iba a dejarle un sobre con una encomienda muy importante del Gran Maestro Lance.
—¿Lance, Serena? ¿Te refieres al mismo que es parte de los Hombres-G Pokémon y es el gran campeón de los Elite de la región Kanto? —Ash le consulta a su amada.
—Ese mismo, Ash, que además es el esposo de la Maestra Prima —explica la reina de Kalos.
—Hablando de otras cosas, Serena, ¿de casualidad no eras tú la chica que participó hace unos días en el Gran Festival de Modas y que dio una asombrosa presentación? —le pregunta Perr a lo cual la pelimiel asiente a su pregunta—. Mi abuelo y yo vimos ese espectáculo, ¡fue algo maravilloso! Ese mismo día regresé a Orre después de tanto tiempo. Ash, debo decirte, tu novia es una increíble artista, al igual que sus Pokémon.
—Lo sé, amigo —declara con orgullo Ash—. Serena es una gran artista y también una increíble entrenadora de Pokémon. Estoy seguro que si alguna vez se decide a tomar el reto de ser entrenadora Pokémon, lo superaría con creces.
—¿Tú crees, cielo? —se vuelve a él extrañada Serena.
—No cabe dudas —le dice con un guiño—, ¿no es así, Pikachu?
—¡Pika-pi!
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—¡Mamma mia! ¡Pero si mis ojos no me engañan! ¡Tú... tú eres... Ra... RAOUL DAMASU! —explota en asombro el dueño de la disquera Orre Records, Mikki Jussi.
—Para servirle, señor Jussi, y él es...
—¡EL GRAN CANTOR! ¡PRODIGIO ENTRE TODOS LOS CHATOT DE LA HISTORIA! —declara aun más extasiado Mikki—. ¡No puedo creerlo! ¡Dicen que las bendiciones caen del cielo, pero nunca creí que fueran tantas! —y se pone el antebrazo derecho en su frente haciendo gesto de sollozar—. ¡Oh, caro mío, no soy digno!
—¿A qué se refiere, señor Jussi? —le pregunta con curiosidad Raoul.
—Qué tipo más peculiar, Raoul —le susurra Cantor, mirando perspicazmente al dueño de la disquera.
—¡Que no soy digno de tener a un artista de tan grandioso potencial en esta mi disquera! Pero vamos, ¡pasa!, aprovechemos que el día es joven para tenerte aquí. Dime, ¿podrías darme una pequeña muestra de tu arte, aunque sea pequeñita, tan sólo unos 30 segundos?
—Eso y más, señor Jussi, me honra muchísimo el concepto que tiene de mí, de verdad —manifiesta con orgullo y un poco ruborizado el joven del afro mientras pasa dentro de la compañía disquera.
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—Te traen nostalgia las playas, ¿no es verdad, Willy? —le pregunta Alakazam a su entrenador, que desde el balcón de su alcoba observa el panorama del puerto.
—Lo que me traen son mayores ansias de que esto acabe, compañero —manifiesta apretando los puños Will—. Si no fuera por ese farsante de Lucian, Karen y yo estaríamos disfrutando un panorama así sin ninguna complicación.
—Recuerda lo que Roland y Fateen te dijeron, amigo —le recuerda Alakazam.
—No sé, Alakazam, no quisiera sentir este resentimiento que tengo contra él, pero tú no lo entiendes, amigo. Son años de que ese cretino se aprovecha de mí. ¡No sabes cómo celebré cuando Cynthia pisoteó y barrió el suelo con su orgullo!
—Me di cuenta. Karen me dijo que casi saliste a celebrar sin camiseta por las calles de Indigo Plateau cuando te corrieron el chisme.
—Jaja, si te ofrecieran un trabajo en un diario sensacionalista serías el editor principal, Exagerador de Recuerdos —ríe Will—. Oh, Alakazam, pese a que a veces quisiera que no nos uniera ese cordón umbilical que siento que nos ata desde aquel día en Pallet Town, creo que esa fue la mejor decisión que pudo tener mi padre conmigo...
En eso Will tiene un recuerdo de su estancia en Pallet Town...
"—¡Hijo! Sabía que estarías aquí en Pallet Town —aparece el padre de Will con su teletransportación.
—¡Papá! ¿Cómo supiste que estaría aquí? —Will está emocionado.
—Bueno, sabes que Alakazam conoce dónde están todos los de la familia y me pasó el santo —declara sonriente el padre de Will mientras Alakazam (que en ese entonces no estaba Mega Evolucionado) aparece con un cargamento de caramelos.
—Y como sé que te gustan los dulces, mi joven amiguito, traje para ti y todos tus amigos, además de una sorpresa... ¡más historias qué contar!
—¡WOW! ¡Tus historias son lo máximo, Alakazam! ¡Thomas, Trevor, Delia! ¡Vengan, les quiero presentar a mi padre y a mi amigo Alakazam!"
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"Un tiempo después en Unova, más precisamente en Nuvema Town...
—¿Pero estás seguro, papá?
—Claro, hijo, sé que él te será de gran ayuda en tu viaje. ¿Quieres ser el mejor, no es así?
—¡De hecho, papá! Ya he fracasado 4 veces en mis intentos de ganar una Liga Pokémon. La verdad no lo entiendo, llego a las finales siempre pero la suerte me ha jugado en contra. A veces quisiera renunciar a...
—Amigo, las renuncias son solamente para los fracasados —aparece Alakazam—. Intuyo que no quieres pertenecer a ese club, ¿o sí? —lo vuelve a ver con su mirada penetrante.
—¡Para nada, Alakazam! ¡Bienvenido a mi equipo! ¡Gracias, papá! —y Will abraza a su padre."
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—Jaja, estaba tan emocionado de tenerte conmigo —recuerda Will—, pero luego no sabía lo que me esperaba...
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"Vemos a Will de 14 años...
—¿Tienes que ser tan pesado con tus bromas, Alakazam?"
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"Ahora Will de 17 años...
—¡Qué gracioso, Lengua de Bufón!"
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"Will en medio de una neblina al lado de una chica que solamente se ve su silueta, pero se nota que es muy bella.
—¿Aceptas mi propuesta, Karen?
—Con todo el gusto del mundo, Will. Eres el hombre de mis sueños.
Y cuando están a punto de sellar su pacto con un beso de amor...
—¡Traje las viandas para celebrar, chicos!
—¡No, ya apareció el Maestro de la Indiscreción a las 12! —reclama cabizbajo Will, mientras Karen ríe cómplicemente."
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—Luego vino el momento en que pude Mega Evolucionarte por fin, amigo...
"—¡Tengo un nuevo truco esta vez, Tobias! ¡ALAKAZAM, SUPERA LOS LÍMITES QUE TE IMPONE LA EVOLUCIÓN, ALCANZA EL MÁXIMO NIVEL PSÍQUICO Y MEGA EVOLUCIONA EN ESTE MOMENTO!
—¡No puedo creerlo! —declara Tobias, el gran cazador Pokémon que venció a Ash en las semifinales de la Liga Sinnoh—, pero no puedo rendirme. ¡Al ataque, Darkrai!"
—Jaja, fue mi gran debut —recuerda sonriente Alakazam—. Lamentablemente también fue una dolorosa derrota. Ese Tobias es alguien realmente asombroso.
—Un completo fuera de serie, no cualquiera tiene Pokémon tan masivamente poderosos en su equipo —confiesa Will—. Lo curioso es que después de eso nunca has dejado de tener la Mega Evolución activada.
—Yo me pregunto, chico, ¿será por mi edad que eso pasa?
—No te había contado, Alakazam, pero recientemente recibí un correo de un tal Dr. Kaminko, quien está interesado en analizarte en persona, me pidió que pasáramos a su mansión después de dejar Gateon Port. ¿Qué dices? Tú siempre has sido un interesado en aportarle a la ciencia.
—No es mala idea, muchacho —le hace ver su Pokémon—. Así me sacaría también de la duda. Vaya, ¡quién diría que tras más de 2 milenios de vida sobre esta vieja roca flotante en el universo, una particularidad mía me tuviera dándome jaquecas del por qué de la misma!
—Parece que es una revancha que la vida se está tomando tras tantos años que he tenido que soportar tus indiscreciones, Don Bromas Cursis —declara triunfante Will.
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—De acuerdo, Ash. A las 10 am será la cita mañana en el Coliseo. Puedes tomar en el muelle el catamarán que te llevará a la isla. Yo te estaré esperando, mientras tus amigos pueden ir aparte en otro catamarán.
—¿No podemos ir juntos, Perr? —le consulta Ash.
—Es que el retador debe entrar por una entrada especial, amigo —le explica Perr—. Es una costumbre que tenemos en la región manejar el estilo de entrada tanto del retador como del líder teniéndolos aparte del público.
—Comprendo —acepta Ash.
—Pero me deja sorprendida tu labor, Perr —manifiesta Serena—. Tus Pokémon te ayudan demasiado en las labores que desempeñas.
—Es cierto, Serena —admite Perr—. Magnezone es nuestra confiable fuente de energía alterna por si algo pasara con el fluido eléctrico en el puerto, mientras Klinklang se encarga de que los mecanismos estén en correcto funcionamiento.
—Ambos Pokémon son una mina de oro —se oye una voz conocida desde lo alto.
—Y como tal solo pueden pertenecer a un interesado —otra voz muy familar también.
—¡El Equipo Rocket!
Tras esa declaración, se ve un par de tenazas con forma de jaula, que capturan a Klinklang y Magnezone, mientras una tercera separa a Pikachu de Ash.
—¡PIKAA!
—¡MAGNEZONE!
—¡KLIIIIN!
—¡Oh no, mis Pokémon!
—¡Pikachu, no!
—¡Es el colmo, estos tipos no saben perder!
—¿Que si no sabemos perder, dice la boba? —comenta con voz algo frustrada Jessie desde el famoso Globo Meowth.
—¡Llevamos más de 1000 derrotas y casi el doble o triple de viajes aéreos! ¡Ojalá tuviéramos un plan de millas por cada vuelo que hemos tenido! —señala haciendo voz dramática Jamemes.
—¡Pero dice un viejo adagio que el que persevera alcanza! —declara triunfante Meowth.
—¡Wobbuffet!
NOTA DEL AUTOR: ahora toca esta versión para acompañar el momento :D
—Por lo tanto... ¡prepárense para los problemas en este día soleado en la playa!
—¡Y más vale que teman, si no quieren que me vaya!
—¡Para proteger al mundo de la devastación!
—¡Y unir a los pueblos dentro de nuestra nación!
—¡Para denunciar los males de la verdad y el amor!
—¡Y extender nuestro reino hasta la tierra de Nunca Jamás!
—¡Jessie!
—¡Jamemes!
—¡El Equipo Rocket ejerciendo la vieja labor de la piratería a la velocidad de la luz!
—♫ ¡Mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria la mar! ♫
—¡Wobbu...!
—¡Sáquese, grumete, o lo tiro a los Sharpedos! ¡Meowth, así es!
—¡Más les vale devolver ahora a esos Pokémon o se las verán conmigo! —les hace ver Serena furiosa mientras alza su puño en señal de amenaza.
—¡Jaajajajaja! Dejé de oír las regañadas de mi madre hace años, niñita dulce. ¿Qué te hace creer que te escucharía tus cuitas? —se burla Jessie.
—Cuando veas lo que tengo preparado para ti dejarás de reir, Jessie. ¡Te elijo a ti, Altaria!
—¡Altaria!
—¡Espera, Serena, déjanoslo a nosotros! —aparecen N e Hilda.
—¡Amigo Braviary, explota ese globo!
El majestuoso Braviary amigo de N vuela y con sus garras agujerea el globo... ¡Un clásico! ^_^.
—¡AAAAAHHHH, ECHEN PAJAAAAAAA!
Tras la caída, nuevamente los Pokémon capturados quedan libres.
—¡Bien, Pikachu, ya estás libre, amigo!
—¡Pi-Pikachu!
—¡Grrrr! ¿Creen que nos han vencido, manada de bobos? ¡Sal, Bewear!
—¡Wearrrr!
—¡Órale y a picotearlos más que un queso Cheddar, Cacturne!
—¡Turne!
—¡AAAAHHHH! ¿Qué no ves que no me puse la armadura para que me des los apapachos? —le reclama James mientras Cacturne lo tiene alzado en brazos.
—¡Ya deja de jugar, James, que si no le llevamos algo rápido al jefe nos va a llevar la siete diablos como no te cuento! —ordena el Chimuelo.
—¡Voto por eso, Meowth! ¡Bewear, Superpoder!
—¡No se deje, mi bola de agujas, y use Brazo Aguja!
—¡Pulso Dragón, Altaria! —ordena Serena, con lo cual manda a volar a ambos Pokémon encima de sus entrenadores.
—¿Qué el guionista no tiene más originalidad que para aplastarnos con nuestros Pokémon? —reclama frustrado James.
—Somos tan víctimas de un libreto como protagonistas de otras series populares del momento —agrega uniéndose a su sentir Jessie.
—Pero sea como sea debemos dar la lucha, tontos —los exhorta Meowth.
—¡Wobbu!
—¡Magnezone, Klinklang, ya saben qué hacer!
—No, Perr. Quiero deshacerme de ellos a la manera antigua —declara Ash, mientras Pikachu vuelve a ver al Equipo Rocket con esas miradas que asesinan.
—¡Ay, pero que bellos ojos tienes, ratita! —le dice con voz medrosa James.
—¡Ya, ájale jaleo! ¡O atacan ustedes o yo le caigo a la reta! —se desespera Meowth.
—Equipo Rocket, quiero que conozcan... ¡la nueva versión de mi Pikachu!
Y de esta manera, Ash y Pikachu se unen en batalla para provocar la Simbiosis Afectiva.
—¡Qué diablos es eso! —Perr queda impresionado viendo esa transformación.
—¡Dales lo suyo, Ash! —lo apoya Serena.
—¡Ya basta, aunque tenga esa gorrita ese Pikachu, será nuestro! —se impacienta también Jessie.
—¡Wobbuffet!
—¡Brazo Picón, Cacturne!
—¡Superpoder, Bewear!
—¡Pikachu, Trueno ahora!
—¡Pika-CHUUUUUUUUUUUUUUUUUU!
—¡Aaaaahhhh, que le hagan a esa rata hepática el doooopiiiiiiing! —grita James retorciéndose.
Y así, los 3 villanos alzan vuelo... again...
—¿Qué no hay un sindicato que nos proteja de la villanía tan perversa de escritores que no nos dan ni un margen mínimo de triunfo? ¡Ya parecemos el Cruz Azul! —se frustra notablemente James haciendo algo de drama y gesticulando mucho.
—Pues debemos seguir intentando, llorón —lo exhorta Jessie—. Los Cachorros lucharon más de 100 años para lograr ser campeones de las Grandes Ligas.
—Y pensar que solo un triunfo y ya seríamos campeones... —lloriquea Meowth.
—¡EL EQUIPO ROCKET HA SIDO VENCIDO OTRA VEEEEEEEZ!
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—¡Bien, Ash, lo hiciste! —brinca Serena mientras va hacia su amado cuando...— ¡AAAAAAHHHHH!
—¡No, Serena!
—¡Aaahhhh, me duele muchooooo! —cae sentada en el suelo la pelimiel tomándose el pie.
—Déjame ver —va Ash hacia ella, en eso se ve correr un pequeño Skorupi que estaba enterrado bajo la arena.
—¡Cielos, parece que accidentalmente Serena pisó el aguijón de ese Skorupi! —exclama preocupado Perr mientras corre a la tienda—. ¡ABUELOOOO, NECESITAMOS AYUDAAAA!
—Serena, cielo, ¿estás bien? —Ash recoge en su regazo a Serena, que empieza a respirar con dificultad.
—Ash... no... no me siento... bien...
—¡Oh no, el efecto del veneno de Skorupi está surtiendo efecto! —observa alarmado nuestro héroe.
—¡Iré por el Maestro Will! —les dice N, pero no hizo falta, Will aparece en ese preciso momento.
—No es necesario, amigo. Alakazam ya me enteró, y ya trae al médico del puerto.
—Gracias, amigo Alakazam —le dice el doctor a Alakazam que ha aparecido junto a él en la escena—. Déjenme revisar a la paciente... Veamos... —examina la planta del pie de Serena—. Oh, no, fue una herida profunda. Afortunadamente llegamos a tiempo...
—Ash... querido... —se desvanece Serena.
—¡Serena, respóndeme, por favor, SERENA! —Ash está desesperado.
—Amigo, por favor tranquilízate, Serena estará bien, te lo prometo —le pide el doctor.
—Pero, doctor... —le dice Ash con angustia.
—Ash, amigo, vámonos, dejemos trabajar al doctor —le dice Hilda.
—No, no quiero dejarla, Hilda —se niega Ash.
—Por favor, Ash, no puedes hacer nada ahora —lo toma N y junto a Will se lo llevan.
—¡Serena, resiste! ¡SERENAAAAAAAAAA!
—Pika... —Ash mira con tristeza a Serena, quien está pálida mientras está arrecostada en la arena colindante a la tienda de Perr, al momento que llega la ambulancia.
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Esa tarde en el hospital de Gateon Port, nuestros amigos están con Serena en su habitación. Ya muestra algo de mejoría.
—Nos diste un gran susto hoy, Serena —manifiesta Will.
—Pika-Pika —añade Pikachu subiendo al regazo de Serena.
—Lo siento, Maestro, Pikachu —les dice la pelimiel mientras abraza a Pikachu—. Pero creo que debo estar internada al menos 1 día.
—¿En serio? —le dice Ash con tristeza.
—Sí, Ash —aparece el doctor—. Afortunadamente pudimos aplicar a tiempo el antídoto contrarrestante del veneno de Skorupi en Serena. Ella es una chica muy sana y le ayudó también a resistir el veneno. Pero su sistema nervioso ha quedado algo afectado, y la recomendación médica es que tome reposo por lo menos hasta las 9 am de mañana, que la revisaremos y posiblemente la daremos de alta. No dudo que así será, esta chica tiene un metabolismo muy resistente.
—Gracias, doctor —le dice Serena sonriente—. Pero entonces, si salgo a las 9...
—No podrás estar en el Coliseo, cariño —la toma de la mano Ash con pesar.
—Lo siento, amigo —le manifiesta N—. Pero es mejor para ella descansar y estar mejor.
—Créeme que tendrás todo mi apoyo desde aquí, Ash —le acaricia el rostro Serena, pero está algo temblorosa.
—Lo sé, querida. Pero no será lo mismo si no estás ahí —manifiesta Ash con notable decepción.
—Pika... —comenta también triste Pikachu.
—No se preocupen —declara Serena—. Te prometo que trataré de estar mejor para mañana, Ash.
—Chicos, creo que es mejor que nos vayamos y dejemos descansar a Serena —les recomienda Will—. Confiemos en que los médicos harán lo mejor y ella mejorará para mañana.
—Tiene razón, Maestro —acepta Hilda—. Ash, sé lo que sientes, lo comprendo totalmente porque algo así pasó cuando estuve por ganar la Medalla Jet en Mistralton City. N tuvo una grave pulmonía y no pudo estar ahí presente. Pero al final pude sobreponerme y gané la medalla contra Skyla. Sé que tú también tienes esa fuerza de voluntad.
—Gra... gracias, Hilda —le agradece el gesto aunque sin mucho convencimiento nuestro héroe.
—Debes tener hambre, Ash —menciona N—. Además, Raoul nos está esperando en el hotel. Parece que tiene muy buenas noticias. Vamos, recuerda que este hotel es Todo Incluido. Y para alguien con el apetito tuyo eso es como un llamado a comer sin parar. Y tú y tus Pokémon deben estar...
—Serena... —piensa Ash ignorando lo que N le dice mientras caminan de regreso al hotel.
Con la mente turbada gracias al inesperado percance que Serena tuvo con ese Skorupi salvaje en la playa, Ash regresa con el resto de su equipo al hotel. El día siguiente tendrá su gran batalla en el Coliseo ubicado en Citadark Isle, en la cual competirá para conseguir su tercera insignia, misma que le permitirá seguir avanzando en la Liga Pokémon de Orre. ¿Pero afectará a nuestro héroe el no tener junto a él a Serena? Vamos juntos en el siguiente episodio rumbo a Citadark Isle para ver la lucha tan esperada entre Perr y Ash y así conocer la respuesta.
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—¡Me siento como si fuera uno de esos 2 torpes, Butch!
—Te entiendo, manita. Pero es esto o dejar que los azules nos echen el guante.
—Juro que cuando terminemos estas fastidiosas misiones le retorceré el cuello a ese entrometido de Looker —declara con furia Cassidy.
—Pero ¿por qué eres tan mala con el Maxwell Smart este? Nos ha tratado muy bien, y siempre nos tiene la despensa para cuando volvemos.
—Butch, parece que te hubiera consumido el sol del desierto el orgullo que debe tener un miembro del Equipo Rocket.
—Sabes, pensándolo bien, tienes razón en algo. Pero oportunidades como esta de aprovecharnos de la bondad desinteresada de un tipo como ese Profesor Layton no se pueden dejar pasar. ¿O a poco no crees que veo la cara de felicidad tuya cuando te hincas el colmillo a la comida que nos da como paga?
—¡Ya déjalo así! Nada más acabemos con esto, que oyéndote hablar me está dando hambre de nuevo...
TO BE CONTINUED...