Pokémon - Los Primeros Pasos de un Maestro

EPISODIO 19: ¡UNA BATALLA REAL POR EL DESTINO DE PYRITE TOWN!

POKÉMON - LOS PRIMEROS PASOS DE UN MAESTRO

EPISODIO 19: ¡UNA BATALLA REAL POR EL DESTINO DE PYRITE TOWN!

Ash e Hilda fueron a entrenar en una batalla doble durante la cual demostraron su grandioso nivel como maestros Pokémon.  Tal fue el nivel de exigencia que debieron recurrir a Pokémon de alto calibre como Greninja en el caso de Ash, y Serperior en el caso de Hilda.  Al final la contienda quedó empatada gracias a que el Maestro Will decidió detenerla para darles un descanso merecido.

Ahora han encontrado que están más cerca que nunca de Pyrite Town.  El siguiente escalón de nuestro héroe Ash en su búsqueda por hacerse del máximo prestigio en la Liga Pokémon de la región Orre está pronto a ser alcanzado.

La vieja campana de Pyrite Town suena a la distancia, mientras entre los árboles se ven pequeños Fletchlings que parten con sus madres Fletchinder y sus padres Talonflame a volar por los cielos de Orre.  Es un nuevo amanecer, y Raoul como ya sabemos, está despierto antes que todos, mientras sigue trabajando ahora el talento de su nuevo Pokémon Jigglypuff.

—Buenos días, mi gran artista —lo saluda Will aun algo somnoliento, acompañado de Alakazam.

—Oh, buenos días, Maestro, Alakazam —les responde sonriente Raoul.

—Buenos días, amigos —añade cortésmente Cantor.

—¡Jiggly! —el nuevo compañero de Raoul también los saluda al ex-Elite y su Pokémon acompañante.

—Veo que ahora trabajas con tu Jigglypuff más seguido.

—Así es, Maestro —menciona Raoul—.  He debido guiarlo a manejar mejor su voz.  Tiene un tono único, con el problema que provocaba de manera inconsciente que todo aquel que lo escuchara cayera dormido, pero eso para un experto en ondas sonoras como yo es sencillo de manejar.

—Raoul fue campeón de creaciones en ondas FM allá en Arr'asah, superando inclusive a artistas verdaderamente veteranos como el famoso Imakuni? —agrega Raoul.

—Oye, ese Imakuni? son palabras mayores, amigo —menciona Alakazam.

—Nunca le he hallado el chiste a la música que hace ese monigote —agrega algo incómodo Will—, su lírica me parece algo sin sentido.  Pero no por nada lleva años en el mercado.  Particularmente prefiero el estilo de arte que haces tú, Raoul.

—Gracias, Maestro, eso me halaga demasiado —reacciona humildemente y sonrojado Raoul—.  Francamente no me siento para nada superior a Imakuni?, pero sin dudas siento que he progresado con el tiempo.

—Y me consta, compañero —admite Alakazam.

—Ohh, gracias, Rotom, si no me despiertas seguiría dormido —sale algo desorientado de su tienda Ash—.  ¡Buenos días, amigos!

—Ya despertó mi querido Maestro Pokémon, y eso me alegra —se dirige a él Will.

—Debes estar feliz, chico, ya que hoy llegaremos finalmente a Pyrite Town según mis cálculos —agrega Alakazam.

—Serán 2 horas de viaje hasta llegar finalmente a la ciudad —informa como es habitual el buen RotomDex.

—Tienes competencia, mi Fiel Enciclopedia —le dice Will a Alakazam mientras le da un codazo cariñoso en la espalda.

—No creo, sirve muy bien de complemento, pero le falta aun años por recorrer, y en eso me ganaría ventaja siendo un Fantasma —comenta Alakazam.

—¡AAAAHHHH! —sale despavorida de su tienda Hilda.

—¿Qué pasa, Hilda? —reacciona Ash algo asustado por lo imprevisto de la salida de su compañera.

—¡S-se metieron 1 Ekans bebé y un Nidoran y se pusieron a batallar encima mío mientras dormíaaaa! —y echa a llorar de la emoción que le provocó eso.

—Ahhh, ¿qué ocurre, Hilda? —sale algo atropelladamente de su tienda N—.  ¿Estás bien, amor? —y la abraza.

—Tranquilo, parece que acabamos de descubrir alguna fobia que le desconocíamos —acota Will.

—Ya veo, estos pequeños la espantaron —manifiesta N mientras aparta a Hilda de su tienda—.  Amor, ¿te aseguraste de cerrar bien tu tienda antes de dormir?

—Creo que n-no me acuerdo, corazón —le responde aun algo impactada su novia—.  Estaba tan cansada de la batalla que sostuve con Ash que caí rendida.

—Eso debió ser —declara Will—.  De ahora en adelante creo que me tocará revisar que todo esté en orden antes de dormir.  Si bien los Pokémon salvajes generalmente no atacan a las personas, nunca se sabe si esa siniestra aura oscura creada por el Team Doom tarde que temprano podría llegar a afectar a los Pokémon en estado silvestre.

—Esperemos que no sea así —comenta Ash—.  Si es cierto que tienen que sacrificarlos debido a esa aura, ahora piensen lo que pasaría si...

—Sería terrible —dice Cantor—.  No solo se alteraría gravemente entornos de vida silvestre, sino que se volverían parajes peligrosos para los entrenadores y transeúntes.

—Y no creo que pudiera ser factible inclusive algo tan cruel como sacrificarlos —concluye Alakazam.

—Listo, ya pude sacarlos de tu tienda, amor —sale N de la tienda de Hilda mientras hace el conocido gesto de limpiarse las manos—.  Tienen razón, esa es otra valiosa razón por la cual debemos evitar que esos maniáticos sigan con sus planes tan miserables.

—Gracias, N —le responde aliviada Hilda—.  Creo que esto no volverá a suceder, debo ser más precavida.  No es que tenga fobia a un tipo determinado de Pokémon, pero siempre he sabido de lo riesgoso que es para los Pokémon una batalla, y aun siendo pequeños puede resultar grave para una persona.

—De acuerdo, ya pasó el peligro, si es que se puede considerar así —menciona Will—.  Deberíamos preparar el desayuno para partir dentro de un rato hacia Pyrite.  Yo también tengo que averiguar un par de cosas en esa ciudad.  Recuerden, chicos, desde ahora tomemos precauciones, pues pese a que se nos ha dicho que la seguridad allá ha mejorado, ese pueblo no tiene muy buena reputación.  En guerra avisada no muere soldado, solía decir mi padre.

—Vaya, este día verdaderamente promete ser grandioso —comenta entusiasmado Ash—, ¿no es así, Pikachu?

—¡Pika-Pi! —su amigo eléctrico comparte su entusiasmo.

—Por cierto, Ash, después del desayuno quiero hablar contigo por aparte de algunas cosas, ¿no hay problema? —le solicita Raoul.

—Descuida, Raoul, soy un libro abierto —proclama el joven de Pallet Town.

—Pues yo no estaría tan seguro, pero... —menciona Cantor.

—¡Cantor! —lo corrige nuevamente Raoul.

—Vamos, dime si no es cierto —insiste el Chatot artista.

—Pero creo que a veces tienes algo de exceso de confianza, amigo, y a veces eso no es bueno —lo exhorta con un dejo de molestia su entrenador y amigo.

—Tranquilo, Raoul, más bien me da gracia cuando Cantor es así —lo calma Ash de manera cordial y sonriente.

—De acuerdo, chicos, ya casi está el desayuno —los llama Alakazam.

—Uno de los llamados que más me gusta escuchar —manifiesta alegremente Ash.

—¡Este Ash!  Espero que tengas buen metabolismo, sino terminarás como un entrenador de Kalos que N y yo conocimos hace 2 años —comenta algo bromista Hilda.

—Creo que sé a quién te refieres —dice sonriente y algo nostálgico Ash—.  ¿De casualidad ese chico no era un bailarín que tenía un Blastoise?

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—Pues según tengo entendido los bobos han de llegar hoy a la ciudad —manifiesta Jessie al resto de sus acompañantes del Equipo Rocket.

—Esperemos que tu plan dé resultado esta vez, Jessie querida —le comenta sarcásticamente Cassidy, provocando la nervia de Jessie.

—¡Si no resulta esta vez es por la ineptitud de cierto par que no me molestaré en decir sus nombres pero que tengo muy cerca!

—Oye, Jamemes, yo creo que deberías tener mayor control sobre tu compañerita, mi cuate —le propone Butch.

—¿Estás loco, mi zacapoaxtla? —le rebate aterrado el peliazul—.  Esta loca me mandaría a mí y al Bigotes a volar más lejos de lo que nos ha mandado los bobos si trato de socarle el mecate.

—El problema es que tú eres muy permisivo, James —lamenta Meowth.

—Se nota con la forma en que trata a sus achichincles de travesía, mi Gato —le agrega Butch.

—Ahora deja que solucione este pequeño conflicto con la cabeza —se adelanta el Chimuelo mientras toma a Wobbuffet y le da un sopapo con un gran abanico a cada una de las peleonas.

—¡AAAHH! ¿Oye, qué te ocurre ahora, Meowth? —le reclama molesta Jessie.

—¿Se volvió loco ese gato tuyo, Jessie? —recrimina Cassidy.

—Vaya, ahora los problemas internos se han multiplicado —se queja pesaroso Meowth—.  A este paso nada más lograremos llamar la atención de las autoridades.

—Oigan, ustedes, ¿quiénes son y de dónde vinieron? —los interroga un tipo de no muy amistoso aspecto.

—¿Acaso tú quieres problemas, amigo? —le responde fríamente Jessie—.  No querrás saber con quién estás tratando.

—Así es, chiquito, somos el Equipo Rocket y estamos preparando nuestros planes de invasión por toda la región de Orre —afirma James.

—Vamos, con que el Equipo Rocket —comenta haciéndose el asombrado el tipo—.  Pues no sé cómo harán, porque acá el terreno se los está llevando como pastel de cumpleaños el Team Doom, y aparte el Team Plasma recientemente se unió a un tal Miror B que era cabecilla en Cipher.

—No sé de qué nos estás hablando, muchachito —lo interrumpe ya hastiada Jessie—, pero si quieres salirnos retador déjame decirte que conmigo te llevarás el castigo de tu vida.

—Muéstranos a ver si es verdad, linda —y atrás del tipo aparecen varios tipos que parecen ser una pandilla.

—¡Cielos!, ahora sí que nos cayó la Siete Diablos, mi Butter —le menciona nervioso James a Butch.

—No te acobardes, compa, ¡Y MI NOMBRE ES BUTCH, BOBO! —le responde molesto el camarada de Cassidy.

—Ya, no estamos para ponernos en niñerías de quién se llama como quién, más bien déjenme negociar esto a mí —les propone Meowth.

—¿Y qué piensas hacer, Meowth? —le dice algo dudosa Cassidy.

—No conoces de lo que este viejo Meowth está hecho, querida —le responde con mucho garbo el Chimuelo—.  Bien, amigos, siempre he sido de la filosofía de que "la unión hace la fuerza".  Me he enterado de que en la ciudad ya no tienen tantas libertades como antes, pero ¿qué les parece si hacemos un pacto y les ayudamos a retomar control de la ciudad, cediéndonosla a nosotros, eso sí?

—Pues... —señala pensativo el tipo que parece ser el líder de la pandilla—, ya ese tal Jefe Sherles nos ha tenido mucho a raya.  Una ayudita extra no sería mala idea —se dirige ahora a su grupo—. ¿Qué dicen, muchachos?

—No lo sé, Johnson —se adelanta una chica—, nunca he sido de la creencia que gente de afuera nos podría ayudar.  ¿Tendrán las agallas para enfrentarse a Sherles?

—Pues que nos lo demuestren en una batalla Pokémon, Leva —propone Johnson.

—No tienen que demostrar nada —aparece un hombre de pelo color zanahoria, traje azul oscuro con detalles rojos y gafas rojizas—.  Yo les doy mi aprobación.

—P-pero Cail —se interpone Johnson—.  ¿Qué haces aquí?  ¿Tan rápido volviste de Mt. Battle?

—Ni me hables de eso —le contesta frustrado Cail—.  Es un reto más allá de lo que podía haber pensado.  Ahora solamente me queda darle a esta ciudad donde nací un nuevo aire, y sí, creo que estos 4 podrían ser de utilidad.

—¿En serio?  Pues estamos dispuestos a ayudar en lo que sea —se adelanta muy gentilmente James.

—Cielos, este patiño tuyo es tan simplón, Jessie —le comenta Butch a Jessie.

—Espera, yo arreglo esto —manifiesta Jessie—.  Oye, tú, no estamos dispuestos a dejarnos usar por cualquier presumido que nos salga de repente.  Somos el Equipo Rocket, y les ofrecemos la oportunidad de oro para retomar esta ciudad.  Así que la toman, o la dejan ir.

—Pero qué chica tan petulante —comenta Cail—.  Hagamos un trato: si me derrotas en una batalla Pokémon, ya que veo eso es lo que anhelas, nosotros los ayudaremos, caso contrario, ustedes serán nuestros servidores, ¿entendido?

—Puede que hayas ido a Mt. Battle, pero yo he estado estos últimos días en constante entrenamiento y mejora de mi equipo Pokémon, así que más vale que te prepares —lo advierte Jessie mientras lanza su primera Poké Bola—.  ¡Bewear, dale una buena lección a este prepotente!

—¡Bewear-wear!

—¡Sal a batallar, Machamp!

—Vaya, creo que va a perder Jessie —comenta algo nervioso James.

—Vamos, amigo, si el bobo ha ganado batallas aun con desventaja, no creo que Jessie no se salga con la suya —lo tranquiliza Meowth.

—¡Sacudida Sísmica, Machamp!

—¿Es todo lo que tienes, amiguito? —le dice burlona Jessie—.  ¡Ahora, Bewear, dale con tu Superpoder una muestra de lo que es un ataque de tipo Pelea!

Y de un solo zarpazo el Bewear mandó a volar al Machamp de Cail, que cayó estrepitosamente al suelo, para asombro y terror de todos los pandilleros, aun asombrando a Cassidy y Butch.

—¡P-pero!  ¡N-no puede ser! —dice espantado Cail—.  M-mi Machamp fue vencido... d... ¡de un solo golpe!

—Y estoy esperando que saques lo siguiente que tengas, güerito —lo reta Jessie—.  ¡Vamos, que no tenemos todo el día y estamos esperando a ciertas personas que llegarán en un rato a la ciudad!

—Yo... yo...  ¡Yo me rindo! —declara cabizbajo Cail.

—¡Pero Cail! —se dirige a él molesto Johnson.

—No hay peros, Johnson —le contesta Cail—.  Machamp es mi mejor carta, y fue vencido con suma facilidad.  Estos sujetos vienen en serio.  Creo que después de todo nos convendría aceptar su oferta.

—Cómo me gusta cuando por fin reconocen el poder de nuestro Equipo, ¡jajajajaja! —menciona con orgullo Jessie.

—¿Viste eso, mi James?  ¿De qué esta hecho ese oso goloso? —le pregunta Butch aun boquiabierto al peliazul.

—Pues sin dudas es un Bewear fuera de lo común, y eso que no has visto el Mimikyu de la gritona —prosigue Jamemes.

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—Bien, Raoul, ¿qué querías preguntarme? —le solicita Ash a su compañero.

—Pues Ash, espero no ser indiscreto —comienza Raoul—, pero, ¿sabes?, ayer estuve conversando con Serena vía mensajes.

—¿EN SERIO? —detiene la marcha Ash—.  ¿Tú tienes contacto con ella?

—Pues, sí, me dijo que había perdido contacto contigo.

—Sí, tuve que cambiar recientemente mi línea, y perdí varios contactos en eso —lamenta Ash—.  Y el que más me dolió sin dudas fue el de ella.

—Ash, así, entre amigos —lo mira a los ojos Raoul—, dime, ¿sientes algo por ella?

—¿Eh?, pues... —se pone algo rojo Ash—, ¿p-por qué lo preguntas?

—Vaya, es que el otro día tú nos hablaste te pusiste tan tenso y algo nervioso, no te habíamos visto así desde que nos conocemos.

—Oh, es que... bueno... —Ash mientras piensa "¡Rayos! No sé ni qué decirles"—.  Ah, ¿a quién engaño?  La verdad te diré, Raoul, que entre ella y yo no hubo algo así que pudiera decirse como noviazgo, pero de todas las amigas que he tenido a lo largo de mis travesías, ella siempre mostró un gran cariño y apoyo para mí.  Siempre valoré eso, pero...

—¿Pero qué? —le pregunta Cantor.

—¡Cantor, por Arceus! —lo regaña Raoul.

—Bueno... estee... les contaré si prometen no sacar más el tema a colación, menos ante los demás, ¿de acuerdo? —les pide Ash.

—No temas, Ash, yo soy muy discreto con mis amigos —le garantiza Raoul.

—Igual yo, mi lengua es como un sepulcro para secretos valiosos —asegura también Cantor.

—Confío en ustedes, no me vayan a fallar —insiste Ash—.  Bueno, el día que ella y yo nos separamos, porque ella fue de viaje a Hoenn, pues, cuando nos... despedimos... —Ash se pone aun más ruborizado.

—¡Anda, sigue, sigue, amigo! —lo anima Cantor.

—Pues... ella... iba bajando por... la escalera eléctrica... y... se devolvió... y... —dice esto último casi en un susurro tras un angustioso rato de silencio— ...me... besó...

—¡¡¡En serio!!! —responden Cantor y Raoul a unísono intentando guardar el mayor silencio posible.

—¡Agh, ni sé para qué les cuento esto! —comenta algo frustrado Ash.

—Tranquilo, amigo, puedes tener confianza plena de que nadie sabrá de esto —vuelve a garantizarle Cantor.

—Pero ya eso me confirma que algo debes sentir por ella, ¿o no? —le consulta Raoul.

—La verdad aun no estoy seguro de lo que siento por ella —le responde Ash—.  Ella es una gran chica, de eso no me queda duda, pero hay algo que me duele con respecto a ella, y es que... fui tan tonto...

—¿A qué te refieres? —le pregunta Cantor.

—Nunca me di cuenta de lo que ella sentía por mí, y eso me acongoja demasiado —les dice viéndolos con una mirada algo melancólica—.  Aun cuando ella me dio ese beso, no lo entendía bien.

—Pero ya sabes que le importas muchísimo a ella, amigo —lo trata de reanimar Raoul—.  Quizás no deba decirte esto, Ash, pero ella me comentó que sigues estando en un lugar muy importante en su corazón.

—¿D-de veras? —le consulta Ash algo más tranquilo.

—Ella me contó que aun guarda muy cerca de su corazón un regalo muy significativo para ella que le diste un día allá en Kalos, es más, me pidió que te mostrara esta foto —y cuando iba a sacar su celular...

—¡Muchachos, ya estamos tan cerca de Pyrite Town y no creo que quieran quedarse atrás! —los llama el Maestro Will.

—Descuida, amigo, yo te los traigo —le manifiesta Alakazam.

—¡No, Maestro, disculpen, ya vamos! —corren de prisa ambos maestros tras su Maestro y los 2 novios.

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Tras una caminata donde Alakazam se dio 4 gustos deleitándolos con sus historias de viajes a lo largo del mundo...

—... Lilycove City nunca se vio tan hermosa y llena de luces como en ese festival.  Creo que aun Castelia City de hoy día envidiaría tal esplendor —termina su relato Alakazam.

—Esas partes de historia que cuentas sí que te las creo, Galán Trotamundos —le intuye Will—, aunque siempre trato de detectar el sensacionalismo que le pones a esas historias tuyas.

—Eres demasiado perspicaz, muchacho —le responde su Pokémon—.  El día que descubras que tu mente le da mayor sabor a cosas que disfrutas entenderás el por qué desarrollo mis relatos de la manera en que lo hago.

—Pues mientras hemos escuchado las historias de Alakazam hemos llegado, chicos —señala N.

—¡Por fin, Pyrite Town! —suspira Ash emocionado.

—¡Pikachu-Pika! —de igual manera reacciona.

Delante de ellos está una entrada arbórea que conduce a un arco donde se ve a lo alto "WELCOME TO PYRITE TOWN!".

—Veo que esta ciudad no es tan desagradable como la pintaban —admite Will.

—Sueles preocuparte demasiado, muchacho —le comenta Alakazam.

—Creo que deberíamos ir a reservar en el Pyrite Super Grand Hotel —recomienda Hilda.

—Hacia ahí estaba pensando que fuéramos primero —le contesta Will.

—No olvidemos ir a visitar a Bryce —recuerda N—.  Quiero conocer a su padre.

—Lo que más quiero es ver el Coliseo de la ciudad —declara Ash.

—¡Pika! —responde Pikachu.

—Ya tendremos tiempo para todo, chicos —se dirige a todos Alakazam—.  Por ahora vamos a buscar dónde reposar esta noche.

En ese momento los rodea la pandilla que vimos anteriormente.

—¡Bienvenidos a Pyrite Town, extraños! —se adelanta Johnson—.  Aunque creo que esta bienvenida nos alegrará más a nosotros que a ustedes.

—¿Qué clase de pelmazos sin oficio ni beneficio son ustedes? —los confronta Alakazam.

—Vaya, así que el anciano Pokémon quiere fanfarronear —se dirige a él Johnson.

—No sabes a quién te enfrentas —lo amenaza el Pokémon Psíquico Estrella mientras sus ojos brillan.

—Quizás, pero los superamos en número —aparece Cail.

—Pues no quedará de otra que enfrentarlos —menciona Ash—.  ¿Listo, Pikachu?

—¡Pika!

Pero en ese momento, una garra oscura ataca por detrás a Pikachu, dejándolo debilitado.

—¿Pero qué demonios...? —vuelve a ver Ash hacia atrás.

—¡Así que nos volvemos a ver, mi querido bobo!  Espero que tu Pikachu no haya sufrido mucho con el ataque de mi bello Mimikyu, pues mi Jefe espera que esté en perfecto estado.

—Llevábamos tiempo de no tener luchitas como en los viejos tiempos.

—Y créenos que ahora somos más y estamos dispuestos a vencerlos.

—Simón, y ya nos toca sacar el gane esta vez.

—¡Lo que temía, el Equipo Rocket, y no vienen solos esta vez!

—¡Prepárense para los problemas, manada de bobos!

—¡Y más vale que teman, que hoy venimos con todo!

—¡Que sean dobles, porque me quiero ir a dormir a las 8!

—¡Para proteger al mundo de la devastación!

—¡No, tonta!  ¡Es "para arrastrar al mundo a la devastación"!

—¡No me corrijas, entrometida!

—¡Para unir a los pueblos dentro de nuestra nación!

—¡Bobo, es "para destruir los pueblos de cada región"!

—¡Para denunciar los males de la verdad y el amor!

—¡No sabes nada, Jessie!  ¡Es "para derrotar las bondades de la verdad y el amor"!

—¡Uno de estos días, Cassidy, me conocerás en serio!

—¡Y extender nuestro reino hasta todo Orre!

—¡Jessie!

—¡Jamemes!

—¡Cassidy!

—¡Y por supuesto, el guapo de Butch!

—¡El Equipo Rocket viajando a la velocidad de la luz!

—¡El Equipo Rocket aterrorizando la tierra de noche y de día!

—¡Ríndanse ahora o prepárense para luchar!

—¡Arriba las manos o me verán el lado más feo de mí!

—¡Wobbuffet!

—¡Meowth, así es!

—¡Raticaate!

—¿Desde cuándo una organización perversa tiene esos poses tan ridículos? —replica algo alterado Will.

—¿Qué cree que está diciendo?  ¡Hemos trabajado durante años nuestro lema, lema que causa terror por donde pasamos! —asegura categóricamente Jessie.

—¡Ya basta! —corta molesto Ash—.  Creo que lo mejor es darles una lección como llevo dándoselas desde hace mucho tiempo.

—¡Eso está por verse, muchacho petulante!  ¡Dales su merecido, Mimikyu!

—¡Órale y a por la victoria, Arcanine!

—¡Houndoom bello, ve ahora y dales una lección!

—¡Aggron, hora de patear traseros!

—Y usted se enfrentará a todos nosotros, señor —le dice Johnson a Will mientras toda la pandilla se pone delante de él.

—Parece que tendremos que lidiar con montoneros, amigo —se resigna Alakazam.

—Lo hemos hecho antes, compañero —le dice confiado Will.

—¡De acuerdo, zoquetes! —se dirige Ash al Equipo Rocket—.  ¡Greninja, démosles una lección!

—¡Serperior, hora de batallar!

—¡Electivire, creo que te toca hoy!

—Amigo Chandelure, hoy necesito tu ayuda para enfrentar a una insulsa banda de villanos —llama N a su amigo Fantasmal que aparece en el acto.

—¡Greninja, ataca con tu Shuriken de Agua a Mimikyu!

—¡Grenin-JAAA!

—Vaya, el bobo no ha entendido que mi bello fantasma con su Disfraz puede repeler el primer ata... ¡QUÉ RAYOS!

—Tú eres la boba, Jessie —le responde confiado Ash—.  El Shuriken de Agua es un ataque múltiple, por lo que los siguientes ataques sí tendrán efecto.

—¡Electivire, ataca con Descarga al Arcanine!

—¡Rápido, mi perruno amigo, usa Velocidad Extrema! —ordena James, ante lo cual Electivire resiste la embestida poderosa de Arcanine.

—¡Serperior, Hoja Afilada contra Aggron!

—¡Golpe Pesado ahora, mi duro amigo! —manda Butch a su fuerte Pokémon, que logra embestir fuertemente a Serperior, no obstante saliendo afectado del ataque de la Pokémon de Hilda.

—¡Chandelure, usa tu Rayo Confusión!

—¡Chandel! —el ataque de Chandelure hace efecto en el Houndoom de Cassidy.

—¡Concéntrate, Houndoom, y usa tu Crujido! —pero su Pokémon terminó pegando contra un poste.

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Mientras, Will y Alakazam se enfrentan a como 15 entrenadores (sin sumar a Johnson y Cail) que tienen Pokémon muy poderosos.

—¡Primero usa Vista al Futuro, amigo!

—Brillante elección, Will.

Y en eso todos los Pokémon enemigos (un Metagross, un Shiftry, un Furret, un Crobat, un Banette, un Kingdra, un Altaria, un Dodrio, un Raichu de Alola y un Dustox) se lanzan sobre Alakazam, quien se Teletransporta y empieza a atacarlos, sin evitar ser atacado él por una Bola Sombra de Banette, quien acto seguido recibe un Rayo Psíquico de Alakazam.

—¡Demonios!  ¿De dónde ha salido ese Alakazam? —se pregunta asombrado Cail.  Los Pokémon de la pandilla han sido vencidos.  Pero no se rinden, ahora sacan un Gardevoir, un Slaking, un Swalot, un Linoone, un Golduck, un Camerupt, un Pelipper, un Breloom, un Aggron, un Garchomp y un Sunflora.

—¡Sobre el Alakazam! —gritan todos.

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—¡Resiste, Mimikyu!  ¡Usa ahora Garra de Sombra!

—¡Hidro Bomba ahora, Greninja!

Ambos ataques colisionan, pero gana en poder el de Greninja, alcanzando de frente a Mimikyu y derrotándolo.

—Te dije que siempre lo desguañinga, Jessie.

—¡Tú no te entrometas, James!  Lo siento, Mimikyu, regresa ahora.  ¡Ya me hiciste molestar, bobo!  ¡Sal ahora, Bewear!

—Con que el Bewear que se los llevaba ahora es tuyo, ¿o no?

—Y lo he convertido en un gran rival, bobo —presume Jessie—.  ¡Ha llegado la hora de darle una buena lección a tu Greninja!  ¡Bewear, Superpoder!

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—¡Tú puedes, Electivire!

—Creo que tu eléctrico amigo ha caído en el Tornado de Fuego de mi Arcanine, amigo —proclama con aires de victoria James—.  ¡Ha llegado la hora de terminar esto!  ¡Arcanine, Lanzallamas!

—¡Vamos, Electivire!  ¡Puño Trueno!

Pese a no poder ver bien por estar en medio del tornado, Electivire logra acertar su puñetazo, pero recibe todo el ataque de Arcanine.  Ambos Pokémon caen vencidos.

—¡Oh no, Electivire, regresa!

—¡Rayos, siempre lo conectó!  ¡A la camita, Arcanine!

—Una pena que gente como ustedes tenga que trabajar para fines tan funestos.

—¡Oh, ya salió el chico moralista de turno!  Nunca entenderás el por qué trabajamos para una causa como la del Equipo Rocket aunque te lo expliquemos con manzanitas, bobo.

—Pues si es así, por la fuerza deberemos vencerlos.  ¡Bellossom, es tu turno!

—No te quieres rendir fácilmente, ¿verdad?  ¡Toxapex, a sacar tu veneno!

—¡Toxa! -aparece feliz Toxapex y...

—¡Aaahhh, pero dale tu veneno a ese Bellossom, no... a... mí...! —le replica James ya algo afectado por el veneno de su Pokémon.

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—¡Tormenta de Hojas, Serperior!

—¡Cola de Hierro ahora, mi carnal de hierro!

Pese a que el ataque de Serperior ha sido poderoso, sale vencedor Aggron.

—¡No puede ser!  ¡Regresa, Serperior!

—¿Qué te parece, muchachita?  Te llevo ventaja —fanfarronea Butch.

—Ahora verás que no soy hueso sencillo de roer.  ¡Empoleon, ataca!

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—¡Sombra Nocturna nuevamente, Chandelure!

—¡Crujido, ahora, Houndoom!

El ataque de Houndoom ha sido eficaz esta vez y Chandelure ha sido vencido.

—¡Oh no, Chandelure!  Ya me hiciste enfadar, Cassidy.  Te mostraré de lo que estoy hecho.  ¡Mira esto!

Y de esta manera, N empieza a transformarse en Zoroark.

—¡P-pero, QUÉ RAYOS ES ESO!

—Ahora me encargaré de vencer a todos tus Pokémon —le asegura N, ya mutado en su forma de Zoroark.

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—Oh no, N se ha transformado.  Esto no podría ser bueno —asevera Will—.  ¡Resiste, amigo!

—Tranquilo, tengo todo bajo con... —en eso recibe un Rayo Solar de Sunflora, pero lo resiste y termina con él gracias a su Rayo Psíquico.

—Oh no, nos hemos quedado sin Pokémon nosotros —asegura Leva a Cail.

—Bueno, Johnson, nada más quedamos tú y yo para confrontar a este tipo.

—Deberemos dar lo mejor de nosotros, Cail.

—Mejor noticia no podían darme, muchachitos —les garantiza Alakazam.

—¡Deja de ser tan presumido y enfréntanos!  ¡Granbull, sal! —manda Cail a otro Pokémon.

—¡Es tu turno, Snorlax! —lanza una Poké Bola más Johnson.

Lo que se vive en estos momentos al atardecer en Pyrite Town, es una verdadera batalla campal.  El Equipo Rocket se ha aliado con la pandilla que durante mucho tiempo mantuvo aterrado el pueblo, con la promesa de ayudarlos a recuperar el control de la ciudad.  ¿Cómo terminará esta contienda?  Lo veremos en el siguiente episodio, por lo que te instamos a no abandonarnos.

TO BE CONTINUED...