Junto al río Támesis (Emma Wa...

By LuciaEntreLetras

230K 14.1K 4.5K

Imagínense si estos dos actores de Harry Potter estuvieran juntos. ¿Cómo sería? Han pasado cinco años desde l... More

El funeral
Londres
Un motivo para quedarme...
Un momento mágico
Amanecer en Londres
Tenemos que agradecerle...
Explicaciones
Devuélvemela
Conversaciones entre amigos
¿Hiciste qué cosa?
No vimos por dónde caminábamos
Reunión entre seis amigos
El plan B
Melenas revueltas.
Tres amigas
Compras y confidencias
¿Te gusta?
Despertar a tu lado
Lunes de pesadilla
Mal momento
Un martes de boda
Peros
Primer Aniversario
Gran noticia...
Felices veintiséis
Agosto veraniego
Amor ardiente. La luna lo sabe todo
Evanna y Matthew
La promesa
El lado oculto del apartamento
Trabajando en equipo
Gracias, David
Preparando la sorpresa.
Táctica y Estrategia
¡SORPRESA!
La apuesta
Todo va a estar bien...
Recuperar tiempo perdido
La primera mañana familiar
Familia unida
Hora de almorzar
¿Recuerdas?
Dos semanas
La decisión
Reunión familiar
¿Lo entienden, cierto?
Información involuntaria
Los trámites
Realmente brillante...
Honestamente amo a Rupert
Sábado por la mañana
El veredicto
Reunión Weasley
Actividades en familia
Domingo a lo Weasley
Lunes pelirrojo... Lunes Weasley
Campamento
El ganador
Separaciones
Adiós, soltería
La última noche
Casamiento civil
La boda
La recepción
Te amo
Comenzar de nuevo
Arreglos de último momento
Viajar
En casa
Roma y Venecia
Capri y Cinqueterre
La enfermedad de Emma
Edimburgo
Felicidad
Preocupaciones
Malentendidos
Conferencia de prensa
Charlas
¿Todos listos?
Esperaré por ti
Tres de la mañana
Una estúpida pelea
Recapacitemos
Amelia
Ojos
Muérdago
Navidad
Año Nuevo
Feliz Cumpleaños, Helena
Escuela
Dos
Intentos
"La Boda del año"
Molestias
Mellizos
Conociendo a la familia
La fiesta
Veinte de junio
Llegada
El telegrama
Creciendo
Entrevistas
Tu sonrisa
Te extrañé
Cinco años después...
Regreso
Episodios cotidianos
Abril
Inesperado
¿No intentarás nada?
Fiestas y despedidas
Caballeros y princesas
Lejos
Perdóname
Estoy confundida...
Reconciliación
Cena con los Lewis
Malas noticias
No soporto verte llorar
Suspirar
Aliviados
Averiguaciones
En el Caribe
Cómo sobrevivir a Agosto
Pensamientos
Álbum de recuerdos
Demasiadas preguntas
Bienvenidos
El Puente de los Candados
No cometas ese error
El farol
J.P. y Rebecca
La historia tras el telegrama
La noticia
El accidente
La Bella Durmiente
Hogar
Pelirrojos
Proposiciones
Secretos
Desilusión y consuelo
Anuncios
Dos años después...
Maisy
¿Confías?
Objetivos cumplidos
Blanca Navidad
Jugar
Gala de Año Nuevo
Bien ganado
Doble triunfo
El sueño
¿Invasión extraterrestre?
Grabando otra vez
Esto es una pesadilla
Demasiado tarde
Contigo
No es culpa tuya, Emma
El verdadero primer beso
Flores
Cancelado
La foto
De cómo nace una idea
Lo prometido es deuda
Especial #Rankin
Nueva historia
Necesito su ayuda.

Examen

851 57 10
By LuciaEntreLetras

Daphne bostezó. Estaba muy aburrida...

-Entonces, si se agrega el cociente al divisor y se lo multiplica por el número atómico...

Su bolsillo vibró.

Cuidando que el profesor no la viera, sacó el móvil y leyó el mensaje. Sonrió.

"Mi táctica es mirarte, aprender como sos, quererte como sos. Mi táctica es hablarte y escucharte, construir con palabras un puente indestructible. Mi táctica es quedarme en tu recuerdo, no sé cómo ni sé con qué pretexto pero quedarme en vos. Mi táctica es ser franco y saber que sos franca, y que no nos vendamos simulacros para que entre los dos no haya telón ni abismos... Mi estrategia es en cambio más profunda y más simple. Mi estrategia es que un día cualquiera... No sé cómo ni sé con qué pretexto... Por fin me necesites."

Ryan. Su manía por las poesías no desaparecía con el tiempo.

"¿Ahora te gusta Benedetti?"

"Que tú no tengas idea de lo que hago cuando no estoy contigo no quiere decir que eso no exista en mi universo. Claro que me gusta Benedetti. ¿Qué haces hoy a las cinco?"

"Estudio."

"¿Y a las seis?"

"También."

"Es viernes, niña. ¿Cuándo terminas?"

"Cuando entienda números constantes de componentes químicos. Nunca volverás a verme..."

"No exageres. Paso por ti a las siete. No te gastes en arreglarte. Soy hombre sencillo de bolsillo apretado."

Daphne sonrió de nuevo. Iba a responder que no podía cuando sintió un carraspeo.

El profesor la miraba, igual que el resto de la clase.

-Señorita Radcliffe, sabe usted bien que no se puede usar el teléfono durante las horas de clase. ¿Puede decirme qué es tan urgente que no puede esperar al recreo?

Daphne se sonrojó.

-Yo...

-Pues ahora no importa ya. Venga a las siete y voy a tomarle examen. Seguramente si no prestaba atención era porque ya sabe esto. Y deme ese celular.

Daphne intentó no gritarle al profesor y le dio su móvil.

-Se lo devolveré cuando haya acabado el examen.

Cuando la clase finalizó y todos recogían sus cosas para irse, el profesor le recordó:

-A las siete, señorita Radcliffe. Ni un minuto más ni uno menos.

***---***---***---***---***

Daphne entró a su casa furiosa con el profesor.

Bonnie y Paul hacían galletas en la cocina y reían a carcajadas.

-¡Daph!-Dijo Paul con alegría.

Ella sonrió y siguió caminando.

El niño miró a su madre.

-Mamá... Daph no vino a saludar...

Bonnie sopló un mechón de cabello que tenía en su frente.

-Lo sé. Debe estar ocupada. Cuando terminemos con esto puedo preguntarle qué le ocurre si quieres saber.

Paul asintió.

Daphne, encerrada en su cuarto, no sabía qué hacer. Se sabía el número de Ryan de memoria, claro. Pero no tenía teléfono fijo y si le pedía el celular a sus padres harían preguntas.

Maldición. Todo por no prestar atención. No entendía nada y tenía que dar examen en sólo unas horas.

Toc, toc, toc.

-Pase.

Bonnie entró sonriendo.

-Hola, nena.

Daphne sonrió.

-Hola, mamá. ¿Qué puedo hacer por ti?

-Bueno, Paul estaba preocupado. Quería saber por qué no lo saludaste.

Daphne sonrió de nuevo.

-Lo siento. Envíale mis disculpas. Me he distraído un poco. Es todo.

La pelirroja suspiró. Faltaban tan sólo dos semanas para que terminaran las clases... Y con ellas, la secundaria de Daphne. Pero su hija tenía muchos problemas con una materia. Y no era coincidencia que justamente estuviera 'distraída' cuando acababa de tenerla.

-Ha vuelto a darte examen particular, ¿cierto?

Daphne no se molestó en negarlo.

-Sí.

-¿Esta vez por qué?

-Por usar el móvil en clase.

Bonnie suspiró.

-¿Qué estabas haciendo?

-Leía un mensaje de...

Daphne pensó rápidamente. Si decía la verdad, su madre la reprendería. Muchas veces Bonnie le había dicho que no descuidase el colegio por su novio. Tendrían toda una vida por delante juntos. El colegio era su obligación antes que Ryan.

-... Un mensaje de Helena.

-¿Helena?

-Sí. Me pidió que me pase por su casa mañana para ver algo. No tengo idea de qué será.

Eso era parcialmente cierto.

Helena le había escrito a Daphne para pedirle que fuese a verla. Quería contarle sobre su compromiso...

-¿Y no podías esperar?

Ahora sí decidió decir la verdad.

-Podría haber esperado. Pero no me gusta esa materia, me es difícil y me aburre. Justamente estaba deseando una distracción... Y llegó el mensaje. Y el profesor me vio leyéndolo.

-Nena, sabes que no me gusta meterme en tus asuntos. Pero diría que si es algo que te cuesta no tienes que empeorar tu situación.

-Tienes razón. Pero no ha sido a propósito. Yo sólo quería distraerme...

-¿Cuándo es el examen?

-A las siete.

Bonnie la miró.

-¿Y no empezaste a estudiar?

-No entiendo ni una sola palabra. Aunque me esfuerce mucho de verdad no voy a poder hacerlo...

Bonnie le tendió su móvil.

-Llama a tu hermano. Es ingeniero químico. Seguramente puede ayudarte.

Daphne se dio una palmada en la frente. Will. Claro que tenía una forma de entender...

-Gracias, mamá.

-Devuélveme el celular cuando hayas acabado. Suerte.

***---***---***---***---***

-...Dividido el cociente... Por el peso... Y la masa... Más la gravedad... Y los electrones... ¡Bingo!

Al otro lado del teléfono, dictando instrucciones, Will sonreía. Su hermana había aprendido enseguida y le daban bien los resultados.

Daphne colgó luego de agradecer mil veces. Repasó todo lo que pudo hasta las siete menos cuarto. Tenía que irse si quería llegar a tiempo.

El examen fue bastante fácil ahora que entendía todo. Pudo resolverlo en relativamente poco tiempo. Eran las nueve cuando acabó. Entregó la hoja con optimismo. Seguramente le había salido bien.

-Bueno, señorita. Aquí está su móvil. Espero que sepa usarlo con propiedad. Y no en mi clase.

Daphne asintió y se fue.

Catorce. Dieciséis. Veintiocho...

Acababa de prender su celular y, una tras otra, las llamadas perdidas llegaban.

Cuarenta y seis. Cincuenta y ocho...

Daphne se echó a llorar cuando el número creciente se detuvo.

Ryan. Siempre él.

"Sabía que no querías venir conmigo, pero no era necesario que me plantaras así y que ignoraras mis llamadas. Eres mi novia. Se supone que tienes que darme algo de atención... Da igual. Tal vez esto no funcione. No lo sé."

-No puede ser. No...

Ahora odiaba a su profesor más que nunca. Tenía que hablar con Ryan en ese preciso instante.

Daphne salió de su cuarto.

En la cocina, Peter, Paul, Dan y Bonnie cenaban. Samuel estaba dando de comer a su osito de peluche mientras él mismo comía de vez en cuando.

-Daphne. Estábamos esperándote... ¿Te encuentras bien?

-Sí. Sólo... Tuve una discusión. ¿Puedo salir a arreglarla?

Dan sonrió.

-Ve.

-Gracias.

-Una duda. ¿Te esperamos para cenar?

La rubia se ruborizó.

-Yo... No lo creo. Es probable que acabe comiendo por ahí.

Bonnie asintió.

-Suerte.

-Gracias.

***---***---***---***---***

-Aquí no hay atención las veinticuatro horas. Vete.

Daphne hizo un esfuerzo por no llorar.

-Venga, Ryan, no seas así y ábreme. Me demoraron. Lo siento.

-¿Lo sientes? ¿Tienes idea de lo que es esperar una hora frente a una puerta llamando como un idiota a un celular y que no te respondan?

-Vale. Lo siento. Te lo dije ya. Pero entiende que me habían puesto un examen particular.

-¿Otro?

-Sí.

-¿Por qué esta vez?

-Por estar leyendo tus mensajes en clase.

-Yo no sabía que estabas en clase. Cuando nos dieron a elegir materias y tú escogiste Química, pensé que tenías clases los jueves.

-No. Los viernes. Última hora. Eres tú quien tiene los jueves Idiomas...

La puerta se abrió.

Daphne miró al pelirrojo que acababa de abrir.

-Lo siento.

-Necesitarás mucho más que una simple disculpa para que te deje pasar...

Daphne se acercó y lo besó. Ryan sonrió y le correspondió.

Entró al cuarto y cerró tras ellos.

Ella sonrió.

-¿Ya puedes perdonarme?

-No lo sé. Aún me siento mal porque me dejaste plantado.

Daphne lo miró.

-¿Y si se me ocurre decirte algo que no sabes? ¿Algo que te levantará el ánimo?

El pelirrojo frunció el ceño.

-¿A qué te refieres?

-Frases de tus héroes...

Él alzó las cejas.

-Te escucho.

Daphne pensó un poco. Llevaba bastante tiempo interesada en los poetas que a Ryan le gustaban tanto. En especial Pablo Neruda. Él se merecía las frases más notables...

-"El mayor error del ser humano es intentar sacarse de la cabeza aquello que no logra salir del corazón." Mario Benedetti.

-Nada mal, novata. Pero ya la sabía. Tendrás que buscar otra.

Daphne sonrió. Sabía que no sería tan fácil con Ryan.

-"Es tan corto el amor y tan largo el olvido." Pablo Neruda.

-¿En serio? Esa es una clásica, todo el mundo la conoce.

-"Si nada nos salva de la muerte, que al menos el amor nos salve de la vida." Pablo Neruda.

-¡Vamos, puedes encontrar cursilerías mucho mejores! Amo esa frase porque... Porque ya la conozco.

-Ryan, no sé todo en este mundo.

-Pero puedes intentar algo mejor. Te cito algo para que hagas un poco de esfuerzo. "No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños. Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, porque cada día es un comienzo nuevo, porque esta es la hora y el mejor momento, porque no estás solo, porque yo te quiero." Mario Benedetti. Seguramente puedes encontrar algo igual de valioso.

Daphne sonrió y recitó la única poesía que se sabía de memoria:

-"Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni dónde, te amo directamente sin problemas ni orgullo; así te amo porque no sé amar de otra manera." Pablo Neruda.

El pelirrojo sonrió.

-A que no ha sido tan difícil. Esa no la conocía. ¿Cuánto más sabes?

-Poco y nada. No importa. ¿Me perdonas ya?

-"El perdón es un puñado de sentimientos que a veces nos acaricia cuando el alma llora..."

-¿Benedetti?

-Sí.

-¿Y eso quiere decir que me perdonas?

-Mmm... Sí.

Ella sonrió.

-Y ahora, damas y caballeros, el increíble mago Ryan Grint.

Daphne frunció el ceño. ¿Qué estaba diciendo Ryan?

-Gracias, gracias.-Ryan la miró y sonrió.-"Para mi próximo truco, necesito que me beses y haré aparecer mágicamente mariposas en tu estómago." Mario Benedetti.  

Ella sonrió. Conque por ahí iban las cosas...

-¿No hay otro voluntario?

Ryan frunció el ceño.

-No, no lo hay. Desgraciadamente me he fijado en ti...

La rubia volvió a sonreír y se acercó para besarlo.

-¿Mejor así?

-Ajá...-Dijo él mirando sus labios con deseo.

-Mira, lo siento de verdad. No debería haberte dejado plantado. Pero estaba en clases y el profesor se quedó con mi teléfono. Luego llegué a casa preocupada por el examen y te olvidé. Lo siento.

Él le acarició una mejilla y le tomó la mano.

-Está bien. Ven...

Ella lo siguió hacia la cocina. Pasaron por una puerta y él la condujo hasta su habitación. Cerró la puerta, apagó la luz y se acercó a besarla de nuevo.

Daphne sintió un súbito calor inundar sus mejillas. Ryan la acariciaba demasiado...

-Ryan...

-Mmm... ¿Qué?

Ella se separó unos centímetros.

-Yo... No estoy lista. Lo siento.

El pelirrojo abrió los ojos.

-Después de todo lo que te he oído decir...

Ella bajó la vista. Era cierto.

Daphne siempre decía que aquello de esperar a que uno estuviera listo para hacer algo era una bobada. Le parecía que las cosas ocurrían y punto. Sin razonamiento... No había persona más impulsiva que ella. Y aún así...

-Lo sé. Pero... No me siento lista. Lo... Lo lamento.

Ryan le besó la frente.

-Tranquila. Quiero que estés cómoda conmigo. Sin presiones. Sabes que, para lo que te haga falta, cuentas conmigo.

Daphne asintió y volvió a besarlo.

-Es que yo...

-No hace falta que te excuses. Puedes tener razón. Al fin y al cabo, nos queda mucho por recorrer juntos.-Dijo entrelazando sus manos.

***---***---***---***---***

Helena caminaba nerviosa de un lado al otro del cuarto.

-Mamá... ¿Qué haces? Llevas como horas caminando así.

La pelirroja sonrió.

-Estoy esperando a alguien, Mais.

-¿A quién?

-A Daphne.

Maisy sonrió. Daphne era su madrina.

-¡Yo quiero verla!

-Y podrás. Sólo tienes que tener paciencia.

-Y si yo tengo paciencia... ¿Igual tú?

Helena suspiró y se sentó en un sillón.

-No lo sé. Pero lo intentaré.

Maisy se acercó a su madre y se sentó en su regazo.

-Mamá... ¿Qué es esto?-Preguntó señalando el anillo de compromiso de la pelirroja.

-Es mi anillo de compromiso.

-¿De qué?

-De compromiso.

-¿Y eso?

-Bueno, cuando un hombre le pide a una mujer que se case con él le regala un anillo que ella acepta junto con la propuesta.

Helena se dio cuenta de que había metido radicalmente la pata cuando Maisy preguntó:

-¿Y quien te dijo que te casaras con él?

"Ay, maldita sea. Yo y mi bocota."

-Pues...

-Papá, ¿cierto?

La pelirroja miró el anillo y sonrió.

-Sí.

-¿Y van a casarse?

-Yo...

-Aún no lo sabemos.-Intervino Will entrando por una puerta.

-¿Por qué?-Preguntó Maisy.

-Bueno, Mais, porque...

El timbre salvó a Helena de tener que dar más explicaciones.

Will suspiró aliviado y corrió a abrir la puerta.

-¿Cómo te fue en el examen de ayer?

-Genial, gracias a ti. No tengo los resultados pero seguro que no me fue mal.

Will sonrió.

-Pero si es que yo soy un verdadero genio.

-Oh, claro.-Dijo Helena con sarcasmo.-Y tan modesto, seguro.-Miró a su cuñada y añadió:-Hola, Daph.

-Hola, Helena. Dime algo, siento curiosidad. ¿Qué hizo que te enamoraras de mi hermano? Porque su modestia seguro que no fue.

Will frunció el ceño.

-Te recuerdo que aún estoy aquí.

Daphne sonrió.

-Maisy, nena.-Dijo al ver llegar a su ahijada.

-¡Tía Daph!

Ella sonrió y la alzó para estamparle un beso en la mejilla.

-¿Qué tal todo, niña?

-Genial. Pero no entiendo por qué papá dice que no sabe si va a...

-Bueno, bueno.-Interrumpió Will.-Ha sido suficiente charla.

Daphne lo miró alzando las cejas. Él se encogió de hombros.

-Creí que tenían que irse a ver algunas cosillas.

Helena asintió.

-Vamos, Daph. Adiós, princesa. Adiós, Will.-Saludó la pelirroja.

Maisy se bajó al suelo y se fue con Will. Él se despidió de su hermana y su novia y las vio salir por la puerta en silencio.

***---***---***---***---***

-Y bien, Helena, ¿Piensas decirme dónde vamos?-Preguntó Lyn.

Daphne y ella acababan de buscarla en su casa y ahora las tres caminaban por la calle.

-Tengo que hacerme las pruebas para mi vestido de novia.-Respondió con naturalidad Helena sin detenerse.

Lyn y Daphne se detuvieron.

-¿Cómo dices?

-Vamos a una tienda de vestidos de novia.

Las dos rubias se miraron de nuevo y saltaron sobre Helena para abrazarla.

-¿Estás de broma?

-No.-Sonrió la pelirroja.-Es todo real.

***---***---***---***---***

Mientras tanto, en la otra punta de la ciudad, Sophie caminaba de la mano de su tía Emma. Acababa de comprarse unos globos blancos muy bonitos.

Emma sonrió al ver la vidriera de un negocio. Bodas de blanco. Ella había comprado su vestido de novia allí.

Pasaban justo enfrente cuando Sophie dijo:

-Tía... ¿No es esa Helena?

Emma se sorprendió mucho y acercó su nariz al escaparate. Allí, efectivamente, estaba Helena, hablando con Lyn y Daphne y vestida de blanco.

Emma dio un salto de alegría. Estaba ocurriendo...

-Sophie, ven. Vamos a ver algo. Luego te llevo con tu madre.

La niña asintió.

-Bien, mis queridas sobrina, amiga de hija e hija... ¿Pueden decirme qué hacen aquí?

Helena dio un respingo al oír la voz de su madre.

-Mamá, yo...

-Ahora no quiero que me des ninguna excusa. Quiero que me digas por qué están aquí.

Helena sonrió tímidamente.

-Creo que ya lo sabes, mamá.

Emma hizo una sonrisa de medio lado.

-Sí, pero quiero que tú me lo digas.

-Mamá... Voy a casarme.

-Pues te felicito... ¡Ya era hora!

Emma sonrió y la abrazó mientras ambas, madre e hija, soltaban unas silenciosas lágrimas.

Continue Reading

You'll Also Like

506K 40.4K 167
~SINOPSIS DE LA 1ª PARTE~ Anya Forger, la adorable y telepática niña, se ve envuelta en un enredo de rumores junto con Damian Desmond, el hijo del pr...
416K 57.5K 58
El amor puede llegar de manera impredecible... Para aquel Omega que por mucho tiempo creyó que lo había encontrado, vendrá en su demandante e impone...
3K 136 7
Serie de One-Shots Romione, inspirados en de versos de las canciones de Taylor Swift. Cualquier sugerencia siempre será bienvenida. Todos los persona...
127K 5.8K 41
Un día, dos chicas se encuentran en el metro. Violeta, que acaba de ser abandonada, se está recuperando de un corazón roto, y Chiara está lidiando co...