Amor ardiente. La luna lo sabe todo

1.7K 122 28
                                    

-Emma Watson, ¿te casarías conmigo?

Emma lloraba.

-Rupert, te amo, pero hay algo que debo saber. Si te pidiese que esperases por mí, ¿Lo harías?

-Claro que sí.

-Pues entonces-Dijo ella revelando una sonrisa.-Es tu día de suerte. Porque no te pediré que esperes por mí...

Él estaba asombrado.

-...Te amo. Mi respuesta es SI.

Rupert le colocó el anillo de compromiso. Sencillo y discreto, pero muy hermoso. La joya que tenía parecía una rosa.

-Te amo, Emma.

-Te amo, Rupert.

Y se besaron. Rupert volvió a besar su cuello, esta vez sabiendo que no había motivo por el cual debiera parar.

Emma besó y se dejó besar.

Rupert besó y se dejó besar.

La ropa cayó sobre el piso, siendo olvidada enseguida por sus dueños, que no dejaban de besarse como si la Tierra fuese a dejar de existir.

Se amaron como la primera vez. Se amaron profundamente. Se amaron más allá de cualquier cosa. Se amaron. Y cuando lo que ambos deseaban ocurrió, fueron las personas más felices de la Tierra.

Las cosas cambiarían desde ese día, y sería para mejorar.

***---***---***---***---***

-Em...-Dijo él soñoliento.

-Mmm... ¿sí?

-¡Voy a casarme! Aún no lo creo.

-Ni yo.

-Me haces muy feliz, de veras.

-Tú también.

-Emma...

-¿Qué?

-¡Voy a casarme!-Repitió.

Ella rió.

-Amo tu risa.

-Lo sé, es tu segundo sonido favorito.

-¿Y el primero cuál es?

-Acabas de oírlo. Aunque, si quieres escucharlo una vez más, podemos...-Dijo ella acercándose a él.

Él no se hizo de rogar.

Pasados un par de minutos, oyó lo que más amaba:

-Rupert...

Él sonrió. Quería escucharlo de nuevo.

-Rupert...

Él volvió a sonreír, y la besó. Y, contra sus labios, ella volvió a decir:

-Rupert...

Ambos cayeron exhaustos.

La única testigo de aquella demostración había sido la luna. Sonriente, observaba todo. Ella sabía que ambos se casarían. La luna siempre sabía todo. Y, aún sonriendo, se preparó para espiar por las demás ventanas.

***---***---***---***---***

La mañana los sorprendió aún en la cama.

Rupert despertó primero y la miró dormir. Con el anillo en su mano y el relicario al cuello, se veía aún más hermosa. Esas cosas mostraban que ella le pertenecía a él, y que él le pertenecía a ella.

Emma abrió los ojos y lo vio a su lado.

-Me siento la persona más feliz sobre la Tierra.

-No puede ser. Ése soy yo. Aún no creo que aceptaste casarte conmigo.

-Pues créelo, porque es cierto.

Rupert la besó.

-¿Por cuánto tiempo alquilaste la cabaña?

-Te diré que mañana a la noche estaremos de vuelta en el apartamento.

-De acuerdo. Mientras tanto...

Rupert tomó el rostro de Emma por las mejillas. Su cabello cubría sus manos. Él la besó.

-¿Te he dicho que te amo?

-Pues sí. Pero no me molestaría seguir oyéndolo.

Él sonrió.

-Te amo...-Dijo besando cada parte de su rostro.

Ella se estremecía cada vez que sus labios la tocaban. Por fin se sentía plena, feliz y amada.

-Tú eres la persona más especial de mi vida, Rupert Grint.

-Pues tú haces que la mía sea feliz. Y... sólo para cuando nos casemos, mantengo lo que dije.

-¿Qué cosa?

-Tú-Le besó la nariz-Serías-la frente-Muy-La mejilla-Buena-la barbilla-Madre.-Y besó sus labios.

Emma se ruborizó.

-¿Aún lo crees?

-Ahora más que nunca.

Ella sonrió.

-Pues tú serías buen padre, Weasley.

-Eso fue muy inteligente. Cierto, Ron sería buen padre. ¿Y Rupert?

-Rupert no.

-¿No?

-No. Él sería un excelente padre, el mejor.

Él le sonrió.

-Y por eso te amo. Porque eres tú.

-Y yo te amo por lo que significas para mí. Un futuro esposo y padre.-Respondió Emma mirando su anillo.

-Y tú mi futura esposa y futura madre.-Él miró primero al anillo, luego a su vientre y luego a ella.-Si estás de acuerdo.

-Tengo veintiséis. Tú veintiocho. Creo que... Luego de la boda, podríamos pensarlo.

Él la besó y le dijo:

-Ha sido el mejor cumpleaños de mi vida.

-¡No te di tu regalo!

-¿No? Aceptaste ser mi esposa y... algo más y ¿Dices que no me has dado mi regalo? ¡Con eso básicamente me has regalado como para toda la vida! Te regalaste a ti.

-Gracias, lo sé, pero no te di tu regalo. Te compré algo.

-¿Puedo verlo?

Emma sacó una caja de la mesa de noche. Rupert la abrió y encontró algo que jamás habría esperado ver: una foto de su primer beso, a orillas del río Támesis, en un hermoso portarretratos.

-¿Y esta foto?

-Pues... Digamos que la calle tiene cámaras de seguridad. Y, luego de hablar con una amiga, conseguí la foto.

-Eres increíble.

-Cuando tengo un buen motivo para hacerlo.

Y ambos se besaron nuevamente.

-Emma, espero que no te enfades. Dan y Bonnie saben que nos comprometimos.

-¿Les dijiste?

-Le envié un mensaje a Dan.

-No me molesta. Con suerte, aceptan ser nuestros padrinos.

-Es cierto...

-¡Demonios! ¡Padrinos! ¡Boda! ¡Evanna! ¡La he dejado plantada!

Rupert hizo memoria hasta recordar a qué se refería su novia.

-¿Cuándo debes ayudarla a que se haga las pruebas del vestido?

-Hoy a la tarde.

-Pero aún puedes ir.

Emma pensó unos segundos.

-Hablaré con Bonnie para que ella vaya. Quiero pasar el resto del día contigo.

Y se lanzó a besarlo.

Junto al río Támesis (Emma Watson y Rupert Grint) [Grintson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora