Año Nuevo

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Una mirada puede expresar todo.

La familia aprendió eso en los días que pasaron en la quinta, entre besos, abrazos, caricias, risas, lágrimas y mejillas ruborizadas.

Y es que a James y Oliver se les había ocurrido una idea.

¿Cuál era la mejor manera de bromear sobre dos pequeños?

Claro, decir que se gustan.

Lo del muérdago fue apenas el primer escalón.

Luego, todos los días, espiaban por la carpa asombrándose si no estaban haciendo nada (como siempre). Hacían caras y comentarios.

Arthur agradecía no ser el blanco de las bromas y se conformaba con no tomar partido por nadie.

Rupert había visto, tal como Emma había dicho, el objeto de risa de los gemelos, Ryan y Daphne. Pero nada podía hacer. Además, no se gustaban, eran amigos.

Eso decían ellos y entre ambos pendía el secreto de quién les gustaba.

Pero Emma no estaba feliz, no señor. En primer lugar, los gemelos estaban volviendo loco a Ryan. En segundo lugar, no había hecho nada para que lo molestaran así. En tercer lugar, Emma no quería que su amistad se estropeara por unas tontas bromas. En cuarto lugar, ambos estaban muy avergonzados y casi no pasaban tiempo juntos. Y en quinto y último lugar, Rupert no se preocupaba. Eso era lo que más molestaba a Emma. Se preocupaba por Helena y su pareja pero no por Ryan... ¿Acaso eso tenía sentido? De acuerdo, él es más pequeño y es hombre, pero de todas maneras Rupert tendría que ser capaz de ver el cariño que su hijo le tiene a su rubia mejor amiga.

Pero muy cerca del último día de Diciembre, por un comentario desubicado a la hora de almorzar, Julie estalló. Dejó con violencia el cucharón sobre la mesa, puso los brazos en jarra y se puso a regañar a los gemelos.

-¡Suficiente! ¡Ya han molestado suficiente! ¡Son sólo niños! ¡Y no les han hecho nada a ustedes dos! ¡No pueden ser así! ¡No los molesten más! He tolerado esto hasta el límite de lo razonable, pero ya es suficiente. Ustedes dos son ya mayores. Oliver, vas a ser padre y en lugar de sentar cabeza intentas ver cómo molestar a tu sobrina. Y James, podrías buscarte novia en vez de hacer comentarios tontos sobre dos niños. O terminan con esto o lo haré yo misma. Y créanme, eso no les gustará.

Los gemelos enrojecieron y bajaron la mirada. Julie era una mujer que intimidaba de veras.

Daphne suspiró aliviada. No molestarían más.

Pero había algo dentro de ella que se sentía mal por eso. Sonaba ridículo. Ryan era su amigo, pero... ¿Era lindo?

"No seas ridícula. Él es tu amigo y no te ve con otros ojos. Deja de pensar en esas bobadas. Además, le gusta otra, él mismo lo dijo. ¿Por qué estás pensando esto si ni siquera te gusta? El que te gusta es otro. No seas ridícula y deja de pensar tonterías." Se dijo Daphne a sí misma.

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-Entonces... ¿Qué opinas?

Will bostezó aburrido.

-Opino que lo que llevas es muy bonito, pero, francamente, no veo la diferencia entre este y los que llevas mostrándome desde hace una hora y media.

Helena suspiró.

-Bien. Como quieras.-Dijo enfurruñada antes de volver a cambiarse.-Pero quiero saber qué es mejor para la cena de Año Nuevo. Es hoy, y...

Will apresó sus labios entre los suyos y su cintura entre sus manos para que dejara de hablar.

Junto al río Támesis (Emma Watson y Rupert Grint) [Grintson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora