Junto al río Támesis (Emma Watson y Rupert Grint) [Grintson]

Conociendo a la familia

Helena estaba fascinada con sus nuevos hermanitos.

Madeleine y Jack eran muy parecidos. Ambos eran pelirrojos (o de ese color era el poco cabello que se veía sobre su cabeza) y eran similares a sus padres. A ambos.

Emma estaba encantada. Llevaba nueve meses, desde antes de Octubre hasta Junio, llevando a esas dos criaturas en el vientre sin poder verlas. Y ahora que por fin lo hacía, le parecían adorables. Madeleine tenía los ojos de Rupert y su cabello, pero su sonrisa y su nariz se parecían más a Emma.

Rupert se sentía tan feliz que no podía expresarlo en palabras. Nueve meses sin poder tocar a Emma ("aunque ahora lo compensaré, sí, señor") habían valido la pena por ver los rostros de sus dos hijos mirándolo. Jack tenía los ojos y la nariz de Emma y el cabello y la sonrisa traviesa de Rupert.

En lo demás eran casi idénticos. La única diferencia realmente notable eran los ojos.

Cuando salieron todos del hospital, Emma ofreció hacer una celebración en su casa en honor a ambos pequeños.

La familia Weasley completa, contando a Evanna, Matthew, Amelia y Joanne, se trasladó a la enorme casa.

***---***---***---***---***

Las mujeres prepararon un par de bocadillos y desayunaron. Los hombres se sentaron a charlar muy alegres.

-Son idénticos a ambos. Como si existiese una máquina mezcladora o algo así y te hubiesen mezclado con Emma.-Dijo Dan riendo.

-Concuerdo.

-¡Michael!-Dijo sorprendido el pelirrojo.

Él sonrió y lo abrazó.

-No debo ser el primero en decirlo, pero felicidades.

Rupert rió mirando a sus mortificados hermanos.

-Sí eres el primero.

Sylvia y Margaret se acercaron.

-Felicidades, Rupert.

-Gracias, Syl.

-¿Emma?

-Está en la cocina con las demás.

-Iré a saludarla. Gracias.

Sylvia desapareció con su hija en sus brazos. Michael miró al pelirrojo.

-Mira, rojo, por el estrés te has arrancado varios pelos de la nuca.

-No he sido yo. Emma me ha agarrado mientras estaba acostada y así quedé.

Michael rió.

-No te quejes. Tú no tienes quebrado un dedo.-Dijo Oliver señalando su propio dedo vendado, resultado del nacimiento de Thomas.

Domhnall rió.

-Miren.-Extendió la mano y mostró varias cicatrices de arañazos.-Sophie.-Añadió encogiéndose de hombros.

James miró a todos.

-Empiezo a creer que será mejor no buscarme novia. Miren si me pasa eso y termino calvo y sin dedos.

Todos rieron.

-Lo creas o no, James, una mujer que te aprecie a tu lado es lo mejor que te puede pasar.-Dijo Mark sabiamente.

Todos pensaron.

-Probablemente tengas razón. Me pregunto de qué hablarán las mujeres...

Mientras tanto, en la cocina, las damas charlaban muy animadas.