Cuando Rupert escuchó a Emma hablar así, no tuvo dudas de que le decía la verdad. Sin embargo, no pudo evitar tartamudear:
-¿Se... Se... Segu... Segura...?
Ella casi le arroja los restos de la taza.
-¡Por supuesto que estoy segura! ¡No me siento así todos los días!
El pelirrojo parpadeó tres veces antes de reaccionar.
Sin decir nada más, ayudó a Emma a ponerse de pie y caminar hasta la entrada. Salió de la casa, corrió a la cochera, subió al auto y arrancó hasta dejarlo frente a la puerta.
Se bajó, ayudó a Emma a subirse, le puso el cinturón de seguridad y condujo en dirección a la clínica.
Emma tenía los ojos cerrados y respiraba tranquilamente, aunque de vez en cuando hacía unas terribles muecas de dolor.
-¿Estás bien? Que idiota, claro que no. Lo siento. Quiero decirte algo, pero no sé qué...
Ella rió.
-Estoy bien. Sólo que tenemos que llegar pronto. Llama a Elizabeth.
Rupert no quiso negar, a pesar de estar violando una norma de tránsito. Redujo la velocidad a medio metro menos por hora y llamó.
***
-¿Hola?-Elizabeth. Tienes que alistar a todo el equipo. Emma está por dar a luz.
-¿Seguro?
-Sí.
-¿Dónde están?
-Nos quedan tres cuadras. Enseguida llegamos. Si puedes tener todo listo...
-No lo dudes. Enseguida. Adiós.
-Adiós.
***-Listo, Em, todo en orden. ¿Segura que estás bien?
-Sí. Pero... Tengo miedo.
-¿Miedo? ¿Al dolor o qué?-Preguntó confundido pero con suavidad.
Ella negó.
-No. No al dolor. No por sí mismo, no creo. Sino a algo más. A formar una familia. O tener realmente hijos de sangre y que... Que no me amen.
Rupert sonrió mientras estacionaba el coche. Elizabeth se acercó y ayudó a Emma a bajar.
Él también colaboró. Varias enfermeras llegaron y los metieron dentro del edificio.
Emma seguía asustada cuando hicieron que se pusiera una bata y se recostara en una camilla.
-Rupert...-Susurró cuando se quedaron solos mientras las enfermeras buscaban lo que necesitaban.
Él la miró, le tomó la mano y la besó.
-No tengas miedo. Estoy contigo. Siempre lo haré. Ellos te amarán, puedes estar segura. Siempre debes creer en eso. Te amarán tanto como yo lo hago.
Emma sonrió.
-Te amo.
-Y yo, Em. Ahora, esto será lo más difícil. Tengo que avisar a la familia. Pero llamo a Bonnie y le pido que avise. Sólo será un segundo. Regreso antes de que puedas decir "pelirrojo".
Emma asintió y vio a Elizabeth y a las enfermeras entrar por una puerta mientras su marido salía por la otra. Vio su espalda y su cabello pelirrojo, y sonrió. Él estaría para ella. No había por qué temer.
***
-¿Hola?-Bonnie. Soy Rupert. Emma acaba de entrar en trabajo de parto. Estamos en el hospital. ¿Puedes avisarles a los demás y venir?
-Claro. ¡Qué buena noticia! ¿Nervioso?
-No tienes idea.
-Descuida, hermanito. En menos de quince minutos te prometo que verás a toda la familia allí.
-Gracias.
-No hay de qué. Ahora ve con Emma. Te necesita.
***
***---***---***---***---***
Tanto para Rupert como para Emma, todo fue mucho más fácil de lo que habían pensado.
Viernes trece o no, todo estaba en orden. Los estudios realizados por Elizabeth lo aseguraban.
Rupert no podía estar más feliz. Y Emma desbordaba alegría por los cuatro costados.
Bonnie, Dan, Helena, Ryan, Will, Arthur, Daphne, Julie, Mark, Alex, Chris, Domhnall, Clémence, Sophie, Tiana, Oliver, Thomas, James, Evanna, Matthew, Amelia y Joanne llegaron al hospital lo más pronto que pudieron. Y llegaron justo a tiempo para escuchar los primeros llantos de Madeleine y Jack Grint, que salían desde la puerta abierta del cuarto del hospital.
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Junto al río Támesis (Emma Watson y Rupert Grint) [Grintson]
FanfictionImagínense si estos dos actores de Harry Potter estuvieran juntos. ¿Cómo sería? Han pasado cinco años desde la última vez que se vieron, en la última filmación de la última película. Pero un día triste, se reencuentran y... Averígüenlo leyendo. N/A...