¿Invasión extraterrestre?

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-Muy maduro.-Le recriminó con ironía Lyn.

Miles sonrió.

-¿Lo siento?

-Maldita sea, Miles. ¿No puedes fingir ser maduro por un momento? Tenemos que salir y tú...

Él la calló con un beso.

-Shhh. No seas amargada y olvida eso. Llegaremos a tiempo y todo saldrá genial.

Ella frunció el ceño. Él pensó en lo que la había hecho enfadar y volvió a sacarle la lengua.

Lyn no pudo evitar una sonrisa.

-Eres...

-¡Mamá...!

Lyn se puso de pie.

-¡Voy!

Miles sonrió. Menuda familia la suya. Los Stevenson eran muy bromistas. En fin, ya estaban listos para salir.

***---***---***---***---***

Emma dormía profundamente cuando oyó un grito. Se despertó sobresaltada y dio un salto. Rupert, durmiendo a su lado, casi se muere de un susto.

-Emma, ¿Qué...?

Un grito idéntico al primero se oyó.

Rupert y Emma se miraron. Ni siquiera tuvieron que cruzar una palabra para ponerse de acuerdo silenciosamente y salir corriendo de su cuarto a ver cómo estaban los niños.

Por suerte todos estaban bien. Entonces... ¿Por qué ese ruido?

-Rupert...

Emma le echó los brazos al cuello y suspiró aliviada.

-Todos estamos bien. ¿Qué fue ese ruido?

-Olvídenlo.-Gritó Madeleine mirando por la ventana.-Ya sé qué ocurre.

Rupert frunció el ceño.

-No te muevas.-Le dijo a Emma.

Ella se quedó quieta pero frunció el ceño. ¿Qué demonios podría haber visto Madeleine?

-Descuida, Emma. Es sólo la chiflada de la vecina otra vez.

Ella suspiró. Aquella mujer llevaba unas semanas en la casa del frente y ya había hecho que se asustaran miles de veces. Una vez había aparecido golpeando una sartén con un cucharón y una olla en la cabeza diciendo que el apocalipsis zombie había llegado. Otra, había comenzado a arrojar piedras hacia el farol de la calle porque decía que no dormía con las luces prendidas...

Emma suspiró otra vez.

-Esa mujer tiene que hacerse ver por un doctor. ¿Qué ha hecho ahora?

Jack, que miraba por otra ventana, soltó una carcajada.

La vecina había dibujado en la calle con tizas unos símbolos extraños y gritaba de horror mirándolos.

-¿Crees que deba salir?-Le preguntó Emma a su esposo.-Para tranquilizarla y eso...

-¡La invasión extraterrestre! ¡Va a llegar la invasión extraterrestre! ¡Corran a esconderse mientras puedan! ¡O nos convertiremos en cyborgs a las órdenes de un alienígena!-Se escuchó desde afuera.

Austin, Emily, Jack y Madeleine se miraron y estallaron en una carcajada.

Rupert miró a Emma y sonrió. Ella reía.

-No, Emma. Quédate adentro. Si sales pueden secuestrarte los extraterrestres...

Todos rieron.

-Bien, niños. Hoy es el cumpleaños del tío Matt. Prepárense para salir a almorzar a su casa. Y no se olviden de ponerse cascos anticontrol alienígena.

Junto al río Támesis (Emma Watson y Rupert Grint) [Grintson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora