Abril era un mes muy especial. Y, esta vez, tenía poco que ver con que fuera el cumpleaños de Emma. No, allí había algo más.
"Vengan a casa. Tenemos algo que decirles. Matt y Eva"
-De acuerdo, esto es extraño. ¿Todo estará bien?-Preguntó Bonnie.
Daniel se encogió de hombros y siguió comiendo.
-¿Nunca paras de comer?
-Te equivocaste. Esa línea es de Emma, y se la dice a Ron. Yo soy Harry, no Ron.
-Tonto.
De todas maneras, fueron a la casa de Evanna y Matthew.
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"Vengan a casa. Tenemos algo que decirles. Matt y Eva"
-Rupert... Rupert... ¡Rupert! ¡Luego me besas! Mira esto: ¿Estará todo bien?
De mala gana, Rupert sacó su rostro del cuello de Emma para mirar el celular.
-Yo creo que sí.-Dijo volviendo al mismo lugar.
-¡OYE! ¿No puedes no besarme por un segundo y escuchar?
-No, no puedo. Aunque pudiera, no lo haría. Y es culpa tuya. Me enamoraste, soporta las consecuencias. Además, ¿no te dije aquella vez, cuando me gritaste que me mataría si me subía arriba de la pila, que aún tendrías que soportarme por mucho tiempo?-Dijo besándola de nuevo.
-Demonios. ¿Por qué siempre ganas?
-Porque tú me das la razón.-Sonrió él, y la besó de nuevo.-Si quieres, nos vestimos y vamos ahora a su casa...
-Bien.
Y ambos condujeron hasta la casa de la pareja.
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Evanna estaba nerviosa. Se había encerrado en su cuarto buscando algo para ponerse.
Matthew había desistido de intentar tranquilizarla. Era imposible.
Cuando llegaron todos y se habían sentado en la mesa del comedor, Matthew dijo:
-Bue... Bueno... Gra... Gracias... Por... Ve.... Venía ...
Se veía más nervioso que Evanna. Ella rodó los ojos y decidió que si Matthew no tomaba el control de la situación, ella tendría que hacerlo.
-Los... Los... Llamamos... Por... Porque...
-Porque Matthew me pidió que me casara con él. Y le dije que sí. Así que, bueno. Vamos a casarnos.
Matthew le sonrió, agradecido.
-Y yo tengo otra noticia que ni siquiera Matt sabe.-Siguió Evanna sonriendo, tomándose el vientre.-Estoy embarazada.
Emma y Bonnie se miraron y saltaron a abrazar a su amiga.
-¡Felicitaciones!
Matthew estaba de una pieza. Se desmayó.
-¡Ay! ¡Maldición! ¡Ayúdenme!-Pidió Evanna, agachada a su lado.
Rupert corrió a la cocina y llenó una olla con agua. Volvió y se la vació en la cabeza.
Matthew despertó escupiendo agua.
-¿Por qué hiciste eso?
-Dime de qué manera querías que te despertara.
Matthew se paró, lleno de agua, y abrazó a Eva, sin importarle que la estuviera empapando.
-Me haces muy feliz, Evanna. Yo... ¡Voy a ser padre!
Se desmayó de nuevo. Evanna reía tanto que tenía que sostenerse de una silla para no caer al suelo.
-Bueno, chicos, pueden irse. Yo lo despierto.
-¿Podrás? La olla es pesada.-Dijo Rupert.
-Tengo otra técnica.-Evanna se agachó y besó a Matthew. Y le susurró: -Matt, preparé hamburguesas.
Matthew abrió los ojos.
-¿Hamburguesas?
-Te dije, Rupert. Puedo con él.
Todos rieron. Los visitantes se fueron, dejando a la pareja sola.
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Apenas Emma cerró la puerta del apartamento, Rupert la besó y colocó sus piernas al lado de sus caderas.
-Rupert...
-¿Qué?
-Tengo hambre.
-Luego almorzamos.
-Muy bien.-Ella se acercó y lo besó.
Rupert la llevó a la habitación. Emma sonrió mientras él le besaba el cuello.
-¿Piensas cobrar tu deuda por lo de esta mañana?
-Así es. Y tienes que pagar con intereses.
-¿Qué clase de intereses?-Preguntó ella mientras él le desabotonaba su blusa.
-Ya se me ocurrirá algo... Por ahora con que estés conmigo es suficiente.