Capítulo 25

5.1K 225 46
                                    

Volví a la cafetería como si nada hubiese pasado.

—Tía. ¿Qué ha pasado? Has tardado un montón. Estábamos preocupadas y todo —Me dice Samantha al verme entrar. No sé que cara tendré ahora mismo, pero entre el labio rajado y mis ojos llorosos, me debo ver terrible ya que mi amiga refleja preocupación en su rostro.

—¿Eva qué ha ocurrido? —Pregunta Anne, también inquieta. Intento hablar pero las palabras no salen de mi boca. Me tiembla el labio y tengo miedo en romperme a llorar pero no sé muy bien como, consigo volver a juntar mis piezas y al menos soy capaz de responder brevemente.

—Me he resbalado y me he caído. Después he tenido una discusión con Hugo. Nada que no haya vivido antes.

Anne asiente con la cabeza, no del todo convencida, pero decide darme un voto de confianza. En cambio la que no se traga nada es Sam, quien frunce el ceño.

—Me encuentro un poco mal, es mejor que me vaya a la habitación. Nos vemos luego —Me despido y me marcho tan rápido como he llegado.

Realmente no quiero llorar. No quiero derramar ni una mísera lágrima por este chico.

Por otra parte tampoco le puedo culpar, aunque quiera con todas mis fuerzas. Él me había dejado claro desde el principio lo que había. Y yo acepté. Lo que pasa que no estaba pensando que en lo que estaba significando para mí, para él lo que ocurría le era indiferente y que lo mismo que estaba surgiendo conmigo, surgía con otras tres más. Y Anaju.

—Joder —Exclamo cuando entro a mi habitación, por segunda vez en el día con ganas de romper cosas y sintiendo una fuerte presión el pecho.

La puerta de mi habitación se abre y aparece Sam.

—Eva —Me llama y se acerca a mí despacio.

Yo intento limpiarme rápidamente una pequeña lágrima que sale de mi comisura del ojo, antes de que la vea, pero es en vano ya que Sam la ve rodando por mi mejilla e inmediatamente se sienta a mi lado y me rodea con sus brazos, estrechándome contra ella.

Yo entierro mi cabeza en su hueco del hombro.

—¿Me cuentas qué es lo que ha pasado realmente? —Dice cariñosamente —. Sólo si quieres.

Al final del día Samantha es la única que está incondicionalmente para mí, y si no me abro con ella. ¿Con quién más voy a poder desahogarme?

—He ido al baño. Y Anaju me ha seguido. Y nada, se ha cabreado porque se ha enterado de que me he estado acostando con Hugo estás semanas —Me da vergüenza volver a admitir que he vuelto a caer en Hugo, cuando Samantha no para de repetirme que no es buena idea. Y tengo que empezarla a hacerla más caso, porque parece que no aprendo la lección —. Sí, Sam. Siento no habértelo contado antes. Era algo... pues entre él y yo y ya está. Lo que pasaba se quedaba entre nosotros y eso era lo excitante. Pero Hugo se lo contó ayer a Anaju, y ella ha acabado empujándome, haciendo que me resbalase y... Pues ya lo ves —Digo apartándome para que vea el labio.

Continúo relatando lo sucedido:

—Y pues cuando iba a salir por fin del baño, Hugo ha aparecido y me ha metido de nuevo. Y yo le he empezado a gritar, diciéndole que estoy cansada de toda la situación y... —mi voz comienza a romperse —. Joder. No quiero llorar.

—Tranquila —Me consuela mi amiga mientras me acaricia el pelo —. No pasa nada por llorar, Eva. Es totalmente normal que te duela.

Aprieto los ojos. Las lágrimas se escapan y caen como pequeñas gotas de lluvia.

—Me ha admitido que aparte de mí, se ha acostado con otras tres chicas más —Sam ahoga un grito —. Tampoco tiene la culpa. Él ya me dijo que esto era sin compromiso. Pero el hecho de pensar que todas las veces que me ha buscado, o esa manera que tenía de besarme que provocaba esas estúpidas mariposas en el estómago... todo eso que estaba viviendo conmigo lo estaba haciendo con las otras y el hecho de sentirme una más y que no le importo una mierda cuando él en cambio...

El Internado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora