Capítulo 15

6K 225 38
                                    

El estridente timbre retumba de forma molesta en mis oídos dado por finalizada la clase y por consiguiente, el día lectivo. Me levanto de mi respectivo pupitre y meto mis libros en la pequeña mochila. Espero a que Samantha recoja también, y una vez todo recogido, nos dirigimos tranquilamente hacia nuestras habitaciones para dejar las cosas para seguidamente, bajar a comer de una vez por todas. Me rugen las tripas.

—¿Estás nerviosa? —Me pregunta mi amiga de cabellos rubios. Probablemente también la razón por la que mi estómago está revolucionado es porque hoy juego mi primer partido oficial. Hoy es el día por el que nos hemos estado preparando prácticamente todo el mes. Lo bueno es que el partido no es aquí, así que tengo otra oportunidad de salir aunque lo hice antes de ayer, pero igual me hace ilusión.

Al ser nosotras el equipo oficial del Internado, los aficionados del futbol de nuestros compañeros, pueden venir a vernos. Vamos en un gran autocar nosotras y las personas que se han inscrito para venir a vernos. La verdad no sé cuantas personas van a verme jugar y eso me crea un poco de nerviosismo. Tenemos que hacerlo bien. Aquí solo se viene a ganar.

—La verdad que pensaba que estaba tranquila, pero ahora creo que no lo estoy tanto —Admito.

—Es normal, es tu primer partido, pero yo confío completamente en ti. Lo vas a hacer genial.

Le doy un pequeño abrazo a Sam.

—Eso espero —Suelto un suspiro —. ¿Sabes cuanta gente va a venir a vernos?

—De fuera, ni idea. De nuestro internado... la verdad que va bastante gente, encima con la excusa de salir. Si ganáis nos dejan ir a celebrarlo así que... Pero bueno lo importante es que Anne, Gèr, Flavio y yo vamos a apoyarte como locos. ¿Sigues sin dejarme escribirme en la cara EVA?

Suelto una carcajada.

—Qué vergüenza, Samantha —Mi amiga se encoge de hombros.

—Se tenía que intentar. Pero que sepas que para la próxima llevo una camiseta con tu cara en ella.

—No puedo contigo de verdad —Me río —. Suerte con hacerte con una.

—Lo haré, ya verás.

Una vez colocadas las cosas en nuestro dormitorio, y con otra ropa diferente al uniforme puesta, bajamos a comer. Vamos a nuestro sito de siempre con la misma compañía de siempre. Flavio, Anne y Gèrard ya tienen su comida puesta y se la están comiendo tranquilamente mientras conversan animadamente.

—Puf, judías verdes —Se queja Sam al ver la comida —. Ahora venimos.

No tardamos mucho en volver con nuestras bandejas llenas. Me ha costado convencer a Samantha que al menos se ponga un poco de judías en su plato, si no se iba a quedar con hambre. Después de muchas quejas por parte de mi amiga consigo que volvamos a la mesa con mi objetivo cumplido. Quiera o no, tiene que comer verduras.

—No me puedo creer que Sam se haya puesto las judías —Se ríe Flavio mientras Samantha pincha una de las verduras y la inspecciona atentamente.

—Eva, que a veces puede ser muy plasta.

—Pero me preocupo por ti. Tienes que comer.

—La que tiene que comer fuerte eres tú, que después juegas —Responde. Yo le enseño mis platos.

—Y lo voy a a hacer, mira, llenos están.

Gèrard interrumpe nuestra pequeña discusión.

—Tengo muchas ganas de ver el partido, seguro que lo hacéis genial.

El Internado Where stories live. Discover now