Preparación

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Se había ido para su departamento tras explicarle todo a Hiashi, aunque no había estado muy de acuerdo, tuvo que admitir que debían trabajar de la mano con Tsunade. Ellos tenían un estilo de pelea que había sido desarrollado durante muchos años así como estaban acostumbrados de valerse de su dōjutsu para los combates y ninguna de las dos cosas les sería útil. No tenían una fecha definida pero tenían que empezar de inmediato los entrenamientos, debían estar listos a como diera lugar para el ataque. Iban a dividirse, el patriarca hablaría con los ancianos de consejo para convencerlos de la pertinencia de permitir que alguien externo al Clan los ayudara a entrenar y él haría lo que pudiera para que la Hokage accediera a prestarles algunos shinobis con diferentes estilos de pelea para tal cosa. Si se negaba, tendrían que resolverlo entre ellos. Además debía detener todo en lo que había estado trabajando en la mansión Hokage y unirse a los entrenamientos pues definitivamente estaba fuera de forma.

Iba a buscar la libreta de Tenten para leerla una vez más, ya sabiendo el significado de su última nota, sabía de memoria lo que decía pero igual quería verla, aunque tan pronto su cabeza tocó la almohada quedó dormido. Estaba completamente agotado, y al volver a abrir los ojos comprobó que iban a ser las siete de la mañana. Salió de la cama y tras bañarse revisó su cocina, no tenía nada para preparar y la comida que estaba en el refrigerador antes del viaje evidentemente estaba descompuesta. Ni modo, puso la tetera con agua al fuego y de la alacena tomó un envase de comida instantánea que solía tener allí guardada para imprevistos o situaciones similares, no era la primera vez que regresaba de una misión larga tarde y tenía que resolver su alimentación de alguna forma antes de comprar víveres y que del Clan le llevaran comida.

Tras ese desayuno y haber arrojado a la basura todo lo que estaba dañado, finalmente se dirigió a la oficina de Tsunade con las notas que había tomado mientras Tenten le había contado todo. Sus pensamientos mientras subía las escaleras se fueron hacia la castaña ¿qué estaría haciendo en ese momento? ¿Cómo había sido su vida durante esos meses que llevaba con el enemigo? ¿Alguien habría descubierto que había dejado ese clon? ¿La herida de su cuello si estaría sanando? ¿Lograría escaparse el día del ataque? No, esa última no era una pregunta, era una afirmación, ella iba a lograrlo y por nada del mundo él olvidaría cumplir el favor que le había pedido.

La rubia levantó la mirada después de decirle que podía pasar, guardó silencio mientras él explicaba ahora sí con calma lo que había pasado durante su viaje, como la noche antes de decidir que se iba a devolver preciso escuchó que uno de los gemelos estaba en Takigakure y que gracias a ese dato se quedó un día más y fue en ese momento que dio con los dos hermanos junto a Tenten. Ella no insistió en que le explicara el motivo por el que la castaña no había regresado con él. El primer paso sería enviar un mensaje a todos los shinobis que estaban fuera de Konoha para que terminaran sus misiones lo antes posible y regresaran, así como poner la aldea en encierro, no podían permitirse ningún inflitrado pues era prioritario empezar a prepararse para lo que vendría.

- Tsunade-sama — era el momento de hacer su solicitud — anoche hablé con el patriarca de mi Clan y queremos solicitar apoyo en nuestro entrenamiento pues no podemos valernos de nuestras técnicas

- Sí, yo también creo que es una buena idea — dibujó una sonrisa — tú no entrenarás con ellos, si bien es cierto que quieren destruirlos a todos, tu cabeza tiene un precio más alto

- Disculpe Tsunade-sama, pero no pienso hacerme a un lado el día del ataque

- Eso no fue lo que dije, un ANBU se encargará en persona de ti. Serás el primero al que atacarán — no quiso decirle que además estaban planeando sacarlo de sus casillas para que él fuera quien se abalanzara hacia ellos desesperado — dile a Hiashi que lo espero aquí, tengo algunas estrategias que me gustaría discutir con él — el tono de voz indicaba que debía hacerlo de una vez, por lo que se levantó y con una inclinación de cabeza se fue a los terrenos de su familia. La reunión con los ancianos todavía no había finalizado por lo que se sentó a esperar

El Clan KazirgaWhere stories live. Discover now