Amistad

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Una semana, cinco días de clase con Kumiko y ella casi se arrepentía de haber hecho la solicitud. La mujer era paciente, le repetía las cosas con voz calma y dulce ¡pero ella no lograba hacer nada de lo que le decía! Leían el cuaderno juntas, ella le hacía un ejemplo y nada pasaba. Estaba totalmente frustrada y sintiéndose la persona más tonta de la aldea. El jueves en la cita con Tsunade tampoco había recibido noticias nuevas, las anotaciones en su libreta eran casi una retahíla de quejas sobre lo mismo.

El sábado llegó con golpes en su puerta pasada la hora del almuerzo, escuchaba varias voces femeninas. Al abrir pudo ver a Sakura acompañada de Ino y Hinata, estaba comprobando que efectivamente la última tenía exactamente el mismo color de ojos que Neji cuando la rubia se arrojó hacia ella antes de darle tiempo siquiera a reaccionar y la abrazó con fuerza. Correspondió el abrazo lo mejor que pudo.

- Buenas tardes Tenten — saludó la ojiblanca mientras ella les indicaba que siguieran, finalmente la rubia la soltó y se sentaron en la sala todas

- Sakura me contó lo que pasó... ¿en serio no recuerdas nada? ¿Nada de nada?

- ¡Ino! — la reprendió la ojijade

- En cuanto a cosas personales, no — admitió — pero recuerdo cosas básicas como cocinar

- Supongo que eso es mejor que nada... pero aun así es algo bastante triste

- ¿Fue en la última misión con mi primo? — ella asintió con la cabeza — de razón lo vi de tan mal humor ayer

- Neji siempre está de mal humor, Hinata — dijo Ino como si fuera obvio, el comentario le causó gracia

- N...no es verdad Ino, solo es un poco serio — aclaró la Hyūga

- Por cierto, Sakura — ya que lo mencionaban recordó lo que habían hablado el día que ella estuvo — le pregunté a Neji por las sandalias, dijo que sí se perdieron con mis cosas

- Es una lástima — contestó

- ¿Qué más se perdió? — preguntó la rubia con interés

- No lo sé

- ¡Vamos a revisar! — le dirigió una mirada pidiendo aprobación y ella asintió.

Su ánimo era contagioso, así que se dirigieron a su habitación y allí entre todas revisaron su armario, para luego sentarse a ver uno de los álbumes de fotos, ellas le contaron algunas otras historias que no recordaba y luego insistieron en salir e ir por un postre en un local que por lo que describían no era muy cercano, dudó, recordando que el sábado anterior había demasiada gente en la calle y dicha vacilación no pasó desapercibida por Sakura.

- No dejaremos que nada te pase — dijo en tono comprensivo — ¿preferirías quedarte?

- No, creo que vale la pena intentar — se frotó la cicatriz y sonrió, una parte de ella tenía la duda de si los ojos blancos de la chica frente a ella la calmarían, en caso de ser necesario, de la misma forma que los ojos de él.

~

Salieron juntas, ella iba contra la pared de modo que las personas que pasaban cerca estaban a tres mujeres de distancia. Se cruzaron con Kiba por el camino, quien la saludó animadamente pero no se le acercó, el que sí se aproximó a ella fue Akamaru y se entretuvo bastante acariciándolo. De lejos vieron a Shikamaru que solo hizo un movimiento de mano a modo de cortesía pero sin detenerse y finalmente llegaron hasta el susodicho lugar de comida. En la mesa ellas también la rodearon, de esa forma se sintió protegida y logró disfrutar su tarta. En el regreso tomaron un camino diferente, pasando por la floristería de los Yamanaka para que supiera como ir hasta allá por si algún día quería pasar, la rubia le regaló algunas flores para que decorara, después compró algunas cosas que le faltaban en su vivienda y finalmente fueron a ver ropa pues Ino y Sakura insistieron en que debía reponer la que había perdido. No le gustó nada de lo que se midió así que no adquirió nada. Cuando fue a buscar la llave se asustó porque no estaba en el escondite, no alcanzó a articular palabra al respecto pues el motivo estuvo allí.

El Clan KazirgaOnde histórias criam vida. Descubra agora