Esfuerzo

181 22 2
                                    

- Es una lástima — habló Jannos desde la puerta de la cocina — creí que lo de borrar memorias era algo permanente, así ya no es interesante — ella siguió en lo que estaba sin contestarle — ¿recuerdas todo?

- No

- Pero pudiste defenderte, debes ser mucho más divertida ahora — bufó, antojada de lanzarle el cuchillo

- ¿Por qué no secuestras tu propia joven y me dejas en paz? — estaba harta

- Uryuu siempre ha tenido buen gusto... y es solo cuestión de tiempo para que se canse de ti, te recuerdo que a mí no me tiene prohibido tocarte — dio un paso en su dirección

- Te voy a matar antes de dejar que me pongas una mano encima de nuevo

- Quiero ver que lo intentes — iba a dar otro paso pero se detuvo y chasqueó la lengua — lo dejaremos para otra ocasión, mi querido hermano ya se levantó — le dio la espalda, empezando a caminar fuera de la cocina, lo pensó por un momento y al final decidió tomar un plato y arrojárselo con fuerza, este se impactó con la mano de Uryuu y cayó al suelo rompiéndose

- Creí que ya habíamos hablado sobre comportarte

- Sí — hizo un gesto para indicar que no le importaba, sin pasar por alto la forma en que le contestó

- No te voy a golpear por eso, todavía — sacó una botella de agua del refrigerador antes de seguir hablando — mientras no resuelva un asunto, lo que pasó en el departamento puede repetirse. Aunque tu aldea no te está buscando no ha pasado desapercibido por ciertas personas que ahora estoy acompañado

- ¿Y eso qué significa? — su mente no quiso detenerse en ese momento en las palabras dichas sobre no ser buscada

- Para empezar que tendré que salir más seguido, algunas veces con Jannos y otras solo...

- Así que tendré que acompañarte

- No solo eso, deberás saber defenderte

- No voy a pelear para ti — él se empezó a reír

- Para mí no, pero no creo que quieras dejarte capturar por alguno de mis detractores — se acercó a su oído — es poco probable que ellos sean tan considerados contigo ni te dejarán vivir mucho tiempo y eso finalizaría nuestro acuerdo — un escalofrío la recorrió de pensar en esa situación — entrenaremos un poco, si tu nivel sigue siendo el del día que te secuestramos no durarás mucho

- ¿Entrenar? — preguntó sorprendida

- Así es, cuando termines tus tareas te veré afuera

Estaba extrañamente emocionada por la idea, desde su pérdida de memoria no lo había hecho, más allá de las veces que Neji le dejó lanzar algunas armas en su campo, cerró los ojos un momento pensando en ese recuerdo, y hace tres días que se había tenido que defender de los maleantes en el departamento. Igual disimuló lo mejor que pudo que estaba expectante, terminó de cocinar y se dirigió a la entrada. Su ropa diaria era lo que usaba antes para entrenar entonces no tendría que cambiarse, al salir pudo ver a Hiroku y Uryuu hablando en voz baja, solo alcanzó a escuchar que esperaban a ver qué información traía Ryuuken al regresar. Se quedaron callados al verla y el mayor le entregó unas sandalias de tacón alto.

- Póntelas

- Estos zapatos no son prácticos, prefiero los míos

- No se trata de que sean prácticos, si nos atacan será en un viaje y en los viajes tú usas tacones — empezó a caminar por el pasto — no voy a cambiar esa vestimenta y ellos no van a esperar hasta que te los quites

El Clan KazirgaWhere stories live. Discover now