Final

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Vio a la kunoichi estar a punto de llorar cuando se despidió del Hyūga, había cumplido lo de darles el tiempo a solas pero lo limitó a diez minutos y de hecho cuando habían pasado nueve empezó a caminar de regreso al cuarto de observación, perspicaz como se esperaba del chico lo había sentido de inmediato, igual no es como si estuviera escondiendo su presencia ni nada parecido. Tenía cosas más importantes que hacer ese día que esperar que un par de adolescentes terminaran de hablar, por ejemplo tenía que empezar el informe, sabía que Tsunade lo estaba esperando para poder hablar con el consejo sobre el caso y definir que pasaría con la joven ¿la trasladarían a la prisión normal? ¿la dejarían libre? A él le daba lo mismo.

¿Por dónde empezaba? Además de por el principio, lo cuál era obvio. Hizo unas anotaciones iniciales sobre el estado en el cual se veía el primer día y la primera prueba que fue el examen médico, el negarle un atuendo y el hecho que sin que nadie se lo dijera había arrojado a la basura la ropa que usaba hasta ese momento, luego todo lo relacionado con su quiebre físico y así fue relatando todo hasta llegar al interrogatorio del Yamanaka.

¿Su conclusión? A pesar de no haberla sometido a ningún tipo de tortura física real se veía que estaba dispuesta a soportarla, no había hablado sobre el fugitivo ni ningún plan para verse con este y en lo relativo a los Hyūga había demostrado ser capaz de guardar los secretos. Lo había dicho Inoichi el día anterior, no era un peligro para nadie y su lealtad hacia la aldea no se ponía en duda, o al menos no mientras Neji estuviera en esta. Sus habilidades eran remarcables, había derrotado a un ANBU sin ningún arma encima y no había confesado nada en su tiempo allí, una pena que enfocara la mayor parte de sus esfuerzos en un hombre, si luchara por ella misma sería muchísimo más valiosa.

A su mente acudía el recuerdo acerca que ella se estaba preparando para presentar el examen de ascenso a jōnin y contrario a lo que había pensado en su primera impresión, debía decir que la creía capaz de pasarlo, además de ser mucho más fuerte de lo que aparentaba. Escribió un par de cosas más y justo cuando cerró la carpeta le llegó el mensaje que era solicitado en la oficina de Tsunade, chasqueó la lengua y se puso de pie de una vez.

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La cara de Hiashi revelaba que no estaba complacido, pero no por el hecho de haber sido citado a su oficina sino por descubrir que su sobrino se encontraba allí presente también. En las semanas que habían pasado con Tenten prisionera lo había tenido prácticamente a diario en su despacho como si ella no tuviera nada mejor que hacer que estar dejando todo su papeleo y demás pendientes solo por atenderlo.

- Tsunade — fue el escueto saludo mientras tomaba asiento frente a su escritorio, en la silla que estaba libre — Neji

- Hiashi-sama — había hecho una inclinación, sabía que le esperaba una reprimenda — seguí al fugitivo por varios días, estuve en dos de sus guaridas y él mismo se encargó de destruirlas sin que nada útil quedara en estas — era mejor empezar de una vez — en la segunda que estuve era evidente que allí vivieron antes del ataque, tenían una habitación con unas mesas de las que tomé esto — dejó las hojas sobre el escritorio y los dos tomaron cada uno alguno de los papeles — al salir del lugar y después que fuera incendiado pude seguir un rastro por el bosque hasta esto — en cada mano sostuvo un sello — por favor Hiashi-sama, encienda su byakugan — así pasó

- Así que de esta forma se escondían los cobardes — dijo al apagar el dōjutsu y sostuvo ahora el sello para examinarlo más de cerca — estas letras en la esquina...

- Creo que están dirigidas a Tenten — nadie dijo nada, aunque el patriarca hizo un gesto despectivo — después de encontrarlos cualquier rastro del fugitivo se desvaneció por completo, estuve un par de días más intentando encontrar cualquier pista que seguir pero fue en vano, por eso regresé

El Clan KazirgaWhere stories live. Discover now