Inicio

444 55 7
                                    

Se despertó esa mañana apreciando el hermoso día que hacía, el clima se sentía según su concepto perfecto, se desperezó en su cama estirando lo máximo que pudo cada una de sus extremidades, tenía que levantarse pues la hora de salir se aproximaba o llegaría tarde al entrenamiento que había citado su sensei. Estaba de muy buen humor y no quería aguantarse el discurso sobre el compromiso y el absurdo castigo que se ganaría si llegaba tarde.

Salió de la cama y tomó una ducha rápida para luego vestirse, comer algo ligero por la cercanía del ejercicio y salir en dirección al campo de entrenamiento. Al llegar al lugar observó cómo, para su desgracia, era la última en llegar.

- Buenos días Gai-sensei — saludó animada con una sonrisa — buenos días chicos

- Hola florecita — saludó Lee moviendo la mano enérgicamente, Neji solo hizo un leve movimiento con la cabeza a modo de saludo.

- Mi bella flor, me alegra mucho que llegaras, pero han pasado tres minutos desde la hora acordada — ella intentó no perder su buen humor — llegaste tarde y sabes que eso en el mundo shinobi es algo que no se puede permitir, no puedes permitir que la llama de tu juventud se apague, pues si eso ocurre... — bla, bla, bla, se conocía el discurso de memoria, casi podía recitarlo al tiempo que su sensei, buscó la mirada de Neji y él solo hizo un ligero movimiento de hombros que le indicaba que ella se lo había ganado, así que empezó a ver el suelo dando ligeras patadas con aburrimiento, murmuró una disculpa cuando se dio cuenta que Gai había terminado por fin de hablar.

Un puff sonó en el lugar, apareciendo un ninja de la cortina de humo

- Tenten, Neji, la Hokage los espera en su oficina

Y en otro puff sin esperar respuesta había desaparecido.

- Es una lástima — dijo Gai meditativo — se perderán el entrenamiento, la próxima vez que nos encontremos será el doble de complicado y el doble de tiempo para que compensen lo perdido, pues deben reavivar la llama de...

Ellos no se quedaron a escucharlo terminar de hablar, de un salto empezaron a dirigirse a la oficina de Tsunade. De reojo alcanzó a ver que su sensei seguía hablando solo, sin percatarse de la ausencia de sus dos alumnos.

Shizune los hizo pasar y ellos esperaron de pie en la mitad de la oficina, Tsunade estaba inmersa en un mar de hojas sobre el escritorio.

- Buenos días Hokage-sama — saludó ella intentando llamar su atención

- Buen día chicos, me alegra que hayan podido venir rápidamente — los observó por encima del escritorio — los mandé a llamar porque tengo una misión para ustedes... tendrán que llevar un pergamino confidencial y muy importante a Kumogakure. Deben entregárselo personalmente al Raikage y esperar que él les entregue otro con su respuesta. Pidió específicamente una semana a partir de la entrega de nuestra petición para dar una respuesta, por lo tanto deben esperar ese tiempo y regresar, los esperamos aquí en dos semanas... — hizo una pausa buscando entre sus papeles — sé que no es una misión complicada pero he decidido enviarlos a los dos pues hemos recibido múltiples reportes de otras misiones en la que nos alertan sobre la cantidad de ladrones en el camino. Deben estar muy atentos, especialmente de noche.

- De acuerdo Tsunade-sama — contestaron ellos

- Tomen — les extendió el pergamino — este documento no puede caer en manos enemigas, si son atacados antes de llegar a la aldea deben destruirlo, y es fundamental tener el otro pergamino a más tardar en dos semanas aquí — los observó fijamente — si ven que no alcanzan a cumplir el tiempo designado deben enviarlo en un ave sin dudarlo ¿Entendido?

- Sí Hokage-sama

- De acuerdo, pueden retirarse. Saldrán en dos horas.

Ellos salieron de la oficina rumbo a sus respectivos hogares. Al llegar a su departamento se dispuso a alistar la maleta, dos semanas no eran mucho tiempo ni era su misión más extensa pero quiso empacar un poco de ropa diferente, por la forma en que les habían planteado la misión tal vez pudiera recorrer un poco la otra aldea en el tiempo libre. Llegó a la salida de la aldea unos minutos antes de la hora acordada, sabía que Neji odiaba la impuntualidad y ella no le daría un motivo para enojarse y empezar con mal pie esa misión.

El Clan KazirgaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora