Cruzados

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Bostezó con aburrimiento, llevaba demasiado tiempo en el lugar dejando así de pasar desapercibido, por lo que se movió y dio algunas vueltas a la manzana intentando obtener un nuevo punto de vigilancia, en algunos tejados había visto ninjas así que no era una opción subirse también. Caminó en el sentido que la había visto llegar, entrando a algunas tiendas de ropa para hablar sobre las inexistentes telas que componían su catálogo de venta, hasta que por fin la vio pasar de regreso. Disimuló su risa cuando el dueño del comercio le dio una cita para el día siguiente para poder hablar mejor sobre el producto que ofrecía, agradeció la oportunidad y empezó a perseguir su blanco hasta la biblioteca. Era complicado entrar al mismo lugar pues aumentaría las posibilidades de cruzársela de frente, pero debía hacerlo, había notado el ninja enmascarado que seguía los pasos de ella, dejando claro que no era el único que la vigilaba.

Agachó la cabeza e ingresó, pasando por entre los estantes para ver por encima de los libros. En una de las mesas estaba el Hyūga leyendo, su adrenalina se aceleró, pero no lo demostró. Ella no se dirigió de inmediato a la mesa en la que estaba el chico, primero buscó entre la biblioteca un libro específico y luego si la vio ir a la mesa, saludándolo con un beso corto antes de sentarse a su lado y concentrarse también en el libro que había tomado. Estar en una biblioteca tenía una desventaja, había demasiado silencio, pero esa misma era la ventaja, si estaba lo suficientemente cerca ese mismo silencio hacía que cualquier conversación se escuchara bien.

- ¿Genjutsu? — preguntó en voz baja levantando la mirada

- Me cambiaron el tema, yo quería seguir en el pergamino — hizo un puchero

- Debe haber un motivo — aunque también se le hacía extraño el repentino cambio — tal vez puedas preguntarle a Tsunade

- Estoy segura que Tsunade es el motivo — confesó — empiezo a creer que su objetivo es confundirme

- Ella solo busca lo mejor para la aldea — cambió la página en que iba — aunque tenga un genio fuerte

Tenten se empezó a reír en silencio, intentando concentrarse en lo que decía la guía sobre genjutsu en sus manos, quería aprender ese tema para salir rápido de eso, entre más leía que se trataba de una técnica usada para tortura mental menos cómoda se sentía. Neji por su parte había reencaminado su búsqueda a los libros de historia de los últimos diez años, pendiente de cualquier mención que hicieran a seis atacantes, era su primer día dedicado a esa revisión y no se sentía optimista, además aunque no lo diría en voz alta, estaba seguro que Tsunade había visto el avance de ella en las invocaciones y estaba a propósito desviando su aprendizaje, más le valía a esa maestra no mostrarle nada feo.

~

¿De verdad eso era todo lo que pensaban hacer? Les daba un punto por ver que al menos se habían saludado de un beso, pero ¿pasar la tarde en una biblioteca? Estuvo una hora, había escuchado la corta conversación y no había un solo indicio que fueran a volver a hablar. Se fue para ir a buscar una posada, dejando su equipaje antes de volver a salir. Por la hora ya había ocurrido el cambio de turno, así que era el momento de volver a ir al hospital. Muchos podrían creer que la hora ideal para inmiscuirse en un lugar que normalmente estaba repleto de gente era en la madrugada, pero eso sería un error de principiante. Precisamente todos intentaban colarse a altas horas, por lo que solía ser el turno más vigilado, y cualquier intruso se descubría fácil. En el caso de los hospitales era mucho más fácil hacerlo en el ajetreo del día, en caso de ser descubierto siempre podía decir que era un paciente o visitante que había olvidado dónde quedaba su habitación. Leyó de reojo el mapa del lugar que estaba en una de las paredes mientras felicitaba a una señora embarazada, con aparente paso descuidado fue hacia los cuartos, antes de empezar a buscar la escalera que debía llevarlo a otro piso. Hasta que finalmente lo encontró, pasó hacia el baño y comprobó que estaba cerrado con llave, por lo que al devolverse supo cómo acercarse a la puerta con los dos pequeños ganchos en su mano, el clic que sonó le indicó que podía pasar, cerró tras de sí poniendo el seguro de nuevo. Otra gran ventaja de hacer las cosas a pleno día era la disponibilidad de luz natural, no tenía que esconderse bajo un escritorio con una linterna en su boca mientras leía a prisa. Hizo memoria, el festival fue a principios de enero, más los días que ella estuvo en la guarida y los días que les debió tomar hacer el viaje desde Kumogakure, eso le daba un aproximado de los últimos días de ese mismo mes. Vio la planilla con los registros y eran demasiadas carpetas para revisar, volvió a leer los nombres aunque no sabía cómo se llamaba, fue entonces que en el listado resaltó un nombre, Neji Hyūga había estado en el hospital, podía apostar que ese era el mismo día que ella había llegado, reduciendo bastante las opciones. Había diez mujeres en los ingresos de ese día antes que el Hyūga, ojeó los archivadores de esa oficina, estaba dividida en dos, a un lado los archivos de la población civil y al otro de los shinobis, ella era una kunoichi por lo que se dirigió hacia ese lado. Era bueno que fueran tan organizados, buscó el primer nombre de la lista y no lo encontró, o sea que era una civil, pasó al siguiente, la encontró y sacó la carpeta, la abrió, encontrándose en la primera hoja una foto, no era. En orden alfabético fue buscando uno a uno los nombres que aparecían, hasta que llegó a ese nombre sin apellido. Abrió la última gaveta en donde estaba la T y tomó en sus manos el expediente con un simple "Tenten" escrito en el costado, viendo la foto de la chica con sus dos chonguitos y sus ojos chocolate viéndolo seriamente.

El Clan KazirgaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora