Capítulo 79- Piraña

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En las naves no reinaba nada más que el silencio, todos expectantes de lo que pasaría.

—Dos.

Ya no habría vuelta atrás. Se habían entrenado para eso, lo habían planeado por mucho tiempo. Saliera lo que saliese debían de aceptarlo. Era lo mejor. Tenían que hacerlo.

—Uno.

Sin esperar nada más, la joven pulso el botón y empezó a correr junto con sus compañeros, lo más rápido posible. Detrás suyo, el pequeño pitido de las bombas les recordaba el poco tiempo que tenían y al ver alguna luces encenderse supieron que los guardias de CRUEL ya se habían enterado de su paradero.

Corrieron con toda la fuerza que les quedaba, intentando no pensar en que en solo unos segundos podrían morir de no lograr correr rápidamente. Tenían que lograrlo, estaban ahí por algo, no podían morir así, no aún.

La alarma de CRUEL se activó inmediatamente, alertando a los guardias del almacén para que se pusieran a cubierto. Varios gritos hicieron que los seis jóvenes alijeraran  el paso.

Pasaron por varios pasillos. Pasillos que ya habían estudiado perfectamente antes de llegar a aquel lugar siquiera. Se los sabían de memoria, no había perdida. Apenas cruzaran aquellas grandes puertas de hierro, todo habría terminado y podrían llegar a las naves.

—Tres.

El conteo de la bomba hizo que corrieran más a pesar del poco aire que sentían llegar a sus pulmones.

—Dos.

Las puertas se abrieron automáticamente, seguramente gracias a los técnicos de la nave que habían conseguido burlar la seguridad de CRUEL.

Para cuando salieron, vieron las dos naves casi a punto de partir.

—¡Vamos, más rápido!—gritó de nuevo aquella voz masculina por los auriculares.

Los seis jóvenes siguieron hacia delante, en ningún momento miraron atrás. Poco a poco se fueron separando tal y como lo habían planeado y tres de ellos se dirigieron a una de las naves, mientras que los otros tres se dirigieron a la otra.

—Uno.

Apenas subieron a la tarima de las naves, las cuales habían empezado a alzarse para salir rápidamente de ahí, escucharon el fuerte ruido de la explosión y junto con la ayuda de la gente que se encontraba en las naves, consiguieron entrar del todo y cerrar las puertas antes de que el fuego llegara hasta ellos. Rápidamente, se alejaron del lugar, viendo por la ventanilla como todo ardía entre las llamas.

Se oyeron gritos  de felicidad y enhorabuenas para los jóvenes que habían logrado cumplir la misión. Todo aquello, mientras los gritos de dolor de los enemigos y el ruido de las explosiones se abría paso por todo el recinto.


***

—¡Eh, Piraña!

Aquella voz llamó la atención de la joven, haciendo que dejase de comer el trozo de pollo  que tenía en las manos, para alzar la mirada y ver de quien se trataba.A nos más de dos metros, vio a uno de sus compañeros acercarse a ella.

Se trataba de Telan, su segundo al mando y amigo. Un chico alto, de tez bronceada y ojos marrones, del mismo color que su cabello. Tenía hombros anchos y brazos y piernas musculosos a causa de los entrenamientos, pero lo que más lo caracterizaba y tal vez una de las cosas que más le gustaban de él, era el tatuaje que le cubría todo el brazo derecho. Un tatuaje de dragón.

¡¿Yo en The Maze Runner?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora