Capítulo 72- Perdidos.

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—¡Los cranks! ¡Corran!

Los gritos habían levantado a todos los demás y con completo horror miramos como el rubio corría hacia nosotros con un grupo de cranks detras suyo. 

Todo sucedió muy rápido, no tuvimos que pensárnoslo dos veces porque inmediatamente nos pusimos a recoger las cosas y meterlas en la mochila para después ponernos a correr. Joe nos gritaba, diciéndonos que hiciéramos las cosas más rápido y que lo siguiéramos. En aquel momento parecía estar  maldiciendo a todo el universo.

Los recién levantados parecían desorientados, con los ojos bien abiertos y mirando a todos lados. A pesar de eso ninguno parecía tener la intención de detenerse. Obviamente todos preferían vivir, a quedarse ahí y montar una fiesta con aquellas cosas.
Ya nos habían alertado sobre los cranks antes de salir de CRUEL pero estaba claro que ninguno de nosotros aparte de Joe había visto uno antes y así, en aquella situación en donde no teníamos a donde más ir y todavía estábamos cansados, lucían más aterradores de lo que habríamos llegado a pensar.

Corrimos hacia la ventana por la que habíamos entrado unas horas antes pero lamentablemente a penas estuvimos cerca, más cranks aparecieron en nuestro campo de vista e inmediatamente tuvimos que girar hacia un lado  y continuar el camino. Intenté tragar la enorme bola de nervios que se había creado en mi garganta pero entre correr, mantener una respiración estable, controlar los nervios y estar pendiente de no recibir ninguna sorpresa de parte de los cranks, me era imposible.

Atravesamos tiendas que no habíamos visto antes puesto que era una de las áreas que no habíamos podido explorar. Para no perdernos ni separarnos habíamos preferido crear una barrera para saber hasta donde podíamos ir y a donde no. Bien, esa parte era por donde no habíamos podido ir.

Me estremecí debido a uno de los gritos poco humanos que emitieron aquellos seres y, a pesar de que me había obligado a seguir adelante y no ver hacia atrás para no distraerme, no pude evitar girar  y observarlos con los ojos bien abiertos. Al fin y al cabo, aunque hubiera leído sobre ellos, todavía seguía asombrándome y a la vez horrorizándome  por su aspecto.

Habían cranks de diferentes fases, aunque la mayoría fueran de la quinta fase, es decir, de los más inhumanos. Me sorprendí por el tremendo parecido que tenían estos a los cranks que se describían en los libros. Habían muchos, y cada uno con algo cada vez más aterrador que otro. Todos tenían la ropa rasgada y llena de una enorme capa de suciedad. Muchos de sus rostros estaban desfigurados, su piel parecía rasgada, con un montón de heridas al aire, muchas de ellas infectadas, con pús y un color verdoso que daba ganas de vomitar. El pelo, todo desalinado, si es que todavía les quedaba, puesto que muchos mostraban grandes vacíos en el cráneo, como si se lo hubieran arrancado literalmente por la rabia. Un escalofrío recorrió mi espalda dorsal al fijar mi mirada en sus ojos, inyectados en sangre y más aún al encontrarme con varios con los ojos arrancados y las órbitas llenas de sangre seca, algunas zonas  a punto de la putrefacción. ¿Cómo era  posible que aquellas  cosas siguieran en pie siquiera?

Unas tremendas ganas de vomitar me hicieron volver la vista al frente y pude notar que no era la única asqueada. Los gritos de las cosas esas nos hicieron aumentar la velocidad a pesar del cansancio que empezábamos a tener. Ni siquiera sabíamos a donde íbamos, únicamente nos concentrábamos en correr hacia delante con el único objetivo de alejarnos de aquellas cosas y vivir.

Señor, soy yo otra vez, por favor, sacanos de esta ¿sí? Sigo siendo muy joven para morir, ni siquiera he terminado el instituto, ni de leerme los libros de mi estantería.

En cualquier otro momento me hubiera echado a reír, pero esa vez en verdad esperaba que algo llegase a ayudarnos, era lo que más deseaba. Sin embargo, estaba claro que solo eramos nosotros, un montón de jóvenes inexpertos contra decenas de monstruos. Era un gran logro el solo hecho de que siguiéramos con vida.

¡¿Yo en The Maze Runner?!Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt