Capítulo 68-Joe

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Joe:

Todo se estaba complicando. Como las cosas siguieran así tendría que intervenir antes de tiempo y el plan no funcionaría.

La sala estaba llena de doctores, que habían llegado después que la doctora que se encargaría de Amy se lo pidiera. En aquel momento me encontraba entre la espada y la pared. Sabía que si todos ellos empezaban a sospechar algo nos saldría muy caro, por lo que debía detenerlos. Aún así, temía que por dejar sola a la rubia por un segundo pasara algo.

Todos se habían amontonado a ambos lados de la joven, con los ojos bien abiertos y sin saber cómo reaccionar ante lo que estaban viendo en las pantallas. Con cierto disimulo me acerqué para ver también. En esta se mostraban lo que parecían recuerdos de la chica. Recuerdos que no tenían nada que ver con los que se suponía debía tener.

"Maldita sea"

Lo habían descubierto.

Siendo lo más cuidadoso que pude, salí de la sala mientras los demás estaban distraídos y corrí hacia el pasillo general. Rápidamente me metí en una de las salas de control y sabiendo lo que esto ocasionaría, respiré con profundidad para darme ánimos y salir corriendo apenas la alarma que estaba a punto de empezar a sonar alertase a los demás guardias.

–Cambio de planes, las cosas se han torcido un poco por aquí–me acerqué disimuladamente al micrófono que solía tener bajo mi ropa para después, tocar el botón y empezar a correr inmediatamente.

Apenas la alarma empezó a sonar me metí en la misma sala en la que me había encontrado a la rubia y la pelirroja aquella noche, rondando sin ningún tipo de permiso y haciendo lo mismo que llevaba haciendo varias noches atrás congelé la imagen de las cámaras con el botón que solía llevar encima y empecé a sacar los papeles que había estado guardando para esta ocasión.

Una vez tenía todo lo que necesitaba tenía que volver a por las dos chicas y estaba claro que necesitaría ayuda esta vez. Yo solo no podía hacerlo. De pronto, la imagen de ciertos chicos me vino a la mente. Los había visto junto a las chicas y parecían muy unidos. Según me había informado todos habían estado en el mismo laberinto y habían conseguido salir unos meses atrás.

Varios pasos provenientes de los demás pasillos hicieron que todo mi cuerpo se tensara. Quedándome en el mismo lugar y esperando a que estos pasaran conseguí pasar desapercibido y dirigirme hacia el pasillo de los chicos. Ya habiendo llegado ahí hice lo posible por recordar en qué habitación estaban. Todavía habían varios guardias, aunque había hecho que los demás se fueran debido a la alarma, estaba claro que no dejarían a los chicos desprotegidos y menos en aquel momento lleno de tensión. Por fin, ya habiendo recordado el número de habitación me acerqué al guardia que se encontraba frente a esta ante la mirada de los demás y tras una mirada seria e intentando parecer lo menos sospechoso posible, me acerqué a su oído y segundos después este junto a tres guardias más que estaban a su lado se fueron corriendo alarmados.

Era el momento. Tenía que aprovechar que se habían ido, no tardarían en darse cuenta de que les había mentido y me metería en problemas si no actuaba con rapidez. Apenas empecé a abrir la puerta de la habitación escuché como alguien gritaba.

–¡Hey! ¿Qué haces? Hemos recibido órdenes de no abrir las puertas–me dijo con cara seria e intimidante.

–Lo sé–Me puse igual de serio. Si algo había aprendido, era que tenía que demostrar confianza, jamás debía verme débil ante nadie o terminarían encontrando algún mínimo gesto débil y descubriéndome–Me han ordenado venir a por unos chicos, son necesarios para las pruebas del los grupos A y B.

El semblante del señor cambió rápidamente y asintiendo con la cabeza volvió a su puesto dejándome seguir con lo que estaba haciendo. La puerta se abrió al instante, haciendo que varios de los chicos que estaban dentro se sobresaltasen por la sorpresa. Pasé una rápida ojeada por toda la habitación y con intención de que nadie más me viese, entré en esta y medio cerré la puerta.

¡¿Yo en The Maze Runner?!Where stories live. Discover now