Capítulo 55: A todo se le puede dar una oportunidad

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-Oh, ¿veterinario? ¿Tienes perro?

¿Todavía recordaba que adoraba a los perros? Qué sorpresa.

-Gata en realidad. Embarazada. ¿Mamá y tú no querréis un cachorro por algún casual?

El ofrecimiento le salió sin pensar, porque todavía estaba pensando en dónde colocar a las crías para que todas crecieran bien, felices y bien cuidadas. Y sobre todo porque había entrado en pánico, pero eso lo declararía secundario y se centraría en los cachorros. No quería que ninguno tuviera que vivir una situación similar a los primeros meses de Zidian, y no lo harían si él podía evitarlo. Además, sabía de buena tinta que Lan Huan, con su debilidad por los animalillos pequeños y peludos, estaría de acuerdo.

-Se lo comentaré a tu madre. Puede que le guste la idea. -A este lado de la línea, Jiang Cheng asintió. Poco le importaba que su padre no pudiese verle, lo intuiría-. ¿Con Lan Huan todo bien?

La pregunta los tomó por sorpresa a ambos, presentador de radio y cultivador de renombre. Por un segundo de silencio, se miraron de hito en hito. Lan XiChen se quedó de piedra. ¿Acababa de oír lo que creía que acababa de oír?

-Sí... De maravilla.

Muy relativo todo eso. Sí que les iba bien, por supuesto, pero no sabía hasta qué punto era correcto decirlo teniendo delante a Lan XiChen en vez de a Lan Huan.

Puso los ojos en blanco. De todas formas, a su padre tampoco le importaría demasiado. Estaba convencido de que preguntaba solo por cortesía. Aunque en esta ocasión en concreto, no llevaba la razón. No del todo. Pobrecillo, todavía no se podía creer que Jiang FengMian estuviese intentando lo de interesarse por él y... ¿reparar su relación? ¿Había algo que reparar ahí o era solo que el consejero matrimonial (al que sin duda estaba yendo con Yu ZiYuan) le había puesto deberes?

-Me alegro, me alegro. ¿Estáis libres el fin de semana que viene?

Jiang Cheng ya sí que no daba crédito y, por pura inercia, Lan XiChen también se sentía confuso. ¿Acaso su padre se había dado un golpe en la cabeza o es que lo habían abducido los aliens? ¿Habría cambiado de cuerpo como Lan Huan? ¿Se podía eso?

-¿Sí?

-Genial. Tu madre pensó que sería buena idea invitaros a comer y ponernos al día con vosotros. Ya tenemos una reserva para el sábado en el restaurante de A-Li. ¿Vendréis?

¿Invitarlos a comer? ¡Invitarlos a comer! Eso parecía un gran paso hacia delante, al menos según el punto de vista del primer jade. Iba a sonreír, pero se quedó a medias con una mueca un tanto extraña, parecida a la risa nerviosa del que no sabe si reír o llorar. La expresión congestionada del locutor le hizo pensar que, quizá y solo quizá, no era algo tan bueno como sonaba. Sin embargo (contradictorio a todo en tantos sentidos que Lan XiChen ya no sabía si su compañero quería aceptar o declinar la oferta) Jiang Cheng acabó por asentir.

-Está bien. Allí estaremos. Nos vemos.

Tres frases cortas, concisas y frías. Parecían seguras, pero al cultivador no se le escapó que la mano con la que sostenía el teléfono móvil le temblaba.

-Nos vemos, A-Cheng.

La llamada finalizó con un tintineo metálico. Nada más volver a guardar el teléfono en el bolsillo de su pantalón, el presentador de radio pareció desinflarse. A pasos lentos y pesados, reemprendió la marcha en dirección a su piso. Tenían un buen paseo por delante, pero nadie quería que Lan XiChen volviese a querer vomitar incluso su propio estómago, contenido incluido. Visto lo visto, a mayores no era el único bajo la amenaza de las náuseas, aunque lo de Jiang Cheng era de puro nerviosismo.

Between  [XiCheng] [Mo Dao Zu Shi Fanfic]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz