Capítulo 30: Hay formas mejores de decir las cosas, ¿y qué?

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-¡Hola a todos! ¡Ya estamos aquí!

Wei WuXian siempre fue, es y será como un torbellino andante, y su familia en conjunto no podía resultar menos. El mundo o el contexto social importaban más bien poco, ese punto parecía ir grabado a fuego en su alma, en su propia esencia. Lan XiChen no se sorprendió al verle entrar al restaurante con una gran sonrisa pintada por toda la cara y un niño pequeño subido encima de los hombros. Reconoció a Lan SiZhui, en aquel momento solo A-Yuan, en el mismo instante en el que le vio. Tendría más o menos la misma edad que su A-Yuan cuando WangJi lo trajo a los Recesos de la Nube tras el fatídico asedio a los Túmulos Funerarios, pero era distinto por completo. Ni estaba desnutrido ni enfermo, ni mucho menos al borde de la muerte, y a pesar de las dos semanas que había pasado ingresado en el hospital se le veía en buena forma. En realidad eso le resultaba un alivio, como si un peso culpable acabase de abandonar su corazón. Ese niño estaba sano y sonreía con la alegría que cualquier crío debería tener a su edad. Miraba a su alrededor desde las alturas, absolutamente encantado con descubrir tantas cosas y caras nuevas. Tras ellos, Lan WangJi cuidaba en silencio que su pareja sujetase bien a su hijo, tan impasible como siempre. Y, solo para los ojos de Lan XiChen, con una alegría más que evidente.  Casi eufórica incluso.

Jiang WanYin negó con la cabeza ante la "entrada triunfal" de su hermano, pero esbozó una media sonrisa no del todo afilada. A su lado, Jin ZiXuan hizo lo mismo, mucho más cordial de lo que recordaba. Años y años de limar asperezas acaban dando algún resultado, supuso cierto cultivador. Los adultos se saludaron con familiaridad y felicitaciones, y Jiang YanLi no tardó en volver de la cocina para recibir a los recién llegados. En menos de un minuto, el pequeño sobre los hombros de Wei WuXian se volvió el foco de todas las atenciones. Mientras tanto Jin RuLan seguía entretenido en los brazos del presentador, ajeno al resto del universo. A ese bebé después de todo solo le interesaban su tío y dejar las manos plasmadas en los cristales no del todo limpios de las gafas de su tío.

-¿Todavía no ha llegado nadie más? -Preguntó el otro locutor mientras bajaba a su hijo al suelo y abrazaba a su hermana adoptiva.

-De momento no. -YanLi negó con la cabeza-. De vuestros padres y vuestro tío no sabemos nada aún, pero papá y mamá me han dicho que llegarán en una media hora.

-Genial, genial. Lan Zhan, ¡eres el mejor!

-Mn.

-¿Y ahora qué ha hecho? -Cuestionó Jiang WanYin, entre extrañado y contrariado. Si no tenía cara de asco era por llevar a Jin RuLan en brazos.

Solo en ese momento se percató de la mirada helada que su hermano le dirigía a su pareja de cultivo de ese mundo, y que al pasar por encima de él mismo parecía resentida por algo que ni alcanzaba ni quería alcanzar a entender. Más que resentida... ¿no estaría quizá avergonzada? Sí, eso le encajaba más. Tendría que investigar por qué luego. 

O no, o podría seguir con su vida, ignorando cierta conflictiva llamada telefónica de la que no tenía por qué saber. Y así, todos contentos.

-Conseguir que saliésemos de casa antes de las ocho. Menos mal que me levantó de la siesta a tiempo o no nos veríais el pelo hoy.

-¡Pero si es tu reunión familiar!

-Ya, bueno. -Wei WuXian rio con su descaro habitual. Luego notó como el pequeño A-Yuan miraba de hito en hito a todo el mundo. Que no le asustasen los gritos de Jiang WanYin era casi inaudito, pero estaría bien recordar que su tía biológica era Wen Qing y que esos dos se parecían bastante en temas de temperamento-. A-Yuan, ¿por qué no te presentas a tus nuevos tíos? ¡Toda esta gente es tu familia ahora!

-¿De vedad?

-¡De verdad de la buena!

Los ojos del niño se iluminaron con emoción y ninguno de los presentes pudo evitar sonreírle en distinta medida. Era adorable. Lan XiChen rememoró en un fogonazo del pasado a ese pequeño niño que se había presentado al resto de los discípulos de su edad escondido entre sus túnicas. Agarrado a sus faldas como si fueran un salvavidas, temeroso de ser herido. Como le habría gustado que su A-Yuan hubiese tenido una mirada así a la misma edad.

Between  [XiCheng] [Mo Dao Zu Shi Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora