Between [XiCheng] [Mo Dao Zu Shi Fanfic]

Capítulo 42: Experimentemos un poco de todo

-De verdad, perdona al gilipollas de mi hermano. Se dio un golpe en la cabeza al nacer o algo y desde entonces se ha quedado así.

Mientras la pareja salía del edificio de la cadena de radio, Jiang Cheng aprovechó para quejarse del incómodo momento que habían protagonizado en el programa, ese en el que Wei WuXian había decidido implicar también a la versión cultivadora de su novio sin el más mínimo de los remordimientos. También para disculparse a su extraña manera, maldiciendo a su hermano de todas las formas que se sabía. A su lado, Lan XiChen negó con la cabeza con una sonrisa afable, indicándole que no le importaba. Le daba vergüenza, sí, mucha, pero al final, hasta se había reído a pesar de todo. De esas risillas nerviosas que indican un "tierra trágame" en toda regla pero... ¿menos es nada?

-No pasa nada, de verdad.

-Algún día le estrangularé... y el muy idiota todavía se preguntará por qué.

Tras las dos grabaciones del miércoles que se emitirían el jueves y el mismo día por la noche, presentador y cultivador se habían apresurado a marchar por su cuenta antes de que nadie pudiera detenerles e invitarles a algo. Cualquier otra jornada podrían haberse quedado a charlar, pero el primer jade no estaba para mantener una conversación típica de la era moderna, así que preguntaron por A-Yuan a modo de cortesía, se alegraron cuando Wei Ying dijo que les iba de maravilla y desaparecieron sin hacer declaraciones. Jiang Cheng le contó que habían hecho lo que se conoce como una "bomba de humo". Lan XiChen no tenía ni idea de que significaba eso, pero le divertía lo de haberles dicho a los otros dos locutores que iban a bajar un minuto a por café y no volver nunca.

En hora punta un miércoles, solo las calles de aquel mundo ya eran un espectáculo para él. Y menos mal que no había aparecido un viernes de nuevo. Había tanta gente que la ciudad más concurrida que se le pudiera ocurrir en su mundo se quedaría pequeña al instante. Todo estaba vivo y vibraba con mil colores, lleno cada recoveco de las voces de cientos de personas, de la música de los artistas callejeros y de los gritos de los chavales que acababan de salir del instituto. Aunque le saturaba, al mismo tiempo reconocía el encanto de la experiencia. No sabía que había deseado vivir algo así, ser solo uno más de la multitud que pasa desapercibido en vez de ser reconocido por todos como el ilustrísimo líder de Gusu Lan, el que siempre atrae todas las miradas. Por el rabillo del ojo, Jiang Cheng le contempló un momento sin que se diera cuenta. Solo con ver esa mirada brillante supo que todavía no quería volver a casa. Al fin y al cabo... ¿cuándo tendría otra oportunidad de experimentar la vida moderna?

-¿Qué quieres hacer? -Cuestionó el presentador, sacándole de sus ensoñaciones-. Es mediodía y no tenemos nada que nos obligue a estar de vuelta pronto. ¿Te parece si aprovechamos y damos una vuelta?

-¿Por la calle?

-Claro, no te jode. No va a ser por las azoteas. -Bufó sarcástico-. Ahora que ya sé que eres como un turista, podría enseñarte algunas cosas de este sitio.

-¿De verdad lo harías?

-Si quieres.

-¡Sí! -Exclamó emocionado Lan XiChen-. A decir verdad, desde el primer... viaje todo me ha causado una curiosidad tremenda.

-Como para no. Seguro que te parece que estamos todos locos.

-Solo un poco. -Bromeó. Jiang Cheng le contestó con uno de esos resoplidos que en realidad eran risas-. ¿A dónde me vas a llevar?

-A ver, todavía es pronto para comer, pero definitivamente tenemos que comer fuera. Necesitas esa experiencia y conozco un par de restaurantes veganos que seguro que te gustarán. Son los favoritos de A-Huan. -Declaró-. Cuando salimos a mí me encantan los conciertos y los festivales y a Lan Huan las librerías. No tenemos ningún concierto a mano, y mejor porque puede ser demasiado, así que creo que podríamos ir a mirar libros.