Capítulo 28: Este mundo es más complejo de lo que pensaba

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Tanto el desayuno como gran parte de la mañana transcurrieron en silencio absoluto para Lan XiChen y Jiang WanYin. Cuando dieron las ocho el presentador de radio decidió salir a correr un rato por el parque que quedaba a unos quince minutos a pie de distancia. Siempre lo hacía cuando quería relajarse, desde la universidad, pero ese dato Lan XiChen no lo tenía. Aunque le preguntó si quería salir a acompañarle, en el fondo se esperaba la negativa del primer jade. Ambos agradecieron tanto que la propuesta fuese rechazada como que fuese tan fácil de rechazar. Necesitaban poner en orden sus pensamientos... a solas.

En cuanto Jiang WanYin cerró tras él la puerta del apartamento después de pedirle que le abriese a la vuelta, porque no se llevaba las llaves, Lan XiChen se lanzó a buscar el teléfono móvil de su homólogo. Rezó todas las oraciones que se sabía para que (por favor, por favor) hubiese tenido el detalle de escribirle la nota con explicaciones que le había solicitado. El cultivador sentía un extraño nerviosismo retorcerle el estómago cuando, con el móvil en sus manos, se dirigió al salón del apartamento y se sentó en el sofá. Zidian maulló en su dirección, curiosa hasta cierto punto, pero decidió ignorar a la gata. Como las veces anteriores, tocaba el artefacto con una especie de mezcla entre temor, respeto y curiosidad, como si esperase que le desintegrase una mano en cualquier momento. Para lo que sabía el pobre primer jade del siglo XXI bien podría haber ocurrido ya sin que él se diera cuenta.

Debía confesar que la idea de dejarle un aviso en el móvil había surgido por casualidad. Durante el último intercambio vio a Nie MingJue apuntarse unas cuantas cosas en el teléfono, así que tomó nota mental y cuando su antiguo hermano jurado no tan muerto le dejó solo en su casa se dedicó a buscar entre los disparatados iconos aquel que se asemejase al que había visto de pasada en el móvil de su amigo. Todo era probar a ver si funcionaba. Dio por casualidad con la aplicación de notas que más usaba Lan Huan —porque resulta que tenía varias según para qué quisiera emplearlas, cada cual más caótica que la anterior— y le escribió una petición en el primer color disponible que se le ocurrió, que era el que venía por defecto y el que nunca escogía para apuntarse cosas. Un suspiro de alivio le abandonó al encontrarse con que su álter ego había respondido a su petición con una extensa carta que se extendía ante él a lo largo de la pantalla y que, si deslizaba con el dedo como le había visto hacer a Jiang WanYin tan a menudo, proseguía y proseguía.

"Para Lan XiChen

Debo estar perdiendo la cabeza al escribir esto y pensar en serio que llegarás a leerlo. Espero que no lo hagas, que no tengas por qué y que nuestras vidas sigan siendo tan normales como hasta ahora. Si has vuelto a recurrir a esta nota, supongo que eso significa que no."

-Lo siento, Lan Huan. -Susurró el primer jade casi para sí mismo. Zidian acababa de subirse a su regazo y de maullarle como si estuviera de acuerdo-. Nada me gustaría más, pero no vamos a tener esa suerte.

"Si soy honesto contigo, no entiendo lo que está pasando. Hasta donde yo sé, tengo sueños extraños con un mundo en el que toda la gente que conozco se encuentra replicada en escenarios de fantasía idílicos. Y son como... ¿magos? La cosa es que los días que vivo en esos sueños no los vivo en la realidad, y eso es un problema, espero que mental y no mayor. Supongo que a ti, el yo que está leyendo esta nota, te pasará lo mismo. Creo que nos hemos vuelto locos."

Ahí Lan XiChen difería. No creía que su salud mental estuviese en juego —no tanto, o al menos no siempre y cuando no tuviera a un Jiang WanYin desnudo o semi desnudo cerca—, si no que era más partidario de apostar por la participación de alguna clase de fenómeno que estaba conectando sus mundos, que escapaba a su completo control y que todavía no lograba comprender del todo, pero que tenía que ver con la energía que detectaba. Ahora, vete tú a explicarle eso a un hombre de la era moderna actual, que por no creer no cree ni en Dios ni en Santa Claus.

Between  [XiCheng] [Mo Dao Zu Shi Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora