Capítulo 31: Vamos por partes, por favor

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Lan XiChen estaba seguro de que podría ordenar a los allí presentes según a quién le costaba más respirar y a quién menos. Su tío se saldría de la escala, eso sí, porque no estaba respirando directamente. Lan QiRen miraba a su sobrino menor, al niño en brazos de su sobrino y al desastre que su sobrino tenía por novio de hito en hito. Como si no hubiera visto nada igual en su vida; como si a Wei WuXian le hubiese salido una segunda cabeza, a Lan WangJi un tercer brazo en mitad del pecho y A-Yuan fuera verde. Tampoco parpadeaba. De no haber sido por la falta de energía espiritual de esa realidad —a la que, por primera vez, daba gracias de rodillas— el cultivador estaba seguro de que habría sido víctima de una desviación de qi en toda regla.

-¿Nuestro nieto? ¡¿Habéis adoptado un niño?! -Exclamó la madre de los dos jades al cabo de un par de segundos, llevándose por delante toda la tensión del ambiente. A su lado, Lan XiChen notó como Jiang WanYin dejaba escapar un suspiro disimulado lleno de alivio. La pareja compartió una mirada entre sí y con Jin ZiXuan, que también parecía estar volviendo a respirar. Hasta a ellos les había intimidado tanto silencio tan de repente, y mira que ya es decir-. ¡Es maravilloso! Hola, A-Yuan, ¿qué tal? Creo que eres sin duda el niño más bonito que he visto, junto con el precioso A-Ling, claro está.

Lan XiChen esbozó una sonrisa tan divertida como cargada de añoranza. Recordaba esa faceta de su madre, le encantaban los niños. No tardó ni dos minutos en ponerse a hacer reír a los dos bebés junto a Jiang YanLi y Wei WuXian, que parecía muy aliviado por la tan necesaria intervención a favor de su suegra. ZeWu-Jun no lo sabía, pero cada vez que tenían una reunión familiar se planteaba muy en serio hacerle un altar a esa mujer. Cómo para no. Al fin y al cabo, ni Lan QiRen ni su padre habían dicho una palabra al respecto. El primer jade no podía evitar mirarlos de vez en cuando por el rabillo del ojo, esperando sus tardías reacciones.

De su padre no sabía que anticipar, la verdad. Ni idea. Apenas conocía a ese hombre en su propio mundo, apenas lo recordaba, pero el señor trajeado a pocos pasos de él parecía similar a la estatua de jade y hielo que le había precedido en el puesto de líder. Rostro serio e inescrutable y parco en palabras, como Lan WangJi pero de lectura imposible para el bueno de Lan XiChen. No sabía a qué atenerse con él, nunca lo supo. Podía contar con los dedos —y tendríamos suerte si llegaba a usar los de las dos manos— la cantidad de conversaciones que habían tenido a lo largo de los años, ninguna lo que se podría considerar larga, profunda y paterno-filial. Sin embargo, de su tío podía decir justo lo contrario, por eso le sorprendía que no se hubiese lanzado a gritos contra Wei WuXian, increpándole esto o aquello o llamándolo irresponsable y culpándolo del declive de la sociedad actual y de la invención de Twitter. Supuso con bastante acierto que la presencia de su madre y de los bebés era un cierto seguro que evitaba las explosiones tempranas. Menos mal, porque ni siquiera habían empezado la cena.

En el gran salón principal del Lotus Pier las familias presentes no tardaron en estructurarse en tres pequeños núcleos: los niños y quiénes jugaban con ellos, Jiang WanYin y Jin ZiXuan charlando de algo en un lado (vaya parejita esa) y los varones de la familia Lan al otro. Antes siquiera de darse cuenta el cultivador se vio arrastrado por su tío hacia ese extremo, dónde su padre y Lan WangJi parecían esperar a que dijeran algo como figuras talladas en hielo indestructible. El problema: Lan XiChen no sabía qué decir en estas circunstancias porque... ¿qué se dice en estas circunstancias? Solo tenía claro que debía tomar el lado de su hermano a muerte si se desataba alguna clase de discusión, era su papel como el mayor después de todo. Aunque, la verdad, ni siquiera estaba muy seguro de por qué debería darse un conflicto. Solo tenía la inequívoca intuición de que ocurriría. Gracias a alguna clase de magia divina, su padre habló antes que su tío y el momento de tensión se pospuso.

Ya llegaría cuando estuviesen completos, ya.

-Enhorabuena, A-Zhan. -Dijo con sencillez el hombre. Lan WangJi miró a su padre y asintió agradecido. A su lado, Lan XiChen sonrió.

Between  [XiCheng] [Mo Dao Zu Shi Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora