Legado de Pilares [ADN I] |Finalista Wattys 2021|©

35_El Proyecto (Astrid)

No sé con exactitud cuándo volveré. Esa es la dinámica.

Furtivas son las veces que de noche visito el NUCLEO. Astrid Yoon se va a dormir cuando el reloj da las 7:00 pm; Arturo se levanta para viajar hasta que llegan las 12.00 am. Pues, el despertador de Astrid suena a las 8:00 am. Sin embargo, la traición confesada por Amir me dio la excusa perfecta para quedarme lejos unos días. No hubo objeción cuando dije que necesitaba aislarme. Por tanto, mientras ahora Sacha recibe a los promotores recién llegados de su excursión yo me alisto para regresar. Uso enguatada de pana en color negro como las botas, y pantalón capi de cuadros grises y verdes. Además, por consecuencia del viento que suela hacer en alta mar, llevo también un saco de color gris.

La idea como siempre es ocultar lo mi figura lo mejor posible, por ende, apoyo mi disfraz con una peluca anaranjada, gorra de lana con superficie plana y guantes de cuero para cuidarme las manos del frío del trayecto. Zarpo con el deseo de volver pronto, pues sé que Ryan junto con Anahí traerán el casete número dos. Lo cual resulta ser otra pista de mi abuela, otra parte del rompecabezas de su legado y la oportunidad de escucharla diciendo palabras nuevas que no tengo memorizadas.

Sin embargo, de momento lo imperioso es ir primero a casa para después reconciliarme con Amir.

— Sea usted bienvenida a Boutique Centinela.

Esa voz de tono robótico femenino saluda de forma automática nada más cruzo la puerta de entrada a la instalación. Cinco pisos de cristal y hormigón, el Centinela consta de 573 locales, una superficie construida y contada en un número de largo por ancho que jamás me ha interesado aprender. Aunque, eso sí: ocupa el mejor servicio y precios elitistas. Es un lugar de ensueño para muchos que observan a través del cristal las ofertas que jamás pagarán.

Por otro lado, para aquellos que se permiten despilfarrar el dinero como símbolo de superioridad entre la clase alta vanidosa y sensacionalista, el Centinela es motivo de orgullo, centro de reunión, u ostento cruel para aquellos que de por sí son bastante «básicos» como para entrar siquiera al recibidor por el cual ahora camino.

El aire climatizado refresca mis poros al tiempo que los olores de los perfumes distraen a los sentidos. Me veo tentada a pasarme todo el día aquí, sin embargo, hoy no puede ser. Pues, el motivo de mi presencia es tan solo comprar un regalo para hacer honor a una de las mejores tácticas de reconciliación. Pues, como diría mi padre: un buen regalo hace olvidar los rencores y alegra incluso al corazón más desinteresado. Yo le creo. Al menos, si lo fundamento en su experiencia con mi madre. Mantenerla feliz a base de regalos... que decadente resulta en contraste con el amor verdadero. E interesado. Pero por supuesto para nadie es secreto que su matrimonio fue más una fusión empresarial que un acto de amor.

Ahora nos toca hacer lo mismo a Amir y a mí. Sin embargo, existe una diferencia, o tres: somos hermanos, yo sé esa verdad y no soy del todo la marioneta de la Élite.

Un taxi me deja en la próxima parada: La Mansión Balezcose.

— De inmediato lo llamaré señorita.

— Gracias –le respondo porque quiero.

La mujer se aleja de mí, cabizbaja. En cierto punto de la enorme escalera se desvanece ante su inmensidad. Los anexos son lamentables, me digo.

Vi la expresión de su rostro cuando le hablé sin tener que hacerlo. Desde niña no lo entendía: a esas personas que nos vestían y preparaban desayunos, no los veíamos a los ojos, ni ellos de vuelta a nosotros. Tampoco vestían como yo o el resto de la población (desde pequeña evaluar la ropa siempre me gustó). Si íbamos a hablarles debía ser solo a causa de una petición (orden) pero a los niños muchas cosas se les enmascaran. Damián escuchó una vez que en Musa los anexos de la Familia Pilar podían tener hijos y criarlos. Decían que Emily Ana Batlelock no era alejada, sino que sus padres le permitían jugar con ellos.