29_Bienvenidos al NUCLEO (Ainhara)

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La cicatriz me pica. En realidad, no ha dejado de hacerlo desde que Adam nos encontró husmeando en su casa. Por otro lado, me siento vacía, consecuencia de los vómitos en alta mar. Entretanto la incertidumbre provoca en mí una ebullición interna que despierta los nervios. Así como al miedo.

El grupo avanza delante, bajo el escrutinio de mis ojos que desean ver más allá de la extendida oscuridad. Podría irme –me digo–, pues si soy cautelosa, ninguno me escucharía. Ellos tanto como yo están abortos en sus razonamientos. Sin embargo, continúo camino hacia adelante y jamás doy la media vuelta. Me apego a Ken para encontrar un poco de mi fortaleza en su compañía, ya que ahora mismo me señalo como la más cobarde del grupo.

Lo tomo del antebrazo para al instante oírlo cuestionar:

— ¿Arturo está ahí dentro?

— No –contesta el ADN.

— ¿Cómo? ¿Si no está, quién nos atenderá? ¡Y por favor respóndeme con una explicación decente! –añade.

— Arturo os recibirá esta noche, pero no de inmediato. Es posible que tengan que pasar la noche aquí. No me dieron instrucciones de cuándo debía llevarlos de vuelta, como tampoco sé a qué horas llegará Arturo. Él no permanece aquí; viene y va.

— ¡Ja! –grazno– ¿No vive aquí? ¡Vaya! Tan benévolo es que deja a sus súbditos bajo tierra y el

Casi me doy de buses con su torso. Adam me observa con una rabia que se niega a persistir desplazada por más tiempo.

— No somos súbditos.

Aquí abajo todo engaña; el tiempo, la temperatura, la vista, la audición, porque cualquiera diría que no fue un susurro. Sin embargo, yo sé que lo fue, aunque sonara tan claro como si lo gritase.

— Arturo es un buen líder –lo tengo tan cerca que veo la creciente tención alojada en su mandíbula– no sabes nada. No hables de lo que no sabes. No saques conjeturas estúpidas.

Con la misma rapidez con la que se volteó hacia mí, me da la espalda. Entonces todo el grupo retoma la caminata.

— Un buen líder conserva por encima de todo las vidas de sus seguidores. Arturo lo hace, pero no todos lo comprenden.

— ¿Qué intentas decirnos Adam? –se interesa Anahí.

— Los ADN dudan... –el chico niega como si el mero hecho de hablarlo le produjera retorcijones– algunos creen que los métodos de Arturo son algo... blandos.

— ¿Blandos, dices? –Ken da con algo– ¡De eso hablaba el mensaje sin borrar de mi móvil! Alguien le decía a Meg que se cuidara y que sospechaba porque había peligro.

— Ese mensaje era de Arturo –afirma Adam.

— ¿Se refería a los mismos ADN?

Adam no habla de inmediato y eso me exaspera.

— Supongo –dice al fin–. Estos ADN piensan que un enfrentamiento armado sería más acertado que los actuales métodos de Arturo.

— ¿Un enfrentamiento? Una guerra –deduce Anahí. El ADN cabecea– ¿Pero por qué? Si esto por la diplomacia pude resolverse.

— ¿Instinto? –se mofa sin pisca de gracia volviéndose por encima del hombro– yo qué sé. Los hombres con armas se sienten más poderosos que acompañados por las palabras.

— ¿Están abiertamente declarados contra Arturo? –interviene Ryan con expresión sospechosa. Adam niega– ¿Saben al menos quiénes son del círculo íntimo de Arturo? Su gente de confianza...

Legado de Pilares [ADN I] |Finalista Wattys 2021|©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora