6_Inesperado (Ankara)

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La semana trascurrió demasiado rápido dejando atrás el incidente del mirador y haciendo cumplir las reglas. En verdad no me importan los miedos o experiencias tristes de mis vecinas; solo me place molestarlas. La Barbie Gritona y la Impulsiva Desequilibrada, así les puse desde cuarto de primaria y desde antes, ya las molestaba y les gastaba bromas pesadas solo por placer. Razón por la cual ambas me apodaron mirmecófago mayor. Algo que no me molesta, sino todo lo contrario: me gusta causar ese efecto en los demás, sin importar por qué.

Hoy como casi todos los fines de semana me despierto tarde. Veo desde mi cama que faltan quince minutos cierre la Sala de Alimentación y de inmediato me lanzo en carrera hacia el baño. En medio del alebresto recuerdo a Megumi, entonces me enojo porque se despertó y me dejó dormir por más tiempo. ¡Eso no lo hace una amiga! ¿O sí?

Cuando me quejo de ello Meg solo da la misma excusa: sí que te despierto, pero eres como una momia ¡ni siquiera te mueves!

Y ella tiene razón. ¿Cómo lo sé? Bueno, una vez para probar que decía la verdad se filmó con mi celular mientras emprendía la difícil tarea de despertarme. Debo decir que tener un teléfono propio aquí adentro es una ventaja, pues tengo una especie de negocio de pago por uso según el tiempo o la frecuencia. Esto me genera ingresos superiores con relación al resto de las chicas, no obstante, en ocasiones esa ventaja puede volverse en mi contra.

— ¡Vaya! Cinco minutos antes –dramatiza mi amiga viendo un reloj invisible en su muñeca–. Creo que esta vez te dará tiempo a beber agua después de acabar ¿Qué ha pasado para que estés despierta tan temprano?

Perdería el tira y afloja que formaríamos si contesto. Por lo cual, de forma inteligente, cambio el rumbo de la charla.

— ¿Queda comida?

— Sí... apresúrate –sus palmadas remarcan la idea– Espera, Anki...

— ¿Qué?

— Llevas la bragueta abierta amiga.

Puntea a mi pantalón azul teñido mientras sonríe. Por consiguiente, le agradezco y lo arreglo para irme directo a la Sala de Alimentación. En donde quedaron para mí poco más que migajas del desayuno, aunque sí pude beber agua después de terminar.

De regreso al dormitorio despego una nota de la barandilla de la litera:

«Me fui a surfear. Llegaré tarde, TQM, NOMEX»

El NOMEX lo inventó ella hace años como una forma para decirnos no me extrañes, es así: NO (no) M (me) EX (extrañes).

Luego de leerla, hago un bulto el papelillo dentro de mi mano y lo boto en el cesto de basura. El instinto después de esto es salir del orfanato. Por ende, me mantengo caminando por largo rato pues no me apresura ningún plan pendiente. Puedo tomarme el tiempo de pasear por la calle en tanto despejo la vista. Amo esa sensación. Podría decirse que es mi actividad favorita: caminar.

A propósito de la sucesión de mis pasos doy con un barrio por el que no había pasado antes. Su aspecto no es peligroso, sino bastante cosmopolita; como uno no está acostumbrado a ver en Porto Villal. De modo que supongo este barrio pertenezca a las rentas que el Estado ofrece a los turistas. En consecuencia, avanzo a paso lento para así observar todo a mí alrededor. Las casas se presumen altas, doble plantas. Son enormes muros rectangulares que, por la unión entre sí, parece que se abrazaran. Palmas, arbustos, o pequeños jardines visten la entrada de varias viviendas. Mientras que, en callejones ocultos, autos aparcados esperan por sus dueños.

En resumidas cuentas, este condominio acaba transmitiéndome una tranquilidad que en el orfanato es imposible de encontrar. Por lo tanto, resuelvo volver algún día, aunque de momento me dirijo un tanto lejos de aquí: hacia la playa. Diviso que estoy sola en todo el horizonte que capta mi visión y entonces, saco mi camiseta y pantalón. Se me da bien la natación, así como también lo disfruto, por lo cual, he sido campeona consecutiva de natación en las competencias del colegio y merecedora de varios premios a lo largo de mi vida estudiantil. Meg y yo tenemos en la habitación el llamado «Rincón de los Trofeos» donde los conservamos todos.

Legado de Pilares [ADN I] |Finalista Wattys 2021|©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora