Between [XiCheng] [Mo Dao Zu Shi Fanfic]

Capítulo 32: Mientras nadie muera antes del postre, todo irá bien

-Sí, pero es mejor que no nos entrometamos en esto, A-Ying. -Sabia, la chef esbozó una sonrisa-. Lo que tenga que ser, será.

-Si tú lo dices, A-Jie... -Suspiró. Poco tardó en dejar los bombones a un lado y coger la botella de vino, que le interesaba bastante más. Un camarero ya había dejado preparadas cerca de él unas cuantas copas. Justo cuando iba a servirse una vio a Lan XiChen, que llevaba un par de minutos a la entrada de la cocina observando la situación-. ¡Cuñado! ¿Qué tal? ¿Todo bien por el salón? ¿Qué tal te cae A-Yuan?

Lan XiChen sonrió, viéndose de pronto sumergido en una avalancha de preguntas a voz en grito. No se le escapó la corta mirada inquisitiva que le dirigió Jiang WanYin.

-Todo va perfecto, solo venía a ver cómo estabais. -Contestó con educación-. A-Yuan es encantador. Y parece que se lleva muy bien con Ji... con A-Ling.

-Seguro que serán buenos amigos. -Habló contenta Jiang YanLi.

Si supieras... Lan XiChen no pudo evitar pensarlo. Se le venían a la cabeza imágenes de las cinco clases que ya les había dado en los Recesos de la Nube al Jin RuLan y al Lan SiZhui de su mundo, ambos dos alumnos muy aplicados. La cordialidad entre ambos era más que evidente. Y que de vez en cuando se buscaban las manos por debajo de la mesa también.

Ah, la juventud.

-Estoy seguro de ello.

-Yo también. ¡Voy a ir llevando las copas!

-Ten cuidado no rompas nada, A-Ying.

-Sí, sí.

Jiang YanLi rio justo antes de volver a lo suyo, que era básicamente comprobar que el primer plato estaba en su punto y dejarles claros a los camareros el orden de la comida. Especificó que las opciones veganas eran para los Lan. Y mientras ella se encargaba de todo, Jiang WanYin terminó con los entrantes y le dejó la bandeja a una camarera que parecía conocerlo, porque no se asustaba de su gesto adusto. Al menos esa expresión se pudo relajar cuando Lan XiChen llegó a su lado. El primer jade no pudo evitar colocar una mano en su espalda, un acercamiento cómplice que le permitía oler su perfume a lotos y el regusto a lavanda de su champú.

-¿Todo bien? -Preguntó casi en un susurro. Jiang WanYin se encogió de hombros y se subió las gafas con una mano.

-Mejor de lo que esperaba, por lo menos. -Le contestó. El presentador de radio buscó sus ojos como si quisiera asegurarse de algo. Si encontró o no lo que quería, eso solo lo sabía él. Lan XiChen solo podía rezar para sus adentros y desear que nada le delatase, sin saber que ya había cometido errores que no tenían arreglo-. ¿Qué ha sido eso de antes?

-¿Te ha molestado? -Cuestionó el primer jade, su rostro invadido por la avergonzada culpa, tan verídica como, hasta cierto punto, indulgente-. Lo siento.

-Debería, pero no lo ha hecho. No te disculpes. -Confesó. Luego se permitió una pequeña media sonrisa-. En realidad ha sido un poco divertido. Y es la primera vez que mi padre me mira en años.

-¿Por qué?

Lan XiChen estaba confuso e  indignado, y se lo hizo ver. Lan Huan también lo habría estado en su situación (aunque no tanto, porque la historia se la conocía tan bien como si la hubiera vivido en primera persona) así que ahí al menos no la lio del todo. Ninguno de los dos se explicaba cómo un padre podía ser tan indiferente a su propio hijo, cómo podía ignorarlo de manera tan descarada. Y aun más siendo ese hijo Jiang Cheng, a quién consideraban tan preciado. No lo entendían y les molestaba, porque sabían el daño que le hacía. El primer jade se preguntó para sus adentros si el antiguo líder de secta Jiang, el verdadero, también habría sido así. Si la necesidad casi enfermiza que su WanYin había tenido siempre de sobresalir se la habría causado la apatía de su padre. Casi podía asegurar que era la fuente de su envidia malsana hacia Wei WuXian y de muchos de sus rencores. Sin embargo, quizá por haberse pasado dos semanas tan nervioso y alterado dándole vueltas al tema noche sí y noche también, el presentador de radio parecía bastante más tranquilo ahora, una vez llegado el momento de la verdad.