Capítulo 30: Hay formas mejores de decir las cosas, ¿y qué?

Start from the beginning
                                    

-¿Verdad? Pero es cierto que Huan-ge es otro ángel, hay que serlo para aguantar a A-Cheng casi a diario, así que era una muy buena apuesta. Lan Zhan, has ganado. Haré lo que me pidas.

-Recuerda tus palabras.

-Y vete a la mierda ya de paso.

-¡Sabes que te lo digo con todo el cariño del mundo!

Como si esa declaración no le hubiera convencido —pues claro que no, si no engañaban a nadie—, Jiang WanYin le enseñó a su hermano el dedo corazón. Wei WuXian le respondió gesticulando como si se sintiese dolido, aunque era más que evidente que se lo estaba pasando en grande, así que el primer jade dedujo que ese gesto era alguna clase de desplante. Mientras los dos "discutían", Lan XiChen reparó en que A-Yuan seguía abrazado a su pierna. No parecía tener el más mínimo interés en soltarse. El cultivador le sonrió con cariño y le cogió en brazos. Recibió como respuesta una sonrisa y un gritito encantado, y desde el lado de su hermano una mirada llena de ternura. Debía admitir que, aunque una parte de él se sentía culpable por estar ahí, porque ese no era su sitio, otra estaba encantada con poder disfrutar de esa sensación. Ver a su sobrino siendo un niño inocente de nuevo, a toda su familia siendo feliz, a Jiang WanYin sonriendo y divirtiéndose como nunca antes pudo...

Idílico. Solo podía calificarlo como idílico.

Por el momento, todo marchaba bien. De hecho marchaba tan bien que Lan XiChen se encontró a sí mismo repasando la nota de Lan Huan sin entender el por qué de su preocupación. La creía un poco exagerada, visto lo visto. Había olvidado que faltaba gente por llegar, gente conflictiva, pero no tardó en recordarlo. Al cabo de algunos minutos, la tercera unidad familiar cruzó la puerta del Lotus Pier. Tres figuras elegantes vestidas sobre todo en blanco y azul, una sonriente y las otras dos tan serias como la muerte misma. El primer jade reconoció de inmediato a sus padres y a su tío. Aunque sabía (o más bien lo había leído como un dato más, sin llegar a procesarlo del todo) que en aquel mundo su padre y su madre estaban vivos y juntos y no vivían en casas separadas muy aislados en una terrible relación tóxica, se le hizo un nudo en la garganta imposible de ignorar. Durante el protocolario intercambio de saludos no hizo más que ir a peor. Y, cuando su madre se dirigió risueña hacia Jiang WanYin —que había vuelto a su lado en algún momento y ahora parecía concentrado en entretener a A-Yuan, al que de nuevo habían bajado al suelo— y él, se hizo insostenible. Si pudo mantener la compostura debió ser únicamente por gracia divina y muchos, muchos, años de práctica.

-¡A-Huan, cielo! -Exclamó su madre para, justo después, abrazarle.

Al estrecharla, estuvo a punto de echarse a llorar. Era justo como la recordaba, sonriente, vivaz y llena de energía, pero sin la mirada presa, perdida tras su única ventanita. Parecía más mayor, pero quizá porque su último recuerdo de ella era de cuando tenía diez años escasos. Incluso olía igual que la madre que recordaba en sus sueños, a jazmín y violetas.

-Hola, mamá...

Que lograse mantener la voz firme fue poco menos que un milagro.

-Hola, cariño. ¿Cómo has estado? ¡Oh! ¡Hola, A-Cheng! ¿Qué tal te va a ti también? -Cuestionó, dirigiéndose a abrazar a su yerno. Jiang WanYin le sonrió, un poco incómodo pero amable.

-Todo bien, gracias, señora Lan. -Respondió, saludando también con la cabeza a su padre y a su tío. 

Lan XiChen casi dio un salto cuando su padre se acercó y le apretó el hombro a modo de saludo, pero se las arregló para lograr sonreírle. Eso sí, tuvo que respirar hondo un par de veces para poder dirigirse a ellos con propiedad.

-Ay, A-Cheng, ¿qué te tengo dicho de ser tan formal conmigo? ¡Hay confianza!

-Perdón, es la costumbre. Señor Lan. -Saludó, asintiendo en dirección a su padre.

Between  [XiCheng] [Mo Dao Zu Shi Fanfic]Where stories live. Discover now