Your eyes tell I love you. (Shikamaru Nara)

𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝙲𝚒𝚗𝚌𝚞𝚎𝚗𝚝𝚊 𝚢 𝚘𝚌𝚑𝚘

Ｄａｎ

—¿Intenta romper la barrera? —preguntó Sakura al ver que el Juubi crea otra Bijuudama.

—Sí, pero es inútil, la barrera está hecha por cuatro Hokages, ellos son los más poderosos, es casi imposible que logre romperla —dije atenta a lo que sucede.

El Juubi envío la Bijuudama, la cual chocó contra una de las paredes de la barrera, pero como lo esperaba, no la rompió. La explosión ocurrió dentro de la barrera haciendo que se infle.

—Tenías razón, Dan —dijo Sasuke.

—Increíble —habló Naruto sorprendido.

—El primer Hokage y los demás de verdad eran gente increíble. ¿No? —dijo Sakura.

—Parece que no eran solo cuentos —contestó Sasuke.

—¡Mokuton: Mokubunshin no jutsu! —el abuelo Hashirama creó cinco clones de madera—. ¡Abriré una entrada en los cuatro lados de la barrera para los ninjas!

Cada uno de los clones fue a una de las paredes de la barrera mientras que otro fue a dónde se encuentra Madara.

—¡Ahora! —gritó haciendo que todos entremos corriendo.

En las manos del Juubi comenzaron a formarse unas bolas enormes, hasta que algo salió de ellas.

—El Juubi está haciendo pequeños clones de él —dije viendo esos clones corriendo a los ninjas de la alianza—. Es para evitar que nos acerquemos a atacarlo.

Naruto y Sasuke pasaron a nuestro lado con velocidad comenzando a atacarlos.

Durante años estuve entrenando en secreto ya que ni mi madre ni Shizune querían que fuera una Kunoicihi, por miedo a perderme como mi madre lo hizo con mi padre y tío, como Shizune lo hizo con su tío. Pero mi sueño siempre fue ser la mejor Kunoicihi del mundo, más fuerte que mi madre, mejor en Ninjutsu médico que mi madre, superarla.

Al llegar a la aldea de la hoja mi sueño comenzó a ser más y más fuerte, ellas habían aceptado que me volviera una ninja de la hoja, mi madre me entrenó y yo entrené a Sakura e Ino por un tiempo, ahora es momento de demostrarle a Tsunade Senju y a Shizune que no necesito que nadie me proteja.

Solté un grito y golpeé uno de los clones al mismo tiempo que Sakura.

"—¿Sabes por qué decidí dejar el mando de Hokage en ti? Porque desde niña has demostrado ser alguien decidida que está dispuesta a defender todo por lo que su familia trabajó en contruir. Tienes carácter fuerte y nadie puede intimidarte con facilidad. Y eso me deja en claro que algún día lograrás superarme, porque eres mi discipula que heredará la fuerza de un Sannin y eres mi hija."

Miré a Sakura y ella a mi, ambas nos sorpendimos y nos señalamos a la vez.

—Ese es el diamante de... —abrimos la boca sorpendida y tocamos nuestras frentes—. ¡Lo logramos! —chocamos nuestras manos con emoción.

Miré de reojo a uno de los clones que se puso frente a nosotras, Sakura y yo lo miramos para después impactar nuestro puño contra él haciendo que se aleje y arrastre a muchos con él. Dimos un salto y volvimos a golpearlo destruyendo el suelo debajo de él.

Miramos a nuestros compañeros de equipo quienes nos ven muy sorprendidos.

—Pobre de ti, Shikamaru —se burló Ino riendo mientras que Shikamaru me ve un poco asustado.

—¡Qué fuerza tan monstruosa! —dijo mi abuelo Hashirama.

—No cabe duda, es más que la de Tsunade —el abuelo Tobirama sonrió en mi dirección.

De pronto otro de los clones se acercó a nosotras.

—¡Rasen Shuriken!

—¡Kagutsuchi! —ambos enviaron sus ataques al clon.

Sasuke y Naruto se acercaron haciendo que nuestras espaldas estén contra la de los otros.

—No interfieras en mi camino, Naruto —le dijo Sasuke.

—Naruto, si te quejas, yo te quitaré el puesto de Hokage —le advirtió Sakura.

—¡Vamos también, equipo ocho! ¡El equipo siete no puede dejarnos atrás! ¡Hasta yo desarrollé una nueva técnica, Naruto! —todos miramos a Kiba para ver de lo que se trata.

Kiba juntó sus manos.

—¡Kage Bunshin no jutsu! —creó un clon de sombras.

Miré a los lados esperando alguna otra cosa, pero nada.

—¡Oh! ¡Ya lo veo! ¡Es fantástica tu nueva técnica! —dije nerviosa intentando animarlo.

—¿¡Kage Bunshin!? ¡Pero si solo creaste uno! ¡Hasta yo de pequeño podía! —gritó Naruto sin creerlo.

—¡Cállate y mira! ¡Con una cabeza más, triplicó mi fuerza! ¡Dan-chan es la única que lo notó!

—¡Claro que sí! —dije con una sonrisa.

Todos nuestros compañeros fueron a atacar.

—Naruto, ¿Aún no puedes darnos chakra? —preguntó Sai.

—Ahora es imposible, aún no he acumulado el chakra de Kurama.

—Para derrotar al cuerpo  principal, no queda otra opción que derribar a los más grandes. —dijo Sai—. Y aprovechar para superarlos, pero hay que estar lo bastante cerca para llegar de un salto. Hay tiempo para plantar sellos y rechazar los ataques enemigos, pero sin el chakra de Naruto es muy posible que terminemos gravemente heridos, así que el equipo médico no podría avanzar.

—Derribarlos y superarlos, no hay problema alguno —dijo Sasuke.

—Además de acercarse de un salto, los ataques de este tienen bastante fuerza.

—En nuestro estado actual podemos curar cualquier herida grave que reciban mientras estén a su lado —dijo Sakura.

—Y aún así pelear para derrotarlos —sonreí de lado.

—¡Kuchiyose no jutsu! —gritamos los cuatro.

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