𝘠𝘰𝘶𝘳 𝘦𝘺𝘦𝘴 𝘵𝘦𝘭𝘭 𝘐 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘺𝘰𝘶. (𝘚𝘩𝘪𝘬𝘢𝘮𝘢𝘳𝘶 𝘕𝘢𝘳𝘢)

𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝙲𝚒𝚗𝚌𝚞𝚎𝚗𝚝𝚊 𝚢 𝚌𝚞𝚊𝚝𝚛𝚘

Ｄａｎ

—Todos están desconfiando —dije mirando a los Shinobis—. Espero que el cuartel apresure su plan.

—Lo mismo espero —murmuró Shikamaru preocupado—. Las habilidades de los Zetsus aterran a todos.

—Lo sé, pero no hay una manera fácil de saber quienes son los impostores y atacarlos —dirigí mi mirada a dónde se encuentra mi padre.

—Debes estar feliz de que al fin sepa de tu existencia —dijo mirando a la misma dirección que yo.

—Así es, me alegra mucho —solté un suspiro feliz—. Ahora puedo decir que conocí a mi padre y que tú conociste a tu suegro.

—Oye, no es divertido —tomé su mano y le sonreí.

—Si que lo es.

De pronto se escuchó un grito a lo lejos, los cuatro nos acercamos a lo más alto de la colina y miramos que ocurre.

—No veo nada —saqué el telescopio pequeño que tengo en mi porta Kunais y miré a través de él.

—Miren quien apareció, ¿Quiere que la mate de nuevo? —pregunté con diversión dándole el telescopio a Shikamaru.

—Los del sonido, vaya fastidio que ha resucitado —se quejó Shikamaru—. Chouji, ¿Puedes pelear?

—Sí —contestó serio.

—Oigan, si van a pelear deberíamos hacerlo los cuatro juntos —intervino Ino.

—Ella tiene razón —la apoyé—. Será más fácil.

—No, nosotros los conocemos mejor que nadie —nos detuvo Chouji.

—Pero les diré esto: ¡Aunque sea de los nuestros, si alguien se mueve ataquenlo sin piedad! —ordenó Shikamaru—. ¿Está de acuerdo conmigo? capitán Darui.

—Eres hijo de Shikaku-san así que creo que es una idea favorable —aceptó.

—Muy bien, vamos, Chouji —tomé del brazo a Shikamaru antes de irse.

—Si dejas que ellos ganen, te mato —sonrió de lado.

—Entonces tendré que asegurarme de derrotarlos de nuevo, morir por un golpe tuyo da más miedo —asentí con una sonrisa y lo solté.

—Tengan cuidado —advertí.

Ambos se marcharon acercándose a los dos enemigos.

—Ustedes pueden —dijimos las dos.

Ino y yo nos miramos un poco preocupadas.

El tiempo pasó muy lento para mí, desde que esos dos se fueron a pelear contra los del sonido no sabemos cómo está la pelea ya que no podemos movernos de aquí.

—¡Lo lograron, los derrotaron! —gritaron muchos ninjas cerca de donde ellos peleaban.

—Que alivio —dije soltando un suspiro. 

En algún momento dos líneas de luz se vieron a lo lejos, justo del lugar en donde ellos peleaban.

—¡Shikamaru! —grité tratando de ir a ese lugar.

—¡Dan-chan, no! —me detuvo Ino—. Si te mueves —la miré.

—Pero... ¿Y si les pasó algo? —tragué nerviosa—. ¡No permitiré que mis compañeros mueran!

Corrí lo más rápido posible en esa dirección. Al llegar encontrá a unos ninjas cerca de Shikamaru y Chouji, los acercaron y recargaron en una roca.

Me acerqué a ambos e Ino se puso a mi lado.

—Demonios —dije mirándolos.

—Dan-chan, su chakra...

—No está fluyendo —asentí—. Si dejamos que sigan así, morirán en cuestión de minutos —advertí.

—¿Qué haremos? —la miré.

—Haremos que nuestro chakra entre en sus cuerpos para hacer que el suyo circule.

—Es nuestra única opción —asintió.

—Encargate de Chouji, yo me encargaré de Shikamaru, si te agotas dime y yo lo haré.

—Muy bien.

Tomé las manos de Shikamaru y las observé comenzando a introducir mi chakra.

—¡Dan-san, un mensaje del cuartel! —avisó uno de los ninjas.

La voz de Inoichi-San empezó a escucharse en mi mente y seguro que en la de Ino y comenzó a explicarnos.

—El cuartel ha concluido que es parecido a un Genjutsu. Si alguien toca con su chakra las almas perdidas, podrán salir de la barrera y volver —explicó.

—¿Pero como hacemos eso? —preguntó Ino.

—Tal como lo están haciendo. A través de esta comunicación les están transfiriendo fuerza a su espíritu.

—¡Entonces ayúdenos! —gritó Ino.

—Me gustaría, pero... Ni usando el sistema del cuartel general somos capaces de determinar la posición de Shikamaru y los demás —mordí mi labio preocupada.

—Deben estar dentro de un tipo de barrera especial —dije con el ceño fruncido—. Sus almas están aisladas.

Miré a Shikamaru.

—Cuando despiertes... —apreté un poco sus manos.

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Ya ha pasado un poco de tiempo desde que Ino y yo comenzamos a atender a Shikamaru y Chouji, ninguno ha despertado aún, pero al parecer a los del cuartel se les ha ocurrido un gran plan para rescatarlos. 

De pronto ambos comenzaron a moverse y nosotras nos detuvimos. Shikamaru y Chouji abrieron los ojos y nos miraron. Ino los abrazó llorando y después los soltó.

—¡Idiota! —impacté mi mano en la mejilla de Shikamaru—. ¡Eso es por preocuparme! ¡Creí que moririas!

—Definitivamente me das más miedo que cualquier enemigo —dijo sobando su mejilla.

—¡Deberías darme las gracias! —le saqué la lengua y me crucé de brazos—. Que bueno que volvieron.

—Te dije que ganaríamos —tomó mi mano y tiró de ella abrazándome—. Gracias por el apoyo.

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