𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚘𝚌𝚑𝚘

8.7K 1K 193
                                    

Dan

Me encontraba frente a la piedra de los héroes, en la cual se encuentra el nombre de mi padre y el abuelo Tobirama, debido a que ambos murieron en guerra.

—Me volveré tan fuerte como ustedes y el abuelo Hashirama, los haré sentir orgullosos de mí —murmuré con mis puños ligeramente apretados.

Unos pasos se escucharon acercándose, hasta que un hombre se puso a mi lado con su mirada fija en la piedra.

—Espero que no te moleste que esté aquí —negué con la cabeza.

—No me pertenece la roca —contesté con una pequeña sonrisa—. ¿Viene a visitar a su equipo?

—Sí —asentí de manera comprensiva.

—Mi padre también está aquí —conté—. Usted es Kakashi Hatake, ¿Cierto? El ninja que copia.

—Tu debes ser Dan.

—Así es, escuché que es un buen maestro, me lo dijo su equipo — lo miré.

—¿Eso dijeron? —preguntó un poco apenado.

—Sí, todos están diciendo eso para que mi madre me meta a sus equipos —expliqué con una pequeña risa—. He conocido a los cuatro Jōnin, usted y Gai se ven muy fuertes.

—¿En que equipo quieres estar? —me miró atentamente.

—Mi madre lo elegirá, pero me gustaría estar con usted. Sus habilidades me ayudarían a aprender con perfección los Jutsus del primero y segundo, y me podría ayudar con un jutsu especial que usaba mi padre —sonreí de lado.

—Eso dependerá de tu madre —solté un suspiro—. Y si te pone en mi equipo, estaré honrado de que seas parte del equipo siete.

—¿De verdad? —asintió—. ¡Qué gentil! ¡Gracias! —lo abracé por la emoción—. Oh, lo siento. Ahora, tengo que irme, lo dejaré solo con sus amigos. ¡Espero que sea mi nuevo maestro!

Me despedí y comencé a correr emocionada por la aldea, hasta que sin darme cuenta, choqué con alguien.

—¡Fíjate por dónde vas!

—¡Tu fíjate con quién chocas! —ambos nos miramos—. ¿Eres Konohamaru?

—Sí —nos sentamos en el suelo.

—Hace unos días que no te veía —le sonreí—. ¿Cómo estás? Espero que estés mucho mejor.

—Algo así —apoyé mi barbilla en mis manos.

—Perfecto —me levanté y lo ayudé a ponerse de pie—. Eres un niño muy lindo, Konohamaru —besé su frente—. Nos vemos después.

—Adiós —murmuró sonrojado y con la mirada perdida.

Me alejé y comencé a caminar con tranquilidad en dirección a la torre Hokage, había salido muy temprano para entrenar un poco, pero si llego tarde, seguramente mi madre o Shizune se enojarán.

Doblé por una calle y al hacerlo choqué con alguien volviendo a ver al suelo.

—¿A caso hoy es el día de choquemos con Dan? —me quejé sobando mi cabeza.

—Eres tú, ¿Estas bien? —levanté la mirada encontrando a Shikamaru con su mano en mi dirección.

—Shikamaru —tomé su mano para levantarme del suelo—. ¿No deberías estar en casa de flojo?

—Decidí salir a dar un paseo y para no escuchar las quejas de mi madre —dijo con uno de sus brazos detrás de su cabeza con un toque de flojera.

—Eres un caso perdido —negué—. Deberías aprovechar el tiempo libre para entrenar —le dije en forma de reproche.

—Sí, sí —contestó con cansancio.

—Con un "sí" es suficiente —le saqué la lengua.

—Infantil.

—Aburrido.

—Mandona.

—¡No es verdad!

Nos miramos por unos segundos de mala manera, hasta que después sonreímos al mismo tiempo sin apartar nuestra vista de la otra.

—¡Shikamaru! —ambos miramos en dirección de dónde vino aquel grito.

Una mujer de cabello largo y atado por detrás se acercó a nosotros, al vernos su mirada bajó para después sorprenderse y gritar con emoción.

—¿Qué le ocurre ahora? —preguntó Shikamaru confundido.

—Tu debes de ser la novia de Shikamaru —ambos nos sorprendimos y abrimos los ojos de más al oír eso—. Sí, por algo están tomados de la mano.

Miramos de inmediato nuestras manos aún sujetadas y rápidamente nos soltamos con nuestros rostros rojos.

—Mamá, ella no es mi novia —explicó Shikamaru con tranquilidad.

—¿Qué? ¿Por qué no? —preguntó ella un tanto decepcionada.

—Es muy problemática y un peligro —lo miré con sorpresa.

—¡Repitelo! —lo sujeté de su ropa con molestia—. ¡Tu eres un vago!

—Oye, no me vayas a golpear de nuevo —intentó alejarse.

Una risa interrumpió la pelea haciendo que lo suelte y miré a su madre ya que es la que rie.

—Lo siento —me acerqué—. Soy Dan Senju —le sonreí con amabilidad.

—Oh, eres la hija de nuestra nueva Hokage —tomó mis manos—. Yo soy Yoshino Nara.

—Es todo un placer conocerla.

—Te ves como una gran chica y eres muy bonita —sonrió muy grande—. Eres perfecta para mí hijo.

—¡Mamá! —se quejó apenado.

—Dan, ¿Te gustaría ayudarme con lo que falta de las compras? —asentí con emoción.

—Claro, y Shikamaru irá tambien —lo señalé.

—¿Por qué yo? —preguntó de inmediato.

—Ayudarás a cargar con las cosas para que tu madre no lo haga —soltó un suspiro perezoso.

—Andando —caminó frente a nosotras.

✦ . * ˚ ✦
· ·
· ˚ · ˚

𝘠𝘰𝘶𝘳 𝘦𝘺𝘦𝘴 𝘵𝘦𝘭𝘭 𝘐 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘺𝘰𝘶. (𝘚𝘩𝘪𝘬𝘢𝘮𝘢𝘳𝘶 𝘕𝘢𝘳𝘢)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora