𝘠𝘰𝘶𝘳 𝘦𝘺𝘦𝘴 𝘵𝘦𝘭𝘭 𝘐 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘺𝘰𝘶. (𝘚𝘩𝘪𝘬𝘢𝘮𝘢𝘳𝘶 𝘕𝘢𝘳𝘢)

𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚌𝚒𝚗𝚌𝚞𝚎𝚗𝚝𝚊 𝚢 𝚞𝚗𝚘

Ｄａｎ

Itachi y yo nos miramos, sé que nota lo nerviosa que estoy, pero él pareciera no estarlo tanto.

—Ya estuviste en una guerra, ¿Cierto? —pregunté mirando a todos los ninjas de las aldeas reunidos.

—Cuando era niño —lo miré sorprendida.

—Debió ser...

—Fue difícil.

—Las guerras no dejan algo bueno, en la última guerra perdí a mi madre, Kakashi-sensei perdió a su compañero, y tú perdiste tu infancia —murmuré mirando a la nada.

—En realidad, ahora que lo pienso, parece que nunca tuve una infancia —admitió—. En fin, nunca creí que volvería a ser parte de una guerra más.

—Cuando era niña nunca imaginé que me tuviera que enfrentar a una guerra, después, viendo los movimientos de Akatsuki, sabía que nos acercabamos más y más —dije soltando un suspiro pesado.

—Debemos ganar está guerra —hablamos a la vez.

—Creo que es buen momento para demostrar todo lo que aprendí de Kakashi-sensei.

—¡Princesa Dan! —un ninja de mi aldea se acercó corriendo y agitado—. Lady Tsunade quiere que usted ayude a repartir las bandas de regulación de la alianza —informó.

—Entiendo, Itachi, ¿Puedes ayudarme? —pedí caminando a su lado.

—Claro —nos detuvimos en una carpa donde hay cajas llenas de las bandas de regulación.

—¡Todos formen cuatro filas, se les entregará las bandas de regulación de la alianza! —informó un hombre de la aldea de la nube.

Todos comenzaron a formarse para recibir la nueva banda ninja, me gusta el diseño nuevo, una banda que usaremos todos. Al terminar tomé la mía y la coloqué sobre mi frente.

—Estoy lista —dije tratando de que el miedo desaparezca de mi.

—También lo estoy —avisó Itachi colocando su banda.

—Ve con tu división, yo tengo que ir a un lado —apoyé mis manos en sus hombros—. Nos vemos después, Itachi.

—Cuídate —lo abracé y después me marché de ese lugar.

Fui en busca de Shizune para preguntar sobre mi división, ya que mi madre no me ha informado nada sobre en dónde estaré. Llegué dónde se encuentra.

—Mi nombre es Shizune y comandaré esta unidad. Gusto en conocerlos a todos —se presentó a todos los de la unidad médica—. Primero, hay algo que quiero recordarles a todos, esto no es comida —les mostró a Tonton haciendo que yo suelte una risa.

—Shizune —la llamé.

—Dan, ¿Qué pasa? —se acercó a mi.

—Nadie me ha dicho en que división estaré —dije acariciando a Tonton.

—Estarás conmigo —la voz de Shikamaru se escuchó.

Me di la vuelta con Tonton en mis brazos y le sonreí.

—Fantástico, entonces vayamos con nuestra división —dejé al cerdito en el suelo—. Asegúrate de que nadie te coma. — Lo señalé.

—Dan, ten mucho cuidado —Shizune me abrazó con fuerza—. No quiero perderte como a... —se detuvo y supe que se refería a mi padre.

—Shizune —la abracé mirando sobre su hombro—. No lo harás.

Me separé de ella y le sonreí.

—También cuídate —seguí a Shikamaru hasta donde se encuentra la cuarta división.

—Parece que no tienes miedo —dijo mientras entrelazo nuestros brazos.

—Tengo mucho miedo, pero eso no me impedirá salvar a mis compañeros —dije decidida.

Ambos llegamos con nuestra división y esperamos a las indicaciones de los líderes de cada unidad y del líder de la alianza, Gaara.

—¡Temari! —la abracé—. Que bueno que estarás en nuestra unidad.

—Veo que ustedes dos estarán con nosotros —asentí.

—Shikamaru es el capitán sustituto de nuestra unidad —dije con una sonrisa orgullosa.

—Ya veo, espero que lo haga bien —la solté sin borrar mi sonrisa.

—Lo hará excelente.

—¡Capitanes! —gritó un ninja.

Los cuatro capitanes de cada división salieron a una terraza que está frente a nosotros y todos comenzaron a gritar.

—Fantástico, nuestra división es comandada por Gaara —dije viendo al Kazekage.

—¿Está bien que nuestro capitán general sea tan joven?

—¡Gaara-sama no es como los otros! ¡Deja de hablar sin saber!

—¿¡Como iba a saberlo!? Hasta hace poco eran nuestros enemigos.

—¡Pienso lo mismos! ¡No es que ya confiemos en ustedes!

—¡Cuida tus palabras! 

Todos a nuestro alrededor comenzaron a pelearse y a sacar cosas del pasado dónde las aldeas se atacaban, como los de la arena cuando atacaron la aldea de la hoja por ser manipulados por el tonto y raro Orochimaru.

—¡Silencio de una maldita vez! —grité muy fuerte haciendo que todos se callaran y me miraran.—. Son molestos.

—¡Los de la aldea de la hoja nos atacaron hace...!

—¡Cállate! —gritó una ninja de mi aldea—. La princesa Dan puede matarte —dijo con miedo.

Estaba por acercarme al hombre que habló sobre mi aldea hasta que Shikamaru me sujetó del brazo impidiendo que me acerqué.

—Solo quería decirle que por favor no siguiera discutiendo —dije señalando al hombre.

—Se lo puedes decir desde aquí —me miró con una ceja arqueada.

—Por favor, compañero, no pelees —le sonreí—. O te arranco la cabeza —el hombre tragó con miedo mientras los de mi aldea solo ríen un poco.

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