𝘠𝘰𝘶𝘳 𝘦𝘺𝘦𝘴 𝘵𝘦𝘭𝘭 𝘐 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘺𝘰𝘶. (𝘚𝘩𝘪𝘬𝘢𝘮𝘢𝘳𝘶 𝘕𝘢𝘳𝘢)

𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚝𝚛𝚎𝚒𝚗𝚝𝚊 𝚢 𝚌𝚒𝚗𝚌𝚘

Ｄａｎ

—¡Ino! —grité en su oído al ver cómo estaba por quedarse dormida.

—Lo siento —talló sus ojos.

—Concéntrate mejor —golpeé la mesa—. Tu jutsu médico necesita mejorar, no debes confiarte.

—Lo sé, es solo que... Mi Ninjutsu médico nunca podrá ser como el tuyo o el de Sakura —dijo con un tono triste.

—Ese no es motivo para dejar de esforzarte, tu quipo dependerá de ti en algún momento crítico, tienes que estar preparada —pensó unos momentos en eso.

—¡Tienes razón, Dan-chan, tengo que seguir esforzándome! —y dicho eso comenzó practicar de nuevo.

Me senté y la observé supervisando su práctica y dándole algunos consejos.

Tiempo después, terminamos con la práctica antes de que comenzara a oscurecer, le dije a Ino que podía irse a casa mientras le daba algunos pergaminos para que leyera. Salí de la sala de prácticas cuando el sol ya se había metido y caminé por la aldea.

—¡Asuma-Sensei! —lo saludé notando la presencia de Kurenai-Sensei a su lado—. Oh, ¿Tienen una cita?

—No seas entrometida —me crucé de brazos con una expresión de victoria.

—Eso diría alguien para no aceptar que está en una cita con su pareja secreta —ambos se sonrojaron—. Lo sabía.

—¡No somos pareja! —dijeron al mismo tiempo.

—Sí, claro, ¿Para cuándo los hijos? —solté una pequeña risa.

—¿Para cuándo la boda con Shikamaru? —paré de reír.

—Que gracioso, suegrito sustituto —dije entre dientes.

Asuma sacó un cigarrillo y lo colocó entre sus labios.

—¡Deja de fumar! —grité quitándole el cigarro.

—Es inútil, él no dejará de fumar —habló Kurenai cruzada de brazos y mirando reprobatoriamente a Asuma.

—Te puedes enfermar y morir lenta y dolorosamente sintiendo como el arrepentimiento te come vivo, quedarás en cama sin poder moverte mientras te preguntas, ¿Por qué no le hice caso a Dan? ¿Por qué tuve que morir siendo un solteron y sin hijos solo por qué negaba mis sentimientos hacia Kurenai? Y lo último que escucharás antes de morir será un "Te lo dije" de mi parte.

Ambos me miraron de una manera rara, Asuma parecía un poco traumado. 

Me encogi de hombros y sonreí entregándole el cigarro.

—En fin, es tu decisión. Nos vemos, disfruten de su amor, mientras el cigarrillo lo permita —Asuma observó el cigarro y tragó con miedo mientras yo me marcho.

—Que forma tan mala de intentar que deje de fumar —lo miré recargado en la esquina de una de las calles.

—Funcionará, el miedo sirve para muchas cosas —me acerqué colocandome frente a él—. ¿Tu madre te sacó de casa?

—Dijo que dejara de dormir mucho —soltó un suspiro—. No se conforma con que ya sea un Chunnin muy ocupado.

—Deberías esforzarte para ser un Jōnin, pero conociéndote, lo harás a tu manera —Shikamaru sonrió de lado y colocó sus manos en mi cintura.

—¿Estás ocupada?

—Para nada —pasé mis manos por detrás de su cuello—. ¿Por qué? —juntó su frente con la mía mientras un pequeño sonrojo aparece en sus mejillas.