𝘠𝘰𝘶𝘳 𝘦𝘺𝘦𝘴 𝘵𝘦𝘭𝘭 𝘐 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘺𝘰𝘶. (𝘚𝘩𝘪𝘬𝘢𝘮𝘢𝘳𝘶 𝘕𝘢𝘳𝘢)

𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚝𝚛𝚎𝚒𝚗𝚝𝚊 𝚢 𝚍𝚘𝚜

Ｄａｎ

Terminé de arreglar mi ropa y al estar lista salí de mi habitación con dirección al hospital.

—Hola, Kakashi-sensei —saludé al entrar a su habitación—. Le traje unos libros para que no se aburra.

Dejé los libros sobre su mesa.

—¿Ya se irán de misión? —asentí.

—En un poco tiempo más, espero que nos vaya bien —me senté en una de las sillas.

—Ya veo, espero lo mismo y que encuentren a Sasuke —sonreí de lado.

—Estoy segura que lo veremos. Tengo que irme, nos vemos, Kakashi-sensei —me despedí y fui de regreso a la torre Hokage.

Al entrar a la oficina de mi madre, Sakura se encontraba ahí.

—Hola, ¿Qué ocurre? —pregunté deteniendome junto a Sakura.

—Solo le preguntaba a Sakura sobre Naruto y Sai —solté un suspiro.

— Horrible, nos atacó por sorpresa y Naruto no lo tolera —dije negando—. Espero que las cosas mejoren.

—Ya veo, comenzaron mal. Tendrán que controlarlos.

—Lo haremos.

La puerta fue golpeada.

—Adelante —aquella persona abrió la puerta y entró a paso lento.

Es él, del que me dijo que tuviera cuidado, Danzō.

—Bien, Danzō, ¿Qué es lo que quieres?

—Tenía curiosidad de saber si has encontrado a alguien para dirigir la unidad del joven Sai —pasé mi mirada por su brazo derecho.

¿Por qué está vendado?

—A un joven ejemplar con experiencia desde el tercer Hokage —contestó.

—Muy bien, solo espero que no sea de la corriente pacifista del blando Sarutobi y sus enseñanzas mediocres —mi madre comenzó a molestarse—. Claro, siguiendo lo enseñado por tu abuelo. En ese caso, estoy calmado, ahora podré comer tranquilamente.

Comenzó a irse.

—Espero que se ahogué —murmuré.

—¿Quien era él? —preguntó Sakura.

—Danzō, fue parte del equipo de mi abuelo Tobirama y compañero del tercer Hokage, compitió por el puesto de Hokage, pero como es obvio, no logró obtenerlo y siente un odio profundo al primer y tercer Hokage —expliqué.

—Y pueden notar el profundo desprecio que siente hacia mi —concluyó mi madre—. Y ahora hacia ti —me señaló con la mirada.

—Danzō solo es un idiota, no me importa si me odia —me encogí de hombros—. Además, nunca logrará ser Hokage, de eso me encargo yo. Creo que tenemos que irnos ahora.

—Es verdad.

—Vamos —Sakura y yo salimos de la oficina y fuimos directo a la entrada de la aldea.

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—Guarden silencio —los callé observando a Yamato haciéndose pasar por Sasori.

Kabuto apareció, al parecer es el informante de Sasori. Ambos comenzaron a charlar por algunos minutos, hasta que Yamato decidió atacar y fue cuando Orochimaru apareció.

—Prepárense —dije esperando la señal de Yamato—. ¡Ahora!

Los cuatro nos pusimos frente al capitán, con nuestras miradas sobre nuestros enemigos.

—Devuelvanlo —miré a Naruto.

—Tenemos problemas —murmuré notando como el chakra del zorro comienza a rodearlo.

—No es solo devolverlo —comenzó a hablar—. Sasuke vino a nosotros porqué lo quiso. No puedes cambiar algo que ya pasó.

—Mantente callado, imbécil, no olvides que la última vez que nos enfrentamos terminaste muy dañado —sonreí de lado cruzada de brazos—. ¿Ya te crees más fuerte?

—Tendrán que sacarme la información a la fuerza, claro, si pueden —Naruto corrió con mucha velocidad a él y lo golpeó.

Orochimaru fue enviado con solo ese golpe a tal vez un kilómetro lejos de nosotros.

—Naruto —sus ojos rojos nos observaron.

Orochimaru volvió a nosotros caminando lentamente y hablando en dirección al capitán Yamato. Al parecer nuestro capitán es uno de los experimentos de esa serpiente.

—Tal vez debería dejar que Sasuke se enfrente a ti para saber cuál ha sido su progreso —dijo con una sonrisa.

Cada ves comenzaron a formarse más colas del zorro, hasta llegar a las tres. Kabuto intentó atacar a Naruto, pero solo fue enviado con mucha velocidad al bosque, pero en el camino chocó con Sakura y la dejo inconsciente mientras gracias al chakra de Naruto, el puente se comenzó a destruir.

—¡Sakura! —grité tratando de mantenerme de pie por el movimiento del puente.

De pronto el puente comenzó a caer, me resbalé cayendo y comenzando a deslizarme por él.

—¡Demonios! —me quejé sintiendo como mi cuerpo comienza a rasparse.

—¡Dan! —me llamó el capitán Yamato.

Me sujeté con una de mis manos de la orilla del puente y con mi otra mano agarré el brazo de Sakura antes de que cayera.

—¡Ayúdeme a subir! —grité.

El puente volvió a temblar y la parte de la que me sujeté comenzó a romperse. Miré a Sakura y la tambaleé con mi mano para después arrojarla sobre el puente.

—¡Dan! —comencé a caer—. ¡Sai, atrapala!

Una ave con mi "compañero" sobre él pasaron de largo.

— ¡Te voy a golpear! —grité molesta.

Hice unos sellos mirando el río y el agua se elevó hasta mi rodeandome y llevándome de regreso al puente. Caí sobre el lugar a un lado de Yamato y Sakura quien ya se encuentra despierta.

—Dan, ¿Estás bien? —asentí.

—Lo estoy, tenemos que ayudar a Naruto, no me gusta verlo en ese estado —apreté un poco mis puños.

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