𝘠𝘰𝘶𝘳 𝘦𝘺𝘦𝘴 𝘵𝘦𝘭𝘭 𝘐 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘺𝘰𝘶. (𝘚𝘩𝘪𝘬𝘢𝘮𝘢𝘳𝘶 𝘕𝘢𝘳𝘢)

𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚂𝚎𝚜𝚎𝚗𝚝𝚊 𝚢 𝚘𝚌𝚑𝚘

Ｄａｎ

—¡Dan-chan! —Naruto se acercó y me abrazó con fuerza.

—Oye, idiota, no la abraces tan fuerte, está embarazada —le recordó Sasuke.

—Oh, es verdad —me soltó—. Lo siento, estoy muy feliz —dijo con una sonrisa enorme.

—Está bien, yo también estoy feliz —lo abracé—. Me alegra que llegaran antes de la boda —dije en dirección a Sasuke.

—Itachi dijo que debíamos venir antes del día —contestó tan serio como siempre.

—Por eso es mi Uchiha favorito —Naruto y yo soltamos una pequeña risa ante la expresión que puso Sasuke.

—Yo te conozco mucho antes que él —dijo con un leve tono ofendido.

—Vamos, Sasuke, los dos son mis Uchihas favoritos entre todos los Uchihas —dije abriendo mis brazos al decir todos.

—Somos los únicos Uchihas vivos —asentí.

—Pero sí Obito siguiera vivo él sería mi segundo favorito, no tu —Naruto soltó una risita—. Es broma, me gusta molestarte.

Sujeté del brazo a Sasuke.

—¿Has hablado con Sakura? —pregunté tocando mi estómago al sentir un poco de habré.

—No contestaré a eso —Naruto se puso de su otro lado y ambos lo miramos con diversión.

—Eso significa que sí —dijimos a la vez.

—Que molestos son ustedes dos.

—Dan-chan, hoy haremos la despedida de Shikamaru —dijo Naruto soltando una pequeña risa traviesa—. Será estupendo, ¿Ustedes qué harán?

—No lo sé, supongo que iremos a comer y jugar, o algo parecido —me crucé de brazos—. ¿Qué harán ustedes?

—Es un secreto, yo soy el organizador —se señaló con orgullo.

—No tienes nada planeado, ¿Cierto? —me abrazó comenzando a llorar con drama.

—¡Estuve muy ocupado por culpa de Kakashi-sensei! —Sasuke negó mirando con desaprobación a Naruto.

—Tan torpe como siempre.

—¡Silencio, Sasuke! —me dejó de abrazar.

—Calma, les aseguro que a Shikamaru le gustará algo tranquilo —un brazo pasó por mis hombros.

—¡Dan-chan! Es hora de ir a tu despedida —dijo Sakura—. Sasuke-kun, hola.

—Sakura —la saludó.

—Sakura-chan, ¿Qué harán para Dan-chan?

—Es una sorpresa, estaremos en casa de Dan-chan, si nos necesitan, no nos molesten —dijo con advertencia y jaló de mi mano llevándome a casa.

—¿Que haremos hoy? —pregunté caminando a su lado.

—Hemos organizado algunos juegos, será algo tranquilo ya que el gran día será mañana —sonreí de lado.