𝘠𝘰𝘶𝘳 𝘦𝘺𝘦𝘴 𝘵𝘦𝘭𝘭 𝘐 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘺𝘰𝘶. (𝘚𝘩𝘪𝘬𝘢𝘮𝘢𝘳𝘶 𝘕𝘢𝘳𝘢)

𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝙲𝚒𝚗𝚌𝚞𝚎𝚗𝚝𝚊 𝚢 𝚜𝚎𝚒𝚜

Ｄａｎ

"¡El cuartel general informa, las condiciones del punto de refuerzo son positivas! ¡Es decir, Uzumaki Naruto está resistiendo, Naruto y Bee están protegiendo nuestra alianza! ¡Están luchando en el frente con todo su corazón, lo mismo que Gai y Kakashi! ¡Así que aliados, deben unir sus propios sentimientos! ¡Son una promesa de victoria para la guerra!"

—¡De prisa! —grité acelerando el paso.

Habíamos recibido la noticia de que Naruto y Bee necesitan refuerzos ya que solo cuentan con Kakashi y Gai.

A lo lejos ví al Juubi haciendo un ataque que será enviado a ellos.

—¡Ino! —la llamó Shikamaru.

—¡Sí! Hinata, necesitaré tu ayuda —pidió.

—Sí, Ino.

Hinata la sujetó y usó el jutsu de transferencia de mentes haciendo que el ataque sea desviado un poco.

El ataque fue desviado y nos pusimos junto a Naruto y los demás viendo el estado en el que se encuentran.

—¿Estás bien, Naruto-kun? —preguntó Hinata.

—Sí —contestó con una sonrisa.

—Naruto, no te hagas el fuerte solo porque Hinata está aquí —dijo Kiba llegando sobre Akamaru.

El clan Aburame llegó y envío a sus insectos mientras los de la nube crean una cortina de neblina para no ser vistos por el enemigo.

—¡Llegamos! —Shikamaru y Chouji se pusieron junto a nosotros de un salto.

—Así no podrán percibirnos fácilmente —dijo Shikamaru mirando alrededor.

—Gai-Sensei —Lee llegó en compañía de Sai, Sakura y Shizune.

—¡Lee!

—¡Sakura! —la llamé.

—¡Sí! —ella fue con Kakashi y yo comencé a atender a Gai.

—¡La primera división llegó! —dijo el jefe.

—¡La segunda también!

—¡También la tercera!

—Igual que la cuarta división.

—Y la quinta.

—También llegó el cuerpo médico.

—Y el cuerpo de percepción.

—¡Quiero que curen a los que están las dañados de inmediato! —ordené a todo el equipo médico.

—¡Sí! —se acercaron a los heridos y los comenzaron a curar.

—¡Fuuton: Kazekiri no jutsu! —gritó Temari quien juntó con cuatro ninjas más dispersaron la neblina.

—Ahora ya no somos una cua-dri-lla, ahora somos el jutsu del ejército aliado —dijo Naruto con una sonrisa.

—Aún así, es estúpido creer que nos podrán vencer —miré al hombre de cabello corto.

—Ese es...

—Obito Uchiha —dijo Kakashi—. Mi antiguo compañero de equipo.

—Ya veo —dije sorprendida.

—Escuchen todos —la voz de Shikaku-san se escuchó—. Este es el plan.

Comenzó a decirnos lo que tenemos que hacer con el Juubi.

—Muy bien —sonreí de lado.

Una estrategia bien hecha en tan poco tiempo, por algo es el líder del clan Nara.

Los Shinobis de la aldea de la nube fueron a atacar con su elemento rayo para cegar al Juubi. Los siguientes fueron los de la aldea de la arena atacando con su viento y después los de la roca haciendo que el suelo debajo del Juubi baje encerrandolo en un hoyo. Luego de que al fin estuviera inmovilizado llegó nuestro turno.

—¡Ahora! —grité haciendo que todos vayamos a atacarlos.

Estábamos todos listos, el plan es perfecto, pero entonces el Juubi logró liberarse haciendo que nosotros fuéramos lejos de ese hoyo. Caí al suelo y miré como salen de la trampa.

—El Juubi tiene nueva transformación —dije sorpendida.

—Estoy temblando —escuché decir a Kiba.

—¡No es momento de sentir miedo! —dije con el ceño fruncido—. Debemos esperar a que Shikaku-san cree otro plan.

El Juubi creó una Bijuudama. El capitán Kitsuchi hizo un jutsu con el cual levantó el pie del Juubi desviando el ataque.

—Llegó muy lejos, ¿Qué pretende? —murmuré.

Las Bijuudamas siguieron creándose, una fue a dar al río cercano y la otra contra un pueblo.

Hasta que arrojó otro. Me quedé en shock al ver a donde va la Bijuudama y Shikaku-san comenzó a contarnos su último plan.

—¿Hay algo que quieras decir? Shikaku—. Preguntó Inoichi-San.

—Hum... Shikamaru, ¿Puedes decirle a tu madre que...?  ¡Ah! ¡Antes de eso! Qué tu madre no encuentre lo que escondí en esa caja de madera del cajón izquierdo del armario.

—Lo sé todo, no te preocupes.

—Siempre estaremos dentro de ustedes.

—No lo olviden. Dan —me sorprendí al oír que me llama—. Cuida bien de Shikamaru y de Yoshino —mis ojos se llenaron de lágrimas—. Eres una gran mujer.

A lo lejos se vio la exposición.

—¡Shikaku-san! —Shikamaru me sujetó del brazo antes de que me moviera.

Mis mejillas comenzaron a sentirse húmedas por mis lágrimas.

—Estamos en plena batalla, el resto no tiene importancia. Solo haremos lo que dijo mi padre —limpié mis lágrimas y asentí.

—De acuerdo —llevé mi atención al Juubi.

Sus colas en forma de manos se elevaron y comenzó a arrojar estacas en dirección a todos los ninjas.

—¡Busquen dónde cubrirse! —grité viendo como algunos ninjas caen muertos por culpa de esas cosas.

De pronto ví como algunas de esas estacas eran enviadas a Naruto.

—¡Naruto! —Hinata se puso frente a él y Neji frente a ella.

Hice unos sellos y toqué el suelo haciendo que un domo de madera los cubriera.

—Tenemos que terminar con esto.

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