Capítulo 53

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Damián Webster.


Una niña. Mi niña.

No podía estar más feliz, más emocionado y al mismo tiempo sufriendo una inmesan agonía al saber que tan solo un fallo mío podía dañar a lo único que amaba en la vida.

Dí un trago a mi vaso y me obligué a tirar los malos pero realistas pensamientos lejos de mi cabeza.

Ya habría tiempo de pensar en eso, hoy sólo quería culminar el día tan alegre como lo estaba desde que supe que en tan solo meses estaría acunando a mi pequeña muñequita en brazos.

—Tenemos una vida de mierda— la voz de Hansel me sacó de mis pensamientos. Estaba algo borracho al igual que yo, y es qué no habíamos parado de beber alcohol desde qué décidimos tomar un solo trago para celebrar que próximamente tendría una hija.— Una maldita vida llena de peligros para nosotros e indirectamente para las personas a nuestro alrededor.— bebió lo último que quedaba en su vaso y un poco tambaleante tomó la botella de cristal y llenó nuestros vasos.— pero amigo, no debemos quejarnos mucho.

Fruncí las cejas.

—Hansel, calla, ya estas borracho y no sabes lo que dices.— ¿Como se le ocurre decir que a pesar de tener una vida de mierda y riesgosa para nuestras familias no debíamos quejarnos?

—Sí sé lo que digo, hombre— se recostó del espaldar de la silla frente a mi escritorio y volvió a dar otro trago— Y tú no sólo deberías fijarte en lo malo— puse los ojos en blanco y bebí de mi vaso— Sólo piensa, recuerda; a pesar de que somos unas mierdas, la vida no nos ha prohibido nada, lo tenemos todo...

—¿A que coste?— sus palabras me enojaban— ¿A que coste Hansel?— ¿Acaso no se daba cuenta de lo jodida que era la situación?— ¿Al coste de no poder salir con tu esposa a un parqué sin diez hombres siguiéndonos para evitar que nos asesinen? ¿Al coste de no poder ni siquiera disfrutar completamente de la idea de tener una hija sin pensar que sí fallo me la llevó por el medio a ella y a su madre?— pesé una mano por mi cara y luego por mi cabello con frustración.— ¿Es ese el maldito precio que debemos pagar por tenerlo todo?

—No hablaba sólo de lo material.— susurró ausente, y levante mis ojos para verlo— Damián, somos unos hijos de puta, ambos tenemos eso muy claro— miró mis ojos— y aún así la vida nos permitió encontrar mujeres que nos aman, mujeres que amamos. Nos permitió sentir un amor tan puro como el que siento por Noah, como el que tú sientes en esté momento por tu hija. — Tenía algo de razón, pero aún así...— Amigo, nosotros no nos merecíamos nada de eso. Merecíamos morir solos y ser olvidados con el pasar de los días.— bebió de su vaso— pero aún así eso no va a pasar, y nuestras muertes no serán tan insignificante como la de los insectos, por lo menos no para ellas y nuestros hijos.

—¿Que hay sí ellas mueren Hansel? ¿Que hay sí por nuestra culpa las asesinan? ¿Que pasa sí nuestros hijos salen lastimados por nuestros errores?— su rostro ensombrecido me hizo ver que él sentía la misma angustia que yo.

—No lo sé— hizo una pequeña pausa— y tampoco me apetece saberlo.— suspiro y tomó su cabeza entre sus manos— sólo quiero disfrutar de mi familia, Damián.— lo mismo quiero yo amigo... Lo mismo lo quiero.— y quiero que ese disfruté duré mucho tiempo. Trabajaremos en ello para que así sea.

—¿Y sí algún día fallamos y nuestra podredumbre las alcanza?— rió y negó.

—Sabes tan bien como yo qué para que eso suceda nosotros tendríamos que morir primero— sonreí.— y por ello quiero que prometas algo— levanté una ceja— sí un día muero quiero que te hagas cargo de mi hijo— mi corazón dió un pequeño vuelco, pero no se lo hice ver, sólo me quedé allí mirándolo con seriedad y fijeza—Quiero que lo acojas como sí fuera tuyo propio, que lo cuides y lo ames como harás con tu hija.

No Puedes Escapar De Mí.©Where stories live. Discover now